Si la guía Michelin provoca insomnios entre muchos cocineros, el famoso ranking de Restaurant Magazine desquicia a la élite del sector. Se reconozca o no, estamos ante un acontecimiento gastronómico mundial. Faltan pocas horas para la gran gala del lunes en Londres y la olla se encuentra a punto de explotar. “Se trata de una lista injusta y asesina que encumbra y arrincona con la misma facilidad”, me decía Joan Roca el martes pasado. Según Ferran Adrià la lista premia a los restaurantes más “calientes” del momento.
¿Quiénes conforman el maquiavélico jurado? Esta edición 837 profesionales de todo el mundo, subdivididos en tres apartados. Un tercio grandes cocineros, otro porcentaje idéntico hosteleros y propietarios de restaurantes, y un último contingente de escritores gastronómicos especializados. Que quede bien claro: cada año el sector de la cocina se juzga a sí mismo, igual que sucede con los Premios de la Academia del Cine (Academy Awards), óscars que otorgan los propios actores, guionistas, técnicos, directores y productores. ¿Acaso alguien podría hacerlo mejor? Un año más, varios cocineros importantes, a quienes les está vedado votarse a sí mismos, han actuado de jueces y parte de este gigantesco tinglado.
Durante esta última semana he escuchado rumores ridículos sobre los resultados. Salvo el equipo de editores británicos que dirige Willian Drew, nadie sabe cuál será el desenlace. Aquellos que afirman que la lista está manipulada (crítica ramploncilla de los que desconocen la mecánica del concurso) harían bien en informarse del programa informático al que se ajustan las votaciones. Y si después de todo albergan dudas yo les recomendaría que solicitasen detalle del escrutinio a la organización.
¿Lista manipulada? ¿Por qué y para qué? ¿A favor de España que ha llegado a tener a 4 cocineros entre los 10 primeros del mundo y que el año pasado mantuvo a tres, más que ningún otro país? ¿ Manipulación en contra de los intereses del Reino Unido que tiene distanciado del primer puesto al simpático Hestón Blumetal y a otros profesionales anglosajones? No creo en manipulaciones. Ni tampoco en el efecto de ninguna presión. Llevo 7 años como miembro del jurado y nadie, repito nadie, me ha hecho la más mínima sugerencia.
Bastante más fundamento tienen quienes afirman que los jueces no cumplen con las reglas del juego y no viajan suficiente para emitir veredictos justos. Probablemente sea así. El único requisito que se nos exige es haber visitado los establecimientos votados durante los últimos 18 meses. Este es el talón de Aquiles de la organización. Conjeturas al margen la lista es injusta por naturaleza. Ni puede tratarse con el mismo rasero a cocinas tan dispares, ni tiene sentido ordenar el placer gastronómico en fila india sin un criterio determinado. Este año -- estoy seguro -- volveremos a ver restaurantes colocados en posiciones inverosímiles al lado de otros injustamente olvidados.
Como a la gala de Londres sólo están invitados los 50 primeros, la cocina española asume dos noticias contrapuestas. La buena es que por fin Quique Dacosta entra en el grupo de los 50 primeros. La mala (desatino incomprensible) es que Martín Berasategui, uno de los mejores cocineros del mundo, ha bajado posiciones.
Grupo de cabeza en el que también echaremos en falta a Pedro Subijana, Carme Ruscalleda, Dani García, Josean Alija y algunos más.
¿Logrará El Celler de Can Roca desbancar por fin al Noma de Redzepi?
Esta es mi quiniela personal: 1) El Celler de Can Roca (España), 2) Alinea (Estados Unidos), 3) Noma (Dinamarca), 4) Mugaritz (España) y 5) The Fat Duck (Reino Unido)
Admito que podría haber sorpresas por parte del brasileño Alex Atala y tal vez del italiano Máximo Bottura (Ostería Francescana)
Para seguir el evento en streaming: www.finedininglovers.com
Intentaré colgar los resultados con celeridad.
¡¡¡Suerte para los españoles un año más¡¡¡
Fotografías: cortesía de Javier Peñas: http://formagastronomica.com/sobre-mi