La cultura económico-financiera de los españoles está mejorando a marchas forzadas, y ello no se debe a curiosidad intelectual, sino que se debe a la gran información que estamos recibiendo continuamente en cuanto a déficits, primas de riesgo, recesión, etc.
Tenemos la prima de riesgo en máximos históricos, cuando parece que ya no debe subir más, nos encontramos con que: ¡Vuelve a subir! ¿Por qué? La respuesta es bastante evidente:
1º: Nuestro déficit público del 2011 fue creciendo del 6% al 8´5% y finalmente al 8´9%, estas inexactitudes y desvíos en la información, no parecen propios de un país serio, y por tanto cuestionan nuestra credibilidad.
2º: Las previsiones de déficit del 2012 han ido aumentando desde el 4´4% hasta el 5´3%, y creo que a esta altura del año, ya nadie se cree que seamos capaces de cumplir las previsiones.
3º: El caso Bankia ha puesto sobre la mesa la salud de nuestro sistema financiero, creando dudas sobre su solidez, tanto es así, que se han tenido que nombrar dos auditores externos, Oliver Wyman y Roland Berger para que analicen la morosidad y solvencia de los activos bancarios, el mercado está expectante y temeroso de los resultados de esa auditoría.
Podríamos seguir enunciando la lista de malas noticias que recibe a diario el mercado y que han llevado la bolsa a mínimos de hace seis años.
El tema de Grecia tampoco ayuda, ya hay voces que hablan de su posible salida del euro, eso sí “ordenada” como muy bien han matizado. Personalmente, creo que lo mejor para todos seria que Grecia no estuviera ya dentro del euro, pero en base a los tratados, esa posibilidad no está prevista. Aunque todo se puede cambiar para viabilizar la salida, si Grecia saliese del euro, no serian buenas noticias para los países periféricos, ya que podría haber abierto “la veda” y producirse un efecto dominó.
La salida de España del euro creo que es altamente improbable, por su dimensión, si España sale del Euro, podría implicar la desaparición de la moneda única, además, debemos tener muy claro que la interrelación de las operaciones financieras entre los países miembros de la Unión Europea es muy grande. Es decir, si un país de la zona euro deja de pagar, sus vecinos, dejan de cobrar, y ahí se puede producir una transmisión de los problemas de los países enfermos a los sanos. No olvidemos que los mayores acreedores de Grecia, eran los bancos alemanes y franceses, por ello, han sido estos países los que han tenido que asumir las perdidas del impago de Grecia, que es un país que supone sólo el 0´37% del PIB mundial según el FMI, mientras que España supone el 2% del PIB mundial y un 8% del PIB de la Unión Europea.
Resumiendo: No creo que nuestros socios europeos nos dejen caer, no por amor sino porque el efecto para ellos sería devastador, por todo ello, creo que tenemos tiempos difíciles por delante, con restricciones y sacrificios, pero que podemos confiar en que hay luz al final del túnel, y que pronto la veremos.
Santiago Simón del Burgo,
Profesor del Departamento de Control y Dirección Financiera de ESADE