De cómo los hispanos se convirtieron en árabes

Por: | 01 de mayo de 2014

Alhambra Vista del mihrab en la Alhambra en una imagen del siglo XIX. / J. LAURENT (BIBLIOTECA NACIONAL)

Uno de los temas que más difícil nos resulta explicar a los historiadores es el significado que tienen los pueblos en la Historia. Hablamos de romanos, visigodos o árabes, pero pocas veces explicamos lo que queremos decir con esos apelativos. No es, pues, de extrañar que sigan muy presentes aquellas tediosas enseñanzas escolares que dibujaban a los romanos trayéndonos acueductos; a los visigodos, escudos y espadas; o a los árabes, en fin, regadíos y la Alhambra. Detrás de esta visión latía la idea de que "nuestros ancestros" habían sido dominados por estos pueblos en distintos momentos, mientras el "pueblo originario" -o los diversos "pueblos originarios", dependiendo del prisma nacionalista que se elija- continuaban su larga andadura histórica. Fruto de esta visión, forjada en púpitres de madera con tintero, es que un antiguo presidente del Gobierno de España tuviera la peregrina ocurrencia de declarar que los árabes tenían que pedir perdón a los españoles por haberles conquistado.

Las cosas afortunadamente son algo más complejas y también bastante más interesantes. Me centraré en el caso de los árabes, que es el que mayores confusiones genera, pues no en vano los nacionalismos ibéricos han hecho de la idea de Reconquista su santo y seña particular.

Es un error muy común creer que los árabes eran un pueblo de camelleros nómadas en estado semi-salvaje antes de la aparición del islam. Lo que se sabe de la Arabia preislámica, por el contrario, es que albergaba poblaciones muy diversas, algunas de ellas instaladas en ciudades con larga tradición comercial y una cultura nada rústica. Las miles de inscripciones encontradas allí hablan en distintos dialectos y caracteres de una sociedad estrechamente relacionada con los grandes imperios antiguos, y en la que existían también pujantes reinos e incluso una literatura muy interesante, que ha dejado restos de una excepcional poesía.

Las grandes conquistas producidas tras la aparición del islam no fueron provocadas por un alocado movimiento de tribus montadas en camellos, sino que estuvieron dirigidas por la élite árabe nacida al amparo de la nueva religión predicada por el profeta Mahoma. Lo que sabemos sobre esas conquistas apunta hacia un patrón casi siempre muy similar: la gran debilidad de los estados de la época hacía que dependieran mucho de la suerte del ejército de su rey o de su emperador, de tal manera que su derrota en una o dos batallas campales dejaba sin defensa a unas poblaciones que quedaban abandonadas a su propia suerte. Los ejércitos árabes podían tomar entonces las principales ciudades -Damasco, Jerusalén, Ctesifón, Alejandría, Cartago, Córdoba o Toledo- sin encontrar mucha oposición. Tras hacerse con los resortes de la administración conseguían que la posible resistencia en otras zonas no pudiera reorganizarse y que fueran muchos quienes optaran entonces por pactar con los invasores. Ello permitió conquistas fulminantes de las que se benefició inmensamente la nueva élite, que se hizo construir grandes y hermosos palacios en lugares de la actual Siria y Jordania. En uno de ellos, Qusayr Amra, unas pinturas realizadas para el califa omeya en la primera mitad del siglo VIII muestran al rey visigodo Rodrigo -con una inscripción que le identifica- junto a los emperadores bizantino y sasánida: los grandes derrotados por los ejércitos de los califas.

SelloPrecinto de plomo a nombre del gobernador árabe de al-Andalus Anbasa ibn Suhaym (721-726). Colección Tonegawa.

Se dice a veces que la conquista de Hispania del año 711 fue llevada cabo por tropas mayoritariamente bereberes -es decir, gentes procedentes del norte de África- lo cual significaría que de árabe no habría tenido mucho. Sin embargo, esa idea no es correcta, dado que tanto la dirección de la misma, como su orientación ideológica eran árabes, como también lo fue su resultado: la integración de Hispania -ahora llamada al-Andalus- en el imperio de los califas árabes de Damasco. De la misma manera que a nadie se le ocurre dudar del carácter de las conquistas de Roma por la variada procedencia de los legionarios que las realizaban, es erróneo poner en duda el carácter árabe e islámico de la conquista por el hecho de que muchas de sus tropas procedieran del norte de África. Además, en torno al año 741 un nuevo ejército árabe llegó a al-Andalus, y sus numerosas tropas se diseminaron por buena parte de este territorio, contribuyendo así a reforzar el carácter árabe e islámico de la ocupación. Quienes organizaron, dirigieron y administraron la conquista fueron, pues, los árabes, y los testimonios contemporáneos en papiros procedentes de latitudes como Egipto demuestran que, como todos los conquistadores, se tomaron muy en serio su papel de dominio sobre las poblaciones sometidas.

La consolidación de este dominio comenzó a cambiar las cosas. De hecho, es llamativo el destino de los bereberes llegados a la península. Perdieron rápidamente su propia lengua -que nada tenía que ver con el árabe- hasta el punto de que el castellano apenas incorporó palabras procedentes del bereber, al contrario de lo que haría con el árabe, del que proceden entre 4000 y 5000 vocablos. Estos bereberes, por lo tanto, se arabizaron muy rápidamente tanto en su lengua, como en sus nombres y usos culturales. Un sabio andalusí muy conocido, debido a que fue uno de los introductores del rito jurídico malikí, llamado Yahya b. Yahya (m en 848), tenía un nombre indistinguible de cualquier árabe, pero descendía de un ancestro bereber llegado con la conquista cien años antes.

También la población indígena comenzó a adoptar la lengua árabe de forma muy rápida. Hay muchas pruebas de ello. En un célebre texto, el escritor cristano Álvaro de Córdoba se quejaba en pleno siglo IX de que sus correligionarios más jóvenes apenas se interesaban por el latín y los escritos eclesiásticos, prefiriendo la lectura de los poetas árabes. Por la misma época, un gobernador árabe de Mérida, prendado de las antiguas inscripciones que todavía abundaban en la ciudad, quiso saber lo que decían, pero no encontró entre todos los cristianos a nadie que supiera descifrarlas, excepto un clérigo viejo y decrépito. Un siglo más tarde, libros sagrados como los Salmos o incluso el Evangelio tenían que ser traducidos al árabe, como también lo fueron los propios concilios de la iglesia hispana en pleno siglo XI. Todo ello demuestra que los cristianos que todavía quedaban en al-Andalus tenían que traducir sus textos religiosos al árabe para poder entenderlos.

Este proceso de cambio es conocido como arabización. A él contribuyeron también los matrimonios mixtos producidos después del año 711 entre mujeres indígenas y conquistadores. Fueron muy numerosos, -el más conocido el de Sara, la nieta del rey visigodo Witiza- aunque no eran muy bien vistos por las jerarquías eclesiásticas, tal y como demuestra una carta del papa Adriano, quien a finales del siglo VIII, se lamentaba de que en Hispania las gentes daban a sus hijas en matrimonio a los paganos. Estas quejas, sin embargo, poco podían hacer para detener unos procesos sociales imparables, que acabaron suponiendo la fusión de conquistadores y conquistados y la arabización completa de estos últimos. El resultado fue que varias generaciones después de la conquista mucha gente había perdido la conciencia de sus ancestros indígenas.

Escanear0434Un caso muy evidente -y siempre citado- es el del gran escritor Ibn Hazm [en la imagen], autor de un magnífico tratado sobre el amor, El Collar de la Paloma (Tawq al-hamama), quien con toda probabilidad descendía de indígenas, pero para el cual las principales referencias culturales eran árabes y, por supuesto, islámicas. Los casos más extremos de arabización eran los de personajes que, a pesar de que descendían de bereberes o indígenas, pretendían tener ancestros en la Arabia preislámica, lo que da buena muestra del prestigio que esta noción tenía en la sociedad andalusí. La arabización lingüística, por lo demás, ha sido brillantemente demostrada por arabistas españoles como Federico Corriente, que han sido capaces de establecer los peculiares rasgos morfológicos, fonéticos y léxicos que tenía el árabe hablado por la inmensa mayoría de las gentes en al-Andalus.

Siempre que se habla de estas cosas, sin embargo, uno debe temerse lo peor. Es inevitable que surja el Unamuno de turno, que se tome todo esto a la tremenda y nos regale atormentadas disquisiciones, que insisten en ver en lo ocurrido hace mil y pico años los gérmenes de nuestra contemporánea aflicción. Tampoco suele faltar una visión nacionalista árabe que intente demostrar la superioridad de esta cultura a lo largo de los siglos. Las gentes aquejadas por estas visiones tan trascendentalistas del pasado -a pesar de que éste insiste en ser miserablemente materialista- suelen discutir entre sí con gran pasión y con información no muy veraz, lo que provoca embrollos sin cuento, que mezclan lo ocurrido en los siglos medievales con situaciones contemporáneas para perplejidad de los más sensatos.

Me consta que a muchos de mis colegas estos embrollos les provocan cierto tedio y una comprensible desgana por embarcarse en la divulgación de los conocimientos que atesoran. Pero me temo que nuestro compromiso social de historiadores no nos deja elección, y que, a despecho de malentendidos y tergiversaciones, debemos explicar lo que la investigación ha venido sacando pacientemente a la luz y que, en muchos casos, no son meras opiniones, sino hechos plenamente verificados. Y uno de esos hechos es que, tiempo después de la conquista militar, los descendientes de los hispanos sometidos comenzaron a convertirse en árabes desde el punto de vista cultural y lingüístico: algunos siguieron manteniendo su religión cristiana -los llamados mozárabes-, mientras que otros muchos se convirtieron al islam. Queda para otra ocasión este tema, el de la islamización religiosa, del que apenas hemos podido hablar aquí y que merece también una larga explicación.

Mientras tanto quédense con esta idea. Contrariamente a lo que pretende el pensamiento histórico más conservador (que anda últimamente muy desbocado), la Historia es un proceso continuo de cambio y transformación.

Hay 107 Comentarios

Gracias a todos que habeis comentado aqui.Esto es lo mas interresante que he leido de Al Andalus, la historia de un Pais Islamico. Gracias por Su sabiduria y anecdotas muy apreciado. Actualmente en Méjico,donde tambien hay muchos "Bereberes y Arabes"

A 2019 ya se tienen los datos genéticos de España y sorprendentemente el adn del norte de África es mínimo y podría proceder de época pre-musulmana. Fenicios, cartagineses el Imperio romano. Las expulsiones de moriscos fueron masivas y Andalucía ha obtenido menos porcentaje que Galicia que tiene más adn norte africano que Andalucía.La genética está ayudando a aclarar la Historia.

sangre sudaka, es lo que tiene

Me parece triste ver que tengáis tanto temor a tener alguna gota de sangre judía or árabe. La realidad de todo es que si os hacéis un examen genético,veréis lo árabe que sois. España es árabe, judía, celta y otras cosas más. Aceptad lo que sois y seréis un pueblo más feliz.

Me parece triste ver que tengáis tanto temor a tener alguna gota de sangre judía or árabe. La realidad de todo es que si os hacéis un examen genético,veréis lo árabe que sois. España es árabe, judía, celta y otras cosas más. Aceptad lo que sois y seréis un pueblo más feliz.

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La historia oficialista recoge que un grupo de 3000 árabes invadieron la península, después de haber cruzado todo el desierto de Oriente Medio y haber ido convirtiendo a la fuerza a tribus beréberes que encima se animaban a sumarse a las tropas que acababan de violar a sus mujeres y asesinar a su pueblo...

Pero son tan heroicos los árabes que además entraron a la fuerza por Gibraltar... 3000 personas invadiendo territorios hasta Toulouse poblado por 20 millones de personas y les dio tiempo en pocos años a invadir, violar, asesinar, construir mezquitas, palacios, sistemas de regadío y alcantarillado, baños públicos, tratados de medicina y científicos, estructuras sociales...

Pero lo mejor de la historia oficialista es cuando nos cuenta que los territorios del norte se perdieron porque dos varones, Tariq y Musa, que son calificados poco más o menos de sanguinarios, que atraviesan andando un desierto que ni las tropas estadounidenses pudieron atravesar con sus tanques en la Segunda Guerra Mundial, ¿pierden todo un territorio (de despeñaperros a Toulouse) por una disputa personal por una mesa?

También cuenta otra historia que un obispo de Córdoba llega a Pamplona en el siglo X, y en una biblioteca encuentra libros que hablan sobre el profeta Muhammad, al que califica de hereje... Afirma en su crónica que es la primera vez que escuchaba hablar de algo así... O sea, que según la historia oficialista los árabes "invaden" la península, imponen un califato en nombre de Allah y pasados dos siglos ¿el obispo no se ha enterado de nada? ¿Vivía en una burbuja aislada de la realidad? ¿Era tonto-er-culo o se piensan que los tontos-er-culo somos nosotros?

Jajajaja de verdad… Que me llamen mal pensada pero esto no se lo cree ni... Nuestra historia se ha construido en base a unas contradicciones que cualquier ser racional que haga uso de un mínimo de inteligencia debería de darse cuenta que no hay quien se trague esa patraña de mentiras...

Jorge, en España por desgracia hay mucha incultura, ves comentarios negacionistas y revisionistas que pretenden decir que los árabes nunca invadieron España y que todo fue un invento.

Si que ha traído polémica el artículo. Me alegra que haya tanta cultura en España y no se genere por temas mediocres.

'La teoría invasionista es falsa', otro aficionado al fenómeno UFO, tan frecuente en nuestro país. A esta gente nadie les dijo aquello de que es mejor estar callado y parecer bobo que hablar y demostrarlo.

@Sam

¿Por qué utilizas la palabra "matrimonio" para hablar de violaciones y casamientos forzosos? ¿O es que las familias cristianas estaban a gran escala casando a sus hijas con los pocos miles de africanos y árabes que realmente llegaron militarmente a España? ¿Tanto daño han hecho las lecturas en el autobús de Gala y afines?

Maynard, poco culto debes ser cuando no te has enterado que los árabes siempre tenian matrimonios mixtos con los nativos de los territorios que invadían, además nadie ha dicho que los españoles sean árabes sino que tienen un pequeño porcentaje de sangre árabe, inferior al que tienen otros pueblos como Italianos o griegos, los españoles son un pueblo ibero-celta.

Estoy de acuerdo con Enrique R. Acedo. Al Andalus floreció más en el sur de la península, algo lógico si tenemos en cuenta que Baética era antes de Al-Ándalus la provincia hispana más floreciente. Nadie hace en casa ajena lo que no logra en la propia.

Maynard, el problema es asociar "musulmanes" a "árabes". Ni todos los árabes son/eran musulmanes ni todos los musulmanes son/eran árabes.

En la era de en la que ya ha sido trazado el mapa genético de los grupos que pueblan este planeta, no es de recibo que vengan a decirnos que los españoles somos un pueblo de ascendencia árabe. No es de recibo que nos hablen de "matrimonios mixtos" a destajo porque cualquier persona medianamente culta sabe y está plenamente registrado incluso en las crónicas de la época y la literatura medievales, que las "tres comunidades" compartían espacio público (obviamente) pero cada uno en su barrio, y, por supuesto (¡hablamos de la Edad Media, diantre!) los matrimonios NO se producían entre diferentes confesiones. ¿Cómo es posible creer que en la época de máxima confrontación y beligerancia religiosas en Europa y norte de Afica era "habitual" que árabes, cristianos y judíos andasen formando parejas? Por supuesto dejo aparte aventuras, cantares, amoríos, embarazos y calenturas y demás situaciones galantes y románticas, sin mencionar la coerción del poder en la época. Pero eso, como ya se ha tratado aquí por otros comentaristas, no es la historia de los pueblos. Vivimos, no se olvide, en un país plagado de ciudades en Castilla, Aragón, Cataluña y Andalucia donde todavía existen barrios llamados "judería" y "morería".

Ibn sina, los españoles al igual que el resto de los pueblos europeos son un pueblo mixto, pero la sangre árabe y judia es minoritaria en los españoles, la mayor parte de la sangre española esta compuesta por los nativos de iberia (iberos, astures, vascos....etc), celtas y romanos.

Enrique Acedo, eres otro revisionista falsificador de la historia, veamos amigo, tus cifras son erroneas, sobre todo en relacion a los árabes, a la peninsula entraron como minimo 50.000 árabes, eso solo los que entraron, porque los que nacieron despues del estblecimiento de los árabes fueron muchos más, los muladies no eran solo hispanos conversos al islam, sino tambien una parte importante de ellos fueron hijos de matrimonios mixtos árabes-hispanos, Ibn Hazm era muladie descendiente de matrimonio mixto, respecto a los bereberes, alrededor de cincuenta a setenta mil entraron, mucho estaban mezclados con árabes, Yebala es una region poblada por árabes venidos de Yemen sobre todo, aunque hace siglos en Yebala tambien vivian bereberes, en resumen, ya sé que algunos quereis revisar la historia pero en la peninsula vivieron muchos árabes aunque duela

Nunca hubo invasión árabe del territorio hispano-romano, sino un cambio de roles: donde antes mandaban obispos, después mandaban emires, pero étnicamente tan hispanos los unos como los otros. Según algunos historiadores en Hispania nunca hubo más de cinco mil árabes (la mayoría proveniente de Yemen) durante toda la etapa musulmana, y de treinta a cincuenta mil bereberes norteafricanos (entre rifeños y yebalas) en su máxima expansión, quizás setenta mil como mucho, y eso en una población visigótica nunca superior al medio millón de habitantes y de entre siete a nueve millones de hispano-romanos, por lo cual, al Andalus no fue una creación árabe, sino una creación autóctona hispana, heredera directa de Grecia y Roma y sus valores clásicos, aunque eso sí, convenientemente aderezado con la nueva fe musulmana. Por tanto, al Andalus fue hija de Grecia y Roma. Al Andalus no es hija del Islam ni del Judaismo, ni siquiera del Cristianismo ya que la filosofía, incluso la filosofía teologica medieval tanto cristiana (centrada en Santo Tomás de Aquino) como islámica (centrada en Ibn Rushd, Averroes) como judía (centrada en Moshé Ben Maimon, Maimonides) no son sino apuntes a pié de pagina de los filosofos griegos ya que estos autores medievales son denominados "commentatores". Sin Grecia no existiría filosofía andalusí, ni ilustración ni nada. Y de al Andalus somos hijos porque son las instituciones romanas y sobre todo el derecho romano el que configura y vertebra el verdadero al Andalus, siendo al Andalus el único capaz realmente de expandir un pensamiento greco-romano inquebrantable expandiendo Europa hasta el norte de África que no dejaba de ser al Andalus también. La Africa andalusí era tan europea como Hispania o Italia.

Acabo de descubrir que se me ha censurado un comentario escrito hace tres días. No insultaba a nadie,tan sólo criticaba la línea historiográfica de este Blog, que creo que sigue una línea marcadamente ideológica.
Me he sentido profundamente avergonzado. Y no por mí.

Jajajajaaa, que risa me dan los que no se creen la conquista árabe del norte de África y la península Ibérica. ¿Cómo va a ser imposible si 200 años antes los bizantinos conquistaron un territorio similar o mayor en muy poco tiempo, llegando desde Bizancio hasta Cartagena al tiempo que conquistaban toda Italia? Los visigodos eran de una debilidad manifiesta tras ser expulsados de Toulouse por los francos. Los bizantinos mantuvieron durante décadas una cabeza de puente en Hispania sin recibir refuerzos. Cuando llegan los musulmanes la situación es aún peor por la guerra civil entre visigodos. Hispania cayó sin presentar casi oposición. Los ejércitos árabes se movían por el Mediterráneo en barcos ya que eran grandes navegantes, y para conquistar un amplio territorio bastaba con conquistar las ciudades, extendiendo luego el dominio sobre las zonas rurales a menudo bastante despobladas.

Felipe II, expulsion de los moriscos, aragon, valencia y murcia se quedan practicamente despoblados, con la consiguiente ruina economica......ruina economica pq se quedo todo VACIO, osea q hubo una expulsion REAL y un repoblamiento REAL por hispanos del norte y los genericamente conocidos como FRANCOS.....ergo de arabe/islamico no tenemos nada. Si el sr historiador sabe de lo que habla, sabra que el derecho latino germanico, la religion catolica y el proceso a la par que complejo absolutamente REAL de la repoblacion configura tras el siglo XVI una realidad y un pueblo totalmente occidental en todas sus facetas.

PD: para islamonostalgicos de lo aparente, la "gramatica" musical del flamenco es totalmente occidental y totalmente ajena a los ritmos musicales del Magreb

La historia es siempre subjetiva y hay que interpretarla con pinzas y bisturí. Eso pasa en todo el mundo que la cuentan a su manera y según sus intereses. Se le ve el plumero al autor de este artículo.

DE CÓMO LOS HISPANO-GODO-ROMANOS Y AMAZIGHIN SE CONVIRTIERON EN ANDALUSÍES


"Abderramán era alto y delgado, rubio y con poco pelo en las mejillas. Tenía un lunar en la cara y era tuerto. Llevaba dos trenzas o dos bandas sujetas al pelo. Vestía de blanco y usaba turbante. Era elocuente, gran orador, buen poeta y pluma fácil". (Crónicas musulmanas, descripción de Abderramán I, fundador de la dinastía Omeya).


"El emir Abd Allah era de color blanco y rubicundo, de pelo rubio, pero con grandes entradas, ojos azules y nariz aguileña. De estatura mediana. Se teñía la barba de rojo con alheña y de negro con aligustre". (fuente desconocida).


"…rubio, de ojos azul oscuros muy grandes, enjuto de rostro, barba rojiza, el cuerpo bien formado y las piernas cortas" (Ibn Idhari, describiendo a Hixem II).


Alí Ben Tasufín (el segundo califa almorávide, origen bereber, de quien nos dicen las crónicas que "tenía el rostro hermoso, color blanco, sonrosado"), Al-Nasir (cuarto califa almohade, origen bereber, rubio y de ojos azules), Abú Dabús (último califa almohade, "extremadamente blanco, pelo rubio, ojos azules").


Esta imagen http://i781.photobucket.com/albums/yy91/nt_1488/caras%20espanolas%201/alhambragranada.jpg muestra los reyes nazaríes pintados sobre cuero en la bóveda de la Sala de los Reyes, Alhambra de Granada. Nótense las barbas pelirrojas y castañas.


Los reyes nazaríes pintados sobre cuero en la bóveda de la Sala de los Reyes de la Alhambra, Granada, de esta otra imagen http://i781.photobucket.com/albums/yy91/nt_1488/caras%20espanolas%201/alhambragranada2.jpg , sin duda es una pieza importantísima para hacernos una idea de la genética de la que era portadora la aristocracia "mora" de Al-Ándalus. Y es que entre estos 10 hombres no hay ni un solo "árabe", racialmente hablando, todos son blancos, muchos tienen ojos azules y hay dos que son claramente pelirrojos. No hay que olvidar que la Alhambra fue construida por Mohamed Ben Nazar —alias Al-Hamar el Rojo, así llamado por el color de su barba.


Una imagen del ejército andalusí: http://wotanmituns.files.wordpress.com/2012/11/3.jpg?w=567 Nótese el aspecto racial de los musulmanes, todos blancos, y la mayoría de ellos de pelo castaño o rojizo, típico del norte de Europa y tamazigh.


Representación del ataque que el caudillo musulmán Almansur efectuó sobre San Esteban de Gormaz en el año 989: http://wotanmituns.files.wordpress.com/2012/11/2.jpg Nótese que hay dos guerreros "oscuros" en el ejército musulmán, y sólo un musulmán con un aspecto "árabe".


Esvásticas en la Mezquita de Córdoba: http://3.bp.blogspot.com/-8Yv07XAbF9s/Uwxfg-uJXkI/AAAAAAAAEXM/4tiIJkbysNs/s1600/IMG_3973.JPG Ya sabemos todos que la esvástica es un símbolo clásico entre los visigodos y los tamazighíes de origen germánico.


Mismas esvásticas en representaciones religiosas cristianas, pero de igual raíz genética europea: http://i781.photobucket.com/albums/yy91/nt_1488/caras%20espanolas%201/Copiadedsc00011.jpg


Más información: http://books.google.es/books?id=vLjG8Qod3QUC&pg=PA95&lpg=PA95&dq=esvastica+mezquita+cordoba&source=bl&ots=gxXtjNTP2Y&sig=JB5y4cFYlfip2-7wBQ8bm7444zk&hl=es&sa=X&ei=ZqBBT_X_AsOw0QXqwMSPDw&ved=0CCgQ6AEwAQ#v=onepage&q=esvastica%20mezquita%20cordoba&f=false

Gran artículo, con grandes implicaciones, salvo por un punto, que dudo si denota falta de rigor histórico o gran falta de tacto, que es el siguiente: la palabra "beréber" tiene connotaciones peyorativas para los denominados así, tal como "moro" para los árabes.
La palabra adecuada es "amazigh", ¿o es que no eran parte del, por otra parte, minucioso estudio histórico?.

Sería muy interesante que el pueblo amazigh, que recientemente ha visto en Marruecos cómo su alfabeto y su lengua han sido reconocidos oficialmente y ahora se enseña en las escuelas, fuera objeto de una revisión histórica semejante, dadas las implicaciones sociales que implica lo que en este artículo aseveran.

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Historia[S]

Sobre el blog

Dado que el presente se levanta sobre lo que ya pasó, no es mala idea echar un vistazo atrás para entender lo que está pasando. Cicerón lo dijo antes y mejor: “No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser eternamente niños”.

Sobre los autores

Tereixa ConstenlaCoordinadora: Tereixa Constenla. Periodista de EL PAÍS. Descubrió la Historia en 2008, cuando aterrizó en la sección de Cultura, y comprobó que el pasado era un filón para el presente.

Isabel Burdiel recibió el Premio Nacional de Historia en 2011 por su biografía sobre Isabel II. Es especialista en liberalismo europeo del siglo XIX y catedrática de la Universidad de Valencia. "Para que sirva para algo, la Historia no tiene que quedarse en el círculo de especialistas", sostiene.

Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, defiende, como Eric J. Hobsbawm, que los historiadores son "los 'recordadores' profesionales de lo que los ciudadanos desean olvidar". Es autor de una veintena de libros sobre anarquismo, Guerra Civil y siglo XX.

Manuel Morales es periodista de EL PAÍS y profesor de Periodismo Digital en la Escuela de EL PAÍS/UAM. Para liberarse de tanta actualidad busca refugio en historias del pasado, sobre todo las que han dejado huella en la fotografía.

María José Turrión fue la primera directora del Centro Documental de la Memoria Histórica, creado sobre el esqueleto del Archivo de la Guerra Civil de Salamanca. Cree firmemente que los archivos contribuyen "a la salvaguarda de los derechos humanos y al desarrollo pleno de las democracias".

Javier Herrero es documentalista de EL PAÍS y licenciado en Historia Moderna y Contemporánea. Le interesa indagar en los antecedentes históricos de acontecimientos que saltan a la primera línea informativa.

Eduardo Manzano Moreno es profesor de investigación del CSIC y autor de numerosos libros sobre Al-Andalus, la Edad Media y la memoria histórica. Cree en el poder transformador del conocimiento histórico y en la necesidad de forjar una conciencia que nos convenza de que se pueden cambiar las herencias recibidas.

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