Las emisiones de bonos sostenibles o climáticos han tenido una evolución especialmente positiva en el año 2016, con cambios importantes en las características de este mercado que cabe destacar.
Diversas fuentes de datos (por ejemplo, Climate Bond Initiative, Green Bonds Database o la agencia Bloomberg) muestran que durante en 2016 se superó la cifra de los 80.000 millones de dólares en emisiones de bonos verdes o sostenibles. Teniendo en cuenta que el crecimiento se situó en el entorno del 100% con respecto a lo alcanzado en 2015, conviene analizar cuáles son los principales cambios que han acaecido en este mercado y sus principales hitos.
En primer lugar, tomando como base los datos proporcionados por Bloomberg, nos encontramos con que el mayor de crecimiento se debe al avance en emisiones de bonos verdes emitidos por empresas e instituciones chinas: un total de 48 emisiones cuando en 2015 sólo se produjeron 3.
El segundo país con mayor crecimiento en número de emisiones fue Suecia, demostrando que esta evolución no es sólo decisión de las autoridades asiáticas o de países no occidentales. No obstante, cabe destacar dos elementos con diferente tendencia. Por un lado, el de los Organismos Multilaterales que hasta el 2012 eran las únicas instituciones que iniciaron este proceso de titulización de deuda para inversiones sostenibles, y que aún mantienen una senda de emisiones constante y elevada. Por otro, el número de emisiones de entidades de Estados Unidos ha disminuido notablemente, en parte motivado por las más de 100 emisiones que la empresa SolarCity Corp llevó a cabo en 2015 frente a tan solo 5 el año pasado.
Asimismo, cabe destacar que el montante medio del valor de las emisiones se ha duplicado y el cupón medio ha pasado de ser 3,67% a un 2,68%, aunque en este caso está influenciado por un mercado de bonos que en 2016 se ha comportado, en general, con esta misma tendencia alcista. Demostrando una creciente madurez en las emisiones, el periodo medio de emisión sigue entorno a los 80 meses, aunque en 2015 las emisiones fueron algo más largas. No obstante, en 2016 el número de emisiones que han superado los 20 años de vencimiento ha sido anormalmente elevado.
Otros aspectos que merece la pena conocer es que el primer emisor de bonos verdes fue el Banco Europeo de Inversiones en 2007; que la primera empresa emisora corresponde a EDF en 2013, y que la primera entidad local fue el ayuntamiento de Massachussets también en 2013. En 2016 se han producido otros dos hitos que quedarán para el reflejo histórico de este mercado emergente. Se ha producido el primer bono verde de carácter soberano desde el Gobierno de Polonia y la primera emisión desde un gobierno subnacional en América Latina desde la Ciudad de México.
En España, pocas entidades han estado vinculadas a este mercado. Cabe destacar principalmente la asiduidad ya alcanzada por entidades como Iberdrola con una última emisión a principio de este año, la actividad colocadora de BBVA o la reciente emisión de Caja Rural de Navarra a finales de 2016. Es verdad que seguimos esperando en España las primeras emisiones de utilities, empresas públicas y administraciones públicas, así como una eclosión de este mercado para grandes empresas o incluso micaps que quieren cotizar en el MARF, pero de todas formas parece que el 2017 puede ser el que marque, ahora en España, un cambio de tendencia.
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Asimismo, cabe destacar que el montante medio del valor de las emisiones se ha duplicado y el cupón medio ha pasado de ser 3,67% a un 2,68%, aunque en este caso está influenciado por un mercado de bonos que en 2016 se ha comportado, en general, con esta misma tendencia alcista.
Publicado por: https://reclamadorde.es/reclamar-gastos-hipoteca/ | 04/04/2017 3:37:23
Muy buen análisis del mercado de bonos verdes
Publicado por: financiacionparaempresas.net | 14/03/2017 10:00:57