No por conocidas algunas claves del comportamiento sobre el ahorro y la inversión de las familias españolas deja de ser relevante su seguimiento dado que (1) aun estando enraizadas ciertas características específicas de fondo, la coyuntura económica y financiera introduce sesgos asociados a la evolución del ciclo, (2) permite disponer de información precisa sobre el grado de convergencia o no respecto al comportamiento de otros países de nuestro entorno, y (3) porque la instrumentación de algunas políticas públicas (vivienda, ahorro previsional,…) está condicionada, y simultáneamente puede influir, en dicho comportamiento.
El último dato conocido acerca de que el ahorro financiero de las familias españolas alcanzó el pasado junio su máximo histórico, junto con un interesante análisis publicado en el último Boletín Trimestral de la CNMV[1], constituyen una buena percha para destacar una vez más algunos aspectos de evidente interés.
Hechos relevantes que merecen destacarse por su especificidad son los siguientes:
- La tasa de ahorro de los hogares españoles como porcentaje de su renta bruta disponible es muy baja. No sólo ahora que define un mínimo cercano al 5%, a mucha distancia del 12,3% de la eurozona y superiores en Alemania y Francia , sino incluso por debajo del mínimo del 5,8% que se llegó a alcanzar en el periodo pre-crisis. Sólo Reino Unido exhibe en general tasas inferiores.
También es diferencial la mucha mayor volatilidad de la tasa de ahorro de los hogares españoles frente a otros países, si se exceptúa así mismo el Reino Unido.
Tasa de ahorro de los hogares: % de la renta bruta disponible
Fuente: Boletín Trimestral CNMV 3/2018
- A pesar de haberse reducido sustancialmente por el proceso de desapalancamiento acaecido durante la crisis, la tasa de endeudamiento, en torno al 100% actualmente medida como porcentaje también de la renta disponible, sigue siendo elevada en términos históricos y superior en general a la de los países de nuestro entorno.
Endeudamiento de los hogares: % de la renta bruta disponible
Fuente: Boletín Trimestral CNMV 3/2018
- La combinación del ahorro y del endeudamiento (aumento de los pasivos financieros) de las familias españolas a lo largo del tiempo se ha ido materializando básicamente en dos tipos de activos: los de naturaleza financiera y, como se verá, mayoritariamente en activos de naturaleza no financiera (inmobiliarios).
En definitiva, la riqueza total neta de las familias se puede desglosar así en dos componentes. De una parte, la riqueza financiera neta (los activos financieros menos la deuda acumulada) y de otra la riqueza inmobiliaria (activos inmobiliarios). La evolución de ambos componentes se representa en los gráficos adjuntos.
Riqueza financiera neta (*) y riqueza inmobiliaria de los hogares (% sobre el PIB)
(*) Activos financieros menos pasivos
Fuente: Boletín Trimestral CNMV 3/2018
Es evidente el distante comportamiento de las familias españolas frente al promedio de las de la eurozona en la composición de su riqueza. Los hogares españoles acaparan activos inmobiliarios muy por encima de los de la eurozona; en media del periodo algo más de 180 pp más de PIB, con un diferencial máximo que llegó a ser de casi 300 p.p en el periodo pre-crisis (600 pp los españoles frente a 300 pp los de la zona euro). Por supuesto eso implica (está íntimamente correlacionado con) unos mayores niveles de endeudamiento (para financiar la adquisición de esos activos inmobiliarios). Este hecho propicia que de forma sistemática la riqueza financiera neta de los hogares españoles (activos financieros menos el pasivo que supone la deuda) frente a la del conjunto de los de la eurozona sea estructuralmente inferior (40 pp de PIB menor de media en el periodo).
- Esa menor acumulación relativa de activos financieros netos de las familias españolas, sólo un 20% aproximadamente de su riqueza total frente al 80% en activos inmobiliarios (1/3 y 2/3 respectivamente en el área euro) no es óbice, sin embargo, para que globalmente los hogares españoles definan de hecho un nivel de riqueza total superior (medida sobre el PIB) al de la media del área euro. Cierto es que, por su muy superior concentración inmobiliaria, con una liquidez y capacidad de transformación en rentas menor.
En junio de este año, la situación patrimonial de los hogares (financiera más inmobiliaria) ronda el 550% en términos de PIB. Nótese en todo caso que llegó a alcanzar la referencia de casi el 700% a finales de 2007 como consecuencia de la valoración extrema que alcanzaban los activos inmobiliarios.
- Finalmente, centrándonos en la riqueza financiera, la composición de la cartera de activos financieros de los hogares españoles sigue evidenciando un mayor peso de los depósitos bancarios y menor de los seguros y fondos de pensiones que en los europeos. Es una presunción más que razonable que esto último esté motivado por la mayor cobertura del actual sistema público de pensiones español frente a aquella de la que gozan los países de nuestro entorno.
Las razones sobre esta singularidad que manifiesta el ahorro y la inversión de los hogares españoles son múltiples y van, como apunta bien el trabajo de Cambón M. Isabel (2018) desde motivos culturales, a otros relacionados con asimetrías en la distribución de la renta, fiscalidad que durante largos periodos ha incentivado la vivienda en propiedad, a lo que ha contribuido no menos las mucho más generosas condiciones de financiación “sobrevenidas” tras nuestra incorporación a la eurozona. En cualquier caso, pueden señalarse algunos giros, que no necesariamente serán tendenciales, que conviene seguir. Entre ellos:
- Una aparente acentuación en la definición de una baja tasa de ahorro (estructural) que probablemente no sea ajena al aumento de las diferencias en la generación de renta (desigualdad) que se ha producido desde el inicio de la crisis.
- Aun cuando recuperándose, una menor propensión al endeudamiento conectada con una menor disposición (y posibilidad) de acumulación de riqueza en activos inmobiliarios. Por tanto, una mayor disposición a la acumulación de riqueza en activos financieros con una tendencia convergente a los países de nuestro entorno. Obviamente requerirá de mucho tiempo para impactar de manera mínimamente significativa en una composición de la situación patrimonial de los hogares que manifiesta el altísimo sesgo inmobiliario señalado.
- Una tendencia a una suave recomposición de la cartera de activos financieros desde la liquidez hacia otros activos (fondos de inversión y acciones principalmente) en la que el desplazamiento a seguros y fondos de pensiones sigue siendo muy modesto comparativamente con lo que se observa en los países de nuestro entorno.
[1] Cambón, M. Isabel, “Análisis de las decisiones de ahorro e inversión de los hogares españoles”, Boletín Trimestral CNMV 3/2018.
Hay 4 Comentarios
Un artículo de lo más interesante.
Publicado por: Inmotasa | 01/02/2021 11:22:01
Me parece un artículo de lo más completo y con gran validez, incluso pasado tiempo de su publicación.
Enhorabuena!
Publicado por: Banker & House | 18/01/2021 13:15:38
Sin lugar a duda, según se refleja en las gráficas que se comparten en este artículo, los españoles son cada vez menos capaces de ahorrar y a su vez adquieren más endeudamiento.
Publicado por: Inmobiliarias en Alicante | 02/03/2020 15:02:28
Hola, creo que "cuesta" gastar teniendo en cuenta los niveles salariales del mercado laboral.
Publicado por: Juan A | 28/12/2018 22:21:58