Verdades estadísticas

Blog de Javier Sampedro

Sobre el blog

Es sabido que hay verdades, medias verdades y verdades estadísticas. Mientras los candidatos discuten sobre las dos primeras categorías –como es de rigor en cualquier campaña electoral-, este blog irá discutiendo la tercera: el lugar donde las mujeres son más jóvenes al tener el primer hijo, la ciudad con el mayor índice de inmovilismo, la sociedad más rural, la provincia con los hogares más inhabitables…

Autores

Javier Sampedro nació en Madrid en 1960. Entre 1983 y 1993 se dedicó profesionalmente a la investigación genética, primero en Madrid y después en Cambridge. Desde 1995 es redactor de El País, donde actualmente escribe sobre sanidad, ciencia y tecnología. Asegura ser un dibujante con aptitudes (y sin paciencia) y un guitarrista de jazz solvente (aunque sin audiencia), pero ninguna de las dos cosas ha podido ser contrastada.

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05 mayo, 2007 - 12:23

Una cuestión de ganas, más bien

La parábola clásica contra las verdades estadísticas -si tú te comes un pollo y yo ninguno, nos hemos comido 0,5 pollos cada uno- no hace más que dispararle al pianista, si te fijas: no es un argumento contra la estadística, sino contra sus intérpretes más obtusos. Para lo que sirven nuestros 0,5 pollos es para compararlos con los 0,7 pollos que se comen, digamos, los franceses. En sí misma, seguro que esta segunda cifra es otra verdad estadística, y el pianista francés podrá protestar: "Si tú te comes un pollo, tú otro y yo ninguno, nos hemos comido 0,7 pollos cada uno". Y es cierto, pero el caso es que algo debe ir mal cuando los franceses nos sacan de promedio 0,2 pollos per cápita, ¿no creen?

Otra cosa es interpretar bien las cifras. Tomemos, por ejemplo, la edad de la madre al tener el primer hijo. Según el impagable Anuario Social de España 2004 del servicio de estudios de La Caixa -el trabajo de referencia en nuestro país, en el que se apoyará exhaustivamente esta columna-, las madres que son más jóvenes al tener su primer hijo viven en Ceuta, Melilla y Almería (primer parto a los 23,5-23,8 años).

<¿Qué significa esto? El dato puede usarse para reafirmar nuestros prejuicios de pianista: que la juventud de las madres es un indicador del escaso desarrollo de la sociedad en la que viven; que si las mujeres tuvieran más oportunidades laborales, las propias de un entorno urbano y moderno, retrasarían más su primer parto. Verdades estadísticas.

Pues no tan deprisa, amigos. Porque si luego buscas los máximos en la misma tabla (primer hijo a los 26,1-26,3 años), no te salen Madrid y Barcelona -esos supuestos entornos vanguardistas de nuestra pieza para piano-, sino Soria, Guipúzcoa, Guadalajara y Zaragoza. ¿Qué pasa aquí?

Anímese a opinar: tenemos abierto este blog para ello. No importa que usted aborrezca la estadística: de lo que hablamos ahora no es de la denostada ciencia de los 0,5 pollos per cápita, sino del olvidado arte de interpretarlos correctamente (que es a lo que se dedican también los estadísticos profesionales, no se engañen). Tampoco importa que sea usted de Soria o de Guadalajara. Y desde luego no importa que sea de Ceuta o de Melilla: ésa es justo la opinión que mejor nos vendría en este caso.

Abro el fuego con la hipótesis más simple: ¿Y si, después de todo, el retraso del primer hijo tiene menos relación con el desarrollo de una provincia que con su clima? La primera condición para tener un hijo, no lo olviden, es tener ganas de tenerlo, y las temperaturas de Almería podrían ser más estimulantes para ello que las de Soria, si se mira bien. Y, desde luego, el primer hijo no suele ser el último: Ceuta y Melilla tienen también las mayores tasas de crecimiento vegetativo (nacimientos menos muertes).

A ver, ¿qué dice ahora nuestro pianista?

Comentarios

Primero: Salto del dato a una de las miles de hipótesis posibles: "si las mujeres tuvieran más oportunidades laborales, las propias de un entorno urbano y moderno"
Segundo: Esos entornos son Madrid y Barcelona, sin duda.
Así te puedes ir donde quieras.

Teniendo en cuenta los muy provectos 38 años a los que he tenido a mi hija, el pianista te dirá que para que se cumpla la media de mi provincia alguna cría ha tenido que ser madre a los 14. Y quizá tenga razón esta vez, porque me temo que la variable que has escogido presenta una distribución bastante poco gaussiana, o en todo caso, la campana debe de ser bastante ancha y achatada. Estamos en una época de madres-hermana mayor y madres-abuela, me temo. Ambas subespecies tienden a malcriar a sus crías, pero ese es otro tema.

Bienhallado, Javier, tus bloggies te echábamos de menos

En un ambiente de sociedad desarrollada adecuadamente, la mujer debería encontrarse, al igual que el hombre ha hecho siempre en el pasado, con la oportunidad de tener hijos tan pronto o tan tarde como su planificación de vida le recomendara, no abocada a aplazar esta decisión sacrificando su vida familiar en beneficio de su vida laboral. Aunque la media pueda ser la preferida del pianista, yo prefiero la moda, que evita distorsiones y nos da una idea de la edad que más se repite.
En mi opinión las sociedades cuanto más avancen en la igualdad de hecho, y esperemos que lo hagan, y más facilidades den a la conciliación de la vida laboral y familiar a mujeres tanto como a hombres, tenderán a tener hijos antes de lo que lo hacen hoy, en el 2000 la edad media de maternidad (no del primer hijo) era ya de 30,73 años, así que no parece descabellado pensar que esas mujeres, de encontrarse en plena capacidad para elegir sin ver dañada su carrera profesional, eligirán una edad más temprana, aunque sin llegar a la adolescencia, que caracteriza a sociedades mucho más atrasadas en el desarrollo de la igualdad de hecho de sus géneros.

Las creencias religiosas y la ausencia de facilidades sanitarias deben tirar por un lado, mientras que el éxito de alguna campaña de planificación familiar podría estar actuando del otro. Puestos a ser retorcidos, estaría bien saber cuántas de esas comunidades tienen traspasada la gestión de su sanidad, y qué partidos las han venido gobernando. También sería curioso poner esas cifras en relación con otras como el acceso efectivo de la mujer al trabajo o los índices de fracaso escolar femenino.

De todas maneras, Javier, ¿el calorcillo incita a la reproducción? ¡Y yo que pensé que era el frío el que obraba esos milagros!

Para analizar esa hipótesis habría que ver los nacimientos según época del año... También si las diferencias entre provincias son de verdad significativas

Muchas gracias a Julián (a veces hay que dar un salto para no pisar los charcos), Surikata (la nostalgia es mutua, y saludos a tu niña), María Muñoz Maraver (recogeré mañana tus argumentos, son muy interesantes), Divina C (sin duda una científica disfrazada de mezzosoprano) y El espejo lúdico (cierto: siempre nos faltan datos; pero son las hipótesis las que nos guían en su búsqueda, como tú mismo acabas de demostrar).

España es - humilde opinión - un caso paradigmático de "País Dinki" (del inglés, "Double Income - No KIds). Parejas jóvenes con doble ingreso, ganas de vivir, y cero ganas de "embarrarse" con niños. Una sociedad próspera y aburguesada que retrasa los nacimientos.

Hago mera prosa descriptiva, no digo que eso sea bueno o malo.

Saludos, Joker. Y a ver si abres tu correo de vez en cuando, tron

La clave está en las madres adolescentes
Prácticamente no hay diferencias entre las edades de las madres primerizas por áreas geográficas, excepto en lo que respecta a madres adolescentes: en algunas provincias las madres adolescentes representan más del 5% de las primerizas, en otras no alcanzan el 1%. Estas inmensas diferencias de la incidencia de maternidad en las adolescentes se traduce en pequeñas variaciones de la edad media de la primera maternidad.

Fuente: Nacimientos (Cifras anuales) Tabla 1.3 año 2005 del INE (Detalla no sólo la media, sino el número de madres por cada año de edad).

Hola, Javier.

Abro todos mis correos todos los días - un adicto precisa su soma con regularidad.

¿Lo dices por algo en especial?

Oh, no, por nada en especial: simplemente que no respondes, pero vamos, por lo demás muy bien atendido, sí señor

Gracias, Pere Menart, buen punto. Tu argumento parece reforzar el de María Maraver, ¿no es cierto?

Saludos Javier, Divina, Joker y todos los demas.
Como de costumbre, hay que interesarse por como los datos han sido tomados. Si la estadistica se hace a partir de los datos de las Maternidades se esta sesgando el muestreo. Por ejemplo, hay Hospitales especializados en partos dificiles, entre los cuales estan sobrerepresentados los de las mujeres de mas edad. El sesgo puede ser enorme, porque en provincias como Soria solo hay un hospital.

Caray, no se puede uno ni ir de paseo. Paso una noche fuera dedicado a mi vocación, que ya es sabido que no es la ciencia sino la música disco y me encuentro al Crack, un blog nuevo, ¡¡y hasta a Mariano!! Me embarga la emoción hasta un punto en que la lucidez me abandona (no descarto que el escaso número de horas dormidas también contribuya) y no tengo la más repajolera idea de por qué las melillenses tienen herederos antes que las alcarreñas. Mi personaje del año pasado diría que a quién le importa, pero como me he ido ablandando bastante, aventuro la posibilidad de que el concepto "provincia" sea demasiado burdo como para justificar esa desviación, y que, desde luego, Melilla y Ceuta como "provincias" no serían comparables a Soria, ya que en el primer caso no hay apenas territorio y por tanto la tal provincia es básicamente una ciudad (Almería no cumpliría enteramente eso, pero quizá en ese caso como en los otros la variedad cultural y religiosa de la población emigrante o residente pudieran influir, como parece apuntar la Divi). Así, a lo mejor es un problema de resolución en los datos, que desaparecería o se moderaría si utilizásemos circunscripciones más parecidas en tamaño y características económicas. Comparar por provincias un tema como éste me parece operar un poco "al bulto".


Bienhallado, pues, Javier, y suerte con el embolado en el que pareces haberte metido (nada que ver, no obstante con El Enigma, dado que aquí no se espera a Leocricia y tendrás que mantener un poquillo más la disciplina de tu grey y tuya propia). Te debo un mensaje que pospongo desde hace semanas con el afán de que realmente tenga un contenido digno de mención, pero ya sabes que te tengo presente en mis oraciones, sean subordinadas, copulativas o puramente nominales. Besos a todos.

Mariano, dichosos los ojos que te contemplan, a ti y a tus inseparables circunstancias, vulgo ratas. Salud, Joker.

Y digo yo, descreída, ¿tiene sentido estadístico hacer una geografía del deseo? Y lo que es peor, ¿una geografía del éxito / fracaso del espermatozoide local en la búsqueda del huidizo / ubicuo / muy entregado óvulo regional?

Convencedme por favor de que estas estadísticas al final se emplean en algo útil, como el refuerzo de la educación sexual o la creación de más plazas de guardería.

Divi, postular que las estadísticas se emplean para algo útil sería un rasgo tal de confianza en el sistema que parece impropio de un hatajo de descreídos como nosotros. Yo aspiro más bien a un análisis puramente semiótico, si nos ponemos estupendos: es decir, asumido que no sirven para nada real, ¿cuál es su contenido como signos? ¿A que significado apuntan? Creo que Javi nos propone más un juego en esos términos, ya que aventura la posibilidad de las ganas, que son un elemento extraño en los análisis macro-, micro- y nanoeconómicos tradicionales y que sin embargo tanto influyen en nuestra vida cotidiana. Así: es obvio para mí que la tal estadística no tiene un gran valor per se, pero sí como origen de un juego de imaginación, que implicará la creación de entidades mentales tales como "la joven madre melillense", "la astenia sexual de la meseta" o "el frío que estimula la libido pero, qué carajo, no apetece". Dicho lo cual, me reafirmo: si empezamos admitiendo provincia como animal de compañía acabaremos devanándonos las meninges para nada.

Devanarse las meninges para nada... Pero, hay algo que nos guste mas?

Nada, estimadísimo Mariano, nada nos gusta más que eso, pero el devanado de meninges exige la existencia de estas últimas, y yo empiezo a dudar de que me quede alguna desde que de pequeño empecé a preguntarme por las grandes preguntas del Universo. Claro que qué lejos de mí estaban aún entonces los grandes misterios del Universo, como el de la precocidad procreadora provincial (obsérvese la aliteración, un poco "prusca"), que el Crack, es su insaciable afán de producirnos breves descargas de pasión electrónica, nos ha mostrado.

Asumamos, pues, que "provincia" es una unidad de destino en lo universal y que la ubicación espaciotemporal de una señora llamada, digamos, Mari Pili, altera, en función de un mecanismo telúrico impredecible por el momento, sus ganas de ponerse al tema, o la secreción de las innumerables hormonas y entidades varias que, digo yo, estarán metidas en el ajo de lo reproductivo: ¿tendremos que colegir que esa praedestinatio provincial (nueva incursión en el aprasionante mundo de las previsibles pronunciaciones del grupo fónico pr-) tiene justamente que ver con la situación económica o la supuesta "modernidad" de la vida.

Vaya, que en la ... no hay enmienda y quién sabe qué siente la soriana ante la perspectiva maternal que no sienta la melillense. Es decir, que estamos como al principio pero la meninge nos ha dado dos vueltas más. Para nada.

Javier, hermoso, a ver si maniana te lo curras un poco mas. Ya sabes que basta con darnos un poco de cuerda...

Good God!, me voy a hacer un par de llamadas y ahora vuelvo y nomás Ruge la Turbamulta!

Bien hallados a todos, algunos incluso 'retornamos a howards end'. Placer saludarte Mariano, que parece que te habías amancebado en el laboratorio para no volver, el Crack, que ha adelantado la Navidad agostil que nos reunía a la primavera estadística, y a otros tantos que parece que les vi ayer.
Y barajando pues, esos datos de partida, y con la aproximación de la Divi y su correspondiente corolario de Josef (permítame que hoy no le tutee, como estrenamos salón)que me 'encaja' mejor, nacerán más bloggies en la cánula del estío pasado o en esta primavera loca que en Madrid no acaba de asentarse?

Iraultza, ¿ha estado usted bebiendo agua?, o algo de esto?

Desde el fin del Enigma me declaré anónimo, señor Sampedro, y nunca más se supo, que aquella borrachera dura casi hasta hoy.

No se ablande, doctor K, y deje ya de autoeditarse con el mensaje, por el amor de Dios: recuerde que Picasso vendía los cuadros para no seguir retocándolos eternamente.
También le anuncio que el reduccionismo va de capa caída en estos días: todas las leyes son emergentes.
Mariano, ¿ya has aclarado cómo funciona el cerebro? Dirás que no has tenido tiempo.

Lo del chinchón no es nada, señor Sampedro. ¡Como se entere usted de los desmanes de este caballero con damas de medios enemigos! Vamos, que si la natalidad en Madrid no aumenta es porque algunas jovencitas tienen conexión radiofónica directa con Dios, que si no...

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