La Comisión Europea (CE) emitió ayer sus recomendaciones específicas por país para 2015 y 2016, con el lema ’’hay que redoblar los esfuerzos para consolidar la recuperación’’, entre las cuales sólo nos vamos a ocupar en esta entrada de nuestro país, y, en concreto. de su sistema financiero.
A punto de acabar una legislatura que ha sido testigo de uno de los más profundos cambios en la regulación de nuestro sistema financiero, si no el más intenso en nuestra historia reciente, no deja de ser llamativo que la recomendación sobre dicho sistema sea “completar la reforma del sector de cajas de ahorros, incluyendo medidas legislativas, y completar la reestructuración y privatización de las cajas de ahorros de propiedad pública” (actualmente bancos y sólo quedan dos).
Parece que todavía hay una obsesión en los organismos internacionales por nuestra crisis y las cajas de ahorros, parte de las cuales jugaron un importante protagonismo en ella, pero eso ya pasó. Ahora los problemas y las prioridades son otras.
Resulta llamativo porque en el documento de trabajo de los servicios de la Comisión, SWD (2015) 28, disponible en español, se mencionan, pp. 81-82, otras recomendaciones y realizaciones efectuadas en 2014, por lo que se da a entender que sólo queda pendiente lo mencionado. Y no es así.
Sin abandonar el campo regulatorio, hace unos días, salía del Congreso aprobado por la correspondiente comisión, con competencia legislativa plena, el proyecto de Ley de recuperación y resolución de entidades de crédito y empresas de servicios de inversión, para continuar su tramitación en el Senado. De esta forma, salvo que se produzca un terremoto político inesperado, cabe esperar que la ley se apruebe antes de que concluya la legislatura.
Con ello, estaremos plenamente preparados para asumir el nuevo marco de solución de crisis bancarias en la Unión Europea (UE), no sólo de cajas de ahorros, incorporándonos así al segundo pilar de la unión bancaria (UB): el mecanismo único de resolución (MUR).
En el otro sentido, pero sobre el mismo tema, unos días antes entraba en el Congreso, para iniciar su tramitación parlamentaria, por el trámite de urgencia, el Acuerdo sobre la transferencia y mutualización de las aportaciones al Fondo Único de Resolución (FUR), la parte intergubernamental del MUR, sin la cual no se hubiera aprobado este. Dentro de su brevedad, dieciséis páginas, es suficientemente expresivo de los recelos que, en cuestiones de dinero, existen entre los países de la UE. Entre otras cosas ha llevado a que el proceso de adaptación al nuevo sistema dure ocho años. Y eso que en este caso, la mayoría de ese dinero no procede de los respectivos presupuestos públicos, sino de las entidades bancarias de cada país.
Como forma de ver lo que queremos decir, el gráfico siguiente compara el régimen de utilización de los dineros del MUR durante y después del citado período transitorio. Del mismo se deduce que, durante ese período, no se cumple, salvo parcialmente, el objetivo básico de la UB de desnacionalizar las crisis de entidades y, más en concreto, de romper la interrelación que se ha dado entre los riesgos soberanos y bancarios. Todo ello sin entrar en la dimensión que puede adoptar la próxima crisis.
Estas son reformas mucho más importantes, y de alcance más amplio, que las que tienen que ver con las cajas de ahorros. Aparte de las privatizaciones aludidas, en estos momentos sólo están pendientes de aprobación un par de disposiciones secundarias sobre las fundaciones bancarias, más que las cajas de ahorros, que ya tuvieron una nueva ley. En todo caso, se podría hacer una nueva, si bien ya no queda mucho tiempo, para las cooperativas de crédito, aunque sólo sea porque la actualmente vigente data de 1989. Eran otros tiempos.
Creemos que la preocupación actual sobre nuestros sistemas financiero y bancario no es tanto la situación de unas entidades concretas, o de todo un sector, sino que cumpla, con la mayor eficacia, con su papel financiador de la economía real, que necesita crecer, aunque sólo sea por el elevado nivel de desempleo que nos ha dejado la crisis. En este sentido, recordamos nuestro último post, sobre la Ley de fomento de la financiación empresarial.
¿Más reformas? Por supuesto, mientras el sistema financiero no cumpla adecuadamente su papel, debe ser reformado en aquellos aspectos que se consideren convenientes. Sin embargo creemos que estas reformas deben ser más amplias y variadas que las que señala la recomendación de la CE para nuestro país. Por otro lado, no puede olvidarse que las reformas tienen unas consecuencias y unos costes para las entidades, que, entre otros motivos, por la crisis, no tienen en estos momentos, como señalan varios post recientes de este blog, su mejor entorno.
Hay 1 Comentarios
Sin duda que ha habido nuevas reformas financieras en el mercado, y esto se esta reflejando en parte en la tibia recuperación en España. Así podemos ver que esto hay flujo de aumenta las ventas y tambien las compras, el mercado esta un tanto más fluido.
http://missionatm.com
Publicado por: juanka | 15/05/2015 19:07:32