Amistad y melancolía

Por: | 24 de abril de 2007

Llevo algunos días metido en un extraño desasosiego. Me ocurre desde que era un adolescente; de pronto cae sobre mi como una nube de melancolía, y ya viajo en ella como si fuera eterna, y como si fuera parte ya de mi naturaleza, para siempre. El ánimo dura, no dura para siempre, pero mientras dura parece que es para siempre. Cuando tengo ese estado de ánimo el silencio es mi amigo. El sábado me compré un pequeño compendio de pensamientos de Aristóteles, editado por Acantilado, y ahí leí su espléndido ensayo sobre la melancolía; quién que no quiera de la vida algo mejor no es melancólico.

Mi madre llamaba melancolía a las manchas que cuando llegó a la vejez (¡la vejez: murió a los 64, seis más que los que yo tengo ahora!) le empezaron a salir en las manos; esa melanina a la que ella le daba el carácter de un estado de ánimo ha representado para mí, también, el peso del transcurso del tiempo.

Yo tengo ya algunas de esas manchas en las manos, y cada día, ahora, cuando amanece y abro el ordenador para escribir estos pensamientos, las manos me devuelven esa sensación de que ahora, cada día, cada vez que despierto, me enfrento a un día que ya se resta de la vida. Cuando llega la primavera, que divide de manera tan evidente un clima del otro, y que se hace antesala dubitativa del verano, es cuando de manera más aguda cae sobre mi el impacto del tiempo.

Ayer almorcé con Emilio Lledó, que ya visitó este blog; fue mi maestro en La Laguna; íbamos a su clase como cuando se va a un recital de poesía. Hablamos de Aristóteles, y de esos pensamientos sobre la melancolía; él es quizá el principal especialista europeo en el filósofo griego; a punto de cumplir los ochenta años, el profesor presenta el aspecto que tenía entonces: alto, firme, delicado, capaz de una conversación en la que nunca falta la reflexión moral con la que uno se va como si hubiera nacido otra vez.

Esta vez nos dijo --no estábamos los dos solos: estaba un amigo común al que él acababa de conocer, los dos habían asistido, por separado, a un concierto cuya solista, una violinista, les habían subyugado: fue un minuto, pero fue fantástico; escucharles hablar sobre música era como asistir a un apretón de manos--, esta vez nos dijo que el hombre siempre tiene que aspirar, cada día, a ser mejor, no tan solo a ser bueno; la exigencia de ser mejor ennoblece, y ayuda a entender que quizá nosotros seamos igual de buenos, o de malos, que los otros.

Lledó sigue ayudándonos a dudar; esa fue en aquel tiempo su más hermosa enseñanza. Un radical de la duda. Comimos pescado, por cierto, y él quiso tomar, antes, menestra de verdura. En el mismo restaurante, hace muchos años, comimos otra vez, y también pidió menestra de verdura.

Cuando acabamos, él se fue hacia la derecha, nosotros nos fuimos hacia el otro lado; yo lo miré de lejos, con su mano izquierda dentro del bolsillo del pantalón, la cabeza ladeada, su traje gris, su corbata de tela. Pensando. Como cuando nosotros le mirábamos desde abajo y él enseñaba a Fichte desde el estrado, en La Laguna. Alto, entonces aún más alto, un profesor muy joven al que los demás llamábamos maestro, como él llamaba a Aristóteles.

Ahora me pregunto cómo resumirán hoy los compañeros de elpais.com el contenido de este blog melancólico.

Hay 55 Comentarios

es increible como me hacen sentir estas palabras

hermoso pero me dejo demasiado melancolico

Es muy hermoso recordar a los que nos marcaron el paso a seguir, "Amistad y Melancolia", me quede melancolico, me gustó quedarme así.

"Traspasemos lo existente: el futuro no es una mera prolongación del presente".

http://josearnedo.blogspot.com/search/label/Bloch

Carlos! esta pena que me embarga...ya lo decían los poetas.

Siento tanta tristeza e impotencia que las lagrimas me amargan y la boca enmudece negra. El témino original significa bilis negras. ¿alma negra? ayyy...los fantasmas, ay...

Creo q en estos momentos me siento con nostalgia o será melancolía no se, pero igual me dan ganas de llorar por sentirme sólo, lo que quiero no está a mi lado

Creo q en estos momentos me siento con nostalgia o será melancolía no se, pero igual me dan ganas de llorar por sentirme sólo, lo que quiero no está a mi lado

Creo q en estos momentos me siento con nostalgia o será melancolía no se, pero igual me dan ganas de llorar por sentirme sólo, lo que quiero no está a mi lado

Y que lo digas.

It’s not the way you look,
It’s not the way that you smile.
Although there’s something to them.
It’s not the way you have your hair,
It’s not that certain style;
It could be that with you.

If I had a photograph of you,
It’s something to remind me.
I wouldn’t spend my life just wishing.

It’s not the make-up
And it’s not the way that you dance,
It’s not the evening sky.
It’s more the way your eyes
Are laughing as they glance
Across the great divide.

If I had a photograph of you,
It’s something to remind me.
I wouldn’t spend my life just wishing.

It’s not the things you say
It’s not the things you do
It must be something more
And if I feel this way for so long
Tell me is it all for nothing
Just don’t walk out the door.

If I had a photograph of you,
It’s something to remind me.
I wouldn’t spend my life just wishing.

Qué bueno. Esta entrada da para mucho.

La melancolia es parte de la madurez, opino.

Menos mal que al menos en este mundo virtual debate uno a gusto..

Un saludo, y enhorabuena por el blog.

Ana, la verdadera. No guardo fotos, tú sabes.

Ana, la falsa, bailemos.

oh, those pictures of you

wherever I go
I take a little piece of you
I collect
I reject
photographs I took of you

the towns I passed through
so many faces
so many places
I have got to have a memory
I have never been there
I have never had you

I can't remember
give me a reminder
I collect
I reject

memorabilia
(now girl... only it's flavor... bow down here)

keychains and snowstorms
the taste of your sweat
the look in your eye
I have been inside you
I know what it feels like
(wet as it is... the whiter the honey)
I collect
I reject

memorabilia
(goodies come in here all day)

give me a reminder
I can't remember
I collect
I reject

¡Qué casualidad! Hace unos días terminé de leer "El hombre de Genio y la Melancolía", ahora leo a Lledó y su "Elogio de la Infelicidad". También "el silencio es mi amigo", creo en la duda y en que "la exigencia de ser mejor ayuda a entender".

No desisto con respecto al poema. Poema- poema.

Gracias, Juan

Un abrazo infinito, sr.

This is the right time to say hello
my name is cancer
i'll never go i'm gonna hurt you
I am the thorn that makes you
wish you were never born

don't try so hard denying me
you better start accepting me
don't fall apart believe in me
open your heart give in to me
baby say can you feel me?

i'll turn your head in a fucking hole
i'll rip your mind out i'll burn your soul
I am the anguish inside your brain
i'll fill you up with eternal pain

"Un radical de la duda. Comimos pescado, por cierto, y él quiso tomar, antes, menestra de verdura. En el mismo restaurante, hace muchos años, comimos otra vez, y también pidió menestra de verdura."
Me quedé con estas frases, señor.

Estando en Lisboa nunca escuché un fado. Escuché la música de las piedras de las calles que suben al chiado y los murmullos de las gentes en las puertas. Escuché el Tejo avanzando sigilosamente hacia el océano y la ginginha escurriéndose, sorda, en los vasitos de Praça da Figueira. Ví películas de Eric Rohmer en un apartamento lleno de luz en Alfama y pasé las tardes sumando canciones de De Gregori. Compré a Eça de Queiroz, algún Lobo Antunes y Saramago no me hizo falta, porque siempre viene conmigo (obsesiones de una).
Pero no los leí. Leí otras cosas.
Estando en París, ahora, me paseo por Belleville con La Historia del Cerco de Lisboa bajo del brazo, subiendo cuantos montículos se me presentan a la búsqueda de una luz similar a la del horizonte infinito del estuario. Acelero mis pasos con el ritmo de la lengua de Caetano y hasta de Mariza, conocida pero inexplorada, hasta ahora. Devoro tantos libros y publicaciones y escritos hablen de esta cuidad y los leo uno tras otro, pero a la vez.
Son extraños los recuerdos, ¿no? Utilizan fantasmas inventados para alimentar las saudades del alma. Y uno los reinventa, a partir de músicas y literaturas que en el momento presente del recuerdo no existían. Será que tenía razón el filósofo, la única forma de conocerse es mirarse desde afuera, a través de la mirada del otro.
Será que Lisboa me ha sacado de mi misma y me ha puesto frente a una pared, para radiografiarme el alma y la existencia.
En todo caso, sea como fuere, ahí están, empedernidos, enérgicos, batiéndose con el presente para llenar la cotidianeidad e instaurarse en dueños del minuto que vendrá después.
Son difíciles de combatir, los puñeteros.

Juan, como siempre emocionas con tus palabras. Gracias por expresar así tus sentimientos y compartirlos.
Puede que muchas personas asocien la melancolía con la madurez, como si en la juventud no te invadiera. Pues no es cierto, yo tengo que decirte que no tengo manchas en las manos y que me falta mucho para tenerlas, pero a pesar de ser muy joven, siento a menudo esa melancolía de la que hablas porque además en la juventud empiezas a ser consciente de tu propia realidad, de la responsabilidad , y ello te hace querer regresar a la infancia, donde no eras consciente de las cosas y lo único que hacías era aprender, jugar y reír. Aunque por otro lado ahora eres realmente consciente de la necesidad de crecer día día, de aprender de los demás, de lo importante que es el esfuerzo y la lucha, pero sobre todo la ilusión y los sueños, que nunca se deben perder ni abandonar aun cuando uno ya está en la madurez y crea que ya de poco le pueden servir. Un beso.

Uno no puede realizarse solo.(por eso la soledad es peligrosa:pare las acciones más viles.Pero ojo:existe también la Soledad con mayúscula,que a mí me es imprescindible;sentimiento hondo que permite estar a solas consigo mismo y así quizá 'aspirar a ser mejor',es preciso conocerse en sus adentros para ello) él me tejió tal y como soy ahora,me transmitió este amor por las palabras que todos ustedes comparten y que es una de las cosas más hermosas que se puede exprerimentar en esa vida pero eso es otra historia.Me permitió que conociera a las personas entrañables que hoy conozco y que nunca antes se hubieran fijado en mí ni yo en ellas y que a su vez me hacen sentirme viva.Cada uno necesita y merece tener a su lado a esa gente y puede que cada uno también sea esa persona única que se dirigirá hacia un alma despistado.)Y por cierto que las manchas en las pieles envuelven trozos de vida,son risas y lágrimas y mucho más y por eso me fascinan.Tocarlas es acariciar el tiempo,ser llevado por él,es recalar en lo más íntimo de una persona.
En fin,que leí este artículo por casualidad y nada que muchas gracias a usted Juan.
Melancolía.Tantas cosas.

Yo, también como usted, tuve una profesora, que me enseñó a dudar, era mi profesora de filosofía cuando estaba en B.U.P.Toda mi vida he dado gracias por esta profesora que llegó a mi vida y la revolucionó,cada dia me descubro enseñándoles a mis hijos el derecho a la duda que nos lleva directamente a la libertad , la indepoendencia y el libre albedrío.¡cuanta falta nos hace dudar¡

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Sobre el blog

¿Qué podemos esperar de la cultura? ¿Y qué de quienes la hacen? Los hechos y los protagonistas. La intimidad de los creadores y la plaza en la que se encuentran.

Sobre el autor

Juan Cruz

es periodista y escritor. Su blog Mira que te lo tengo dicho ha estado colgado desde 2006 en elpais.com y aparece ahora en la web de cultura de El País. En cultura ha desarrollado gran parte de su trabajo en El País. Sobre esa experiencia escribió un libro, Una memoria de El País y sobre su trabajo como editor publicó Egos revueltos, una memoria personal de la vida literaria, que fue Premio Comillas de Memorias de la editorial Tusquets. Otros libros suyos son Ojalá octubre y La foto de los suecos. Sobre periodismo escribió Periodismo. ¿vale la pena vivir para este oficio?. Sus últimos libros son Viaje al corazón del fútbol, sobre el Barça de Pep Guardiola, y Contra el insulto, sobre la costumbre de insultar que domina hoy en el periodismo y en muchos sectores de la vida pública española. Nació en Tenerife en 1948.

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