Manuel Montobbio

Pensar América Latina

Por: | 02 de octubre de 2013

Esglobal    Quisiera compartir con los lectores de este blog las reflexiones que, con el título de esta entrada y con las limitaciones de espacio de su formato, he vertido en un artículo con el mismo título publicado la semana pasada en esglobal, la revista digital sucesora de Foreign Policy en español, que, bajo la dirección de Cristina Manzano, se ha constituido en una de las publicaciones de referencia para la comprensión de las cuestiones internacionales y el mundo en español.

     Forma parte de la esencia de la política el intento de realización de las ideas, constituyen éstas ingrediente esencial de la elaboración de todas las políticas públicas. Y de la Política Exterior, con las especificidades que conlleva. De alguna manera, el propio Sistema Internacional es una idea, y también los son sus elementos, conceptos y supuestos implícitos. Ideas que mueven el ejercicio del poder en el Sistema Internacional; y ejercicio del poder en el Sistema Internacional para producir las ideas y normas que determinan su funcionamiento. Interrelación entre poder para las ideas e ideas para el poder. Como muestra el hecho de que los cambios en la estructura y equilibrio de poder del sistema ha conllevado el de las ideas en que se basa éste y su funcionamiento. De ahí que el poder de un actor en el seno del Sistema Internacional sea también el de formulación y promoción de ideas como paradigma dominante. Ideas, y conocimiento; pues la acción en el mundo se basa en el conocimiento de éste. De ahí también que la capacidad de producción de ideas constituya un reto colectivo del Estado y de la sociedad, con una necesaria implicación y dimensión internacional, que ha experimentado un salto cualitativo en la globalización de la sociedad de la información. Una capacidad que depende en última instancia de sus recursos humanos, y por ello en buena medida de su sistema educativo, universitario y de investigación. Una capacidad difusa que necesita de articuladores para convertirse en capacidad de acción internacional.

    Es la cultura aquello que damos por supuesto, pero podría y no tendría por qué ser así, supuestos implícitos que subyacen a la percepción y comportamiento social. Aquello que nadie cuestiona y de lo que tal vez nadie sea consciente, precisamente porque a través de sus lentes y paradigmas vemos, comprendemos y aprehendemos la realidad social, o la creamos. Mas forma también parte intrínseca y esencial de la cultura su cuestionamiento, el tomar conciencia de lo inconsciente, hacer visible lo invisible, analizar y desenmascarar esos supuestos, abordarlos con espíritu crítico, y a partir de ahí transformarlos, hasta que el tiempo o la inercia los sustituya por otros, y transcurra así en ese caminar interactivo la cultura en la Historia y la Historia de la cultura.

    Conocimiento, visión del mundo, cultura, cuestionamiento que se refleja y es objeto no sólo en la actividad académica de investigación y docencia, sino en su propia estructuración. En el surgimiento y consolidación de los Area Studies como disciplinas de conocimiento autónomas, que hacen de un área geográfica objeto de aprehensión diferenciada e interdisciplinar desde las diferentes disciplinas desde la que pueda ser analizada o explicada. Y en el de su cuestionamiento, en sus supuestos implícitos, a partir del germinal Orientalismo de Edward Said – al que en este blog hemos venido dedicando una serie de entradas que concluíamos el pasado 25 de Septiembre coincidiendo con el décimo aniversario de su fallecimiento -, en razón de las distorsiones que provoca esa diferenciación, la creación de la realidad objeto de estudio a la que tiende, el designio político de dominación al que pudiera responder. Area Studies entre los que ocupan un destacado lugar, desde su temprano desarrollo en Estados Unidos, los Estudios Latinoamericanos, sobre cuya situación y perspectivas esglobal ha publicado recientemente un análisis a disposición del lector interesado.

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    Constituye la dimensión latinoamericana componente y factor esencial de la proyección global de la actoría internacional de España, diferencial potenciador de su peso internacional no sólo en sus relaciones con América Latina, sino al tiempo e incluso sobre todo más allá. Frente a otros actores, en otros lugares, globalmente. En la acción y relación económica, política o cultural; y en el pensamiento: pensar, conocer, saber sobre América Latina es, puede ser, uno de los grandes activos potenciales de España como actor internacional en la era de la globalización, y uno de los ámbitos con mayores posibilidades de triangulación, de aumento de nuestro poder blando e influencia. Conocer, para otros, América Latina a través de España, desde España, formar en ella a los académicos, periodistas y directivos de empresas de otros países que quieren hacer de América Latina objeto de su interés y acción internacional, especialmente Asia. Formación en Estudios Latinoamericanos, y en cualquier otra materia relevante, especialmente administración de empresas. Procede destacar, en este sentido, que todos los programas de posgrado de estudios latinoamericanos en España cuentan regularmente en los últimos años con un reducido número de estudiantes asiáticos.

    Potencialidad sin embargo que dista de convertirse en la realidad que podría llegar a ser. España cuenta hoy – aparte de los estudios de Historia de América - con algunos programas de posgrado de estudios latinoamericanos, como, entre otros, los del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, los del Instituto Universitario Ortega y Gasset, los del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá y los de la Complutense o la Universidad de Barcelona. Casi todos los departamentos en ciencias sociales en las universidades españolas cuentan con algún profesor dedicado a América Latina. Pero difícilmente ninguna tiene con ello la masa crítica para ser un referente internacional sobre América Latina en su materia.

AL hoy    Una notable excepción la encontramos en el Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Salamanca. Sus diez catedráticos o profesores titulares han hecho su tesis doctoral en temas relacionados con América Latina, y a ella dedican su labor de investigación, lo que los configura como uno de los departamentos de Ciencia Política dedicados a América Latina mayores del mundo. El Instituto de Iberoamérica de dicha Universidad produce así algunos de los informes de referencia global para el conocimiento político de América Latina, como los dedicados a las élites parlamentarias en América Latina. Y América Latina hoy es la única revista académica editada en España que puede encontrarse en cualquier departamento de estudios latinoamericanos del mundo.

    Notable, mas sobre todo excepción, lógica y esperable, al constituir una posibilidad permitida por el sistema pero no promovida por él. No se pide a los departamentos de Ciencia Política que se concentren en el estudio de los sistemas políticos latinoamericanos, ni en ninguna de las otras cuestiones objeto de la Ciencia Política, sino que proporcionen formación sobre todas ellas, y lo habitual es encontrar en ellos a profesores dedicados, en ejercicio de su libertad de cátedra e investigación, a las más diversas cuestiones, desde comportamientos electorales a teoría política. Y ello tiene mucho que ver con un modelo universitario que ha promovido una gran proliferación de universidades pero poca especialización de éstas, de modo que se ofrecen en más lugares similares ofertas educativas genéricas. Difícilmente puede así esa potencialidad convertirse en realidad si se deja simplemente jugar a la lógica, las dinámicas e inercias del sistema. Su realización requiere de visión, estrategia, voluntad e impulso político, y se inscribe necesariamente en el marco del reto de transformación de nuestro sistema universitario y de investigación para hacer frente a los desafíos de la globalización.

    Potencialidad, mas al tiempo conciencia de las limitaciones presentes. Si comparamos, por ejemplo, el estadio de desarrollo de los estudios latinoamericanos en las universidades de Estados Unidos, nos daremos cuenta de que el peso de éstos en España no es siquiera comparable al que nos correspondería en términos proporcionales. La producción académica sobre América Latina se hace fundamentalmente en Estados Unidos, y allí se forman la mayor parte de los latinoamericanos de otros países. Cualquier latinoamericanista que se precie forma parte de la Latin American Studies Association; y el congreso anual de LASA marca la pauta de los estudios latinoamericanos en el mundo.

LASA

El camino recorrido por los estudios latinoamericanos en Estados Unidos no se hace de la noche a la mañana. Con los recursos humanos disponibles, España tiene margen para aumentar su impacto a través de la concentración y la coordinación. Pero éstos son insuficientes si queremos tener la ambición de convertirnos en un centro global de pensamiento y formación sobre América Latina. Potencialidad para cuya transformación en realidad procedería elaborar una estrategia para el desarrollo de los estudios latinoamericanos en España. Ésta debería contemplar tanto la producción de conocimiento, pensamiento y análisis como la formación. Y en ésta, tanto los estudios latinoamericanos específicos, y la formación de latinoamericanistas, como la incorporación del conocimiento sobre América Latina a otros programas. Un MBA con especial atención a América Latina, impartido en inglés por una de las escuelas de negocios de mayor prestigio internacional establecidas en España, y posgrados en otras materias y estudios latinoamericanos, podrían constituir ejemplos de ello.

    Reto de desarrollar dicha potencialidad especialmente relevante, contra lo que a primera vista pudiera parecer, en la actual coyuntura de crisis económica. Pues, por un lado, la salida de toda crisis necesita un repensar, un replanteamiento, nuevos paradigmas y perspectivas desde las que afrontar la realidad; y, por otro, el pensamiento es el factor de poder internacional comparativamente menos costoso y de duración más prolongada – de hecho, como nos muestra el legado de pensamiento de Grecia y de Roma, del que todavía bebemos, mucho más allá de las formas o sistemas políticos en los que se origina -. Lo que resulta especialmente relevante en un escenario de declive relativo de la Unión Europea y de España. El incremento de nuestro poder de pensamiento – y el de cualquier otro actor internacional, sobre América latina o cualquier otro tema o región - es en tal perspectiva uno de los factores que mejor puede sustituir la disminución de otros y por ello contribuir mejor al mantenimiento o incremento de nuestro poder internacional global.

    Potencialidad a desarrollar sin embargo con y desde la conciencia de la paradoja que ello potencialmente conlleva, la semilla y riesgo de orientalismo que alberga. Y ello en un doble sentido.

    Por un lado, el de la deconstrucción, el desentendimiento global, la potenciación de las diferencias, la distorsión orientalizadora que en definitiva conlleva la contemplación de la realidad latinoamericana como específica y diferenciadamente latinoamericana. Quien tiene un martillo tiende a ver clavos. Y a clavar. Cuando el reto y verdadera esencia de América Latina – y de los seres humanos y sus agrupaciones sociales, y de la humanidad en su conjunto - es el camino hacia la universalidad compartida entre los seres humanos, en y desde América Latina. Y para ello saber aprehender y comprender lo común subyacente a lo en apariencia específicamente latinoamericano; plantearse los retos universales de construcción de la paz, la democracia el desarrollo y cualesquiera otras ideas que guíen el ideal de la vida en común entre los seres humanos en y desde ella. Reto universal que requiere de afrontar con el espíritu crítico que en definitiva caracteriza a la Ilustración los estudios latinoamericanos o cualesquiera otros Area Studies, desorientalizándolos o deslatinoamericanizándolos e insertándolos o contemplándolos desde la perspectiva global de las diferentes ciencias sociales y humanas o ramas de conocimiento, pluridisciplinarmente. Que requiere afrontar el reto compartido de superación de la fragmentación académica e intelectual con que contemplamos, analizamos y aprehendemos el mundo y la vida.

    Por otro, el del riesgo de que el mantenimiento de la lógica orientalista acabe teniendo un efecto boomerang que se vuelva sobre nosotros. Pues si analizamos los programas de estudios de la mayoría de las universidades occidentales observaremos que la lógica implícita que subyace a su estructuración es la de una Filosofía, un pensamiento y unas ciencias sociales y humanas universales que son objeto de especificidades o particularidades en los estudios de área, de algún modo excepción o diferenciación de la regla. Que somos nosotros. Pues los Area Studies son siempre sobre el otro. Y así como consideramos que nuestra posición en el mundo y frente a él requiere de hacerlo objeto de nuestro conocimiento, no estamos preparados para ser nosotros a su vez objeto del suyo, materia de una extraña disciplina que confirme la excepción a su regla. O para que Platón acabe siendo un extravagante filósofo en lugar de aquel respecto al cual el pensamiento posterior son notas a pie de página. Vivimos en un cambio de era como pocas generaciones han vivido en la Historia humana, caracterizado por la emergencia simultánea de China e India, de la centralidad de Asia, por cuyas consecuencias intelectuales cabe preguntarse. Pues toda emergencia de un centro de poder global ha acabado conllevando la reconfiguración de los paradigmas globales. Preguntarnos si afrontamos la disyuntiva de construir entre todos una universalidad compartida desde la que afrontar la comprensión de las especificidades de cada uno o la de insistir en los estudios de área como vía para conocer al otro desde nuestra pretendida universalidad, para acabar siendo con el tiempo materia de exóticos estudios de área que constituirán la excepción a una universalidad que no será ya nuestra.

    Paradoja, y reto de superarla…

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Hay 4 Comentarios

Pensar america latina como forma de españa tener más proyección? america latina se está organizando con el mercosul...

Pensar en América latina como concepto unificador para efectuar un análisis es una de las mayores pérdidas de tiempo que puede haber, por la simple y poderosa razón que los paises "latinomericanos" son diferentes, culturalmente diferentes, con una visión de la vida distinta entre sí, tal vez países vecinos tengan aspectos en común, pero es de un simplismo indignante poner dentro del mismo concepto o categoría a pueblos separados por 7000 Kms. de distancia. Hay que aceptar que no todos quienes habitan al sur del Río Bravo (o Río Grande) piensan lo mismo acerca del Estado, la sociedad civil, la vida privada de las personas, ni tienen la misma idiosincrasia.
Si se quiere hablar de la región en forma seria, hay que hablar de países, y sus relaciones si se quiere, pero no desde un concepto que es una abstracción bastante burda.

No gracias, los latinoamericanos no queremos maestros españoles per se. Hemos demostrado ser más activos, inventivos, innovadores.... mejores una palabra. Más bien nuestros académicos tenemos que mirar a España, en la vieja Europa, y convertirnos nosotros en un centro de estudio global sobre lo que pasa allá. El alumno de LA ha superado a su antiguo maestro tiránico, y le jala las barbas.

Hace unas décadas, cualquier latinoamericano se refería a España con el apelativo "la madre patria". ¿Por qué ha cambiado aquello? Es necesario reforzar ese lazo cultural que día a día se va debilitando en favor del desprecio, rechazo e indiferencia.
http://interesproductivo.blogspot.com.es

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Sobre el autor

Manuel Montobbio, diplomático y doctor en Ciencias Políticas con formación pluridisciplinar, ha desempeñado diferentes responsabilidades en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y ha estado destinado en San Salvador, Yakarta, México, Guatemala y Tirana. Paralelamente, ha desarrollado una trayectoria académica y literaria, que le ha llevado a publicar diversos libros, ensayos y obras de pensamiento y creación como Salir del Callejón del Gato. La deconstrucción de Oriente y Occidente y la gobernanza global, Guía poética de Albania y Tiempo diplomático. Acaba de publicar Mundo. Una geografía poética.

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Toda poesía reunida refleja un mundo, como el recogido en esta geografía poética que, siguiendo la figura del héroe que lo sostiene, ofrece al lector un viaje por éste en cuyas estaciones o etapas encuentra los poemarios y poemas que lo habitan, sean éstos los que sostienen el mundo o los que relatan sus lugares perdidos, soñados o encontrados, sus fronteras, viajes o lugares-siempre.

Tiempo diplomático

Tiempo diplomático

Una invitación a vivir un destino diplomático en sus diferentes etapas y una aproximación a las funciones del diplomático que, entre el ensayo y el relato, intenta responder a las preguntas de qué es la diplomacia, qué es y qué hace un diplomático y su sentido, y al tiempo va más allá.

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