Graciela Mochkofsky

Sudamérica y el cáncer

Por: | 05 de febrero de 2012

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Lula besa a Fernando Lugo en la clínica brasileña en la que los dos se tratan por sus cánceres (EFE)

En 1978 apareció el ensayo La enfermedad y sus metáforas, en el que Susan Sontag sostenía que, tal como había ocurrido en el siglo XIX con la tuberculosis, en el siglo XX el cáncer --la enfermedad misteriosa e incurable de nuestra época-- se había convertido en metáfora de la muerte, del mal absoluto --algunos comportamientos eran un "cáncer", algunas pasiones eran "un cáncer", etcétera--. La sociedad, explicaba Sontag, era incapaz de lidiar con la enfermedad, estaba empecinada en la negación de la muerte. Esto derivaba en la construcción de un tipo caracterológico, el del enfermo de cáncer:

Según la mitología, lo que generalmente causa el cáncer es la represión constante de un sentimiento. En la forma primitiva y más optimista de esta fantasía, el sentimiento reprimido era de orden sexual; ahora, cambio notable, la causa del cáncer es la represión de sentimientos violentos. La pasión frustrada que mató a Insarov era el idealismo. La pasión reprimida que la gente cree que da cáncer es la rabia.

(…) Los médicos identificaban las causas o los factores que favorecían el cáncer en el dolor, las preocupaciones (mayores en los hombres de negocios y las madres de familias numerosas), en las situaciones económicas apuradas y los bruscos cambios de fortuna, y en el exceso de trabajo; o si no, si los pacientes eran escritores o políticos de éxito, en el dolor, la rabia, el esfuerzo intelectual excesivo, la angustia que acompaña la ambición y el estrés de la vida pública.

Sontag concluía su ensayo, que es ya un texto clásico, con la predicción de que, así como ocurrió con la tuberculosis, cuando la ciencia encontrara una cura la metafora caería en desuso. Tres décadas más tarde, la ciencia ha avanzado, los tratamientos se han sofisticado y un diagnóstico temprano suele anular la sentencia de muerte, pero la metáfora sigue en pie. ¿Qué mejor ejemplo que lo que ocurrió cuando, en la última semana de 2011, la presidenta argentina Cristina Kirchner anunció que le habían diagnosticado un cáncer de tiroides y todo el mundo hizo la siguiente cuenta: Dilma Rousseff: cáncer linfático (2009); Fernando Lugo: cáncer linfático (2010); Lula da Silva: cáncer de laringe (2011): Hugo Chávez: cáncer en la zona pélvica (2011)?

Cinco presidentes con cáncer en un subcontinente con una docena de países: tenía que haber una explicación. Periodistas, expertos, psicólogos, políticos y, asumo, una parte del público, la encontraron en... los presidentes. 

Unos vieron la causa en su ideología: “A los líderes de la izquierda latinoamericana, antes que el socialismo, los une el cáncer”. Pero la mayoría pareció encontrarla en una idea más simple: en el ejercicio del poder político. Lo que causa cáncer es el poder --o el poder enferma.

Leí esta explicación en medios de todo el subcontinente; los de mi país no fueron excepción. Me pareció que la enunciaban en especial los opositores a los presidentes enfermos: no era cualquier ejercicio del poder el que los estaba enfermando, sino su ambición de poder absoluto --de lo que se acusa, por lomenos, a Chávez y a Kirchner--. Es una afirmación arbitraria, como cualquier otra, pero se me ocurre que este mito podría revelar una frustración, un resentimiento, de los que no tiene el poder y no ven la posibilidad de tenerlo en lo inmediato. Siempre buscamos compensación (racional) para nuestras carencias. 

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Cristina Kirchner, que todavía no ha sido diagnosticada, recibe un beso de Hugo Chávez, que lleva meses de tratamiento (AFP)

Los presidentes intentaron, ante la imposibilidad de ocultarla, usar la enfermedad en su favor --y frenar la lucha de poder interno que el anuncio de la enfermedad podía desatar--. Cristina Kirchner, por ejemplo, lo inscribió en un relato de sacrificio personal y contó que había dicho a Chávez (aún pelado por la quimioterapia): "Voy a pelear por la presidencia honoraria del congreso de los que vencieron el cáncer". Chávez hizo del anuncio de que había "vencido" al cáncer una victoria política. Lo mismo, Lugo.

Pero allí donde tantos buscaron una explicación de lo extraordinario --cinco diagnósticos consecutivos a presidentes de Sudamérica (en verdad, cuatro en funciones y un ex presidente; al fin del día, tres presidentes, desde que se comprobó que Cristina Kirchner no tenía cáncer)--, no hay sino una verdad ordinaria. Denle un vistazo a las espeluznantes estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud:

-El cáncer es la segunda causa de muerte en las Américas (la primera es la enfermedad cardíaca).

-Representa un tercio de todas las muertes en el continente, alrededor de 1.2 millón de personas por año.

-La OPS estima que en 2030 los muertos por cáncer en la región serán 2.1 millones y que para esa época 1.6 millón recibirán diagnósticos de cáncer cada año.

-Los índices de mortandad son siete veces más altos en Sudamérica y Centroamérica que en Norteamérica.

Detrás de los diagnósticos consecutivos, no está la excepcionalidad de los presidentes sino su prosaica humanidad.

Hay 19 Comentarios

Me recuerda a la RADIOLANDIA de los 60.Graciela,yo creo que podes escribir algo mas interesante,mas elaborado y mejor documentado que esto.Las fotos de Lula,Lugo,CFK y el comandante Chavez enfermos....no te parece de mal gusto para ilustrar tu post?.Un poquito amarillo el tono....no?sc

Estoy muy de acuerdo con la opinión de José Antonio Bautista; pero al margen de ello, veo una manipulación perversa en la imagen facial de Cristina, desde mi modesta impresión tiene signos de maliciosos retoques con el bendito Photoshop, no es hidalgo acompañar un escrito con maniobras de ese calibre; en el fondo el artículo tiene signos de manipulación subliminal para reforzar su contenido.

Hay un verso del Dies Irae, la secuencia gregoriana compuesta por Tomás de Celano, que reza así: "mors stupebit et natura" (la muerte y la naturaleza se asombrarán). Por supuesto, se refiere al tiempo de la postrimería, cuando, según la escatología cristiana, las predicciones del Apocalipsis serán cumplidas. En la sorpresa por la coincidencia de una amenaza aniquiladora sobre algunos personajes de la America Latina, se adivina cierta indulgencia colectiva con la mitomanía que envuelve a los personajes tenidos por excepcioales. Como si resultara extraño, apocalíptico, que las vidas de quienes ocupan el centro cotidano de la atención pública estuvieran sometidas a las mismas reglas de la carne mortal que todos compartimos: estupor por algo que va más allá de la vida del latinoamericano común. Esta interpretación nos dice también mucho de la dimensión del liderazgo en los países del subcontinente. Reegan pasó por el quirófano para que le extirparan pólipos intestinales y creo recordar que Clinton tuvo un cancer de piel que requirió de tratamiento quirúrgico. Sin embargo, a nadie extrañó, en su día, tales dolencias. "Homo sum et ad me nihil humani alienum puto"; si los presidentes latino americanos son mortales, nada humano les resultará ajeno. Lo sorprendente de este asunto es la sorpresa incrédula y paranoica tanto de las mismas figuras políticas como de sus seguidores. ¿O, en realidad, no existe tal sorpresa y todo resulta, al cabo más prosaico y vulgar?: la simple manipulación tanto de la ignorancia como de un avieso rencor larvado en la frustración de quienes no hallan explicación a su pobreza sino en la conspiración de oscuros poderes malignos (de nuevo, el mito) que actúan al margen y por encima de la voluntad salvífica de sus líderes.

Recuerdo que algunos amigos argentinos trataron este tema a raíz de ciertas declaraciones de Hugo Chávez en las que acusaba a Norteamérica de tener relación con la plaga que nos asola. Comenté que no encontraba relación entre todos los casos mortales de mi familia materna y Norteamérica. Posteriormente se habló de pesticidas. Los fabricantes eran norteamericanos, pero también europeos. Podrían haber sido de cualquier otra parte, empero.
Si creo que el cáncer se desarrolla mejor con cierto tipo de alimentación. También los antecedentes genéticos influyen. Una vida dificil, muy desdichada, puede provocar que el sistema inmunitario se altere. Los virus también pueden desencadenarlo. Los expertos indican que el desarrollo del cáncer, el que se manifieste, recuerda al mecanismo de las máquinas tragaperras.
Pese a todo, la incursión de Chávez me pareció positiva desde el punto de vista de que todo aquel que lo padece desea que se encuentre cuanto antes una cura efectiva así como la mejora de los tratamientos. Y creo que algunos estudios francamente necesarios, no se han estimulado suficientemente. Me refiero a los estudios sobre la quimiotaxis y en concreto al Dr. Dennis Breins.
Estoy de acuerdo con la autora del post en que el argumento no era ético (prosaico), sino de la mayoría. De cualquier forma, si la fuerza o el poder de ciertos "egos" consigue patrocinar avances en la investigación médica, bienvenida sea.

Recuerdo que algunos amigos argentinos trataron este tema a raíz de ciertas declaraciones de Hugo Chávez en las que acusaba a Norteamérica de tener relación con la plaga que nos asola. Comenté que no encontraba relación entre todos los casos mortales de mi familia materna y Norteamérica. Posteriormente se habló de pesticidas. Los fabricantes eran norteamericanos, pero también europeos. Podrían haber sido de cualquier otra parte, empero.
Si creo que el cáncer se desarrolla mejor con cierto tipo de alimentación. También los antecedentes genéticos influyen. Una vida dificil, muy desdichada, puede provocar que el sistema inmunitario se altere. Los virus también pueden desencadenarlo. Los expertos indican que el desarrollo del cáncer, el que se manifieste, recuerda al mecanismo de las máquinas tragaperras.
Pese a todo, la incursión de Chávez me pareció positiva desde el punto de vista de que todo aquel que lo padece desea que se encuentre cuanto antes una cura efectiva así como la mejora de los tratamientos. Y creo que algunos estudios francamente necesarios, no se han estimulado suficientemente. Me refiero a los estudios sobre la quimiotaxis y en concreto al Dr. Dennis Breins.
Estoy de acuerdo con la autora del post en que el argumento no era ético (prosaico), sino de la mayoría. De cualquier forma, si la fuerza o el poder de ciertos "egos" consigue patrocinar avances en la investigación médica, bienvenida sea.

Estimado José Antonio, conviene leer bien el texto antes de comentar --en especial si le interesa descalificarlo--. En este texto se afirma lo contrario de lo que usted entiende, y fue escrito justamente para contestar a las muchas interpretaciones (de otros) que vincularon cáncer con poder. Saludos.

Trabajo en un organismo internacional ubicado en América Latina que investiga, entre otros asuntos, las proporciones que cada enfermedad presenta sobre la población y los motivos por los que sus efectos son más fuertes en esta región del mundo que, por ejemplo, en Norteamérica. Hábleme de contaminación, de servicios sanitarios precarios, de carencias alimenticias, de abismos entre el acceso a los sistemas de protección social de unos y otros, pero por favor no haga una vinculación tan insultante entre el cáncer y el poder como la que hace en este texto.

Vale, Graciela, que no tienes ni idea. Lógico, no te inquietes. Lo raro es que intentases encontrar una explicación a una casualidad. En mi empresa, en el periodo de tres años fallecieron cuatro compañeros por distintos tipos de cáncer. Desde hace quince años, a nadie se lo han detectado. Somos 160. Psicosomáticamente ahora deberíamos estar más vulnerables, pues las cosas van mucho peor en el trabajo. Los einto, Graciela, pero el tema del que se hace eco es muy, pero que muy, absurdo, por muchos líos que se quieran hacer Dethlefsen y R. Dahlke.

Muy fuerte lo de Cristina Fernández anunciando que tenía cáncer antes de saber si realmente lo tenía. Luego resultó que eran tumores benignos. Entiendo que un simple TAC determina si un tumor es cancerígeno o no, luego la biopsia determinará que tipo de cáncer es. Sin cometarios.

Hola a Graciela y a todos los que esto leen. Soy médico especializado en oncología y para mí el cáncer es una enfermedad cotidiana y frecuente. Mucha gente que acude a nuestras consultas se sorprende de ver las salas de espera y las salas de tratamiento llenas de pacientes hasta los topes. No hay conspiraciones ni actitudes mentales que sean causa del cáncer: es una enfermedad que puede afectar a todos y a todas, a cualquier edad y en cualquier circunstancia personal, familiar y social. Efectivamente, estoy de acuerdo, se trata de una enfermedad más de nuestra "prosaica humanidad" o, si se quiere ser más preciso, de nuestra material biología. Saludos.

"Cuando alguien señala la luna, los prosaicos solo ven el dedo que señala"

¡Haber si los "maestritos ciruela" leen con atención esta interesante nota, seguida de esas cifras tan elocuentes!

Los hombres y mujeres que nos gobiernan, son hechos de la misma materia que los que les hemos dado ese mandato.
Es importante decir que la falta de acceso a la asistencia sanitaria, también es un motivo de muchas muertes en Latinoamérica y en el resto del mundo: donde hay pobreza hay enfermedades. Punto. Y que eso no lo instauraron ni Lula, ni Lugo ni ninguno de los que nos gobiernan, lo ha instaurado el egoísmo y la falta de solidaridad, mas la avaricia de los que mas tienen: los que desde esos fondos de inversión donde tienen su dinero, gobiernan hoy mas que los que han sido democráticamente electos, los que hoy no pueden, o no quieren ponerles coto.
Lo único verdaderamente democrático es la muerte.
No así muchas enfermedades que se podrían evitar, y no se evitan por falta de medios (y por falta de voluntad política de muchos gobernantes).

Graciela: No es "mitología". Leete el libro "La enfermedad como camino" de T. Dethlefsen y R. Dahlke. La descripción de los síntomas es un claro indicador de las cuestiones psicosomáticas que originan a las anomalías de la salud. En el caso del cáncer, es producto de resentimientos específicos acumulados largo tiempo. Si asociamos la función del órgano afectado con la clase de enfermedad... no resulta tan difícil tener una idea de por dónde y cómo surgieron las alteraciones de la salud.

O câncer para estas figuras deveria ser motivo para profundas reflexões acerca de suas atitudes em suas existências, particilarmente no poder

No entanto, as utilizam como 'embalagens' de piedade e se expõem como vítimas, enganando, enganando, enganando. Vítimas, na realidade, são os povos que por eles governados.

¿qué tal te parece la edad que tienen estos presidentes? Otra conspiranoica.....

Prosaica, jajaja, ridícula, eso es, y el analisis me parece desafortunado, en cualquier caso atribuyo el cancer a el odio que se han tragado estos personajes y que por algun lado tenia que salir.

Pero que ganas de hacer trolling!

Prosaico se utiliza también como sinónimo de vulgar y vulgar se usa como común o general.

Pues ya está, es fácil: común humanidad.

Es interesante que todavía haya que recordarle a los humanos (prosaicos todos) que la naturaleza, bien se sabe que sabia, no distingue entre presidentes y presididos.

EXTRAÍDO DE LA R.A.E.:

prosaico, ca.

(Del lat. tardío prosaĭcus).


1. adj. Perteneciente o relativo a la prosa.

2. adj. Escrito en prosa.

3. adj. Dicho de una obra poética o de cualquiera de sus partes: Que adolece de prosaísmo.

4. adj. Dicho de personas y de ciertas cosas: Faltas de idealidad o elevación. Hombre, pensamiento, gusto prosaico.

5. adj. Insulso, vulgar. Vida prosaica.


- ¿Cuál de todos sus significados aplica entonces?

Prosaica humanidad? Quien eres tú? Lo escribes por que apenas lo va a leer nadie? Faltas al respeto .

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Sobre el autor

Graciela Mochkofsky, periodista argentina, es autora de cinco libros de no ficción. Creó y edita, en colaboración, la revista digital el puercoespín. Ha escrito para los principales medios de su país y para varias de las revistas más importantes de América Latina. Es Nieman fellow 2009 de la Universidad de Harvard.

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