La necesidad de desapalancamiento en la economía española, y especialmente en su sector empresarial –también en las familias, pero de ellas no voy a hablar hoy- ha venido siendo objeto de atención en todos los análisis de organismos internacionales. Los más recientes son los del Fondo Monetario Internacional (“debt ratios may have much further to fall...”), en su quinto y último informe de evaluación del sistema bancario español, o el del Banco Central Europeo, en un reciente estudio sobre desapalancamiento empresarial en el área euro, en el que argumenta que la deuda empresarial en España, que ha caído 15 puntos sobre el PIB, debe caer otros tantos, como ilustra el gráfico adjunto tomado de dicho estudio.
Fuente: BCE.
Y, sin embargo, apenas se ha prestado atención a otra dimensión del desapalancamiento empresarial, la del equilibrio financiero de las empresas, entendido como una apropiada mezcla entre deuda y recursos propios. Una visión estructural de dicho equilibrio (o ausencia del mismo) la podemos obtener de las cuentas financieras, para el agregado de las empresas no financieras, en el buen entendimiento de que dichos agregados encierran realidades bien distintas entre diferentes empresas.
El gráfico adjunto muestra la evolución, desde el inicio del siglo XXI, de las cuatro principales fuentes de financiación en el agregado de las empresas no financieras españolas: por un lado los recursos propios y por otro la deuda, en la que distinguimos tres categorías: la deuda comercial –sobre todo crédito de proveedores-, y la deuda financiera, a su vez distinguiendo entre la de corto y largo plazo respectivamente.
Fuente: Afi, con datos de las Cuentas Financieras de la Economía Española
Antes de la crisis, el agregado de empresas presentaba un razonable equilibrio financiero, con la deuda total (la suma de los tres componentes mencionados) moviéndose entre el 95% y el 105% de los recursos propios. Ese equilibrio se rompe en 2008, en que el ratio deuda/recursos propios se dispara hasta el 140%, al confluir un fuerte aumento del endeudamiento –por la inercia de una concesión que no se frenaría hasta dos años más tarde- con un absoluto hundimiento de los recursos propios, valorados a precios de mercado –esa valoración a mercado, o “razonable”, es la pertinente para evitar la disolución empresarial, y por tanto garantizar la supervivencia-
Bien, pues desde 2008 hasta la actualidad se ha dado la vuelta completamente a ese ratio de endeudamiento, y cierra 2013 con un nivel cercano al 100%, similar al de los años 2005 o 2006. Ese reequilibrio financiero ha descansado tanto en una intensa contracción de la deuda como en un fuerte incremento de los recursos propios.
La deuda total de las empresas cae, desde 2008 hasta la fecha, en casi 350.000 millones, aproximadamente a partes iguales entre la deuda comercial y la financiera; y dentro de ésta la caída ha sido mucho más pronunciada en los préstamos a corto que en los de largo plazo. Probablemente dicha diferencia de comportamiento esté recogiendo el efecto de numerosas refinanciaciones, que han sustituido deudas a corto plazo por otras a más largo, y con un coste financiero mucho más elevado.
Al mismo tiempo que reducían la deuda, las empresas españolas llevaban a cabo una importante mejora en sus recursos propios, que se incrementaban en casi 190.000 millones, repartidos aproximadamente a partes iguales entre las sociedades anónimas (cotizadas o no), y las sociedades limitadas, muchas de ellas asociadas a pequeños negocios autónomos.
En el caso de las sociedades anónimas, una buena parte (casi un 50%) del incremento de los recursos propios se derivaba de un efecto valoración, y el resto de aportaciones de nuevos recursos propios, por ejemplo vía retención de beneficios. Tal efecto valoración no existe, por el contrario, en el caso de sociedades limitadas, que han visto crecer sus recursos propios en casi 100.000 millones desde 2008 hasta la actualidad. Sin duda alguna, muchas pequeñas y microempresas –entre ellas los 3 millones de autónomos censados en España- se han visto obligadas a aportar recursos propios, o a incrementar su autofinanciación, en un contexto de restricción crediticia, incluyendo el crédito comercial.
Ese reforzamiento de los recursos es absolutamente imprescindible, y muchas empresas se han quedado en el camino al no poder aportarlos; por ello cobra más virtualidad que nunca el desarrollo de mecanismos que permitan convertir deuda en recursos propios en aquellas empresas que, siendo viables, no pueden hacer frente a sus actuales niveles de endeudamiento, ni tienen capacidad para aportar recursos propios.
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PROPUESTAS DE SECTORES DE FUTURO, PARA LA CREACION DE EMPLEO--CONFERENCIA POLITICA DEL PSOE: Politicas keynesianas : 1ª.- De la investigacion de I+D. 2ª.- De rehabilitacion de Edificios publicos y privados, de viviendas y de otros usos,.Se trataria de poner a disposicion de los propietarios PRESTAMOS ICO a largo plazo. Se trata de rehabilitar cientos de miles de edificios que se encuentran en estado ruinoso, penoso, o de franca mejora. Este tipo de rehabilitacion crearia cientos de miles de puestos de trabajo, como ocurre en todos los paises avanzados del mundo. 3º.-Fomento de la energias renovables principalmente la eolica, asi como investigacion de las energias solares, con tendencia al autoabastecimiento en estas energias. 4º.-Empleos con base en la Ley de la Dependencia y en la tercera edad. 5º.- Limpieza de montes y un amplio plan de reforestacion a nivel nacional. 6º.- Obra publica: 1º.- AVE -.2º.- Intensificar la puesta de tierras de riego.-........ 7º.- Cultura y Educacion.8.-Nuevos proyectos industriales-coche electrico, aeroespacial....HAY TANTAS COSAS QUE HACER CUANDO SE TIENE VOLUNTAD
Publicado por: zx-7 | 06/03/2014 16:29:50