Un nuevo foro de debate se ha constituido al socaire de estos tiempos de crisis económica y zozobra política, azuzados por la situación catalana. A ello responde el Foro Almagro, un grupo integrado por empresarios y profesionales de Cataluña, Madrid y otras latitudes. Este foro, que ya ha celebrado dos reuniones en la parte final del pasado año, ha sido impulsado por Emilio Cuatrecasas, presidente del bufete Cuatrecasas Gonçalves Pereira, y recibe el nombre de la calle madrileña en la que se encuentra el despacho de abogados.
Cuatrecasas contó con el apoyo de Luis Conde, el cazatalentos propietario de la firma Seeliger y Conde que fichó a Esperanza Aguirre cuando esta dejó la presidencia de la Comunidad de Madrid y que es uno de los más activos miembros de Puente Aéreo y de encuentros confraternizadores entre culturas e ideologías. Como Puente Aéreo, el Foro Almagro tiene como objetivos compartir preocupaciones y plantear soluciones, con especial incidencia en los temas de actualidad, es decir, en el asunto catalán, que ha sido la principal motivación para su constitución. Su idea pasa por profundizar en el debate, además de adentrarse en otras cuestiones de actualidad y de alcance político y económico que se consideren determinantes.
Pero a diferencia de Puente Aéreo, que cuenta con representantes del mundo empresarial ubicados en uno y otro lugar de ese puente (es decir, Madrid y Barcelona), Almagro cuenta además con la presencia de políticos y profesionales. Asimismo, mientras aquel celebra reuniones alternas en ambas ciudades a las que suelen invitar a dirigentes políticos (los últimos han sido Alberto Ruiz-Gallardón, en Barcelona, y Cristóbal Montoro, en Madrid), el nuevo foro se ha limitado, de momento, a un formato de debate abierto sin invitados de postín. No se descarta, sin embargo, que en el futuro se contemple esa posibilidad.
Lo que sí persiguen es la discreción y que no trasciendan sus reuniones, sobre todo si se da el caso de tener invitados. La experiencia de Puente Aéreo, en que se ha conocido alguna de las intervenciones, ha supuesto que tanto los componentes como los invitados se limiten a decir lo políticamente correcto y no lo que quieren saber y no se publica. Eso ha provocado que baje el interés y no lo quieren repetir.
Entre los políticos asistentes figura Esperanza Aguirre, que no dudó en incorporarse al citado foro con su actual jefe pese a seguir muy activa en el PP como presidenta del partido en su comunidad. En unas coordanadas parecidas se puede enmarcar al exministro del PP y consjero delegado de OHL, Josep Piqué, que ha vuelto por los caminos empresariales en los que se inició antes de aceptar la llamada de Aznar para formar parte de su primer Gobierno.
La cuota catalana se completa, además de Cuatrecasas, Conde y Piqué, con Artur Carulla, presidente de Agrolimen; Rafael Villaseca, consejero delegado de Gas Natural Fenosa, y el economista César Molinas, hijo del que fuera presidente de la patronal catalana Foment del Treball, Alfredo Molinas.
Entre los no catalanes están, además de Aguirre, la exministra de Rodríguez Zapatero y empresaria guipuzcoana, Cristina Garmendia; el vizcaíno Jaime Castellanos, presidente de Lazard Brothers; Javier Monzón, presidente de Indra; Ignacio Garralda, de Mutua Madrileña; Rodrigo Echenique, de NH y consejero del Banco Santander; Mónica de Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios; Luis de Carlos, presidente del despacho Uría y Menéndez, y la asturiana Loreto Ordoñez, consejera delegada de GDF Suez.
Es decir, un ramillete de gente con un perfil discreto en su exposición pública, algunos de los cuales están en Puente Aéreo (Cuatrecasas, Conde, Piqué y Monzón), pero que busca más diversidad. No aparecen grandes multinacionales (quizá, con excepción de Indra), que sí están en Puente Aéreo y, sobre todo, en el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), donde se juntan los presidentes de las principales —aunque no estén todas— firmas españolas.
Precisamente, fue la existencia del CEC la piedra de toque que originó en geste que que se había quedado fuera la inquietud de crear este tipo de foros de debate y pensamiento, que, en algunos casos, también actúan como lobbies en defensa de sus intereses; pero de los que también puede sacar partido el Gobierno.
P. D.:
El ‘civet’ de Luis Conde en el Ampurdán
El inquieto Luis Conde acostumbra a celebrar por estas fechas en su masía masía de Mas Anglada, en La Fonteta, en el Ampurdán un civet (guiso que generalmente se realiza con carnes de caza, y que se elabora con vino, sangre y abundante cebolla) con gente del poder económico y político que seuelen ser bastante multitudinarios. En el rol de invitados figura como estrella principal Artur Mas, que ya acudió el año pasado aocmpañado por cinco consejeros. Pero desde la perseguida neutralidad, Conde también ha contado con representantes del resto del arco parlamentario catalán, así como ilustres políticos, expolíticos, banqueros y empresarios catalanes y de fuera de Cataluña. Es el caso de Esperanza Aguirre o José Bono.