Dadá no significaba nada, como explicó Tristan Tzara. David Plunkert (EEUU, 1965) podría ser, a primera vista, un artista Dadá, un crítico observador del mundo trabajando la técnica del collage en plenos años treinta. Un torcedor de rostros, robotizador de humanos que leen poemas incomprensibles en cabarets suizos. Tampoco el mundo significaba ya nada. El trabajo de David Plunkert es brillante y contundente, entre otros motivos porque en su vertiente conceptual nos remite, aun en otro escenario y contexto artístico y comercial, a aquella crítica por lo absurdo que en realidad terminó por significar tanto.
The Lady and Her Monsters,New York Times Book Review
Dadá retó a una lógica que sólo lo era en apariencia y que había llevado a Europa a la Primera Guerra Mundial, ofendiendo a todo lo que se le puso por delante. Con sus gritos, con sus juegos y absurdos, con sus ataques al orden burgués, el arte se consagraba como un escupitajo y abandonaba así su condición de divertimento de las clases acomodadas. En su versión alemana, con Raoul Haussmann, Hannah Höch, Kurt Schwitters o John Heartfield entre otros, el dadaísmo se posicionó claramente a la izquierda y denunció directamente, especialmente Heartfield, el camino que estaba tomando la sociedad alemana de entreguerras. Las técnicas del fotomontaje y del collage (que como recién nacidas eran idóneas para la formulación de un mundo nuevo) se convirtieron, a través de la sátira y de las analogías del hombre con la máquina, en soporte ideal para plasmar visualmente y sin concesiones el sinsentido que la guerra, la industrialización y la violencia habían hecho de la vida.
El trabajo de David Plunkertmuestra que cien años después la fuerza y capacidad de esas técnicas no ha menguado y, lejos del dulzor nostálgico de lo vintage, es continuador más que heredero de esa tendencia inmisericorde y crítica que marcó desde entonces la imagen. Plunkert reconoce la gran influencia que han supuesto en su obra: “Hay una anarquía inherente insinuada por el collage específicamente en el caso de fotografías de cabezas cortadas y manipuladas que atraviesa el trabajo de esos artistas y del mío.” En efecto, entre los conceptos recurrentes en su trabajo están la presencia de cabezas humanas, malabarismos corporales y sobre todo “el uso de máquinas como metáfora.” Y continúa: “También confío enérgicamente en combinar de manera fácilmente identificable símbolos en una improbable o absurda narrativa visual”.
Refused, The Filmore Silver Spring
Directory of Illustration 29, Serbin Communications
Su trabajo abarca desde posters hasta carátulas de discos, pasando por la creación de imágenes corporativas y destacando en la ilustración editorial. Desde el estudio que comparte en Baltimore (EEUU) con la diseñadora Joyce Hesselberth, Spur Design, David Plunkert “construye identidades” (traducción literal de la voz inglesa para referirse a la creación de imágenes de marcas y que en su caso particular cobra un doble sentido) para su amplísima gama de clientes. “La identidad corporativa no se construye únicamente con imágenes sino mediante la combinación de imágenes y tipografía que expresan el mensaje deseado. El énfasis en éstas debe orientarse dependiendo de las necesidades del mensaje de cada proyecto.”
Entre esos clientes se encuentran The Newyorker, Time, The Wall Street Journal, Playboy y un largo etcétera de publicaciones a las que añadir marcas como Nike, Adidas, instituciones como George Washington University y canales de televisión como MTV y Nickelodeon. Además, ha recibido múltiples reconocimientos por parte, entre otros, de las entidades norteamericanas American Illustration y The Society of Illustration, y participado con su obra, adquirida por museos y coleccionistas, en numerosas exposiciones internacionales.
How we became a nation of haters, Playboy
Es en su obra personal y en sus collages y dibujos para prensa donde su capacidad crítica y conceptual se refleja con más rotundidad. How we became a nation of haters, ilustración para la revista Playboy que nos remite directamente a aquel Hitler tragador de monedas de Heartfiled, puede sintetizar la vigencia del sinsentido en que la omnipresente figura humana se encuentra. Sin por ello perder nunca una especie de humor negro con las que Plunkert impregna identidades, desde la suya propia a la de grandes marcas.
I am an artist, I live out loud, Maryland Institute College of Art
The Mouth's Guard, New York Times
Imprescindible visitar su web: www.davidplunkert.com. Todas las imágenes son cortesía de David Plunkert. Todos los derechos pertenecen al autor.
Hay 3 Comentarios
Muy flojo. Imágenes muy estéticas y vacías de contenido. Tampoco me parecen tan dadaístas como se comenta.
Publicado por: Anabel | 22/02/2014 21:18:01
Pues Sean Mackaoui en MAdrid le da mil vueltas hasta en lo políticamente incorrecto, vamos hasta las greguerías de Don Ramón Gómez de la Serna eran más intrincadas dadaísticamente hablando
Publicado por: RetroNoFuture | 17/02/2014 6:15:13
Que buen artículo!
Publicado por: diseño web | 13/02/2014 20:38:07