Y si la Meca oriental europea está en Londres, sin duda la americana se ubica en New York, fusión y fisión de todas las culturas. La presencia asiática en aquella tierra es enorme, y como no podía ser de otra manera la gastronomía oriental ya forma parte del ideario neoyorkino en los gustos del comer.
La influencia de su forma de disfrutar cuando se alimentan es absoluta, y no solo en restaurantes chinos, japoneses, indios o vietnamitas, sino que los más reputados chefs, sea su origen europeo o americano, incluyen en sus creaciones conceptos, productos, sabores e imágenes que proceden de la otra parte del mundo. Sin ir más lejos, el cocinero que podemos considerar de más éxito en la ciudad y en buena parte del resto del mundo, Jean Georges Vongerichten, nació y se educó en Alsacia, pero cuando llegó a estados Unidos promulgó la unión de la cocina que traía con los sabores de las hierbas que se usan en la cocina tailandesa, y ahí comenzó un imperio de locales que empezando por el propio Jean Georges, ubicado en el Trade Word Center, continua con Spice Market, Perry St., JoJo, Vong´s Thai Kitchen, ….. y así hasta muchos más, en todas partes del Oriente y Occidente. Hasta en el mismo París mantiene con gran éxito Market, que en las inmediaciones de los Campos Elíseos concentra todos los días una multitud de gentes de toda laya, entre los que destacan aquellos que provienen del mundo de la moda y que buscan y encuentran en ese local que buscan una comida que aún integrada en la cultura francesa se adorne con especias y sabores más exóticos.
Cocina sofisticada la suya, que agraciada por innumerables estrellas de la Guía Michelín no duda en utilizar los más lujosos productos para componer sus cartas, en las que pese a todo destacan la finura de la concepción en los platos y el exquisito cuidado en los puntos de cocción.
Unos diferentes huevos con caviar, un sashimi de vieiras o de pez limón (hamachi), un bogavante con lemongrass y brotes de fenogreco o unas impresionantes chuletillas de cordero aderezadas con curry rojo pueden ser platos significativos de su última temporada.
Hay otros como David Chang -coreano americano-que, sin embargo, optan por servir una cocina del todo oriental aunque alejada de los habituales sushi, sashimi o makis que conocemos. Así, en sus varios restaurantes en la ciudad permite elegir en tomar unos noodles acompañados con toda suerte de carnes y verduras, en abundantísimos platos a razonable o ajustados precios.
En su Noodles Bar ofrece, claro, los fideos, y además otras gracias que desconocíamos del Oriente, como nuestra reconocida coliflor, ahora aliñada con harissa, nueces y limón, o nuestro tan querido pulpo, con cebollas encurtidas, salsifíes y zumo de naranja.
Y en otro de sus bares, el Ssan Bar, sobre todo si tenemos la suerte de que en él se encuentre como jefa de la sala la irlandesa-granadina Sara Jiménez, que entiende nuestros gustos y necesidades, podremos deleitarnos con multitud de posibilidades de tomar el pato, tan lejanas a nuestro conocimiento que nos hace reflexionar sobre las infinitas posibilidades perdidas en nuestro entorno, cuando en este había patos en abundancia, claro.
Inevitable empezar por los bollos al vapor (buns) que rellenos del susodicho pato, o de cerdo en otros de sus locales, nos predisponen al disfrute que produce una comida sabrosa, así que olvidemos el maldito juego de las calorías y adelante. Los dumplings fritos, el jamón finamente cortado junto con una mayonesa de café, las mollejas de pato con arroz o la pasta en cualquiera de sus variedades nos convence de que en el Oriente –cuando menos en Corea- comen a nuestro estilo si lo desean.
Vinos por copas o en botella, bien elegidos, lo cual significa razonable precio para la calidad, acompañan el menú.
Otro local, ya convertido en clásico de la especialidad, es Morimoto, con brillante decoración de Tadao Ando, y de precio superior a Momofuku porque la primera materia así lo obliga.
Masaharu Morimoto ofrece en los distintos espacios del restaurante sushi, sashimi, rolls, y toda suerte de especialidades de la cocina japonesa.
A destacar el cangrejo en todas sus variedades –siempre gigante, canadiense y acompañado de salsas picantes, por favor-, los toros de atún y los de wagyu, dicho sea sin ánimo de confundir.
Y puestos a terminar con la visita a esta ciudad casi oriental podemos acercarnos a Masa, que en sus dos versiones de restaurante y bar nos sorprende por su calidad y también por sus elevados precios.
Impecable primera materia para platos simples y perfectos y también sofisticados e igual de perfectos. Aperitivo de tartare de toro con caviar, trufas acompañando a la carne de buey o al atún, pez limón, lenguado, cangrejo real y multitud de especialidades impresionantes para el paladar. E insistimos, para el bolsillo
Próxima parada: Valencia
Hay 1 Comentarios
El mezclar en general tiene dos pendientes la buena y la mala, la mala es que no se aprovecharía la esencia en particular de cada unidad pero, Lo bueno es que aquí supieron resaltar todos los pontos positivos de ambos.
Publicado por: hostal tarifa | 30/05/2012 14:01:22