El sector de las energías renovables es uno de los que ha generado un mayor empleo en España en los últimos años. Hace sólo tres daba empleo, directo e indirecto, a más de 100.000 personas. No sólo generaba empleo, también contribuía a la generación de la tan traída y llevada marca España. Sin embargo, la inseguridad regulatoria unida a las dificultades de financiación, ha puesto a alguno de sus sectores al borde de la extinción y por tanto se ha producido una pérdida muy importante del empleo generado.
Una reforma regulatoria adecuada podría servir para conseguir reactivar el sector, conservar y generar empleo y evitar la pérdida del conocimiento de unos sectores en los que España es líder internacional. Sin embargo el proyecto de Ley de Sostenibilidad Energética que fue aprobado por el Congreso la pasada semana y va a comenzar su tramitación en el Senado en los próximos días, está muy lejos de ser la regulación adecuada que espera el sector.
El principal comentario que se le puede hacer al proyecto de Ley no es por lo que está escrito, sino por lo que no está. De lo que adolece fundamentalmente es de una autentica reforma de la regulación energética en nuestro país, en particular del sistema “marginalista” de fijación del precio de la energía eléctrica.
Un sistema de asignación de precios, que ha generado un déficit de 24.000 millones de euros y que, a pesar de ello, ha situado el precio de la electricidad en España entre los más caros de Europa ha claramente fracasado. La propuesta gubernamental es una gran decepción porque en lugar de reformar el sistema pone un parche al existente a través de un incremento de la fiscalidad, pero no llega a plantearse el reformar los elementos que han generado el déficit cargando la mayor parte del ajuste sobre las energías renovables y los consumidores.
Si en paralelo no se realiza una reforma del sistema de subastas Cesur, las compañías eléctricas podrían repercutir este impuesto en el precio ofertado. Esto significaría que sería el usuario final, los consumidores, los que terminarían pagando el impuesto. Las empresas renovables, sobre todo las solares y de biocombustibles, no podrían hacer lo mismo y sí serían los que deberían cargar con el impuesto.
Este daño es especialmente importante en el sector fotovoltaico que es al único al que se le aplican tres reformas consecutivas limitativas de sus derechos. Así el RD 1565 limitó el derecho a percepción de primas a 25 años, y el RDL 14/2010 estableció un gap de horas temporal y otro estructural, durante los años 11,12 y 13, el primero, el ilimitado el segundo, fijando un máximo de horas a las que se podría vender energía primada. Ese efecto supone cerca de un 30% de pérdida de ingresos durante los años 11, 12 y 13, con lo que esta nueva medida fiscal agravaría la situación en el año 2013 al sumar ambos efectos.
Otro de los sectores más perjudicados va a ser la cogeneración que va a tener que asumir el impuesto lineal a la producción de energía y el incremento del impuesto sobre el precio de gas.
Un aspecto importante del Proyecto que entró en el Parlamento fue la falta de definición en el texto de la aplicación de los fondos recaudados. Esto se intentó solucionar a través de una enmienda que pasaba el 38% de las primas a las energías renovables a los Presupuestos Generales del Estado. Analizada jurídicamente esta enmienda se vio que podría ser considerada por la C.E. como una ayuda estatal con lo que se corriera un riesgo de infracción. Esto produjo la curiosa situación de ver en el Congreso al partido del Gobierno votando contra su propia enmienda y se aprobara una en base a una transacción de enmiendas de PP, UPN y PSOE que garantizaba al déficit tarifario de los fondos recaudados.
Lo que sigue quedando en el aire es hacia dónde se quiere ir en el futuro. Estamos en un momento de caída de la demanda pero las decisiones energéticas se deben tomar a medio y largo plazo, y a fecha de hoy no hay una definición clara de hacia dónde quiere ir el Gobierno.
Queda también sin concretarse la promesa de incrementar la competencia en el mercado eléctrico y sigue siendo una incógnita si de verdad el Gobierno va a apostar por crear una nueva puerta a las energías renovables a través del balance neto en el autoconsumo. Asunto éste que va a ser la próxima revolución energética, España tiene que decidir si quiere ser una agente activo o pasivo en esta revolución.
Después de tantos meses de trabajos y polémicas se ha desperdiciado una ocasión de que en lugar de realizar un remiendo sobre un sistema que ha demostrado su ineficacia se construyeran las bases de un sistema energético más eficiente, competitivo y que sirviera de apoyo a un sector industrial con alto contenido tecnológico nacional y con capacidad de exportación. Este año no se puede recuperar pero todavía quedan unas semanas de tramitación de la Ley y al menos se podrían evitar los aspectos más negativos de la misma. Lo que contribuiría a dar una señal al mercado de que el sector de las energías renovables puede volver a ser un vector de crecimiento económico y empleo.
Hay 4 Comentarios
Creo que todo el mundo tiene más o menos claro que el futuro cercano (incluso el presente) es renovable, pero el problema son la cantidad de intereses (sobre todo económicos) que quieren que esto se retrase lo más posible.
La apuesta por eficiencia energética, renovables y electrificación del sector transportes son algunos de los factores clave para disminur la dependencia energética del exterior que tanto está lastrando la economía a nuestro país.
Publicado por: Roberto | 26/11/2012 17:41:05
Gracias. La respuesta a tu pregunta como Dylan esta soplando en el viento. Como la respuesta a tantas otras preguntas por ejemplo porque sí España es uno de los países de la UE con un mayor grado de dependencia externa el gobierno está preparando una norma para desincentivar la eficiencia energética?
Publicado por: José donoso | 24/11/2012 13:42:45
Gracias. La respuesta a tu pregunta como Dylan esta soplando en el viento. Como la respuesta a tantas otras preguntas por ejemplo porque sí España es uno de los países de la UE con un mayor grado de dependencia externa el gobierno está preparando una norma para desincentivar la eficiencia energética?
Publicado por: José donoso | 24/11/2012 13:42:45
Buen artículo José.
¿Por qué cuando se expropia energía como a Repso en el extranjerol, se moviliza hasta la jefatura del Estado y cuando se expropian kWh fotovoltaicos a un precio pactado en un contrato tan sólido como un RD dentro de tu propio país, todos los partidos y máximos responsables no solo miran hacia otro lado, si no que lo respaldan?
Publicado por: luis | 23/11/2012 12:45:53