Contemporáneos (2000), instalación de la artista Alicia Martín
En un inusual proyecto colectivo, una editorial chilena contrató a una periodista argentina para que convocara a narradores del continente para escribir sobre un tema común: escritores latinoamericanos “malditos” del siglo XX. La convocatoria resultó paradójica. Los autores fueron convocados en este contexto común para retratar a personas elegidas, justamente, por haberse salido de contexto: suicidas, homosexuales, alcohólicos, adelantados, híbridos ideológicos, que sus contemporáneos no podían aceptar o comprender, o a los que ellos no lograban aceptar o comprender.
La maravilla de Los Malditos (editado por Leila Guerriero para la editorial de la Universidad Diego Portales) es que logra resolver esta paradoja de la mejor manera. En la suma de textos individuales, captura una serie de dimensiones. Algunas:
-la dimensión universal: el hijo aplastado por su madre (Rodrigo Lira x Oscar Contardo), el ser atormentado (Alejandra Pizarnik x Mariana Enriquez), el hombre que se sale del destino para el que nació (Jorge Baron Biza x Alan Pauls);
-la de los mundos sociales específicos de nuestros países, como el de los nacionalistas de la clase alta argentina (Ignacio Anzoátegui x Juan José Becerra), o el de los intelectuales de izquierda de Venezuela en tiempos de dictadura (Rafael José Muñoz x Boris Muñoz);
-la del engendro de híbridos y mestizajes culturales de América Latina, como el caso del boliviano que viaja a Alemania durante el Tercer Reich, se enamora de Hitler y sueña, de regreso en Bolivia, con una nación puramente aymara (Jaime Saenz x Edmundo Paz Soldán).
El texto que se destaca, por congregar todas estas dimensiones, es el de Boris Muñoz sobre su padre, el poeta venezolano Rafael José Muñoz. Boris recupera la fantástica historia familiar de su padre, que parece sacada de un libro de García Márquez, bucea en las razones de su alcoholismo, de su pasión por los textos metafísicos y esotéricos, nos introduce en su poesía, en sus ideas políticas, su militancia, su locura y su muerte. El texto nos lleva por la Venezuela de Rómulo Betancourt, la lucha por la democracia, la guerrilla, el papel de Cuba, la represión de la dictadura... Retrata al mismo tiempo la vida del poeta que se escurre de la realidad hacia la metafísica y la locura. Y es un texto conmovedor y conmocionante sobre la relación padre-hijo.
(El perfil puede leerse completo aquí.)
"Esta compilación de perfiles biográficos de escritores latinoamericanos del siglo XX --se lee en la contratapa de Los Malditos-- proporciona un nuevo punto de vista para escrutar la singularidad del continente: lo que aparece en sus páginas es un repertorio de vidas estragadas, intensas, proclives en la mayoría de los casos a los excesos del cuerpo y a los tormentos del espíritu. Por primera vez, figuras que han subsistido como mitos locales se constelan en un panorama amplio, generando la inquietante certeza de que en nuestros países la sensibilidad literaria es, con frecuencia, signo de destinos aviesos y de futuros echados por la borda. (...) Los textos han sido escritos por grandes periodistas y narradores latinoamericanos de la actualidad, lo que se puede entender como un feliz enfrentamiento de generaciones".
Siempre es bueno terminar el año con un buen libro. Mucho más si es un libro raro, rarísimo, como éste, que intenta romper el aislamiento cultural que caracteriza a los países de América Latina.
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Listado completo de los perfilados y sus autores: el argentino Alan Pauls sobre el argentino Jorge Barón Biza; la chilena Alejandra Costamagna sobre la chilena Teresa Wilms Montt; el peruano Daniel Titinger sobre el peruano Martín Adán; el colombiano Andrés Felipe Solano sobre Bernardo Arias Trujillo; el colombiano Juan Gabriel Vásquez sobre el colombiano Porfirio Barba Jacob; el boliviano Edmundo Paz Soldán sobre el boliviano Jaime Sáenz; la brasileña Graça Ramos sobre el ¿brasileño? nacido en Polonia Samuel Rawet; la ecuatoriana Gabriela Alemán sobre el ecuatoriano Pablo Palacio; el chileno Oscar Contardo sobre el chileno Rodrigo Lira; el mexicano Rafael Lemus sobre el mexicano Jorge Cuesta; el argentino Juan José Becerra sobre el argentino Ignacio Anzoátegui; el chileno Rafael Gumucio sobre el ¿cubano? nacido en Baltimore Calvert Casey; el venezolano Boris Muñoz sobre el venezolano Rafael José Muñoz; el chileno Roberto Merino sobre el chileno Joaquín Edwards Bello; el peruano Marco Avilés sobre el peruano César Moro; la argentina Mariana Enríquez sobre la argentina Alejandra Pizarnik; el chileno Alberto Fuguet sobre el uruguayo Gustavo Escanlar.