No había leído ´Esa visible oscuridad` de William Styron. Narra su doloroso proceso depresivo, que alcanza su momento culminante, su conocimiento verdadero, en 1985, un otoño de París, ante el hotel donde se quedó en 1952, la primera vez que llegó a la capital francesa. Es un libro fulgurante, bellamente escrito, y hondo, hiriente; lo que cuenta, los detalles de su enfermedad tan severa, que de manera tan evidente le quitó del mundo hasta el borde del suicidio, le ha pasado a gente como él, escritores o artistas, y le ha sucedido a millones de seres humanos que no han podido contarlo quizá porque no tuvieron el instrumento que él domina magistralmente, la palabra. La palabra nos puede salvar, y nos puede hundir, y también puede servir, sirve, para dejar una metáfora del dolor, para que los demás hallemos el consuelo o la vía para entendernos hacia adentro. Él relata en este libro (que ahora ha publicado aquí Belaqua, en su colección La Otra Orilla) algunos de los nombres que, en el siglo XX, tuvieron su padecimiento pero no su solución, porque acabaron con el suicidio. Es verdaderamente emocionante lo que narra de Albert Camus y de su amigo Romain Gary; decía Camus que el suicidio es el verdadero problema de la filosofía, y deducen Styron y muchos otros que aquel accidente que él sufrió y que le costó la vida a los 46 años fue una forma sustitutiva del suicidio. Un libro escalofriante y bello, auténtico, que debe resplandecer con su visible oscuridad en las estanterías pero sobre todo en la memoria.
Hay 65 Comentarios
Gracias maririu. Yo no creo tanto en el poder curativo de las palabras, no obstante.
Creo que hay circunstancias que no tienen que ver con saber o no explicarse o sino más bien interpretar y es gracioso como la edad va adquiriendo o añadiendo más significados dada la insatisfacción de la mirada. La inocencia perdida.
Maririu si yo soy misterioso...tú eres sexy.
Publicado por: Nacho | 18/03/2009 11:22:58
Misterioso Nacho tengo la impresión que hay un mensaje "entre líneas"
Ahí está el maravilloso poder de las palabras: dices y comprendemos lo que dices pero al mismo tiempo sabemos, o intuimos, que hay algo más.
Y tienes razón el continuará de los tebeos es la vida.
Publicado por: maririu | 18/03/2009 8:22:17
Cómo me gusta que opinen y leerles y miren que yo hablé de dentro y no dejar fuera en determinados momentos, a veces.
Ácrata me ha dado pulso y la 'Lectora' también. Sin embargo, pienso que la cosa va descompensada. Prácticamente siempre.
Enumerar, detallar los placeres pocas veces genera disgusto. Asombro o extrañeza a lo sumo. Y en este caso que nos ocupa el énfasis es distinto.
Hay demasiada información al respecto e influye mucho.
Yo no voy a juzgar en absoluto pues aquí leo sufrimiento y es propio e, incluso, me admiro de cómo se expone. No tanto por sus palabras como por el hecho.
Hay gente que expresa -necesito el inglés- 'overemotional' como un rápido transcurso de un estado a otro en la bipolaridad. Hay gente que prefiere el término crisis a depresión y en otros países se estilan eufemismos para describir cierta sensibilidad. Así que, alguien que aprecie el arte en su esplendor (sea oscuro o luminoso, quizá por bueno en ambos casos brillante) será tratado de 'sensitive' y no 'sensible'.
Tal vez, el miedo a la ductilidad (tan criticado por generaciones y educaciones castrantes) también se confundió con la capacidad de adaptación. Pues personas moldeables poco bueno pueden justificar si se fomenta la individualidad.
Es tan complejo que no dudo de que yo también incurro en no atesorar la palabra adecuada.
Ahora, comprendo lo que expresa el sr. Cruz e intuyo la motivación.
Por otro lado, hay verdades que por serlo no deben ajustarse a otro argumento.
Aunque nombre a Henry Roorda por intención opuesta a la de Styron, el paradigma no lo encuentro (será cuestión de buscarlo).
Sí que debe de exitir 'una música constante'...
pues en mi caso, mi vida no es euforia y depresión.
Por cierto, mi vida no es desde hace ya unos años, lo deseado. Pero el entusiasmo por el 'continuará' que tanto nos dieron los tebeos a los que los leímos o leemos...es fundamental. A pesar de vivir un rito.
Publicado por: Nacho | 17/03/2009 23:24:56
Yo tambien lo he tomado como un halago,
Publicado por: Juan | 17/03/2009 18:19:27
Lectora de poesía, te ruego encarecidamente que leas lo que he escrito como lo que es: un halago. El que, creo, está claramente dicho así, no revelaré tu nombre, no te preocupes, no hace falta la paranoia ni que te ausentes...
Sería bueno que no te defiendas porque en ningún momento te he atacado a menos que la presunción de ser reconocido te haga huir hacia adelante queriendo abandonar este lugar que te pertenece tanto como a todos y como bien dije lo ocupas con poesía y sapiencia, tus narraciones, para mi son excelentes, lo cual no quiere decir que te las crea a pies juntillas.Para mí son ficciones muy romantizadas, bien idealizadas y como tal las tomo. ¿Acaso está mal? ¿Debo creer que lo que cuentan los personajes de las novelas es cierto, todo es real?
¿Qué te pasa que tienes que interpretar tan mal las cosas?
Relee sin corazas lo que he escrito. No me movió ningún ánimo de ofensa, ni discusión, ni confrontación.
Qué pena tanta sensibilidad para captar tantas cosas y conmigo te bloqueas, te paranoiqueas fuera de lugar.
Un saludo cordial...señora.
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Adrian Dorado
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Publicado por: Adrian Dorado | 17/03/2009 17:37:38
Estimado Adrian Dorado.
No entiendo bien tu comentario. ¿Te debo algo? ¿Te he molestado en algo? Francamente, no sé a qué viene esa acritud sobre mi nombre: “Una lectora de Poesía”. Porque eso es lo que soy: una mujer que lee poesía. Nada más, y nada menos. El porqué de ese “nombre” se lo expliqué en su día, vía email, al Señor Juan Cruz.
No me gusta explicarme y menos justificarme. Así, pues, no voy a contra argumentar ninguno de tus comentarios. Prefiero acudir al necesario silencio para imitar el sabio verso de Bertolt Brecht: “Saluda serenamente y con respeto a aquel que pesa vuestra palabra como una moneda falsa”.
Si te molestan mis letras, desde hoy mismo cedo este espacio que “okupo” para que lo llenes tú con tu sabiduría.
Respecto a Juan. Comprendo lo que quiere decir. No obstante, sé por propia experiencia que la depresión, el Dolor, no es algo que uno eliges en un momento u otro. Cuando te llega, te invade, te devora, te anula…. Por suerte, pude remontar aquella situación, y aquí estoy en paz con el mundo y conmigo misma. Para nada lo considero algo superficial, extravagante, ficticio. Podría contarte algunas cosas muy trágicas pero prefiero quedarme con las enseñanzas positivas que da la Vida.
Publicado por: Una lectora de Poesia | 17/03/2009 17:07:27
Al tal punto me ha hipnotizado la bella narración de "Una lectora de Poesía", que he sentido el impulso inevitable de salvarla, planteando una opinión, que digamos, pudiera cambiar la pantalla donde se reflejaba. Gracias Adriandorado por la aclaración. En ningún momento se me ha pasado criticar una exposición, ha sido generar polémica alrededor del tema bajo otro punto de vista, como lo ha hecho Venecia, que dice: "no hay responsabilidad con los sentidos y las emociones, ni con el tiempo, que no es algo que se elija..." En esto, quien lo quiera creer es porque se educa en la depresión, lo contrario es educarse en la vida, renacer más fuerte y sabio y superar vicisitudes que ha veces son muy ondas en los sentimientos y otras es pura idealizacion de un mundo. Aquellas que cuenta Amando Carabias cuando enumera distintas formas de justificar el suicidio por echos que bien pudieran ser a consecuencia de un momento irreflexivo, u otros bien meditados por causas verdaderamente importantes.
Publicado por: Juan | 17/03/2009 16:21:42
Disculpa el retardo chère maririu .
Merci beaucoup por tus amables palabras.
Sí, era Baudelaire. Me maravilla tu rápidez . No había terminado de escribirla cuando ya intuía que la habías reconocido.
Merci bien aussi a esa "lectora de poesía por las mil fragancias que salen de su boca.
¡ Qué bello!
Planea la fuerza del Amor en la transformación de todo aquel sufrimiento.
Creo que la pesadumbre de corazón y las dolorosas penas de nuestros sentidos nada saben de responsabilidades ni de tiempo. La depresión no es algo que se elija . Se puede luchar contra ella y ganarle o no la partida ,pero cuando llega al alma no es como ese agua a la que le puedes poner una compuerta y decirle: "esperate ahí sentaita que ahora no tengo tiempo para lloros y penas".
Las tristezas hondas del alma perdida son como palomas negras silenciosas que en un momento hacen de ella un inmenso palomar cuajadito de zarzas y espinas .
Me alegra mucho ,lectora, que consiguieras cambiar el color de esas palomas .
Publicado por: Venecia | 17/03/2009 14:15:46
Creo que, a veces, lo mejor es cagarse en todo y que no salga nada, todo quede dentro.
Publicado por: Nacho | 17/03/2009 14:04:22
Juan | 17/03/2009 12:22:54 es obvio que “Una lectora de poesía” es heterónimo de un escritor y no “amateur”, por cierto. Personalmente me atrevería a ponerle nombre y apellido, estoy seguro de quien se emboza allí, por muchos motivos, la sintaxis (bueno es reconocerle aquí mayor soltura, la permisividad de una controlada desproligidad que gana en frescura, menos solemnidad explicativa y por el estilo que siempre brota, como la sombra, que viene adherida a nos aunque no nos demos cuenta, hay más elementos pero, por respeto a su decisión de escribir bajo ese nombre, no los denunciaré (qué palabra horrible acabo de utilizar, así me sentiría si lo hiciera: como un “buchón”). Entonces sugiero leerla como lo que es una construcción ficcional que puede rozar algunos hechos biográficos, mas son casi todas idealizaciones o verbalizaciones de lo que, una mente creativa supone transfigurándose en diferentes situaciones, momentos, tensiones...en fin lo mismo que ocurre con lo que leemos en los relatos y las novelas y que, analógicamente, sirven para que nosotros nos identifiquemos con ellos y enriquezcamos con un aporte más nuestra experiencia de vida.
Reconozcámosle hacerlo con solvencia y verdaderos toques poéticos. Posee una narrativa salida de primera sin el endurecimiento de las correccciones a las que hace mención espera su último libro, y eso la transforma en una excelente opinión ideal para un blog que contiene la expresión “suelta” de tantos escritores, periodistas y artistas que pasan por aquí.
Me encanta la personalidad coqueta y un poco narcicista (si hasta se autohalaga) de la señora que representa, hasta tiene como... un aire romántico de “vieja dama indigna” (perdón,señora, no quise llegar a tanto).
Si tuviera que buscar alguien para personificarla en el cine la llamaría primero a la MacLaine y en su defecto a la Jesssica Lange.
Bien estudiada la psicología femenina.
Salvada la conciencia de que se trata de una muy buena construcción especial para la literatura que exige este blog, no podría, en mi caso y a diferencia de tu postura, reprobarle algunas ausencias de verosimilitud que pudiera tener en éste y otros textos. Mas bien disfruto con lo que nos ofrece y digamos también, porqué no, que emana siempre sonrisas y luminosidades con sus consejos tan cultos como oportunos.
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Publicado por: Adrian Dorado | 17/03/2009 13:10:43
Muy bien explicado por Antonio Corbalán.
Se nota en sus palabras mucha sensibilidad.
Yo estuve en el pozo, si Vds me han leido, sabrán como me sentia.
Fuerza de voluntad y "ayuda" de palabras y proximidad de gente que me amaba.........Me dieron el empujón y ahora, un año después, estoy fuerte y si caigo.......Sé como salir!!
He aprendido algo..
Peor que caer en el pozo es no saber salir de él.
Un saludo
Publicado por: Ángel | 17/03/2009 12:34:00
No estoy de acuerdo con la "lectora de poesias" en la explicación existencial que hace de la depresión, parace mas idealización consciente y comoda de evadir resposabilidad sabiendo que su lugar en el mundo está seguro, que no va a tener grandes inconvenientes que le trastoquen su entorno. Hay gente que simplemente no tiene tiempo de deprimirse, porque su responsabilidad con la existencia está por encima de su propia vida, y eso no es una muerte, es la vida por la vida. Aunque ahora no puedo explicar con detalle esta aserción, si puedo decir que idealización de la existencia tienen que ver con poner límites, donde se llega a un momento en que no nos satifacen, no nos motivan, y hacen sentirno indiferentes incluso a nosotros mismos.
Publicado por: Juan | 17/03/2009 12:22:54
En ese estado mental, la palabra es muy importante porque hace que la persona depresiva, se esfuerce en buscar palabras que definan su estado de ánimo, que convenza a la otra amiga de que es muy trítes y que sola no encuentra el camino de vuelta.
Necesita, la palabra como engache de su realidad, de saltar al otro espacio vital perdido.
Porque, pienso que la palabra es la unica herramienta con los farmacos, que pueden ajustar el cerebro melancolico, ese que todo lo ve gris y frio.
Salud.
Publicado por: Antonio Corbalán | 17/03/2009 12:04:18
Juan, "La palabra nos puede salvar, y nos puede hundir" nos dices comentando el libro -Esa visible oscuridad-.
Los que hemos pasado por la depresión, de alguna forma salimos vacunados para temer cualquier forma de tristeza, melancolia, pues creemos que volveresmo a caer en el pozo de la depresión.
Sí, es un pozo en el que las palabras nos suena con sordina y nos llega como si vinieran entre un ruido de tormenta de otoño.
Salud.
PD. Los depresivos siempre tienen como compañero invisible él suicidio, con el que hacen juego de palabras, se balancean de un lado al otro de la linea fina de ser o no ser.
Es entonces cuando la compañia de otra persona, la amada consuela como principar motivo para no dejarse abandonar a la idea de no ser. Algunos, con solo su presencia y su contacto fisico y otros con la palabra de entendimiento y serenidad, aceptando su decisión.
Publicado por: Antonio Corbalán | 17/03/2009 11:42:49
"La vida y el mundo son el sueño de un dios ebrio, que escapa silencioso del banquete divino y se va a dormir a una estrella solitaria, ignorando que crea cuanto sueña... Y las imágenes de ese sueño se presentan, ahora con una abigarrada extravagancia, ahora armoniosas y razonables... La Ilíada, Platón, la batalla de Maratón, la Venus de Médicis, el Munster de Estrasburgo, la Revolución Francesa, Hegel, los barcos de vapor, el amor, son pensamientos desprendidos de ese largo sueño. Pero un día el dios despertará frotándose los ojos adormilados y sonreirá, y nuestro mundo se hundirá en la nada sin haber existido jamás. "Heinrich Heine. (Fragmento de viaje)
Creo que el suicidio no es de cobardes. Hay que estar en esa terrible y crucial situación, compleja, abismal, dramática, desoladora, para entender por qué se quiere acabar con todo. Vivir por vivir no significa ser más lúcido, valiente o inteligente. Resignarse a vivir “determinadas vidas” puede ser también un suicidio.
Hay muchos tipos de sufrimiento y variadas formas de sufrir. A veces el Dolor es necesario pues nos alivia, nos libera de lastres de toda índole y condición. Como decía el filósofo, el dolor no nos hace mejores pero sí nos transforma pues nos permite descender el fondo de uno mismo. El Nobel sudafricano Coetzee dice que en el dolor sucede algo parecido a lo que sucede con el perro y el pájaro. Si un perro tiene la pata rota, al andar dice “yo soy dolor”, pero si el pájaro tiene el ala rota solo cabe decir “no puedo volar”. La pata es una parte del cuerpo pero se cura, pero el ala es la libertad interior.
Mi vida actual respira paz, alegría, armonía personal. Está llena de pequeñas grandes cosas, gestos tiernos, emociones humanas. También de lecturas, arte, viajes, y poesía. Bendita y necesaria Poesía. Afortunadamente, mi vida actual dista años luz de un tiempo pasado en que me cegó “la visible oscuridad”. Durante un tiempo negro, negrísimo, me visitó el voraz vacío existencial. En ese tiempo la idea de la Muerte acechaba mis días y sus noches. La muerte me obsesionaba como la esfinge a los egipcios. Al principio, me aliviaba la certera y puntual frase de Nietzsche: “El pensamiento del suicidio es un consuelo maravilloso: ayuda a pasar bien más de una mala noche”.
Después, la idea pasó a la acción. Todos mis actos, pensamientos, giraban en torno a la forma de anticipar mi cita con la muerte. Nada ni nadie saciaba mi hambre de muerte. Ni los amores, ni amantes, ni amigos, ni los fármacos, ni el tratamiento médico, ni el psicoanalista, ni las diversas terapias con plantas, árboles, etcétera; nadie ni nada podían devolverme la alegría y la luz que yo siempre irradiaba. Mi sonrisa (“Una sonrisa que amenazaba las tristezas”, como me llamó un poeta), se esfumó durante un tiempo de mi rostro y de mis días.
Un día, harta de tanto vació, pena y dolor, abandoné el escenario del crimen y me marché a otro país. Abandoné todo, casa, amigos, familia, pero la idea de la muerte viajó conmigo. La muerte seguía acechando mi simulacro de vida en el nuevo país. Durante aquel triste año, nigérrimo año, leí mucha Poesía, y muchos libros sobre el suicidio y sobre escritores suicidas (las Reflexiones de Henry Miller eran mis propios sentires y pensamientos. Henry Miller y otros autores me reconfortaron mucho); también escribí mucho, la escritura canalizaba mi malestar interior, aliviaba la náusea vital. Las lecturas y las letras me ayudaron; le debo mucho a las letras y a determinados escritores También me ayudó enormemente la Naturaleza, la sabia y sencilla enseñanza de las semillas que planté en aquel nuevo jardín, un selvático y caótico jardín que supe transformar en un hermoso y exuberante jardín. Un Jardín que no envidiaba a los de Versalles o Babilonia.
Las reflexiones de aquel tiempo las materialicé en un extenso libro pendiente de revisar para publicar. El prologuista del mismo dice: “Es uno de esos libros brutales pero necesarios. Contiene crónicas terribles, desgarradoras, pero también muy lúcidas, luminosas y esclarecedoras para comprender in-ciertos periodos que nos presenta la Vida. Lo importante no es lo que nos ocurre sino qué hacemos con lo que vivimos. Todo sirve y todo ayuda para no permanecer siempre en la indiferencia, en el vacío existencial. Necesitamos libros que, como decía Kafka, nos golpeen con una desgracia dolorosa, como la muerte de alguien a quién queríamos más que a nosotros mismos. Un libro que nos hace sentirnos desterrados a las junglas más remotas, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio. Un libro-hacha que romperá sin duda el mar helado que habita en nuestros corazones”.
Publicado por: Una lectora de Poesia | 17/03/2009 10:56:39
¿no hablamos de la palabra? la utilizamos
Publicado por: maririu | 17/03/2009 9:07:50
"...pero sobre todo en la memoria."
Me ha gustado, gracias.
Publicado por: suspiro | 17/03/2009 4:03:04
Interesante, gracias. Habrá que leer el libro.
En París yo tampoco escapé de vivir una gran tristeza con la diferencia que mis creaciones no fueron buenas.
Por cierto te he prometido las vaquitas pero no me las han devuelto por eso no te las he hecho llegar aun.
Un saludo amigos :-)
Publicado por: Hierba | 17/03/2009 3:55:12
Y escribe de locura. No entiendo de dónde saca el tiempo. De ahí mis palabras. Cuídese.
Publicado por: alguien | 17/03/2009 3:06:05
A mí me dijo alguien muy importante en mi vida que no escribiera más por cómo me sentía pero un pintor al que entrevistaron en su periódico, sí, uno muy bueno, me hizo ver que crear es doloroso.
Un saludo y buen día.
Publicado por: alguien | 17/03/2009 2:37:01
Se ha hablado de la depresión y del suicidio, pero de la oportunidad de la palabra no se ha dicho nada, y JC nos dice que "La Palabra Nos Puede Salvar". Esta es la enseñanza de texto de hoy. Expresar nuestros pensamientos o, al menos, intentar concebir aquello que no comprendemos nos hace cambiar la realidad, porque muchas veces esa realidad esta generada por la confusión de causas diversas, y la palabra, ayuda a ordenar las ideas y extraer soluciones de lo que parecía inevitable. Nos engañamos a nosotros mismo; esa es una capacidad, quizás, un defecto, que curiosamente tiende a imaginar una un entorno ideal cuando la verdadera realidad es otra. Ayer me encontré con un artículo de Antonio Muñoz Molina que hace mención a esta idea, y que se titula "La ciencia de lo imprevisible". En el último párrafo surge esta idea como elemento esencial de percepción de la realidad, que me gustaría destacar: "La “Ciencias de la Incertidumbre”, cuyo objeto de estudio no es el conocimiento, como en cualquier otra disciplina académica, sino su ausencia: no la seguridad más o menos amodorrada de lo que se sabe o se cree que se sabe, sino la conciencia aguda de la amplitud de lo que no sabemos y el estudio de los procesos mediante los cuales aprendemos a engañarnos sobre nosotros mismos, sobre el mundo que nos rodea, sobre el pasado y el porvenir."
Publicado por: Juan | 17/03/2009 2:13:30
Sr. Cruz usted es buena gente. Muy buena gente.
He de trabajar...he de hacerlo. Disciplina en la escritura.
Tuve un amor que nos definió como 'dos suicidas'...y era como si fuera un santo y seña.
Yo creo que más allá de histrionismos (lo que me dijo un amigo), mejor no hablar. Si llega, llegará.
Yo soy feliz ¿sabe?. Tengo la buena manía de ver el envés del reverso. Y sólo uno me dijo 'es un elitista el tal Cruz'.
Y usted es SALVACIÓN. Así que... no olvide su propia vida. No la olvide.
ay...
Cuídese y haga lo propio con los suyos aunque estas palabras sobren.
GRACIAS.
PS; así uno, realmente se come el mundo y el cobro es una factura irrisoria porque todo sigue.
Publicado por: alguien | 17/03/2009 0:56:37
Gaspard, tienes razón: hay cosas más importantes que la política. Y de suicidios, algo sé, por desgracia.
En cualquier caso, como siempre tiendes a retorcer el argumento del contrario (lo cual no merma en nada mi afecto, se trata de una estrategia de debate), te indico que no han sido los europeos los que han decidido lo que pasa en El Salvador, sino los salvadoreños. Por esta vez, no como en 1980. Creo que eso es evidente y que nadie pretendía darles lecciones: creo que, más bien, la han dado ellos. Pero debes comprender que tu primera intervención estaba redactada con una ambigüedad que me ha sorprendido; la segunda, con un esfuerzo de mantenerte en tus trece que ha includo un recurso retórico a hablar de lo que no se sabe: es retórica porque no podríamos hablar de nada. Hay millones de franceses que piensan de forma distinta a ti, y no dirás que es que están mal informados...Hay millones de franceses que piensan de modo distinto entre ellos, y todos viven en Francia.
Acerca de la frase sobre Camus, quien la dijo era un miserable. Y puedes suponer, deberías suponer, que es lo que pienso. Lamentablemente, creo que Camus no estaría de acuerdo contigo ni conmigo, pero es algo que creo, no algo que sé. Y, por mucho que consideres que la gente de izquierda nos movemos por creencias y no por ideas, sencillamente me falta un Camus vivo para que opine, como lo hacía, sobre la realidad en la que estamos. Esa constante referencia a un hombre muerto hace cincuenta años para apoyar cualquier cosa que dices me parece una apropiación indebida en el peor de los casos; en el mejor, me recuerda a ciertos debates de la izquierda para obtener la ´razón en los textos.
Publicado por: Ferran Gallego | 17/03/2009 0:47:43
me voy a acostar. Mañana cuento lo que te conté , valga la redundancia, bona nit,Juan¡Seamos políglotas!
Publicado por: ursula siemens | 17/03/2009 0:43:50
me apresuro a comentar la presentación,que tuvo lugar en el Espacio Cultural deCaja Canarias esta noche, del Diccionario Ejemplificado de Canarismos.Cacho tocho integrado por 19.000 entradas y 25.000 acepciones y locuciones.Una labor encomiable por parte de C.Corrales y D.Corbella.Felicitaciones.
Publicado por: ursula siemens | 17/03/2009 0:40:11