La oferta de diálogo que los secretarios generales de los sindicatos mayoritarios, Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CC OO), enviaron el miércoles a Mariano Rajoy, Juan Rosell y los partidos de la oposición recibió respuesta rápida del presidente de la patronal CEOE. El jueves descolgó el teléfono y habló con los líderes sindicales quedando emplazados a una reunión en la semana siguiente a Reyes, si no hay contratiempos. Las fiestas navideñas y algunos desplazamientos de los responsables han impedido que el encuentro sea antes.
Junto a la invitación al diálogo, los sindicatos remitieron al líder empresarial el documento de Propuestas sindicales para promover el crecimiento, el empleo y la cohesión social ante la crisis de la economía española, el mismo que han mandado al presidente del Gobierno. Tras la prevista reunión con Rosell, los sindicatos esperan que Rajoy tenga esta vez en cuenta su petición y convoque a los agentes sociales. No obstante, ni en el discurso de balance anual del viernes ni en la rueda de prensa mencionó ese asunto, por lo que no dejó ninguna esperanza.
Rosell aprovechará para, a su vez, entregar a los sindicales el documento que está elaborando la patronal sobre el estado actual de la situación económica. Es decir, podrán contrastar sus propuestas para hacer frente a la crisis y buscar puntos comunes. Aunque las diferencias entre patronal y sindicatos son evidentes, la rapidez de la respuesta de Rosell demuestra que existe voluntad de diálogo. Además, hay mensajes que, sobre todo en tiempos como estos, pueden compartir perfectamente como el llamamiento para potenciar una economía productiva, fortalecer la exportación, impulsar la inversión en tecnología, ganar en competitividad, reforzar el Estado de Bienestar, situar el empleo en el centro de las políticas, contar con un marco de relaciones laborales competitivo con calidad de vida de los trabajadores, tener un sistema fiscal más potente y más justo, un calendario de reducción del déficit compatible con la participación del sector público en la economía, vigorizar los mecanismos democráticos y recuperar el diálogo social.
Pero una cosa son las intenciones y otras las concreciones. Desde la patronal se ha criticado a los sindicatos porque “para ellos, la solución de todo es gastando más, mientras para ellos es gastando mejor”. Una presión conjunta, sin embargo, tendría un efecto multiplicador en las peticiones que ambas partes quieren poner en la mesa del Ejecutivo y que, por una razón u otra, no han sido atendidas como quisieran.
Precisamente en la carta a Rajoy, Toxo y Méndez subrayan que desde “los primeros síntomas” de la crisis presentaron alternativas “con la vocación de contribuir a amortiguar sus consecuencias”. Para los sindicatos, se han aplicado políticas centradas exclusivamente en el ajuste “que no han dado ningún resultado” y vaticinan más destrucción de empleo en 2013. La ausencia de diálogo fue la causa de las movilizaciones, aunque esperan que ahora “dada la gravedad de la situación actual, sean tenidas en cuenta sus propuestas para iniciar el diálogo y concertación que es lo que nuestro país necesita”.
Por eso, para los sindicatos resulta muy importante que la patronal haga un movimiento a favor del diálogo social tras los últimos acontecimientos que han ido en sentido contrario. “El depósito de energía social está con el piloto rojo desde hace tiempo y vamos a abordar un año sin reservas emocionales”, en palabras de un dirigente sindical.
Para el presidente de los empresarios, por su parte, no deja de ser una oportunidad clara de retomar la iniciativa y reforzar su liderazgo después de haber anunciado la modificación de los estatutos de la patronal, que han generado críticas desde algunos sectores de la organización, y haber mostrado una actitud calculadamente ambigua sobre los movimientos soberanistas de Cataluña.
Se da la circunstancia de que los últimos primeros de año suelen ser pródigos en impulsos al diálogo social. En enero de 2011 se firmó el acuerdo sobre pensiones y a principios de febrero de 2012, el de la Negociación Colectiva, ya con este Gobierno y antes de que aprobase la reforma laboral. Precisamente, los sindicatos achacan a la promulgación de esa reforma que no se haya avanzado ni respetado aquellos acuerdos. “Lo interesante es que la patronal pueda comprometerse tanto en la Negociación Colectiva como en la defensa del acuerdo de pensiones”, aseguran fuentes sindicales. La patronal cree, por su parte, que es momentos de abrirla de par en par y mirar cuál es la problemática, de buscar la forma de ganar competitividad.