Prestigio del anonimato

Por: | 28 de septiembre de 2010

Estuve anoche hablando en Pamplona del pasado, el presente y el futuro del periodismo. En algún momento evoqué allí una preocupación que me asalta cotidianamente cuando entro en el blog, no sólo a escribir el post, sino cuando leo los mensajes que tienen a bien enviar los blogueros que se deciden a entrar. Lo que me preocupa, y ya lo he dicho aquí algunas veces, es el anonimato, una de las formas más viejas del chantaje; ignoro de dónde viene el prestigio de esta forma secreta, o discreta, o sombreada, o encriptada, de la comunicación. Creo que el anonimato evita la información, la oculta; desde el anonimato, o desde el seudónimo, que es una fórmula más habitual, no se puede discutir de igual a igual con el que ofrece su identidad. Independientemente de lo que se dice, decirlo sin dar la cara es ya una manera de desdecirlo. En este blog entran muchas personas con su nombre propio (hace días entró una persona con su nombre y sus dos apellidos, lo cual me produjo una sorpresa muy estimulante; hizo una pregunta, aparantemente a gente que conoce, pero luego se diluyó, no volvió más; lástima) y otras muchas, muchísimas, con seudónimo. Respeto las tres categorías, pero evidentemente me siento más inclinado a ocuparme de lo que dicen las personas que ofrecen su identidad. Por supuesto que tengo en cuenta también las otras opiniones, porque me parece que ofrecen un abanico interesante de lo que piensa la gente, aunque yo no esté de acuerdo con lo que se diga. Pero esa no es la cuestión, que yo esté de acuerdo o no con lo se diga. Soy un apasionado del modo de decir, de la voz educada; soy totalmente contrario a que se haga uso del blog para insultar al otro detrás del abanico del anonimato o del seudónimo. Sé que todo esto que digo no contribuirá a que los que no quieren identificarse se identifiquen, pero por si acaso hay algunos que querrían expresar con su nombre y apellido lo que opinan de las cosas, ahí queda mi invitación para que se expresen con la identidad propia y no con identidades supuestas.

Hay 77 Comentarios

Saludos, Juan Cruz.
He estado leyendo en tu blog (o bitácora) tu interesante mensaje contra el anonimato y el uso de seudónimo internético.
Quiero robártelo, con permiso, y discutir el asunto dentro y fuera de tu bitácora.
El anonimato internético bajo seudónimo es una forma nueva de una triste y vieja tendencia humana: la cobardía; tirar la piedra y esconder la mano.
El caso es que quiero abrir una bitácora internética de filosofía, donde se admitirán todas las intervenciones en cualquier idioma (o sea, sin censura ninguna, ni previa ni posterior)... siempre que no sean anónimas, siempre que no se emitan bajo seudónimo, sino con nombre real. Si me dejas robar ese mensaje contra el anonimato que has publicado en tu bitácora, lo pondré, indicando tu autoría, en el encabezamiento de mi bitácora de filosofía.
El problema básico es que no se puede obligar a nadie a ser excelente. Como mucho, los castigos jurídicos y sociales pueden disuadir a algunos de actuar como canallas (no de serlo; que seguirán siéndolo, eso está claro).
El ejemplo del saco lleno de euros está claro. Si estás viendo que unos vigilantes jurados, saliendo de un banco con muchos sacos de dinero, se han dejado por despiste un saco con gran cantidad de euros en benládenes (billetes de quinientos euros cada uno) y que se van a marchar en la furgoneta, ¿qué debes hacer?
Respuesta: coger al momento el saco, devolverlo a los vigilantes sin quedarte ni un solo benladen, no aceptar otra recompensa de los sorprendidos vigilantes que muchas gracias, despedirlos y seguir tu camino.
El que no lo hace así, es un corrupto moral en mayor o menor grado. Y su corrupción se manifestará teóricamente en incitaciones a "matizar mucho las circunstancias del asunto" (léase: a justificar que ve bien quedarse con un dinero que no es suyo) y prácticamente en que se quedará con el saco, a menos que vea inminente que alguno de los guardas jurados ya empieza a sospechar que falta algún saco de billetes.
No podemos convencer, a base de buenos argumentos morales, al golfo que justifica quedarse "en algunas circunstancias" con el saco de benládenes, de que siempre hay que devolver ese saco al momento. Y al cobarde que da sus ideas bajo envilecedor velo de anonimato, ¡tampoco! podemos convencerlo, con buenas razones, de que siempre dé la cara por sus ideas.
De donde no hay no se puede sacar.
Poco simpático mi mensaje, ¿verdad, Juan Cruz? Pero es que hay verdades que no son bonitas, como ya nos decía Lao Tse.
Cordialmente, de Alexandre Xavier Casanova Domingo, correo electrónico trigrupo @ yahoo . es (trigrupo arroba yahoo punto es).


Ante el vacío existencial sobre anónimas webs insultantes, una buena samaritana se ha propuesto, con buen criterio, en dar esperanza a las personas apresadas en ese "callejón sin salida" que suponen el insulto gratuito o la mentira dañina de ciertos anónimos cobardes que se amparan en la presunta libertad de expresión, que en la cruda realidad se convierte en "libertinaje de expresión". Para poner límite y dar la posibilidad de una correcta y contundente contestación a estos impresentables nace: Infames Compulsivos, una "página web para denunciar a l@s infames caraduras que cobardemente insultan y menoscaban el honor ajeno sin que se ponga coto a sus excesos verbales y desvaríos mentales". Es decir, http://infamescompulsivos.blogspot.com/ . No hay de qué. Salu2

Hoy dan en la cuarta página razones para el anonimato.

A mí también me produce una sensación de mayor confianza, respeto y hasta de más credibilidad quien escribe con nombre y apellidos-ya sea incluyendo o no el de casados- antes que un anónimo o seudónimo -que es una mampara tras la que puede ubicarse la identidad por alguna razón, vaya uno a saber- pero en definitiva la inividualidad se esconde. Y uno siente que no sabe con quién entabla comunicación. Coincido totalmente con la forma en que lo siente y lo dice.
Saludos montevideanos, desde Uruguay,
Renée Domínguez Serres de Welker

Yo tampoco estoy de acuerdo conmigo, Jaime. El problema son las cifras del Observatorio Social: la tasa de afiliados en el sector público (33%) duplica la del sector privado (15%). El 65%-70% de los afiliados son funcionarios, cuando éstos representan el 15% de la población activa española, que es un porcentaje relativamente bajo para un país europeo. Y es verdad que no todos los que trabajan en el sector público son funcionarios, pero sí la inmensa mayoría, de acuerdo al Boletín de la Función Pública, o Boletín del Empleo Público, o como se llame la publicación del Ministerio de Administraciones Públicas. Y prácticamente ninguno de ellos se ve afectado por la contratación temporal. En cuanto a la necesidad del funcionario, sí, son necesarios, pero como el colesterol: uno de cada dos.

Mar, no creo que quieran crispar. Es su naturaleza propagandista, sectaria. La repetición. Repetir, repetir y repetir.

Intelecto, señor. No excluyo. Piense en ello. No fue gratuito.

De igual a igual se puede conversar. ¡Tan fácil y tan jodido!

Y ¿qué quieres decir tú, escritor?. Reconoce mi deuda en la duda/pregunta. De igual a igual por una vez, aunque sea la única. Amigo...

Parece que los escritores hoy se definen como quien define mejor una cabecera o un cierre de filas de una manifestación, olvidando que el primer compromiso de un escritor es con su escritura.

Un ejemplo estupendo de lo que probablemente no quiera un lector abierto y plural, que se supone acepta el compromiso como todas las personas lo tienen, eso de despreciar el compromiso de otros se lo dejamos en exclusiva a Gaspard, Chapuza, su cía, y a los socialdemócratas desencuadrados, que haberlos también los hay tantos en el Mar como en la antoniónica excusa, muy machista y atracadora de bancos, eso de que la joya en bruto era más valiosa que la que ellos supuestamente son capaces de tallar, no hay quien la digiera amablemente.

El anonimato puede tener muchas lecturas, pero la simplista asigna culpabilidad a ¡piacere! y ya vimos que hay otras iniciativas, incluso dentro del mismo periódico.

Antonio, aquí solamente hay una persona que puede exigir. Es el dueño del blog. Los demás, podemos elegir si entramos o no entramos, y también podemos elegir nuestra firma.
De todas formas, hay mucho tocacojones, con perdón. No entiendo qué hay de bueno o divertido en crispar al personal constantemente. Entre muchos individuos que comentan ocasionalmente hay una banda "del Mirlitón" que parece hablar desde una supuesta superioridad moral y cultural que nadie les ha otorgado, y hay otra banda de complacidos entre los que me incuyo, que solemos entrar con buen rollo, menos cuando tenemos el día atravesado. De todo hay. Saludos cordiales, A.C.

Entro para aclarar una supuesta duda de Antonio Corbalán, pues yo no tenía ninguna al respecto ni tampoco él me ha aclarado mucho: yo no he insultado a nadie, solo he estado en desacuerdo con el post de Juan.Si eso es un insulto...dime qué no lo es.Por cierto, he puesto en Google Antonio Corbalán, y de todos esos anónimos que me salen, caras todas para mí desconocidas, no sabría decirle quién es usted.

No podemos exigir que todos, los que escriben con nombre y Apellidos, y los que escriben con anonimos, digan siempre su verdad, pero sí que escriban sin insultar, sin menosprecio hacia el resto que no opinan como ellos.
No te parece Mar.
Salud y Resistir.

Mar, tienes razón.

También hay quien se esconde detrás de su nombre. Parecería que hablar a nombre descubierto fuera de una gran sinceridad, pero en sus palabras hay una medida vigilante de lo que se piensa y no se dice.

Estoy en huelga. Hoy no buscaré empleo.

"se deben a su base de afiliados funcionarios". Esto es un sofisma en mi opinión, Gaspard. Hay afiliados que no son funcionarios. Es más ¿tiene usted algo contra los funcionarios en general o contra alguno en concreto?.

"Hay que dejarse de huelgas". No estoy de acuerdo. Sigo pensando que la huelga es un medio y no un fin. Esta huelga y unas cuantas que se han generado a lo largo del año, creo, se han planteado como fin y no medio.

La solidaridad no sólo se demuestra en una huelga.

Hola Juan, suscribo tus preocupaciones en relación con el anonimato que, a mi modo de entender, es huir de la propia identidad o no querer reconocer que en el diálogo, en la confrontación de ideas -aunque sean diferentes a las nuestras- es dónde se halla precisamente la democracia.
¡Ánimo y un abrazo!,
José María

Pues no, Chapuza, no eso lo que pienso. Y si lo pensara, no lo diría.

Respecto a la huelga, después de la euforia de madrugada, cuando con nocturnidad y alevosía mejor funcionan los piquetes que amenazan y rompen cristaleras, a imagen y semejanza de los Curtidores de G. Grass, sin Charles Ryders en su contra, como en la huelga del 26 retratada por Evelyn Waugh, los sindicatos se muestran "más prudentes". Normal, dado que el consumo de energía se ha recuperado. Da igual. Se iniciará la guerra de cifras habitual. Pero la huelga es un fracaso -como lo fue la de 2002-, porque los sindicatos están desprestigiados, se deben a su base de afiliados funcionarios, la coyuntura económica debilita la resistencia ciudadana y España gira en estos momentos claramente a la derecha. Habrá que ver qué pasa en Lo que queda del día, título de una buena película.

Hay que dejarse de huelgas. El futuro de la lucha de clases está en la especulación. "I have, which will surprise you not a little, been speculating partly in American funds, but more especially in English stocks, which are springing up like mushrooms this year (in furtherance of every imaginable and unimaginable joint stock enterprise) are forced up to a quite unreasonable level and then, for most part, collapse. In this way, I have made over £400 now that the complexity of the political situation affords greater scope, I shall begin all over again. It’s a type of operation that makes small demands on one’s time, and it’s worth while running some risk in order to relieve the enemy of his money." Carta de Karl Marx a Lion Phillips en 1864. Para entonces, gracias a la herencia de Wilhelm Wolff, al que dedica el Primer Tomo, el pequeño burgués que había caído en la desgracia por sus ideas, y que a duras penas había podido dar, en medio de la pobreza, cierta semblanza de clase media a su familia, recuperó lentamente su posición y empezó a hacer lo que hacen los pequeño burgueses: invertir los ahorrillos.

Mi querido Juan,

Por si acaso... Me identifico...

Un fuerte abrazo

Buenos sonetos, facilidad con la métrica. Pero el objeto de la duda fue más hermoso.

Interesante ese comentario que aporta otro enfoque. Opinión e información. En este foro se opina y, a veces, se informa. Chapuza, la politiquería entiendo que es la demagogia y la propaganda.

Chapuza, si no existiera el capitalismo no habría huelgas. Tampoco asalariados.

“Pero al lado de crónicas y trabajos de investigación en los que el anonimato de la fuente está plenamente justificado, podemos encontrar también en las páginas de EL PAÍS, con más frecuencia de lo deseable, crónicas y reportajes basados en fuentes anónimas cuya ocultación no está en absoluto justificada. Ya en enero de 2007, el entonces Defensor del Lector trató este asunto después de que el Comité Profesional expresara a la Dirección su preocupación por el aumento del uso de fuentes anónimas. Creo que la tendencia no solo no se ha corregido, sino que se ha acentuado. Una parte del aumento puede explicarse por el esfuerzo que EL PAÍS hace para ofrecer a sus lectores un periodismo de investigación en asuntos tan controvertidos como las tramas de corrupción. Pero otra parte, precisamente la más problemática, se debe en mi opinión a la creciente tolerancia hacia unas rutinas que deberíamos revisar porque el uso injustificado de fuentes anónimas afecta a la credibilidad de la información. Y disgusta a los lectores.”
Artículo completo:

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Demasiadas/fuentes/anonimas/elpepuopi/20100926elpepiopi_5/Tes

Chapuza, la huelga es un instrumento de presión y, para algunos trabajadores el último que se ha de tomar. No es un referendum en sí misma.

Me temo que nunca sabremos por qué siente vergüenza Ajena. Parece ser de ese tipo de anónimos que se refieren aquí.

Entro para aclarar una duda de Fuera del tiesto.
"quiere decir que lo que diga un tal Fuera del Tiesto(por ejemplo) queda invalidado ipso facto".
No amigo mio, quiere decir que "el habíto no hace al monje", que usted puede escribir con anonimo, seudonimo o con el nombre que prefiera, pero con educación y sin insultar.
Quién insulta y grita, los clasicos decian que, "Pierden la razón".
Con buenas formas se puede decir todo y a todo el mundo incluso al Papa, no hablamos con nuestro Diós todos los días, pues igual manera podemos disentir del texto del blog sin problemas, nos hacen un favo, cuando nos ilustran los anonimos.
El blog es una escuela en donde cada comentarista es de una idea distinta y todos tenemos los mismos derechos, solo nos diferencia la forma de decir las cosas.
Seamos inteligentes y no nos ataquemos inultilmente.
Salud y resistir.

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Sobre el blog

¿Qué podemos esperar de la cultura? ¿Y qué de quienes la hacen? Los hechos y los protagonistas. La intimidad de los creadores y la plaza en la que se encuentran.

Sobre el autor

Juan Cruz

es periodista y escritor. Su blog Mira que te lo tengo dicho ha estado colgado desde 2006 en elpais.com y aparece ahora en la web de cultura de El País. En cultura ha desarrollado gran parte de su trabajo en El País. Sobre esa experiencia escribió un libro, Una memoria de El País y sobre su trabajo como editor publicó Egos revueltos, una memoria personal de la vida literaria, que fue Premio Comillas de Memorias de la editorial Tusquets. Otros libros suyos son Ojalá octubre y La foto de los suecos. Sobre periodismo escribió Periodismo. ¿vale la pena vivir para este oficio?. Sus últimos libros son Viaje al corazón del fútbol, sobre el Barça de Pep Guardiola, y Contra el insulto, sobre la costumbre de insultar que domina hoy en el periodismo y en muchos sectores de la vida pública española. Nació en Tenerife en 1948.

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