La foto de la ficha policial de Bernard Madoff / Reuters
El 12 de marzo de 2009, hoy se cumplen cinco años, Bernard Madoff dejó de dormir en su ático de la calle 64, en Manhattan, y empezó una nueva vida en la cárcel. Durante este lustro en prisión ha seguido generando noticias este estafador de altos vuelos que fue objeto de una agresión hace cuatro años a manos de un preso -cinturón negro de judo- al que debía dinero. A sus 71 años, Madoff tuvo que ir al hospital con la nariz partida, varias costillas rotas y cortes en la cabeza y la cara. No despertó compasión precisamente un hombre que fue a la cárcel declarándose culpable de 11 delitos.
Pronto habló su secretaria, Eleanor Squillari, para hacer "hincapié en el carácter ególatra y coqueto de un hombre que tenía en su agenda más de 20 masajistas, a las que visitaba a menudo, y que ejercía un poder irresistible sobre las mujeres. Todas, incluida ella, le adoraban, y eso que no sólo ha resultado ser Dr. Jekyll y Mr. Hyde en los negocios, sino también en su vida diaria. "Podía ser increíblemente generoso y absolutamente horrible".
No mucho más tarde, una mujer estafada salió a la palestra para tomarse cumplida revancha: Sheryl Weinstein fue amante de Madoff y además le confió su dinero. Escribió un libro para contar que fumaba porros y sobre todo para burlarse del tamaño de su pene: "Pero ¿esto qué es?" escribió Sheryl rememorando la primera vez que vio desnudo a Bernie. "El tamaño no pareció importar, o al menos eso le dijo ella cuando, tras su primera noche, Madoff admitió: "Ahora sabes toda la verdad sobre mí". Ella le contestó: "No creo que sea un problema".
La SEC admitió que hubiera podido evitar el fraude de haber actuado con diligencia, porque se registraron hasta seis denuncias creíbles sobre la existencia de fraude en la actuación de Madoff. La primera se remontaba al año 1992. Lo peor de la actuación de la SEC fue que sirvió de escudo de Madoff ante las dudas de sus clientes: "El hecho de que la SEC hubiese realizado inspecciones e investigaciones sin detectar el fraude dio credibilidad a sus operaciones y tuvo el efecto de animar a más individuos y entidades a invertir con él", señalaba el informe emitido por el regulador tras destaparse la estafa.
En este sentido, es interesante recordar un artículo publicado en 2001 por Barron's. Ya el titular empleado por Erin E. Arvedlund, su autor, refería a un mundo de magia y misterio: Ni preguntar ni contestar: Bernie Madoff es tan reservado que hasta pide a sus clientes que no hablen de nada. La lectura del artículo pretende trazar el perfil de las inversiones -exitosísimas- de Madoff, con una jerga muy típica del mundo de las inversiones financieras sofisticadas. Resumiendo -y simplificando- mucho lo que se cuenta en este artículo, Madoff aplicaba una estrategia neutra con respecto al mercado, combinando posiciones largas y cortas en inversiones de acciones y derivados (opciones) básicamente realizadas con títulos de las principales compañías del S&P 500. La magia venía entonces. Si se aplicaba correctamente esta estrategia, daba igual lo que hiciera el mercado, no importaba si era alcista o si por el contrario el mercado estaba a la baja -esta es la razón por la que se denominaba estrategia neutra-: los fondos de Madoff llevaban años (muchos años) invariablemente consiguiendo ganancias por encima del 10%, con algunos años de un 18%. El artículo -escrito años antes de destaparse el escándalo- se refería a algunos inversores escépticos sobre esta estrategia imbatible y se daba a entender que podría haber algo oculto detrás de ella. Además del formidable éxito inversor que ofrecía, Madoff no cobraba comisiones de gestión. Una bicoca.
Cuando dos periodistas de Financial Times se reunieron con él en la cárcel les contó que todo se le fue de las manos en el momento en que el mercado bursátil se vino abajo en 1987. Para poder devolver el dinero a sus inversores que fueron presa del pánico por el batacazo de la Bolsa, atrajo a nuevos inversores. Y aquello empezó a ser una timba, aunque él dice que en un primer momento quiso seguir con su sistema de inversión –esa estrategia neutra, que también llamaba la caja negra, y cuya jerga de algoritmos aplicados a la operativa del mercado es ininteligible para los profanos. Pero claro, también alegaba Madoff en la entrevista que su caja negra necesitaba para dar beneficios que hubiera unos determinados niveles de volatilidad, volumen y oportunidad en el mercado... y que no era el caso. Se lo calló.
En este punto se recordaba en el artículo de Barron's que las experiencias del pasado recomendaban a los inversores exigir, o al menos desear, que hubiera transparencia en la estrategia inversora de los gestores de su dinero. "Pero los inversores de Madoff están exultantes con su comportamiento, aunque no entiendan qué es lo que hace. Hasta los inversores con un perfil más profesional son incapaces de explicar lo que hace, le confesó a Barron's un inversor de Madoff que estaba satisfecho (...) y que pidió no ser identificado. ¿Por qué? Madoff solicita educadamente a sus inversores que no cuenten que es él quien gestiona su dinero." ¿Transparencia en un sistema que elige como nombre la caja negra?
En Lobos capitalistas, un libro de Alberto Lafuente y Ramón Pueyo, del que EL PAÍS publicó un extracto, se explica la mecánica de la codicia humana que tan sagazmente aprovechó Madoff mientras gozaba de una reputación a prueba de acusaciones -que las hubo- de que todo era un timo. Pero la SEC las desoyó. Destaca especialmente un caso, el de Harry Markopolos, un gestor rival de Madoff al que sus jefes le pidieron que replicara los resultados de Madoff. Según su testimonio, analizó sus métodos y en cinco minutos se dio cuenta de que era un fraude y en cuatro horas lo consiguió probar con modelos matemáticos. Le denunció y no le hicieron caso. Madoff desde la cárcel dijo que Markopolos era el mayor idiota del mundo y que si le denunció fue porque sus inversores le abandonaron y que a él le creyeron porque era importante y tenía credibilidad. Tanta como para estafar 50.000 millones de dólares.
No será fácil conocer toda la verdad, saber el alcance de la estafa, cuándo empezó realmente y cuántas personas o instituciones estaban implicadas, pero hace ya cinco años que Madoff duerme en una cárcel y carga con una condena de 150 años de privación de libertad. Desmoralizaría que las cosas no fuesen así.
Hay 6 Comentarios
mira tu que bueno
Publicado por: Perros en España | 13/03/2014 16:52:27
Impresionantes los datos. Evidentemente un hombre con este historial no va a dejar de generar noticia aunque no salga. Por otra parte, con el en la cárcel y en su situación, los oportunistas en busca de relatos y opiniones seguiran buscando su tajada.
Publicado por: Antonio | 12/03/2014 19:29:46
Que daría yo por que todo el choriceo institucional español u otro tuviera la misma suerte que este ladrón
Publicado por: HERCULINO | 12/03/2014 14:18:58
Dice el artículo, del cual se saca el titular: "Este lustro de prisión no ha sido obstáculo para que dejara de generar noticias".
Evidente craso error del texto, magnificado al sacar de él el titular. Si el lustro en prisión no hubiese sido obstáculo para dejar de generar noticias, estas no se hubiesen producido. Sobra "para que dejara".
Publicado por: Anxo Franco | 12/03/2014 12:31:55
MADOFF PRESO... BLESA LIBRE... ESTO ES ESPAÑA: EL PARAISO DEL DELITO.
Publicado por: EMILIO | 12/03/2014 12:11:12
Hace muchos años -tenía en ese entonces un negocio cerca del centro de Colonia- un tipo que había estacionado en la puerta un 'gordo' Mercedes, como suelen decir los alemanes, me solicitó cinco minutos de mi tiempo. El sujeto tenía el aspecto de lo que antiguamente tal vez podía corresponderse con el de un embajador: muy elegante pero con cierto toque mundano y despreocupado, modales muy finos y recatados, voz tranquilizadora y atildada, porte importante (por decir algo). Me ofrecía un rédito de 20%, renunciando a su comisión por la gestión, claro. Le pedí que se fuera enseguida sino quería que llamara a la policía. "Está dejando pasar la oportunidad de su vida", me contestó con el mismo aire mundano. "Con el porcentaje que le ofrezco podría hacerse rico muy pronto", añadió. "¿Y qué espera entonces usted?", respondí. "¿O piensa pasarse la vida de puerta en puerta?"
Publicado por: HjorgeV | 12/03/2014 11:55:21