El miércoles, antes de acudir al almuerzo que tuvieron con Mariano Rajoy, los miembros del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) pusieron sobre la mesa el debate sobre futuro de la patronal CEOE. El lobby empresarial tiene la lógica preocupación por la evolución de la gran patronal y, por eso, el miércoles se planteó la colaboración y coordinación entre las dos organizaciones.
El debate viene desde que el presidente de la patronal, Juan Rosell, solicitase su incorporación al Consejo. La propuesta fue rechazada. La posibilidad volvió a plantearse el miércoles y ocurrió lo mismo. No obstante, todos estuvieron de acuerdo en que “hay que hacer algo”. Y coincidieron en que lo primero es apoyar a Rosell para que reforme la patronal y la haga moderna de acuerdo a sus planteamientos y a los nuevos estatutos aprobados en la última Asamblea General celebrada en abril.
La inclusión en el orden del día de la reunión del CEC del miércoles tiene como precedente la asistencia de César Alierta, presidente del CEC y de Telefónica, como invitado a la citada asamblea, en la que se celebró la Cumbre de Innovación con la presencia también del Príncipe Felipe y el ministro de Economía, Luis de Guindos. Alierta prestó la sede de Telefónica, que es la del CEC.
En aquel encuentro, Alierta expresó “la total sintonía que existe entre instituciones como las que Juan Rosell y yo mismo presidimos. Apoyamos y estamos plenamente comprometidos con CEOE, y compartimos sus análisis y planteamientos. Me consta que por tu parte, querido Juan, sucede lo mismo con la institución a la que represento”. “La Cumbre de la Innovación, supone un importante paso en ese proceso de profunda y comprometida renovación en el que se encuentra inmersa la CEOE, estáis apostando por los valores, la transparencia, la unidad y la competitividad de nuestras empresas como garantía de la prosperidad de España”, prosiguió. Luego subrayó lo que a su juicio son los tres pilares de la recuperación: la innovación, la formación y la internacionalización. Meses antes, Rosell había dejado la sede de la patronal para que el CEC presentase su informe España emprende y exporta.
Las tres bases citadas son las que el consejo del CEC subrayó el miércoles como puntos de partida para esa colaboración. La preocupación del CEC deriva de que, al fin y al cabo, la CEOE es la etiqueta del empresariado español y la gran empresa se ha mantenido desligada de ella desde los tiempos de José María Cuevas, pese a que todas pagan religiosamente su cuota.
Para la gran empresa la labor no deja de ser hercúlea. En esas reuniones se ha llegado a subrayar que, tal como ha derivado la patronal, resulta mucho más fácil crear una nueva que modernizar la actual. Es más, si la CEOE hubiera funcionado con mayor participación de la gran empresa, seguramente que no se habría creado ni el Instituto de Empresa Familiar, en los primeros años noventa, ni el CEC, impulsado por aquel en el 2010.
Rosell, ante esto y aunque no entre en el consejo, se siente arropado. Tiene la oportunidad de aprovechar el debate para amarrar el apoyo de la gran empresa y activar su presencia en el seno de la CEOE. Forma parte de su discurso. De hecho, llegó a plantear que miembros del CEC se incorporasen al comité ejecutivo de la CEOE. Asimismo, quiere reactivar el Consejo Asesor con su presencia. Pero, al tiempo, se encuentra con una organización muy diversificada y anclada poco dada a movimientos em ese sentido. Además, tampoco los grandes empresarios se sienten muy a gusto con la existencia en la cúpula de la patronal de dirigentes que han tenido episodios oscuros y que ellos han criticado.
P.D.:
Un filón de informes para Rajoy
Mariano Rajoy tiene un filón en el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), ese poderoso lobby en el que se agrupan importantes compañías españolas. El CEC se ha convertido en el mejor aliado de la política económica del Gobierno con sus giras mundiales vendiendo España o haciendo informes sobre la economía española. Pese a ello, el presidente del Gobierno no se reunió con el CEC hasta julio de 2013; es decir, año y medio después de haber asumido el cargo. Para la segunda cita no ha dejado pasar tanto tiempo. El miércoles, 10 meses después, Rajoy volvía a reunirse con el importante grupo empresarial y, además de hacerse la foto oficial, recibió un adelanto de los informes que está preparando el CEC: Previsiones para 2014 y 2015; Reforma Fiscal y España 2020, así como el documento sobre El peso de la gran empresa en la economía, en el que se destaca precisamente el valor que tiene como tractor de la actividad de las pymes y en el proceso de internacionalización. El primer informe, que será entregado en junio, mejora las previsiones de crecimiento (1,3% y 2% este año y el próximo), aunque no es tan optimista en creación de empleo. En cuanto a la refroma fiscal, el CEC pide más simplicidad y rebajas de las cotizaciones sociales. España 2020 se espara a más largo plazo.