En las informaciones sobre el caso de espionaje que tiene como protagonista a Edward Snowden se menciona como antecedente de este acaso a la red Echelon. Esta entrada del blog pretende rememorar qué fue de aquel caso y sobre todo comprobar las similitudes entre ambos.
Echelon, las orejas de EE UU en Europa se titulaba una pieza que firmaron Ignacio Cembrero y Miguel González el 25 de octubre de 1998 y en la que se rememoraba un episodio de espionaje comercial que se saldó con la consecución de un contrato por McDonnell Douglas en Arabia Saudí birlado a Airbus gracias a la interceptación de la información clave: qué oferta presentaba la compañía europea. Así pudo hacer mejor oferta y listo. Esto había ocurrido en 1994, y el asunto ya tenía solera cuando se contaba el meollo en 1998 a los lectores de EL PAÍS. Los europeos nos enteramos entonces de que existía una red, Echelon, consistente en "un sistema de vigilancia global que se extiende por todo el mundo (...) orientado hacia los satélites Intelsat que se utilizan para transmitir la mayor parte de las llamadas telefónicas, comunicaciones por Internet, correo electrónico, fax y télex". El caso se saldó en su momento con la expulsión de Francia de 5 espías de EE UU y en una tormenta diplomática entre aliados.
El 5 de septiembre de 1999, el periódico informó del descubrimiento de una clave de seguridad instalada en todos los programas de Microsoft que potencialmente permitía al gobierno norteamericano espiar a millones de usuarios en todo el mundo. Esto provocó entonces la lógica alarma y polémica entre los usuarios de la red y el 23 de febrero de 2000, se informó de que el Parlamento Europeo estaba investigando Echelon (red cuya existencia no se reconocía entonces oficialmente en EE UU) y de que Reino Unido estaba en el ajo hasta el punto de que "para el especialista en Internet François-Emile Truchet, el Reino Unido practica la ambivalencia de ser un país europeo que espía a sus aliados."
José Vidal-Beneyto escribió 3 días más tarde Espías sin fronteras, un recomendable artículo que finalizaba con esta sentencia: "Todos sabemos que los designios de nuestros países, los intereses de nuestras empresas, nuestra vida más personal, están sometidos al escrutinio incesante de miles de oídos y de ojos trasatlánticos. Y que sólo una decidida voluntad política europea podrá, en lo que nos concierne, poner fin a la actividad de esos espías sin fronteras."
El 16 de julio de 2000, Miguel González entrevistó a Wolfgang Hetzer, jefe de Análisis de Información del Canciller alemán en la época, que asistía en Madrid a una reunión de responsables de espionaje de 9 países. Este pasaje de la entrevista es esclarecedor:
P. ¿Hay que crear una comunidad europea de servicios de espionaje?
R. Si definimos Europa como una comunidad que tiene los mismos intereses en materia de seguridad, es evidente que en este campo hay que mejorar la colaboración.
P. Pero eso no parece muy compatible con el hecho de que un país europeo, el Reino Unido, comparta con Estados Unidos un sistema que, según algunas informaciones, se utiliza para perjudicar a las empresas europeas. Me refiero a Echelon.
R. En la comunidad de espionaje hay un principio: nunca espíes a un país amigo. La gente profesional se atiene a ese principio.
Pocos días más tarde, el propio Miguel González entrevistaba a Elizabeth Parker, que venía a decir que los europeos eran unos quisquillosos. "La preocupación europea por la red Echelon es absurda" era el titular de la entrevista. Parker era ex consejera general de la National Security Agency (NSA) y la CIA, las dos principales agencias de espionaje americanas. La entrevista deja la sensación, leída 13 años después de publicarse y sea dicho con la mayor prudencia posible, de que Elizabeth Parker minimizó la importancia, relevancia y alcance de las actividades del espionaje de EE UU en Europa y su vínculo con el Reino Unido.
Y en 2001 se produjo otro episodio digno de mención. Desmond Perkins, veterano jefe del sistema criptográfico comunitario de nacionalidad británica, declaró en la comisión del Parlamento Europeo que investigaba el caso Echelon que la NSA intentó en 1991 acceder a informaciones secretas de la Comisión Europea. Fueron las suyas unas confusas declaraciones, desmentidas por sus jefes y rectificadas por el propio Perkins 2 días después de decir que personalmente retó al espionaje de la NSA a que intentara romper los códigos que cifraban las comunicaciones de la Comisión.
Unos días más tarde, su jefe declaraba que merecía que le dieran un azote por decir lo que dijo, pero sus palabras alimentaron la sospecha de que el espionaje de EE UU consiguió saber lo que la Comisión pretendía mantener en secreto. Se desmintió y se desacreditó a Perkins, pero muchos europarlamentarios creyeron que tuvo un ataque de sinceridad. Corría el año 2001 y finalmente la Eurocámara hizo su informe sobre Echelon, en el que "confirma la existencia de Echelon y advierte del riesgo de que otros países puedan desarrollar sistemas similares si dispusieran de recursos financieros, entre ellos Rusia." Y la información se remataba así: "La Eurocámara recomienda a las empresas que se doten de los medios de protección necesarios para reducir su vulnerabilidad ante estos sistemas de espionaje. El mensaje a los ciudadanos es que codifiquen su correo electrónico." El pleno aprobó el informe pero hubo 159 eurodiputados que votaron en contra.
También hubo una iniciativa para designar el 21 de octubre de cada año como el día de protesta contra Echelon. Pero el caso cayó en el olvido, y es difícil no relacionar esa realidad con los atentados del 11-S, cuyo impacto sepultó la agenda informativa.
Y ahora aparece Snowden. Para seguir la peripecia del caso, que con la irrupción del presidente boliviano Evo Morales y su avión presidencial ya ha adquirido tintes rocambolescos, esta es la mejor y más completa guía.
Aspecto de los radares, enormes antenas parabólicas, en las instalaciones del Gobierno británico de HQ's Benhall, en Cheltenham, y que algunos informes relacionan con la red de espionaje de las comunicaciones conocida como Echelon. / AGENCIA EPA
Hay 5 Comentarios
Estados Unidos e Inglaterra tienen lazos muy comunes. A pesar de la guerra por la independencia librada entre ambos países,en el siglo XVIII, la idea imperialista los mantiene unidos. Ambos son voraces y ambos siguen anclados en sus sueños imperiales. Luego, no es de extrañar que siempre coincidan en política internacional frente al resto del Mundo. Tienen en común no solo el idioma sino también el GEN de la voracidad imperial.
Publicado por: RAMÓN | 05/07/2013 13:03:53
La guía que recomienda al final está un poquito desactualizada. La última noticia es del día 1... hay información más nueva en otras páginas del periódico.
Publicado por: Arantxa | 04/07/2013 13:29:18
"La existencia de ECHELON fue hecha pública en 1976..." pero los ingenuos europeos creyeron que se trataba de un pasatiempo anglosajón.
http://es.wikipedia.org/wiki/ECHELON
Publicado por: Publio Gilada | 04/07/2013 0:53:17
A punto de aterrizar en Bolivia el avió presidencial, saldrá como un héroe oculto Snowden para seguir contando lo que el poder se encarga en seguir haciendo contra nuestra intimidad?
http://casaquerida.com/2013/07/03/el-espiritu-de-socrates/
Publicado por: Tinejo | 04/07/2013 0:39:29
Brillante articulo. Gracias Juan Carlos Blanco, por publicar la etica profesional del no espionaje a amigos. Para mi esta claro, Inglaterra no tiene ninguna ambivalencia: no es amigo de Europa. La prueba de esto esta en un elemento clave: la retencion de la libra esterlina. Asi GB y EEUU arrinconan a Europa a travez del City y de Wall Street. La ambivalencia es publica, para consumo Europeo. GB sabe perfectamente que no tiene el mas minimo interes por el bienestar Europeo. Su unica alianza es Anglosajona. Europa ha ignorado esto a su gran detrimento. Gracias, otra vez.
Publicado por: Aguila3 | 03/07/2013 23:02:28