Hemos asistido, en el recorrido que venimos haciendo en este blog por la epopeya y el drama de la Albania contemporánea siguiendo el hilo conductor del proceso de construcción de los búnkeres reflejado en el poema Búnkeres de mi Guía poética de Albania, en las últimas entradas de la serie, al derrumbamiento del régimen de Enver Hoxha, a la huida y a la anarquía que siguieron a su colapso. Pues no llegó tras la construcción de los búnkeres la invasión de que debía defender al régimen, sino la caída de éste, precipitada al derribar la estatua de Enver Hoxha las multitudes en Febrero de 1991, como relatábamos en El Rey desnudo y el búnker caído, para lo que, como decíamos, habían antes derribado, matado o disuelto el búnker que les apresaba el alma por dentro, vencido, siquiera fuera por un momento, el miedo al señalar que el Rey está desnudo, desenmascarar que el poder del otro es en definitiva el que le damos, y al señalar su desnudez evaporarlo. Vencido el miedo, y seguido el anhelo, el impulso motriz de la esperanza que nos lleva a adentrarnos en lo desconocido. No llegó la invasión, sino La huida, el mayor éxodo, en términos relativos, vivido en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Y la anarquía, fruto de la aplicación de las teorías de la “destrucción creativa” que – como relatábamos en La anarquía. Destrucción creadora y transición en Albania - se impusieron para canalizar la transición de la economía planificada a la de mercado y del desarrollo de esquemas financieros piramidales cuya crisis llevó no solo a la quiebra de la Economía, sino también, en lo que constituye un caso único, a la del Estado, a la paralización y falta de funcionamiento, el fallo, a la disolución de éste. Y con ello el retorno al estado de naturaleza, la anarquía…

Resultado de la realización de determinadas ideas y doctrinas económicas y las políticas que conllevan; mas no solo: son éstas también manifestación de una desorientación más general, un sentimiento de confusión, de abandono, de resaca al despertar, de vacío y extrañeza. Como si al desaparecer el búnker hubiera desaparecido el guión de la obra colectiva y su sentido, el papel en el teatro del mundo, la hoja de ruta del caminar colectivo en la Historia…
Desorientación que lleva a la dispersión, a la búsqueda de solución o salvación
individual en esa confusión en que estamos o nos sentimos todos perdidos. Y que lleva o hace posible el péndulo y su ley como dinámica y fuerza motriz de la Historia y el acontecer colectivo. Péndulo de la colectivización forzosa a la individualización/individualidad forzosa. Del orden al caos. O a la anarquía, al estado de naturaleza en que el hombre es lobo para el hombre. Mas también a la ausencia de orden, de obra de teatro, de guión colectivo. De sentido colectivo.