Rita está por aquí; ya es mayor, nació en torno al año 2000. Estuve pensando hace unos días en sus dolores de cabeza, en su posible melancolía, en su euforia. Los perros tienen, como ella, estados evidentes de melancolía, que alternan con una euforia que es también como un exabrupto de alegría. Se alegra, mueve el rabo, te acompaña por la casa hasta que considera que ya su ansia de mimo está colmada, y entonces reposa en un lugar donde la luz no sea demasiado estridente. Ahora descansa a los pies de la cama de Eva, y yo me he puesto a escribir en realidad para reflexionar sobre la euforia y sobre la melancolía, a propósito de lo que ha de ocurrir hoy al término del partido de Roma, y he visto ahí a Rita y me he detenido a pensar en la propia melancolía, o en la euforia, de animales tan solidarios, tan alegres, cuya alegría viene de la nada, de un encuentro reiterado, o de un descubrimiento que es como un relámpago en su memoria. Nada será relativo hoy, ni la euforia ni la melancolía, serán cantidades rotundas, espectaculares, unos se alegrarán y otros se sumirán en la bruma de la desesperación de la derrota. Y al día siguiente cada uno irá a sus asuntos --yo, en concreto, a Oviedo, a encontrarme con estudiantes de bachillerato-- con su alma futbolística dispuesta a superar lo peor o lo mejor que haya sucedido. Y dentro de unos años quizá uno no recuerde que hoy iba a disputarse en Roma el partido del siglo. Rita, desde luego, ya no se acuerda en absoluto de lo que ayer tarde la hizo tan feliz.
Hay 26 Comentarios
Nunca había estado tan contenta, nunca había sonreído tantas veces por el buen hacer de mi equipo (del alma), nunca había sentido con tanta satisfacción y reiteración la felicidad que los chicos, con un balón en los pies, pueden regalar. Siete jugadores del primer equipo que se han hecho grandes en casa, un entrenador que es como si fuera un hijo, al que hemos visto crecer y del que nos sentimos satisfechos por su manera de ser, de hacer y hasta de pensar. Así que, suceda lo que suceda esta noche, y no quiero escribir la palabra porque en el fondo de mi corazón no la pienso y no la voy a decir en toda la noche, estoy tan satisfecha, tan feliz por lo que hemos vivido este año, que no me sumiré, por nada del mundo, 'en la bruma de la desesperación de la derrota'. Estos chicos y su entrenador han pasado a mi historia particular de fiel seguidora 'culé'.
Esta noche vamos a ganar. Y si no, hemos ganado igual.
¡¡Força Barça!!
Buen día para todos (que lo va a ser).
Publicado por: estrella | 27/05/2009 8:01:30