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Sobre el blog

Actualidad sobre las oportunidades de negocio de la Economía Verde, el Medio Ambiente, la Energía y la Sostenibilidad, sin olvidar los nuevos nichos de mercado relacionados con el cambio climático y la eficiencia energética.

Sobre EOI

Escuela de Organización Industrial

EOI Escuela de Organización Industrial es la escuela europea de referencia en la formación en gestión medioambiental y energética, siendo la primera escuela en desarrollar este tipo de programas en 1976. Desde entonces, EOI ha abierto líneas de especialización en energías renovables, gestión del agua y huella de carbono, con especial atención al emprendimiento en los sectores productivos de la Economía Verde. En sus cursos se han formado más de 35.000 pymes que se suman a la comunidad de 80.000 antiguos alumnos de la Escuela. EOI, fundada en 1955, es una fundación pública del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

Programas de Medio Ambiente, Energía y Sostenibilidad

Sobre los autores

Profesores del área de Medio Ambiente, Energía y Sostenibilidad de EOI Escuela de Organización Industrial.

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Innovación en la Base de la Pirámide y Negocios Inclusivos (I)

Por: | 18 de marzo de 2014

Más de 4000 millones de personas viven con menos de 4 dólares diarios. Estamos hablando de dos tercios de la humanidad que: 1) permanecen excluidos de nuestro sistema económico 2) suelen operar en la economía informal, 3) tienen un amplio número de necesidades básicas insatisfechas, 4) carecen de acceso a bienes y servicios para garantizar su propio desarrollo.

Guadalupe de la Mata
Guadalupe de la Mata, profesora de EOI y directora de Innovation for Social Change

Sin embargo, si cambiamos la perspectiva, podemos observar el sector como un mercado estimulante y de rápido crecimiento con enormes capacidades empresariales y de consumo.

Esta nueva perspectiva ha permitido el desarrollo del concepto de  modelos de negocio inclusivos, que consisten en "Iniciativas empresariales" económicamente rentables, y ambiental / socialmente responsables, que en una lógica de mutuo beneficio incorporan en sus cadenas de valor a comunidades de bajos ingresos y mejoran su calidad de vida a través de:



• su participación en la cadena de valor como agentes que agregan valor a bienes o servicios, proveedores de materia prima, o vendedores/distribuidores de bienes o servicios (proveedores o distribuidores); y/o

• su acceso a servicios básicos esenciales o necesidades básicas insatisfechas de mejor calidad o a menor precio” (consumidores). (WBCSD)

Una de las  razones por las que me gusta apoyar, investigar y enseñar este tipo de soluciones es que buscan el beneficio mutuo.  Veamos cuales son los beneficios para los principales involucrados.

Guadalupe 1

Beneficios para las empresas

En primer lugar, considerar a los pobres como posibles consumidores, supone una oportunidad para las empresas de crecer y desarrollar nuevos mercados y se abren oportunidades para buscar fórmulas y diseñar productos y servicios que se adapten a las necesidades de estos mercados no cubiertos. El mejor y primer ejemplo de este tipo de cambio de paradigma son las microfinanzas, que han permitido  a millones de pobres en el mundo entero acceder a servicios financieros de los que estaban excluidos.

En el marco de estos nuevos modelos, las empresas se benefician doblemente, generando rentabilidad y al mismo tiempo fomentando el desarrollo económico para los excluidos, lo que contribuye, a su vez, a mejorar su reputación. Además, la búsqueda de soluciones creativas para desarrollar productos y servicios que se adapten a nuevos mercados también impulsa la capacidad de innovar de la empresa. Por ejemplo, la multinacional de telecomunicaciones Motorola ha desarrollado un micro-teléfono según las características y las necesidades de un segmento de la población de bajos ingresos en India. El precio del teléfono es 30 dólares y fue desarrollado para poder dar instrucciones al usuario por medio de audio en lugar de texto, en el caso de que el usuario no sepa leer y escribir. Además, la pantalla es reflectante para que se pueda usar sin problemas en exteriores, y la batería tiene un tiempo de reserva de dos semanas (Hammond et al., 2007).

En segundo lugar, una visión de los pobres como posibles agentes que agregan valor, en tanto que proveedores de materia prima, o vendedores/distribuidores de bienes o servicios, también aporta beneficios a las empresas.

Guadalupe 2

Este nuevo enfoque permite aumentar la fiabilidad en la cadena de valor ampliando las posibilidades de reducir costes y mejorar la flexibilidad  y  el crecimiento de las propias empresas en los países en desarrollo. En muchos casos, los negocios inclusivos  también permiten mejorar los canales de distribución, aportando nuevos modelos de entrega de productos y servicios en los que la población de bajos ingresos se siente incluida. (de la Mata, 2012)

Beneficios para la Base de la Pirámide

Al diseñar productos y servicios a adaptados a las necesidades de la Base de la Pirámide los  negocios inclusivos pueden ayudar a la población de bajos ingresos a satisfacer sus necesidades básicas de alimentos, suministros de salud, agua, saneamiento y vivienda, mejorando su acceso a estos productos o servicios.

Una vez incluidos en la cadena de valor, los pobres suelen incrementar su productividad a través del acceso a equipamiento de producción, servicios financieros, tecnologías de la información y  a las comunicaciones, entre otros y mejorar sus capacidades de gestión y organización y de acceso a la tecnología.

El aumento de la productividad y mejora de sus capacidades y las nuevas oportunidades económicas que se les presentan, ya sea como empleados, proveedores, distribuidores o socios de las empresas les permite también aumentar sus ingresos y salir en muchos casos de su situación de exclusión y pobreza.

Guadalupe 3Debido a estos impactos positivos y a su potencial escalabilidad, los modelos de negocios inclusivos son considerados hoy en día por algunos sectores empresariales, grandes agencias de cooperación internacional y organismos de desarrollo, como una estrategia de superación de la pobreza que permite una participación activa del sector privado en los temas de desarrollo y la incorporación de comunidades empobrecidas en circuitos de mercado. En mi opinión es importante preparar a los futuros líderes y agentes de cambio para que sigan innovando en este tipo de modelos y por eso considero importante incluir estos temas en los programas de formación de Universidades y Escuelas de Negocio.

Existen algunos retos y barreras en el desarrollo de estos nuevos modelos de negocio pero también estrategias y mecanismos para superarlos.

Algunos ya has sido utilizados con éxito por algunas grandes empresas de distintos sectores y en grandes líneas se pueden  son las siguientes:

  • adaptar los productos y procesos a la realidad local buscando la innovación y la flexibilidad,
  • invertir para reducir las restricciones de mercado,
  • apalancar las fortalezas de los pobres,
  • combinar recursos y capacidades, comprometerse en diálogos con los gobiernos y promover la construcción del tejido social.

La magnitud de  las oportunidades de los negocios inclusivos y su potencial impacto positivo en el desarrollo de la Base de la Pirámide justifican el esfuerzo que supone superar las barreras iniciales.

Más recursos, vídeos, casos y artículos sobre modelos de negocios inclusivos: AQUÍ.

Mix energético: las renovables y su predictibilidad

Por: | 04 de marzo de 2014

Cualquier actividad empresarial requiere para su  propio desarrollo y la confianza y el apoyo  del accionista, de capacidad para poder predecir los movimientos del mercado en los que realiza su actividad. Dado que el concepto mercado es muy amplio, y su definición tan extensa como complejo sea éste, las empresas deben hacer esfuerzos por predecir en diferentes ámbitos; unos más sencillos que otros, unos más expuestos al factor humano (económicos, políticos, culturales, tendencias…) y otros a más expuestos a factores naturales (geográficos, climatológicos ...).

Y se deben hacer predicciones de todos estos factores: operativas de corto plazo, logísticas a medio plazo, y estratégicas a largo plazo, si uno no quiere verse expuesto a la volatilidad de recursos o la voluntad de terceros.  

IGNACIO LAINEZ
Ignacio Lainez Aracama, Profesor Energía Eólica en EOI y Director de Evaluación Energética- EDP Renewables

El sector energético no es una excepción a esta norma, y es más, el carácter estratégico que para cualquier sociedad supone poner a disposición de sus ciudadanos energía suficiente y accesible para su bienestar y desarrollo, y la no homogénea distribución en el planeta de recursos energéticos complica la predictibilidad de los factores humanos, en especial a qué precio los tendrá disponibles.

Es por tanto materia prioritaria para un país poner recursos que permitan asegurar el abastecimiento energético a la sociedad, a un coste razonable, a corto plazo para hacer eficiente la industria, a medio plazo para atraer inversiones, y a largo plazo para no comprometer el bienestar de futuras generaciones.

Países como EEUU están trabajando seriamente en acercarse al autoabastecimiento energético, Rusia ya lo es por sus recursos naturales e historia autosuficiente, y China empieza a dar pasos para mitigar la dependencia energética exterior.

Cada cual recurre a sus recursos naturales para conseguir que su ‘mix energético’ sea lo más eficiente y sostenible posible y laminar, de este modo, los efectos de la volatilidad de los mercados energéticos.

En España, nuestros recursos energéticos propios, los que no tenemos que importar, son fundamentalmente la energía hidráulica, la energía eólica y la solar.

En términos de predictibilidad de su puesta a disposición de la sociedad tienen un factor común: no dependen de factores geopolíticos (aunque en el caso de la hidráulica la escasez de agua en un año concreto puede hacer que se reserve para consumo humano, y se limite la generación eléctrica), y sí de factores naturales.

Y es esta circunstancia la que les confiere de una gran predictibilidad a largo plazo, al contrario de aquellas fuentes energéticas que dependen del factor humano,  que se han demostrado con un coste variable e impredecible de puesta a disposición de la sociedad.

Sin embargo, se achacan a estas tres fuentes una cierta variabilidad, es decir, se afirma que no siempre están disponibles cuando se necesitan a corto plazo, pero es necesario poner de relieve que, cuando están disponibles, sí se tiene certeza del precio al que podremos acceder a ellas.

En otras palabras la energía eólica es variable, pero también predecible. En términos agregados, y tomando como muestra de ello los últimos años naturales, la energía eólica ha estado siempre disponible en una cantidad relativamente fija (comparada con la variabilidad de otras fuentes) y ha sido abundante, llegando a en 2013 a ser por volumen la fuente energética que cubrió en mayor porcentaje la demanda eléctrica del país.

La energía eólica es fácilmente predecible también a corto plazo, en unas horas, o en un día, es posible anticipar cuánta energía podrá ser volcada al sistema eléctrico.

IGNACIO LAINEZ MOLINO

Es en términos de predicción a varias semanas vista, o varios meses vista donde aún hay un campo que recorrer  para que los modelos meteorológicos globales sean por ejemplo capaces de anticipar la disponibilidad energética de las fuentes de energía renovable.

Son los centros meteorológicos nacionales e internacionales (como por ejemplo el centro europeo de predicción a medio plazo o ECMWF o el NCEP de Estados Unidos) los que disponen de medios suficientes para poder realizar estimaciones meteorológicas (son los que dan la información de entrada para que las empresas y canales de información dedicados a la predicción meteorológica den sus predicciones al público en general, o a la industria).

Estos centros están tradicionalmente centrados en predicciones cualitativas, con una resolución espacial y temporal limitada por debajo de lo que la industria de generación eléctrica necesita. De forma reversible, la información meteorológica de gran calidad que estos centros suelen recoger desde las centrales supone una fuente de información tan abundante que les permitiría dar una gran paso en la precisión de sus previsiones.

En los últimos años la sociedad científica ha empezado a comprender también cómo efectos climáticos en el Océano Pacífico tienen una correlación más o menos directa con las características climatológicas europeas o norteamericanas.

Y es que los avances en capacidad de computación y de observación de la Tierra, que creemos asuntos resueltos del pasado, aún permiten desarrollos espectaculares en la previsión meteorológica, y por tanto para la seguridad y el bienestar de nuestra sociedad.

En los próximos años veremos cómo las técnicas de previsión meteorológica, tanto desde el punto de vista físico como estadístico, tendrán un avance muy significativo, con efectos inmediatos en la actividad humana, a nivel de gestión de la energía y previsión de disponibilidad de agua potable o la calidad de las cosechas en todo el mundo, control de incendios, etc.

Una vez que se constate la relevancia mercantil de este conocimiento, díganme qué país no debe abordar cualquier esfuerzo en mejorar el conocimiento de la realidad meteorológica.

Es en este contexto, donde las energías renovables ( y la eólica en particular) tienen un enorme futuro, dado que por un lado sus costes de generación allí donde hay recurso suficiente  están ya por debajo de los de fuentes convencionales (y contaminantes), y por otro lado son fácilmente predecibles de forma que  su puesta a disposición de la sociedad podrá ser anticipada, no solo a corto y largo plazo como lo es hoy en día, si no también en horizontes temporales intermedios, donde aparece un enorme nicho de mercado.

Energía, pobreza y cambio climático

Por: | 17 de febrero de 2014

El cambio climático es muy poco equitativo: aunque los países desarrollados somos los que más contribuimos a las emisiones de gases de efecto invernadero, son los países del Sur, que solo emiten el 20%, los que sufren las peores consecuencias. Latinoamérica es un ejemplo de ello. Esta región es, después de África, la que menos emite a nivel internacional. Considerando la contribución per cápita, cualquier ciudadano de un país desarrollado emite el triple de gases de efecto invernadero que uno de Latinoamérica. Sin embargo, es una de las zonas del mundo más vulnerable a los efectos del cambio climático, entre otras cosas porque la mayor parte de su territorio se sitúa en la franja de huracanes y hay muchas zonas costeras y bajas, con elevado riesgo de inundación por el previsible incremento en el nivel del mar.

Nieves cifuentes
Nieves Cifuentes, Profesora de Programas de Medio Ambiente en EOI

Conscientes de la situación, los países industrializados han llegado a compromisos en el marco de las convenciones de Naciones Unidas sobre el cambio climático para reducir sus emisiones. Sin embargo, estas medidas son parciales y no garantizan la seguridad climática, ya que no incluyen a los países en desarrollo, en los que el peso de las emisiones de gases de efecto invernadero va en aumento.

La energía es el motor esencial del desarrollo humano y del crecimiento económico. Los países industrializados hemos alcanzado nuestro nivel de bienestar mediante el uso de combustibles fósiles, responsables del cambio climático. En los países del Sur hay actualmente unos 1.400 millones de personas (un 25% de la población mundial) sin acceso a la energía. La relación entre la falta de energía y la pobreza es muy estrecha. No tener acceso a la energía significa no poder contar con servicios básicos como la salud, educación, comunicaciones ni tener oportunidad de desarrollar actividades productivas para vivir de una manera digna. Es curioso que el acceso de la energía no sea uno de los objetivos del milenio, cuando es esencial para el logro de todos ellos.

Así, la reducción de la pobreza pasa por que toda esta población acceda a la energía. El indudable derecho al desarrollo económico conlleva un riesgo inherente, ya que si se repiten los patrones seguidos por los países industrializados, el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaría unos niveles inasumibles. El problema es complejo y su solución pasa, entre otras cosas, porque existan incentivos internacionales más potentes para que el deseable desarrollo humano y económico se base en energías limpias. Si bien muchos de los países en desarrollo están apostando por este tipo de fuentes energéticas y promoviendo proyectos de gran escala (centrales hidroeléctricas, de biomasa, eólicas, etc.), todavía no hay una voluntad clara para el fomento de las iniciativas de menor tamaño. Y este tipo de proyectos son clave, ya que el 80% de las personas que no tienen acceso a la energía se encuentran en zonas rurales y aisladas. Estamos hablando de comunidades como, por ejemplo, Cerrito de los Morreños, donde viven unas 140 familias en pleno Manglar de Ecuador, a 8 horas en piragua de Guayaquil. En sitios tan remotos como éste es inviable, tanto técnica como económicamente, llegar con una línea eléctrica, siendo la única alternativa el desarrollo de un proyecto energético pequeña escala. En este contexto, las energías renovables son la mejor alternativa para posibilitar un desarrollo sostenible. En comparación con otras alternativas como el uso de motores, un sistema renovable requiere menos costes de mantenimiento, no genera dependencia de combustibles fósiles y utiliza un recurso inagotable y gratuito.

Una de las barreras al desarrollo de este tipo de proyectos de pequeña escala, es que la planificación energética se suele focalizar en aspectos macroeconómicos, como aumentar la capacidad de generación o distribución de energía, sin que existan planes concretos para facilitar servicios energéticos a las poblaciones más pobres y aisladas. En otras palabras, el acceso de los pobres a la energía no es, hoy por hoy, un aspecto primordial de las políticas. Es vital que surja una clara voluntad política para abordar el problema, de manera que en los países del Sur el sector energético deje de actuar de manera aislada y se incrementen los vínculos entre el acceso a la energía, el logro de metas de desarrollo, la reducción de la pobreza y la protección medioambiental.

Nieves cifuentes 2

Otro de los retos a superar es la dificultad para llevar a cabo con éxito estos proyectos de pequeña escala. Es necesario que estos se desarrollen desde una visión integral, abordándose, además del acceso a la energía, el desarrollo de servicios educativos, sanitarios y el fomento de actividades productivas. A diferencia de los proyectos de mayor escala, donde prevalecen los aspectos técnicos, en los pequeños el peso del componente social es enorme. No basta con llevar la energía, hay que enseñar a utilizarla, superando barreras como la falta de capacitación y de recursos económicos. Y para ello hay que trabajar mano a mano con las comunidades, impulsando su organización, apropiación y aprendizaje y trabajando para la sostenibilidad del los proyectos.

Si bien ha habido numerosas experiencias en este campo, como el Programa Euro-Solar, financiado por la Comisión Europea, que es probablemente el proyecto demostrativo de mayor escala que se ha llevado a cabo, todavía siguen siendo iniciativas dispersas. Gracias a programas como Euro-Solar, nuestra comunidad de Cerrito de los Morreños tiene, por primera vez energía eléctrica renovable basada en placas solares y servicios educativos, sanitarios y de fomento de las actividades productivas.

Sería deseable que en los próximos años aumentase la sensibilización sobre este problema, para que se rompiese el círculo vicioso que relaciona pobreza y energía de una manera sostenible con el medio ambiente.

La Innovación energética en Europa. El Programa Horizon 2020

Por: | 10 de febrero de 2014

Nadie pone en duda que la Innovación es piedra clave en la supervivencia y competitividad de las empresas. En este sentido la Unión Europea, y en su nombre la Comisión Europea, siempre ha sido sensible a la necesidad de promover y facilitar la Innovación, el Desarrollo Tecnológico y la Investigación.

La Comisión Europea como brazo activo de la Unión Europea ha gestionado una importante cantidad de recursos en la promoción de la Innovación a nivel comunitario. El principal recurso utilizado, aunque no el único, ha sido el de los Programas Marco plurianuales, cuya asignación económica ha evolucionado de forma considerable en los últimos años.

JESUS gARCÍA 1

El Programa que cubre el periodo 2014 – 2020, por primera vez ha tomado un nombre específico, entre otras cosas para resaltar la unificación de esfuerzos y el nuevo rumbo de las directrices europeas en materia innovación. El Programa HORIZON 2020 constituye la piedra fundamental de apoyo a la Investigación el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, lanzada por la unión Europea Europea. Si bien el programa  HORIZON 2020 es heredero y continuador del VII Programa Marco (VII PM), que estableció las políticas de apoyo a la Innovación, Desarrollo Tecnológico e investigación científica comunitaria a lo largo del periodo 2007 – 2013, el Programa HORIZON 2020, incluye importantes novedades respecto al anterior VII PM. Bajo un solo Programa aglutina aspectos que en períodos anteriores estaban cubiertos bien por el propio VII Programa Marco o por otros programas, como el Programa de Competitividad e Innovación (CIP), las acciones llevadas a cabo por el Instituto Europeo de Investigación y Tecnología (EIT), etc..

El Programa nace para apoyar la implementación de la Estrategia Comunitaria 2020, y la iniciativa emblemática de la Unión por la Innovación, contribuyendo directamente a abordar los principales retos de la sociedad, a crear y mantener el liderazgo Industrial en Europa, así como reforzar la excelencia de la base científica, esencial para la sostenibilidad, prosperidad y el bienestar de Europa a largo plazo.

El programa está organizado en tres Pilares básicos:

- Ciencia Excelente, para reforzar la excelencia científica de la UE a nivel mundial, principalmente mediante iniciativas de temática abierta y en general, en proyectos individuales.

- Liderazgo Industrial, para acelerar el desarrollo de las tecnologías,principalmente: Tecnologías de la información y la comunicación (TIC), nanotecnología, materiales avanzados, biotecnología, fabricación y transformación avanzadas y tecnología espacial; para ayudar a las PYME innovadoras europeas a convertirse en empresas líderes en el mundo y para facilitar la financiación de riesgo en actividades de investigación e innovación en su llegada al mercado.

- Retos Sociales, en este bloque se reflejan las prioridades políticas y los retos de la estrategia Europa 2020 con el fin de estimular la investigación e innovación que permitan alcanzar los objetivos políticos de la Unión. La financiación se organiza según los siguientes objetivos específicos (retos):

    1 Salud, cambio demográfico y bienestar
    2 Seguridad alimentaria, agricultura y silvicultura sostenibles, investigación marina, marítima y de aguas interiores y bio-economía
    3 Energía segura, limpia y eficiente
    4 Transporte inteligente, ecológico e integrado
    5 Acción por el clima, medio ambiente, eficiencia de los recursos y materias primas
    6 Europa en un mundo cambiante: Sociedades inclusivas, innovadoras y reflexivas
    7 Sociedades seguras: proteger la libertad y la seguridad de Europa y sus ciudadanos

Todas las actividades aplicarán un enfoque basado en dar respuesta a los retos que afronta la sociedad, incluyendo investigación básica o aplicada, transferencia de tecnología o Innovación. También se centrarán en las prioridades políticas sin predeterminar las tecnologías o soluciones que deben desarrollarse. No sólo deberán tenerse en cuenta soluciones basadas en la tecnología, sino también la Innovación no tecnológica y la organizativa, así como los sistemas de Innovación y la Innovación en el sector público.

Los proyectos deberán orientarse a reunir una masa crítica de recursos y conocimientos de distintos campos, tecnologías, disciplinas científicas e infraestructuras de investigación para abordar los retos. Las actividades cubrirán el ciclo completo, de la investigación al mercado, haciendo hincapié en las actividades relacionadas con la Innovación, tales como ejercicios piloto, actividades de demostración, bancos de pruebas, apoyo a la contratación pública, diseño, Innovación impulsada por el usuario final, innovación social, transferencia de tecnología y asimilación de las innovaciones por el mercado, así como la estandarización.

Las anteriores acciones se completan con las acciones del Centro Común de Investigación (JRC), las acciones del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT) y las acciones denominadas transversales: “Difundiendo la excelencia y ampliando la participación” y “Ciencia con y para la Sociedad” para que los beneficios de H2020 lleguen a todos los países de la Unión y tengan una repercusión positiva en la sociedad.

Es importante destacar que la financiación asignada a este Programa, a pesar de la situación económica actual, supera considerablemente las asignaciones establecidas para los Programas Marco previos, alcanzando la cifra de 70.200 Millones de Euros (casi 80.000 Millones en precios corrientes).

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Por último resaltar que la primera convocatoria para la presentación de proyectos fue lanzada por la Comisión el pasado mes de Diciembre. La Comisión ha creado una página web específica dedicada al Programa HORIZON 2020, donde puede consultarse todos los detalles específicos, tanto del Programa, de su organización y así como los detalles del mismo. Puede encontrarse una relación pormenorizada de la convocatoria correspondiente, especialmente aquellos detalles sobre el alcance esperado de los proyectos, el impacto buscado, el tipo de proyecto y la dotación presupuestaria asignada por la Comisión y un detalle fundamental que son las fechas límite de presentación de las propuestas, ya que este factor es de suma importancia, pues es absolutamente limitativo sin excepción alguna.

Jesús García, profesor de EOI y Business Manager de IBERDROLA en Bruselas

Empleo Verde 2013: Indicador de Recuperación

Por: | 29 de enero de 2014

El empleo es uno de los principales indicadores macroeconómicos al determinar el crecimiento de una economía. En el caso concreto del sector ambiental y, en general, de toda la economía, podríamos decir que el llamado “empleo verde” es el indicador más fiel de la salud ambiental de la sociedad. Mayor empleo verde redundará en mayor número y más eficientes actividades económicas destinadas al cuidado y la preservación de nuestro medio ambiente.

Agustín v. gamazo
Agustín Valentín-Gamazo, profesor en EOI y fundador de enviroo.com

Si definimos el empleo verde según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) diremos que los “empleos verdes son los que reducen el impacto ambiental de las empresas y los sectores económicos, hasta alcanzar en definitiva niveles sostenibles. Se entiende por empleos verdes el trabajo en la agricultura, la industria, los servicios y la administración que contribuye a conservar o restablecer la calidad ambiental.”

Según esto y analizando los datos estadísticos de ofertas de empleo verde publicadas en enviroo.com durante los años 2012 y 2013 en España, se pueden obtener datos muy precisos del crecimiento de la concienciación ambiental, de los sectores más representativos y de las tendencias futuras, entre otros.

Considerando el último año de forma aislada podemos afirmar que en 2013 los 5 sub-sectores que más empleo verde han generado han sido la agricultura, la gestión del agua, los servicios ambientales a empresas (consultoría, PRL y calidad), la eficiencia energética y la energía solar fotovoltaica. En el siguiente gráfico se pueden observar las 15 categorías de empleo verde sobre las que se ha realizado el estudio.

Si atendemos a la evolución del empleo verde en España desde el año 2012 al año 2013 podemos destacar que se han publicado un 24% de ofertas más en 2013 que el año anterior. Este dato ha sido obtenido al analizar ofertas de empleo reales y publicadas en internet. Podemos asumir sin lugar a equivocarnos que el sector del medio ambiente está en auge y que no tiene vuelta atrás, los que antes se unan a la tendencia disfrutarán de un lugar a la cabeza en la recuperación de nuestra economía, de nuestra sociedad y, sobre todo, de nuestro medio ambiente.

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Entrando en el detalle de cuales han sido los 5 sub-sectores de mayor crecimiento desde 2012 a 2013 encontramos la agricultura, la gestión del agua, los servicios ambientales a empresa (consultoría), la eficiencia energética y los biocombustibles. A continuación se puede observar el gráfico con el % de crecimiento por sub-sector desde 2012 a 2013 en base al número de ofertas de empleo publicadas.

En cuanto al panorama internacional en América Latina respecto al empleo verde en 2013, podemos decir que de los 6 países analizados los tres con mayor empelo verde en 2013 han sido Perú, Méjico y Chile. En este sentido cabe destacar que Perú y Chile, dado su menor tamaño respecto a Méjico han sido los claros exponentes en Latinoamérica.

Centrándonos en los 5 sub-sectores que más desarrollo han tenido en 2013 en Latinoamérica podemos destacar los servicios ambientales a empresas (PRL, calidad y medio ambiente), la agricultura, la biología, la sostenibilidad y RSC y, por último, la gestión del agua.

Desde Enviroo consideramos que estos datos son una muestra representativa del panorama actual. El empleo verde efectivamente generado es mucho mayor dado que muchas de las ofertas de empleo (se considera que hasta el 80%) nunca llegan a publicarse en internet, fuente de los datos del presente informe.

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A la luz de los datos analizados, la principal conclusión que podemos extraer es que el sector del medio ambiente se encuentra en pleno crecimiento con más del 24% de incremento en el empleo en 2013 respecto a 2012. Además podemos afirmar que la tendencia continúa y que en próximos años crecerá la empleabilidad en el sector.

Seguro que contaremos en el futuro con nuevos nichos de empleo verde tales como nuevas fuentes de energías renovables, nuevas tecnologías para el gestión eficiente de la energía y el agua, movilidad urbana, biotecnologías, etc. pero lo que si es seguro es que los sectores tradicionales seguirán teniendo un gran peso específico en el sector ambiental en particular y en la economía en general.

Eficiencia energética: Necesidad y oportunidades para innovar

Por: | 24 de octubre de 2013

En estos momentos está pendiente de aprobación por el Parlamento y el Consejo el presupuesto de la Unión Europea (UE) para el periodo 2014-2020. En el ámbito de la política energética comunitaria la eficiencia energética es una de las partidas prioritarias de este nuevo presupuesto.

El escenario económico en el que estamos instalados desde hace unos años ha tenido entre otros efectos una disminución de la energía consumida en España. Según datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, desde 2007 la energía final consumida en cifras globales no ha dejado de descender. En 2012 el consumo de energía final en España fue de 89,3 millones de toneladas equivalentes de petróleo. Entre 2007 y 2012 esa caída del consumo supuso un descenso acumulado de casi un 16%. ¿Quiere esto decir que hemos mejorado nuestra eficiencia?

Silvia Serrano
Silvia Serrano, co-autora del estudio de EOI "El riesgo regulatorio en el sector energético" y doctora en Economía
Uno de los indicadores habituales para evaluar la eficiencia energética es la intensidad energética. Si analizamos la intensidad energética, definida como la energía final consumida por unidad de PIB, en ese mismo periodo (2007-2012), podemos responder que, desafortunadamente, nuestra eficiencia ha aumentado muy poco. La evolución del escenario económico y laboral explican mejor esas cifras. No obstante, la tendencia que se observa tanto en España como en la UE es de un descenso de la intensidad energética en los últimos años.

Son muchas las posibilidades a nuestro alcance para mejorar la eficiencia energética. Quizás la más asequible a todos sea el ahorro y, especialmente, un consumo más selectivo de aquellos productos y servicios más eficientes energéticamente. Cada vez podemos comprar electrodomésticos, vehículos o equipos con mejores prestaciones, más eficientes y con menores emisiones. Pero en un escenario macroeconómico como el que vivimos la demanda de productos más eficientes no se ha visto favorecida y la coyuntura no invita a sustituir ciertos productos y elementos habituales en los hogares españoles por otros nuevos que pueden ser más eficientes. Ni tampoco parece que estemos en un escenario propicio para realizar masivamente reformas encaminadas a mejorar la eficiencia energética de los edificios en los que vivimos y trabajamos.

¿Somos verdaderamente conscientes de la oportunidad que representa incorporar esas innovaciones en nuestro día a día y sus efectos sobre el ahorro a corto y medio plazo para el consumidor y la sostenibilidad medioambiental a largo plazo?

Nuestra limitación de recursos energéticos y especialmente de aquellos de origen fósil, los más demandados en la actualidad, podría ser contrarrestada con el mayor aprovechamiento de nuestra riqueza natural mediante energías renovables.

La creciente demanda de electricidad de la sociedad frente a otras energías finales, lo que ha venido a denominarse como “electrificación” de los patrones de consumo, debería avanzar ligada a criterios de eficiencia energética. No solo el transporte está evolucionando hacia modelos eléctricos, sino también muchos avances tecnológicos que vamos incorporando a nuestro día a día requieren de electricidad y baterías recargables con esta. Nos dirigimos hacia nuevos patrones de demanda de energía, con otras necesidades de consumo y, también, hacia modelos de generación y autogeneración de energía más eficiente y sostenible lo que modificará el mix energético actual. Para que la sostenibilidad pueda ser una realidad más cercana, la especialización en tecnologías energéticas de origen renovable deberá seguir experimentando una gran evolución hasta alcanzar los niveles de calidad y eficiencia necesarios que permitan resolver muchos de los problemas actuales y sea factible su difusión a toda la sociedad. La garantía de servicio y el coste frente a energías alternativas maduras son algunos de los principales retos a afrontar en estos momentos.

Energías renovables CC

En los próximos años, el ámbito de la eficiencia energética es probablemente uno de los nichos de mercado más claros. Todavía no ha sido suficientemente explorado desde el ámbito empresarial. La amplia variedad de sectores que pueden aumentar su productividad, atendiendo a una reducción de sus costes energéticos gracias a nuevas mejoras en eficiencia energética, y el ahorro que experimentarían en su factura energética los ciudadanos, definen un público objetivo muy amplio y receptivo (tanto por criterios económicos como por una mayor sensibilidad medioambiental) a desarrollos que incrementen la eficiencia. La innovación y la creatividad son elementos importantes para obtener nuevas aplicaciones, pero también es necesario el reconocimiento social y el interés en mejorar, aspectos necesarios que nos permitan crecer como sociedad.

Muchos de los cambios que representan las mejoras en eficiencia energética son, sin duda, avances que suponen un claro impulso al crecimiento y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Lejos de pensar que la tecnología supone una reducción del empleo, estamos ante un nuevo escenario de oportunidades para la especialización en un sector y en unas habilidades que ya son, y seguirán siendo, muy necesarias en los próximos años.

Desde la industria energética se están haciendo continuos procesos de mejora para aumentar la eficiencia energética, que deben ser reforzados institucionalmente y especialmente por los ciudadanos, que elegirán aquellos productos más competitivos y eficientes.

A nivel institucional, la UE ha dado un paso significativo con la entrada en vigor el 25 de octubre del pasado año de la Directiva 2012/27/UE de Eficiencia Energética. Con esta Directiva, de obligado cumplimiento en todos los países miembros de la UE, se ha establecido un marco común para los países de la UE en este ámbito. En la Directiva se establecen medidas regulatorias encaminadas a eliminar barreras en los mercados energéticos que ayuden a resolver muchas de las ineficiencias existentes relacionadas tanto con la oferta como con la demanda de energía. Estas medidas suponen un empuje importante para lograr los objetivos a medio y largo plazo en el ámbito de eficiencia energética en la UE, como es la reducción en un 20% de la energía primaria consumida en el año 2020 en todos los países miembros.   

La sostenibilidad social de la pesca española

Por: | 17 de octubre de 2013

En mayo de este año, la Unión Europea aprobó un acuerdo de reforma de la Política Pesquera Común (PPC) que introduce cambios muy importantes orientados a la sostenibilidad del sector pesquero europeo.

Un modelo pesquero sostenible es aquél que puede mantenerse sin comprometer la viabilidad de las poblaciones y sin ejercer un impacto negativo sobre otras especies dentro del ecosistema, incluidas las personas. Desde hace décadas, los analistas vienen señalando el impacto ambiental negativo del modelo pesquero actual, pero los análisis referidos al impacto sobre las personas, sobre las comunidades de pescadores, son muy escasos; los aspectos económicos y ambientales han tenido un mayor protagonismo tanto en el ámbito académico como en la agenda política.

Las comunidades pesqueras de todo el mundo están actualmente amenazadas por riesgos importantes como el cambio climático (y sus consecuencias sobre los océanos y los recursos pesqueros), los altos precios del combustible, la sobreexplotación de las pesquerías y la acuicultura. Quizás por ello, se observa un creciente interés por ahondar en su sostenibilidad social (entendida como la pervivencia de las comunidades pesqueras con su propia idiosincrasia y su patrimonio económico, social y cultural) y por conocer mejor sus procesos determinantes. En este contexto se sitúa la reciente investigación “Empleo a bordo” que analiza las trayectorias laborales y las condiciones de vida de más de 2.000 pescadores y su evolución reciente y que aporta evidencia empírica sobre la sostenibilidad social de la pesca. Entre sus principales conclusiones destaco las tres siguientes:

1.- El modelo pesquero actual se ha configurado a partir de una fuerte reducción del número de embarcaciones de pesca artesanal que ha tenido un alto coste en términos de empleo. En los últimos veinte años la pesca española ha destruido 52.000 empleos netos (el 60,4% del empleo total). Además, dado que la reducción de capacidad no parece haberse visto acompañada de una recuperación del recurso pesquero, no ha servido tampoco para mejorar la sostenibilidad económica del sector.

Grafico

Gráfico R1. Evolución de las capturas y el empleo en el sector de la pesca en España. 1992-2011
Fuente: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y EPA (INE)

2.- La destrucción de empleo en la pesca artesanal está afectando la supervivencia de las zonas rurales pesqueras porque este tipo de pesca contribuye a mantener el empleo de mujeres y jóvenes:

  • De cada diez mujeres ocupadas en el sector pesquero extractivo español y residente en el ámbito rural, nueve trabajan en la pesca artesanal.
  • Siete de cada diez jóvenes (menores de 25 años) ocupados/as en la pesca extractiva y residentes en zonas rurales trabajan en la pesca artesanal.
  • Seis de cada diez trabajadores/as mayores de 55 años de la pesca extractiva y residentes en las zonas rurales trabaja en la pesca artesanal.

3.- La reducción del recurso pesquero ha ido acompañada también de un significativo deterioro de las rentas de los/as trabajadores/as y sus familias (las ganancias medias en la pesca artesanal sólo alcanzan el 37,6% de la media de la economía y el 48,2% de la media del sector pesquero), la reducción de los niveles de empleabilidad y la falta de oportunidades para los/as jóvenes (sus trayectorias son mucho más inestables, con una mayor rotación en el empleo, un mayor número de episodios de paro e inactividad y el aumento notable de la duración media de los mismos).

En resumen, los resultados obtenidos constatan empíricamente que, en la pesca española, la sostenibilidad ambiental, la económica y la social muestran una fuerte interdependencia de signo positivo. Por tanto, a medio y largo plazo, las dinámicas observadas y las actuaciones que interfieren en ellas (de carácter normativo, presupuestario, tecnológico, divulgativo,…) afectan de forma positiva o negativa a la sostenibilidad en su conjunto. Este resultado evidencia la urgencia de avanzar hacia un modelo pesquero sostenible.

Maribel Martínez, profesora de EOI y Consultora en Abay Analistas

Sostenibilidad: empresa, formación y pasión

Por: | 11 de junio de 2013

SOSTENIBILIDAD

Hoy en día, se hacen predicciones de todo tipo, pero cuando estas se adivinan ambiguas y por tanto re-interpretables, la conciencia colectiva reacciona instintivamente acogiéndolas con incredulidad. Además, si se le satura de predicciones sobre el mismo concepto, por lógica estadística la mayoría serán fallidas, lo que refuerza el rechazo a confiar de cualquier previsión futura. Es algo que ocurre por ejemplo en Economía o en el ámbito de los efectos del Cambio Climático donde por muy evidentes que sean los conceptos, no se actúa con la determinación necesaria, movidos por la desconfianza a correr el riesgo de perder el pan de hoy, por un potencial pan para mañana.

IGNACIO LAINEZPero sin embargo hay dos aspectos del futuro que, por inercia, gozan de cierta credibilidad:

  • La sociedad  se hará más intercultural, con movimientos, ya no solo de personas, sino de cargas de trabajo, desde y hacia lugares remotos.
  • Es imprescindible el uso de las nuevas tecnologías de información, análisis y comunicación.
  • La sostenibilidad (y la eficiencia como componente imprescindible de ésta) se está consolidando como argumento básico de una sociedad moderna para garantizar su competitividad, presente y futura. Como concepto, se extiende a todos los sectores de actividad y hábitos de comportamiento, desde el consumo energético, la actividad industrial o la alimentación, y también la educación.

Y basados en esta creencia, la sociedad, en algunos lugares más rápido que en otros, se va adaptando para competir y progresar, para asegurar su propia sostenibilidad.

EMPRESA

La mayoría de las empresas son conscientes de esta realidad, y buscan profesionales para moverse en esta dirección, pero no solo profesionales para cubrir áreas de competencia  específicas en estas materias, sino profesionales que en cualquier ámbito de su actividad actúen implícitamente con estas premisas (interculturalidad, tecnología y eficiencia).

Y es aquí, donde la formación de muchos de nuestros estudiantes que se incorporan al mercado laboral debe compararse con la de otros países.

FORMACIÓN

Durante los últimos años viajando, en relación con otros entornos profesionales y geográficos, observo que hay diferencias sistémicas con otras nacionalidades, algo que por otro lado ya ha sido identificado como uno de los lastres de la competitividad de nuestra economía, de nuestro tejido social.

Pero soy optimista, porque la distancia que nos separa de los países mejor preparados profesionalmente es fácil de recuperar, porque esta distancia está compuesta por elementos fáciles de corregir, meras cuestiones técnicas no cubiertas por los centros educativos en general, y otras que forman parte de nuestra cultura, y que una vez superadas harán que el potencial humano ocupe el papel protagonista que le corresponde en el desarrollo económico de nuestra sociedad, adaptándose a la nueva realidad mundial.

Las carencias formativas que se observan mayoritariamente son tres (obviamente son muchas las excepciones que hay, pero aquí me refiero a la clase media de la educación, del centro de la campana de Gauss, de casi todos):

-         Idiomas. Desde hace decenios es la carencia fundamental. No poder comunicar invalida, por mucho que haya para ofrecer.

-         Gestión del propio valor. Un aspecto común a cualquier especialidad es la necesidad  de saber cómo poner en valor el conocimiento o las habilidades propias. Saber aprovechar directamente, por iniciativa propia, los conocimientos adquiridos parece obvio, pero son muchos titulados (la mayoría me atrevería  a decir) que por una razón u otra, no son capaces de emprender por sí mismos disponiendo de un altísimo valor que el mercado demanda.

-         Habilidades complementarias. Un conocimiento experto es necesario pero no suficiente, es imprescindible complementarlo con:

(i) Capacidad y habilidad técnica: disponer de habilidades y recursos técnicos de otras especialidades formativas (por ejemplo la informática para un abogado, o las leyes para un informático).

(ii) Capacidad de relación: trabajo en equipo, habilidades comunicativas y de liderazgo, capacidad de planificación, resolución ‘adhocrática’, etc. Actualmente  pocas escuelas incluyen esta formación pero sí hay interesantes propuestas, como parecen las que siguen las estructuras de aprendizaje cooperativo (Spencer Kegan).

Desde luego que estas tres líneas no definen toda la realidad del problema, son carencias básicas que reducen la competitividad de nuestros profesionales; se sorprenderían de cuántos titulados superiores acuden a entrevistas de trabajo sin estar preparados en cualquiera de  estos ámbitos.

Pero además de la capacitación profesional, hay aspectos sociológicos íntimamente relacionados con esta, que deben ser considerados causa y a la vez consecuencia de ella.

Efectivamente, la percepción propia de estas carencias, al no actuar para paliarlas, fulmina el valor necesario para lanzarse a emprender, o desplazarse, para trabajar en aquello donde de verdad uno encuentra su motivación personal, resignándose a no emprender, a trabajar con el simple objetivo de mantener una calidad de vida, o incluso de subsistir, perdiendo la sociedad dinamismo y capacidad de adaptación, haciéndose vulnerable.

PASIÓN

Y es que por un lado, cuando se está preparado para emprender en aquello que ilusiona, se dispone de tal potencia de motivación que impulsa y potencia el desarrollo personal, y profesional. Cuando confluyen la capacidad y el interés en una misma actividad (‘El Elemento’, como lo define Ken Robinson), ésta se desarrolla con pasión, otorgando el valor necesario para emprender y superarse.

Por otro lado, la inmovilidad geográfica, ya sea por decisión propia o como resultado de impedimentos ajenos,  actúa potenciando las carencias formativas de la sociedad, y lo que es peor, influyendo negativamente sobre las siguientes generaciones.

Y dado que la sostenibilidad y la competitividad de una sociedad, tienen uno de sus pilares en la educación, en una adecuada formación, es aquí donde soy optimista, porque los valores más difíciles de obtener están:

-         Acceso a una formación técnica de alto nivel, incrustada hasta la médula en nuestra estructura educativa.

-         Compromiso y capacidad de trabajo, valores que aquí siempre aparecen en  entornos profesionales, cuando están correctamente motivados.

Pero lo que hace falta también es sencillo. Esa capacidad adicional está al alcance de cualquiera, tan solo falta la propia convicción de su necesidad, y de que verdaderamente es accesible.

En definitiva, que tenemos un buen producto, al que solamente le faltan las instrucciones en inglés, la comercialización y el envoltorio, elementos simples de introducir en la formación, para lograr que la pasión que por estas latitudes abunda impregne nuestro tejido productivo, y el potencial humano disponible, el verdadero motor de desarrollo, arranque en toda su amplitud.

Y hay buenos ejemplos en el pasado reciente, como el de  las energías renovables, un sector industrial de primer nivel, que eclosionó hace pocos años de una semilla con tintes románticos e incluso utópicos, donde la formación reglada era escasa o nula, y donde España es ahora una potencia tecnológica y empresarial.  Másteres y cursos en energías renovables han sido una herramienta fundamental para cubrir las diferencias entre la universidad o la formación profesional y la realidad industrial de un sector en revolución, donde los profesionales españoles han encontrado las herramientas para desarrollarse en aquello que les motiva, y ahora los encontramos por cualquier parte del mundo.

Ignacio  Lainez Aracama, Profesor Energía Eólica en EOI y Director de Evaluación Energética- EDP Renewables

Bancos de hábitat, ¿se podrían implantar en nuestro país?

Por: | 04 de junio de 2013

Los bancos de hábitat tradicionalmente se han entendido como instrumentos de mercado que permiten la transacción de créditos ambientales, obtenidos mediante la preservación, creación, mejora o restauración de un ecosistema, para compensar los débitos generados por daños ambientales derivados de actividades económicas. El número de créditos los asigna la administración, mientras que los precios son fijados por el mercado, de manera que la renta obtenida permita garantizar la conservación a perpetuidad del nuevo capital natural creado.

Miguel Ángel de la calle
Miguel Angel de la Calle, Profesor del Máster Profesional en Ingeniería y Gestión Medioambiental, EOI

Nacen, como tantas otras iniciativas medioambientales, en Estados Unidos a principios de la década de los ochenta y derivan de la Sección 404 de la Ley Federal de Aguas (1972), en la que se fija la política de compensación de humedales. Esta estipula que se pueden otorga permisos especiales para: “perforar, dragar o depositar materiales en humedales o aguas de la nación”, siempre y cuando el solicitante cumpla con la prevención y minimización de los daños y, en el caso de los impactos residuales, compense las pérdidas de recursos y servicios, bajo la premisa de “no pérdida neta de humedales”.

La  citada compensación puede llevarse a cabo a través de los denominados bancos de mitigación (Mitigation banking), opción que ha  ido adquiriendo notoriedad hasta convertirse en la más utilizada. Así, con datos del año 2011, este tipo de bancos estaban presentes en 37 de los 56 Estados. Alrededor de 450.000 acres habían sido protegidos mediante este instrumento, habiéndose generado un mercado anual de unos 2.200 millones de dólares, en el que el valor de los créditos ha oscilado entre los 3.000 y los 600.000 $[1] .

Posteriormente en los años 90, y derivando de las secciones 7 y 10 de la Ley de Especies Amenazadas (1973), que prevé la autorización de actividades que puedan suponer un impactos a dichas especies siempre  que se compensen los impactos residuales, se desarrollaron denominados bancos de conservación (Conservation Banking). Se calcula que 108.670 acres han sido protegidos. Están presentes en 11 Estados y  generan un mercado anual de unos 200 millones de dólares, en el que los precios de los créditos se han movido en una banda  comprendida entre  2.500 y 300.000 $[2]

Otros países como Malasia, Canadá o Australia han seguido la senda de EEUU y cuentan ya con bancos de hábitat desarrollados. Así, en el año 2006, nace en Nueva Gales de Sur el sistema “Biobanking”. Se trata de un sistema muy similar a los bancos de conservación americanos, mediante el cual ya se han protegido unas 2.300 hectáreas. Posteriormente,  en el Estado  de Victoria se creó, en el año 2007,  el denominado sistema BushBroker”, orientado a la protección de la vegetación nativa. Actualmente en este sistema hay disponibles unas 1000 hectáreas.

Entre los países de nuestro entorno, destacan Francia y Reino Unido con experiencias piloto. Pero es Alemania el más avanzado, al haber incorporado estos instrumentos en la Ley de Conservación de la Naturaleza (2002), que faculta a los Lander a introducirlos para compensar los impactos derivados del desarrollo urbanístico. Hoy en día, muchos ayuntamientos germanos se han animado a utilizarlos en el marco de sus competencias de ordenación del territorio.

A tenor de lo expuesto, se puede colegir que los bancos de hábitat no son algo nuevo; tratándose más bien de un instrumento perfectamente desarrollado, ampliamente  experimentado y en vías de expansión. Ligado siempre eso sí,  a  algún tipo de normativa que estimule su demanda.

La pregunta ahora  sería: ¿tenemos base normativa para introducirlos en España?

En nuestro país, los bancos de hábitat están recogidos dentro de las acciones específicas del capítulo VI del Real Decreto 1274/2011, por el que se aprueba el Plan Estratégico del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, lo que constituye un buen punto de partida. Además, en nuestro marco legal contamos con normas que, aunque no mencionan expresamente los bancos de hábitat, sientan las bases para su futura utilidad. Me refiero a la normativa sobre Responsabilidad Ambiental  (Ley 26/2002 y RD 2090/2008) y a las de Evaluación Ambiental (Ley 9/2006 y normativa de desarrollo), actualmente en proceso de modificación.  De hecho, el Borrador del Anteproyecto de Ley de Evaluación Ambiental incorpora en su disposición adicional séptima los bancos de conservación. Por otro lado, representantes del Ministerio Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente anticiparon, en el 11º Congreso Nacional de Medio Ambiente, que ya se habían iniciado los trabajos para poder contar con una norma específica que regule los citados bancos de hábitat.

Llegados a este punto, quizás la siguiente pregunta sería: ¿esta normativa y la situación actual permiten pensar que habrá una demanda suficiente de de este tipo de bancos, como para que se pueda desarrollar un mercado estable?.

Desgraciadamente, en mi opinión la respuesta es no. Pues la escasa aplicación de la normativa de responsabilidad ambiental (menos de 10 expedientes en los 6 años que lleva en vigor) y la falta actual de inversiones que pudieran necesitar compensaciones ambientales de acuerdo a la normativa de evaluación ambiental no hacen pensar en una demanda suficiente.

¿Deberíamos entonces renunciar a implementar este tipo de instrumentos?. En mi opinión tampoco. Pues ahora más que nunca, cuando los recortes y restricciones de los recursos disponibles ponen en peligro la conservación de nuestro patrimonio natural,  necesitamos nuevas alternativas, y los bancos de hábitat podrían ser una de ellas. Para ello, quizás deberíamos elaborar variantes del concepto clásico, adaptándolo a nuestro país y su realidad.

En este sentido y sin perjuicio de que un profundo debate sobre la cuestión arrojará enumeraciones más extensa de variantes, se me ocurren a priori que podríamos deliberar sobre:

  1. Implementar bancos de hábitat a nivel europeo.
  2. Consensuar políticamente y conocer los planes, a 15 ó 20 años, de infraestructuras de todo tipo (viarias, eléctricas, portuarias, ferroviarias, etc.). Esto permitiría tener una idea aproximada de las necesidades de compensación ambiental que se van a precisar, lo que alentaría y daría seguridad a aquellos que se quisieran postular como bancos de hábitat. Si además las compensaciones las implementamos en los corredores de conexión de nuestros espacios protegidos, estaremos contribuyendo notablemente a su conservación.
  3. Crear un mercado secundario regulado y controlado[3], que permita atraer capital privado a la conservación de la naturaleza,  y complemente a la opción descrita en el apartado anterior.

Ya para finalizar, me gustaría resaltar que este tipo de instrumentos pueden servir para generar empleo  y fijar población en el mundo rural. Donde están arraigados valores como: el trabajo, la responsabilidad individual y colectiva, la integración de actividades y personas en la naturaleza,  la amistad, la honradez, la solidaridad, etc. Valores sustanciales para una sociedad más justa y menos expuesta a crisis cómo la actual que, a decir de muchos, además de ser económica lo es también de pérdida de valores.



[1] Madsen, B et al, 2011. Upda: State of biodiversity Markets, Washington, DC: Forest Trends, 31 p.

[2] Madsen, B et al,2010. State o biodoversity Market Report: ofsset an Compensatión  Programs Wrldwide. Ecosystem Marketplaces. 73 p.

[3] Alfaya, V., Bendito, C., y de la Calle, M.A: ¿Tienen sentido los bancos de hábitat en España?. Revista Ecostenible. Nº 18. Noviembre-Diciembre de 2012. Ed. Wolters kluwer España.

Preguntar, cooperar, investigar

Por: | 27 de mayo de 2013

1. Aprender a preguntar

Desde hace varios años he tenido la oportunidad de ser profesor ("persona que declara públicamente su conocimiento") en ámbitos diversos. De todas las experiencias vividas destacan esos momentos en los que en la mirada de una alumna o alumno se adivina un "¡eureka!", un movimiento que empieza a enlazar conceptos ajenos y propios, ideas antiguas y nuevas, abandonando un rol pasivo. En nuestro contexto de enseñanzas regladas y planes de estudios, en los que la motivación primera del estudiante es superar pruebas para completar una carrera que lo acredite como trabajador capaz, no es tarea fácil abrir caminos en los que la curiosidad, la creatividad y el aprendizaje autónomo transiten libremente. Pero existen grietas y hay que aprovecharlas.

Óscar Perpiñan
Óscar Perpiñán, Profesor Energía Solar Fotovoltaica de EOI y Profesor Ayudante Doctor en el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la EUITI-UPM

Estudiantes y profesores acostumbramos a aprender métodos probados que dan respuesta a preguntas que muchos otros ya han planteado y respondido antes que nosotros. Con mucha menos frecuencia dedicamos nuestros esfuerzos a aprender a preguntar. Y en mi opinión, precisamente ahí, en la pregunta, empieza realmente el aprendizaje. En frase de Paulo Freire:

Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho.

Aprender a preguntar obliga a buscar preguntas que sean relevantes para uno mismo y para la comunidad en la que convive. Aprender a preguntar obliga a dejar las muletas y caminar con autonomía. Aprender a preguntar es un desafío que nos obliga a buscar nuestras motivaciones auténticas.

 

2. La investigación es un proceso colectivo

Desde hace varios años he tenido la oportunidad de participar en diversos proyectos de investigación. He aprendido que la pregunta relevante, el afán por aprender, el deseo de desvelar, no siempre son los motores principales en el mundo de la investigación. El dicho publica o perece es indicativo del paradigma actual, que promociona la cantidad y no tanto la calidad, los números por encima de lo relevante o necesario. Sobre la investigación y las preguntas, James W. Cronin, premio Nobel de Física en 1980, afirmaba hace unos años:

La motivación de la ciencia no es práctica, es simplemente el contestar preguntas, pero en muchos casos resulta a la larga extraordinariamente útil.

Y Ruy Pérez Tamayo, médico, investigador y académico mexicano, escribe:

Los resultados de la ciencia bien hecha no son anticipables, porque ésta consiste en hacer preguntas sobre lo desconocido.

A pesar de las simplificaciones a las que frecuentemente se recurre al relatar los descubrimientos e inventos, la investigación es un proceso colectivo. Nuevamente recurro a las palabras de un maestro. Piotr Kropotkin, en el capítulo "Nuestras riquezas" de su libro "La conquista del pan", escribe:

Hasta el pensamiento, hasta la invención, son hechos colectivos, producto del pasado y del presente. Millares de inventores han preparado el invento de cada una de esas máquinas, en las cuales admira el hombre su genio. Miles de escritores, poetas y sabios han trabajado para elaborar el saber, extinguir el error y crear esa atmósfera de pensamiento científico, sin la cual no hubiera podido aparecer ninguna de las maravillas de nuestro siglo. […] Cada descubrimiento, cada progreso, cada aumento de la riqueza de la humanidad, tiene su origen en el conjunto del trabajo manual y cerebral, pasado y presente. Entonces, ¿qué derecho asiste a nadie para apropiarse la menor partícula de ese inmenso todo y decir: "Esto es mío y no vuestro"?

 

3. Ciencia abierta

Este carácter colectivo, la interdependencia existente entre todos los que algo aportan al proceso investigador, está asociado a modelos organizativos abiertos, horizontales distribuidos, autónomos y cooperativos. Estos esquemas son la forma habitual de trabajo de la amplia comunidad del software libre, una comunidad-red que aumenta la autonomía individual y engrandece la robustez colectiva, de forma distribuida, cooperativa y sin mando. Progresivamente se abren camino también en el mundo investigador a través de un sinfín de iniciativas que promueven la ciencia e investigación abiertas.

Valgan tres ejemplos de lugares en los que es posible compartir conocimiento y herramientas, y en los que una buena pregunta se valora tanto como una buena respuesta.

  • StackExchange, una red que agrupa a más de 100 sitios con más de 6 millones preguntas y más de 11 millones de respuestas sobre temas tan diversos como la fotografía, la cocina, la ingeniería eléctrica o la programación.
  • GitHub, el almacen de código más grande del mundo, con más de 3 millones de usuarios y más 6 millones de repositorios.
  • arXiv, una biblioteca con más de 800 mil artículos científicos en acceso abierto.

Termino con una famosa cita atribuida a Bernardo de Chartres, filósofo del siglo XII. Subraya, con humildad, la interdependencia entre nuestros progresos en el conocimiento y lo construido por otros.

Somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción física nuestra, sino porque somos levantados por su gran altura.

El País

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