El conflicto de Repsol con el Gobierno argentino acaba de vivir un capítulo más. Y no de los suaves. Chevron e YPF han firmado un acuerdo según el cual la firma estadounidense explotará el yacimiento de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén argentina, desembolsando 1.000 millones de dólares a lo largo de 12 meses. El acuerdo le otorga a Chevron, que pone la pasta y la tecnología, el derecho de exclusividad ante un posible futuro acuerdo definitivo. El acuerdo demuestra que el gigante norteamericano ha hecho muy poco caso a la demanda judicial que Repsol puso en un tribunal de Nueva York recientemente por haber firmado un protocolo de intenciones a sabiendas de que había sido expropiada la empresa española por el Estado de Argentina y que Repsol ha reclamado ante la Corte de Arbitraje Internacional del Banco Mundial, Ciadi.
Además, se avecina otro episodio que tampoco es baladí. Se trata del contrato de suministro de gas en Argentina al que Gas Natural, que controla Gas BAN y que lo lleva ganando durante los últimos años, se presenta para su renovación. Esta circunstancia ha generado mucha polémica porque el vicepresidente de la gasista es Antonio Brufau, presidente de Repsol y persona non grata para el Gobierno de Cristina Fernández de Kichner desde que se expropió YPF a la firma española, y este se opuso en el consejo a la que se presentase a la licitación en las condiciones esgrimidas debido al conflicto que tiene Repsol por la expropiación. Los responsables de Gas Natural, con sus presidente y consejero delegado, Salvador Gabarró y Rafael Villaseca, a la cabeza decidieron seguir adelante alegando que la empresa no es una filial de Repsol, sino una participada. Eso sí con más del 30%. En realidad, tanto Gas Natural como Repsol son filiales de La Caixa, que es la traza las directrices de ambas y ha colocado a los presidentes.
Para Brufau habría sido un triunfo en toda regla que Gas Natural no se hubiera presentado al concurso de Argentina porque daba la razón a los argumentos que esgrime frente al Gobierno argentino. Por contra, este tiene la oportunidad de demostrar que el conflicto que mantiene con Repsol es exclusivamente con Repsol y no con el resto de empresas españolas, con las que, como es el caso de Gas Natural, ha tenido buenas relaciones, aunque tengan una ligazón tan cercana. En ese sentido, la adjudicación del contrato a la gasista española, si cumple los requisitos como mejor oferta (como ha sido los últimos años), sería una señal considerable en ese lío y un mensaje incluso al Ejecutivo español. Lo contrario (es decir, considerar que Gas Natural va en el mismo barco que Respol) rompería muchas esperanzas de arreglo. De momento, no ha puesto impedimentos para que se presente al concruso, cosa que sía ha hecho con Gaz de France y British Gaz, entidades que tienen demandas interpuestas en el Ciadi contra Argentina. Y eso es una señal.
Hay 3 Comentarios
Recomiendo que leais en el blog, REVOLUCION FINANCIERA.http://fraesma.blogspot.com
Publicado por: FRAESMA | 23/12/2012 0:45:30
Esperemos que esto acabe bien da pena como dos paises amigos esten en trifulca por fines economicos.
Publicado por: Ernesto | 20/12/2012 16:46:06
Ya no solo nos va mal en nuestro propio país, sino que en el extranjero estamos cada vez peor considerados, y esto es un ejemplo más-
Publicado por: tienda bolsos | 20/12/2012 2:12:58