Precisamente hoy, 30 de octubre, se cumplen 25 años de la liberación de Emiliano Revilla, conocido empresario español secuestrado por ETA 249 días antes, el 24 de febrero de 1988. Los terroristas le sirvieron comidas "de primera" (a casa llegó con una tarta que le dieron sus secuestradores) y con ellos jugó al tute, según declaraciones del propio secuestrado. Fue el suyo un secuestro de gran repercusión informativa a la que contribuyó la notoriedad del personaje secuestrado.
En 1992, 4 años después del secuestro, la policía localizó el agujero en el que estuvo secuestrado Revilla, excavado bajo el suelo de una habitación de la casa de la calle Belisana de Madrid; estaba dividido en dos compartimentos: en uno de ellos, de dos metros de largo, uno de ancho y 1,90 de alto estuvo encerrado el industrial, mientras que el resto del habitáculo era ocupado por los terroristas que le vigilaban durante el secuestro.
En aquella época se habían establecido negociaciones con ETA en Argelia y previamente al secuestro se especulaba con la posibilidad de que se reanudaran los contactos. En una información publicada poco después de que ETA secuestrara al empresario, se afirmaba que "ETA Militar secuestró a Emiliano Revilla tras considerar insatisfactorio el último contacto mantenido en Argel con un representante del Gobierno español, según han informado fuentes próximas a la organización terrorista".Tasio Erkizia, miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, trataba de poner en perspectiva, muy peculiar, el secuestro: "Ni hace una semana estábamos en los albores de la pacificación total de Euskadi ni ahora se ha producido un fracaso rotundo. Hay que relativizar las situaciones y situar la negociación en unas coordenadas de tensión, de complejidad y de dificultades." El secuestro de Revilla formaba parte de la tensión, la complejidad y las dificultades, pero, según Erkizia, debían ser relativizadas y vistas en un contexto negociador.
El Gobierno intentó evitar el pago de un rescate, y hubo varias interceptaciones de pagos en Francia y detenciones de etarras, pero finalmente se efectuó un pago de 1.000 millones de pesetas (6 millones de euros) a ETA. Más tarde se supo que en realidad se pagó el doble de esa cantidad. Los intentos policiales de impedir que ETA cobrara el rescate llevaron a Tasio Erkizia a afirmar el 5 de agosto de 1988 en la Cadena SER que "el PSOE está apostando evidentemente por un Revilla cadáver antes que por un triunfo de ETA".
Pocos días después de las declaraciones de Erkizia, la hija de Revilla hizo pública una carta muy crítica con el Gobierno: "Hemos sabido que algunos policías franceses han sido condecorados por las autoridades españolas por intervenir a ETA el dinero que pagaron los Revilla por la libertad de su padre. No está mal. Brillantes servicios, sin duda. Pero han apretado el nudo por donde más corre. Y, encima, da la sensación de que nos acusan de algo innoble. ¿Algún hijo haría otra cosa si su padre estuviera secuestrado? ¿Cómo actuarían los hijos del presidente del Gobierno si su padre perdiera, como el mío, su libertad?"
¿Qué pensaban al respecto los partidos polìticos del arco parlamentario? Había división de opiniones. PSOE, AP y CDS respaldaban al Gobierno en su intento de impedir el cobro de un rescate. Eusko Alkartasuna y Herri Batasuna eran partidarios de no entorpecer el cobro para así facilitar que terminara el secuestro. Iñaki Esnaola (HB) lo dijo bien claro: "aquellos que dicen que el derecho a la vida está por encima de todo son los que colocan el derecho a la vida del señor Revilla en el último lugar de su jerarquía de valores".
Tras la liberación de Revilla comenzó la persecución penal de quienes intermediaron en el pago del rescate. Carlos Bueren fue el juez instructor de un caso con demasiados implicados. La peripecia judicial concluyó en 1994 con una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que diluyó en parte las responsabilidades de los intermediarios imputados aplicndo diversas eximentes. Pocos días antes, EL PAÍS editorializó al respecto. Se remataba así la argumentación: "El secuestro de Emiliano Revilla ha sido determinante en este proceso. En ningún otro de los que jalonan la larga y execrable historia de ETA, la autoridad judicial ha mostrado tanta determinación en esclarecer quién es quién en la saga de intermediarios y cuáles fueron los motivos de su actuación. A la sociedad y a la justicia les interesa mucho saber de qué lado estuvo el abogado y parlamentario de Herri Batasuna (HB) José María Elosúa en los contactos habidos entre representantes de ETA y la familia de Revilla para llevar a buen término el pago del rescate y en qué concepto percibió la cantidad de un millón de pesetas. Como también les interesa saber si el empresario Francisco Arratibel medió bajo la amenaza de ETA, como asegura, y si los 75 millones de pesetas que dice recibió en concepto de seguro por posibles perjuicios lo fueron como pago por los servicios prestados."
Era el mes de marzo de 1994, 5 años y medio después de la liberación de Emiliano Revilla.
El empresario Emiliano Revilla saluda desde el balcón de su casa, acompañado de su mujer, Margarita Sánchez, y su hija, Margarita Revilla, tras su liberación de su secuestrado por ETA durante 249 días. / MIGUEL GENER
Un agente de la Policía Nacional desciende al zulo en el que los terroristas de ETA tuvieron secuestrado al empresario Emiliano Revilla, en una vivienda situada en el número 42 de la calle de Belisana, cerca de Arturo Soria, Madrid. / GORKA LEJARCEGI
Hay 1 Comentarios
Me parece un artículo excelente.
Hay dos cuestiones que evidencian la pasión por el dinero. El primero, y teniendo en cuenta el calvario y a la tortura que supone para la víctima padecer un secuestro: " Los terroristas le sirvieron comidas "de primera" (a casa llegó con una tarta que le dieron sus secuestradores) y con ellos jugó al tute, según declaraciones del propio secuestrado." Y el segundo, es el artículo en si mismo, y el editorial a al que hace referencia, Mediar o lucrarse, a la hora de "arrojar luz sobre lo que es humanamente comprensible y penalmente excusable o, por el contrario, moral y legalmente condenable en la actuación de quienes, por diversos motivos, asumen la tarea de interponerse entre los extorsionadores y su víctima."
Publicado por: Belén Mtnez. Oliete | 02/11/2013 20:03:39