Podemos concluir que la reciente visita de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (la famosa troika) para el seguimiento del programa de asistencia financiera a España se ha saldado de forma positiva. En el lenguaje de la declaración que finalizaba la vista: el programa se desarrolla según lo previsto ("the programme remains on track").
Las conclusiones reconocen las mejoras en la situación de liquidez, la posición de solvencia, las condiciones de financiación o el proceso de reestructuración que ha experimentado el sector bancario español.
Sin embargo, nos llaman la atención sobre el impacto del entorno económico general en el sector bancario, pero especialmente sobre la contracción del crédito en un contexto de debilidad de la demanda de nuevos préstamos y de persistencia de la fragmentación de los mercados bancarios de la Unión Económica. Esta preocupación no es nueva, como ya puso de manifiesto el Fondo Monetario Internacional en el tercer informe sobre las reformas del sector financiero español. En dicho informe se aludía a factores tanto de demanda como de oferta (endurecimiento de condiciones de financiación y de las garantías, reducción de la solvencia de los prestatarios, incremento de los costes de financiación interbancaria, necesidades de fortalecimiento de la solvencia…) para explicar la situación española.
Con datos a julio de 2013, el balance de la caída acumulada de crédito en la economía española es devastador, y las previsiones de evolución del crédito aún se mantendrán en terreno negativo los dos próximos años.
Caída acumulada del crédito al sector privado por segmento (índice base 100= dic08)
Fuente: Afi y Banco de España
En buena medida, dicha caída del crédito responde a la necesidad de desapalancamiento, tanto en los hogares como en las empresas.
Deuda bruta sobre margen de explotación de la banca (ingresos menos costes operativos)
Fuente: Afi, INE y Banco de España
No obstante, la ligera recuperación de la economía que anticipa el Gobierno para el año que viene (que no se aleja significativamente del consenso de analistas) se basa fundamentalmente en el mantenimiento del impulso de la demanda externa y en el de la inversión en bienes de equipo. En ambos casos, se trata de actividades con orientación exportadora y necesidades de financiación (industria metalúrgica, autos, agroalimentaria, farmacia y química, servicios empresariales...) que necesitarán de un mayor compromiso de nuestra entidades bancarias en la concesión de créditos. Un compromiso orientado al desarrollo o fortalecimiento de una banca especializada para el segmento de empresas, sean grandes o pymes, dentro del cual cobrarán especial relevancia los productos y servicios de comercio exterior. Empresas, en general, que por su contribución a la creación de empleo es necesario mimar especialmente en el actual contexto económico.
Es cierto que se empiezan a materializar las iniciativas del Gobierno para fomentar el desarrollo de la financiación no bancaria, como el lanzamiento el próximo lunes del mercado alternativo de renta fija, si bien la financiación a pymes, particularmente a las más pequeñas, seguirá siendo mayoritariamente a través del canal bancario. En este sentido, el 96% de las empresas españolas cuentan con menos de 10 asalariados y, por tanto, disponen de muy poca capacidad de acceso a productos de financiación más sofisticados o estructurados.
Distribución de empresas por estratos de asalariados en España (a enero de 2013)
Fuente: Afi e INE
Vemos, además, que entre empresas y oficinas bancarias existe una estrecha relación.
Relación entre pymes por provincia y oficinas bancarias por provincia (a junio de 2013)
Fuente: Afi, INE y Banco de España
La troika finaliza el mencionado informe aludiendo a las reformas que apoyarán el proceso de ajuste y la competitividad de nuestra economía y nuestras finanzas públicas: el sistema de pensiones, la unificación del mercado interno español, la liberalización de los servicios profesionales, la eficacia y eficiencia de la administración local y pública y el aumento del dinamismo de los mercados de productos y servicios.
No obstante, para iniciar la senda de la estabilización y la consolidación del crecimiento en España y, en consecuencia en la creación de empleo, la finalización de las primeras (reforma del sector bancario español) o el desarrollo de estas últimas deben estar acompañadas necesariamente de un impulso a los modelos de banca para empresas, con recursos humanos y financieros, con organización y formación especializada y con modelos de análisis del riesgo que permitan la comprensión de la generación de ingresos en los sectores productivos que serán los próximos motores de la economía española.
Hay 2 Comentarios
Muy interesante la relación entre pymes por provincia y oficinas bancarias por provincia
Publicado por: Pepa | 15/10/2013 15:52:06
Yo remarcaría lo de la "reducción de la solvencia de los prestatarios". El problema principal, sobre todo para el pequeño empresario, es el endeudamiento en el que se encuentran ya los de menor soporte económico y, lógicamente en esa situación es impensable acudir a por un crédito, porque el curriculum no ayuda a ello. Entonces ¿cómo demonios se van a salvar a las miles y miles de pequeñas empresas que para sobrevivir han tenido que endeudarse ya? Si alguien me explica eso, le daré todo mi reconocimiento.
http://interesproductivo.blogspot.com.es/
Publicado por: Robertti Gamarra | 04/10/2013 10:55:12