La marca Partagás ha decidido ampliar su catálogo de puros y saca al mercado una nueva serie de sus fabricados que llevarán como consigna la letra E.
Y que significa esto? Pues que todos los así calificados tendrán un cepo 54.
Poca información parece para aquellos investiguen el diccionario suponiendo encontrarán alguna definición que tenga que ver con los habanos, o con Cuba y sus tabacos. Pero no, cepo es para los profesionales y aficionados a los puros la medida del diámetro del cigarro, expresado en una extraña dimensión que corresponde exactamente a la sesenta y cuatroava parte de una pulgada.
Cepo 54, pues eso, 21,43 milímetros de grosor, para que los humos que desprende la combustión del tabaco pasen sin sufrimiento ni estrechez a través de las capas que se enrollan y sobreponen en todo cigarro puro, torcido a mano según las reglas al uso en las fabricas cubanas.
Los tiempos modernos han modificado el placer de fumar. Atrás quedan los tiempos de los cigarros largos y estrechos, modelo de elegancia en el pasado, en los que el fumador podía dedicar todo su tiempo al placer de la fumada sutil, acompañando al tabaco con algún cálido destilado o una refrescante combinación. Las urgencias del momento han propiciado que el tabaco –así sean los cigarros habanos de mayor calidad- se disfruten en muy limitado tiempo, por lo que parecía necesario acortar la longitud y duplicar el grosor, permitiendo de ese modo la combustión rápida y la llegada del placer en grandes y sabrosas bocanadas a los paladares aficionados.
Inmenso es el éxito de los cepos importantes, de 50 para arriba, y para demostrarlo solo hay que comprobar el consumo de los llamados “robustos”, denominación que significa el anunciado “cepo” y una longitud de 135 milímetros, frente a los 190 milímetros de un otrora clásico “lancero”, que así se llamaba el que con esa dimensión pero un escuálido cepo 38 se hacía eterno para el impaciente degustador de potentes sensaciones.
No obstante la sensación del placer es propio de cada cual, y para decidir nuestra predisposición por una u otra forma de fumar cigarros lo mejor será sin duda ir a un establecimiento que siga a pies juntillas las normas que habilitan una buena expendeduría: ajustada humedad y corto periodo de almacenamiento, acompañados del imprescindible surtido para todos los gustos y necesidades.
El estanco de Luis Soriano en Valencia (Calle Conde Salvatierra, 27) goza de esas propiedades, y surte de puros a una legión de aficionados del término y aledaños. Luis, junto con Lola y Pilar, se encargan de que la humedad se palpe en el ambiente, y que los cigarros no resulten resecos y faltos de sabor así su venida a la vieja Europa se haya producido con más retrasos e incidentes de los que recomendaría negocio tan próspero para las Haciendas española y cubana.
Hay 5 Comentarios
Vaya tela en los nuevo modelos de puros, bueno así creo que los poderosos amantes del puro disfrutarán a su medida.
Publicado por: hostal tarifa | 30/05/2012 13:27:29
Viendo como disfrutan tus amigos con Un "robusto" en la mano, efectivamente no hace falta poner el precio. Se puede o no.
Publicado por: Rogelio perez | 20/05/2012 7:57:13
Por la extensa y precisa explicacion de las virtudes de los lanceros y sus correligionarios especiales de montecristo, denota una laga vida en el disfrute de tan antiguas vitolas, por lo demàs, correcto.
Publicado por: Rodrigo de Jerez | 16/05/2012 19:53:14
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Publicado por: Cherry falls | 14/05/2012 22:51:57
No pone el precio.
Publicado por: Sergio | 14/05/2012 22:31:17