¡Ya!

Por: | 20 de noviembre de 2010

35 años. Era tan evidente que esa noticia se iba a producir de un momento a otro, era tan obvio que cualquier día, de mañana, de madrugada, de tarde, de noche, se pararían las emisiones para dar LA noticia, que cuando la escuché en la radio de la cocina tan solo grité ¡YA!, y la casa se enteró de todo tan solo gracias a esa expresión de dos letras y unas interjecciones. Luego fui al periódico, donde un compañero lloraba; después hicimos el periódico, y aquel compañero se fue calmando. En la tele ponían imágenes que vio mi hija junto a mi madre, que estaba en el hospital. La niña tenía dos años, y se acostumbró a considerar esa como una noticia, porque todo el mundo miraba el aparato. Franco ha muerto. Pusieron muchas veces esa imagen de Arias Navarro llorando; era un hombre antipático, antipático como los hipócritas. Pero entonces era, para el régimen, la imagen que el franquismo quería: un hombre que lloraba mientras miles de personas, en el silencio aún impuesto de las calles, gritaban hacia adentro ¡YA! Ahora hace 35 años de ese grito. Como si el país hubiera estado taponado, un estanque quieto que de pronto se agitó y se puso a andar. El llanto de Arias duró un tiempo, pero este país quería quitarse de encima lo que significaba esa metáfora que Franco dejó encima de su mesa como un nudo: todo atado y bien atado. Basta es una buena palabra para decir lo que significa la expresión ¡YA!

Hay 77 Comentarios

Amigo Gaspard, estoy sustancialmente de acuerdo con todo lo que dice en este último comentario, y creo que no hay nada más que añadir por mi parte. Solamente expresar un deseo que pienso que es común a muchos que en este país tienen voluntad de superar los problemas para dejar un futuro mejor a los que vengan: que en una próxima reforma de la Constitución, que tengo la esperanza de que no se hará esperar mucho, los políticos sepan encontrar las vías de entendimiento y plasmar las soluciones que posibiliten el mejor encaje de todas las instituciones (jurídicas, sociales, históricas, culturales, nacionales...) en un proyecto común hecho entre todos y para todos.

Un placer

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¡Qué importa un día! Está el ayer alerto
al mañana, mañana al infinito...
Hombres de España, ni el pasado ha muerto,
ni está el mañana -ni el ayer- escrito.

(Antonio Machado)

Sr. Etc.,

Como dije, en un colectivo pequeño -escolar, laboral-, la abstención tiene un carácter de aceptación mucho más definido que en uno tan extenso como una población de dos millones de habitantes. El PNV se abstuvo para no comprometerse con la Constitución, para no dejar cerrada la puerta a otros caminos que fueran -o vayan- más allá del actual marco jurídico-político. Precisamente, se abstuvo para que nadie pudiera decirle, pero si has dicho que sí. No dijo ni sí ni no, y el "ninismo" es el rasgo principal del pragmatismo táctico que ha escogido el nacionalismo vasco, en la mitad de su péndulo histórico. El PNV, desde luego, no es federalista, no cree en el federalismo, o le es indiferente absolutamente. El federalismo español supuso el 'café para todos', que al PNV le da igual, y a todos los vascos nos trae sin cuidado, en la medida en que el Concierto nos permite escapar del régimen común, y esa bilateralidad exclusiva, tan ansiada por los catalanes, se extiende a ámbitos competenciales igualmente exclusivos respecto al resto de comunidades.

Los nacionalistas luchan por los intereses de sus pueblos, pero esa no es una condición exclusiva de los nacionalistas. Todos lo hacemos, o procurarnos apoyar a quienes lo hacen, aunque no seamos nacionalistas, ni de un bando, ni del otro.

La relación de 1:3 es la de 480.000 SÍES contra 160.000 NOES.

La especificidad cultural es un concepto que se queda corto: es una especificidad nacional. Repito: lo que diferencia a Euskadi de Cantabria no es que la primera posea una lengua propia, sino que la mayoría de sus ciudadanos se consideran integrantes de una nación, distinta a la española, que algunos la sienten compatible y otros, no. En Cantabria, por no ir a Murcia, los regionalistas, que los hay, se sienten cántabros, sin que ese sentimiento constituya para ellos un germen de identidad nacional, que sólo identifican con su nacionalidad española.

La Constitución de 1978 dice, en esa disposición, que "ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales". Fórmula ambigua, así deseada por el PNV, cuya interpretación podría ser amplia si se quisiese. Pero no es esa la voluntad por parte española. Por eso digo que nunca se solucionará el problema vasco. No hay voluntad por parte de quienes descartan por inoportuna toda reforma del marco constitucional en el sentido del reconocimiento de la plurinacionalidad española, una realidad que se pretende obviar, y que conlleva necesariamente aceptar el derecho a la autodeterminación.

Un placer.

Buen artículo, pero a mi parecer debemos superar el trauma del Franquismo con nuevas dosis de renovación, cicatrizando viejas heridas.. YA, también fue un periódico del régimen que sobrevivió hasta 1996, sin embargo es una expresión que en el silencio de la desesperación refleja la impotencia de la dictocracia a la que estamos llevando, el "régimen" democrático con tanto decreto ley mal consensuado y leyes del todo lejos del espíritu de la constitución. Advierto a mi parecer, graves terremotos de conciencia social ante la incertidumbre de los nuevos tiempos por venir.

Estimado amigo Gaspard, tiene usted mucha razón al decir que le estamos dando demasiadas vueltas a las cuentas del referéndum de 1978 en lo que concierne a Euskadi. Quisiera, no obstante, que me admitiera una última reflexión sobre el asunto dejando ya a un lado números y porcentajes. En un referéndum la abstención significa un SÍ al resultado que se produzca. Cuando alguien dice: "Vamos a someter a votación si hacemos esto o no lo hacemos", la postura abstencionista significa al efecto: "Acepto lo que digáis unos u otros. Estoy con el que gane". Bien, pues ante esta disyuntiva se vio el PNV en el año 78, entre si decantarse a favor de la postura "federalista" que significaba aprobar la Constitución, o decantarse a favor de la postura "independentista" que traducía el deseo de una parte muy relevante también de la sociedad vasca. El PNV se vio inmiscuido en este "juicio salomónico" (permítame la "parábola"), y optó por una decisión que, no siendo ortodoxa, quizá sea la más inteligente que pudo haber adoptado: "Discutidlo entre vosotros, y yo estaré con el que gane". Posiblemente, en el propio seno del PNV también se daba esta división de la opinión, existiendo partidarios de ambas posturas que no lograron encontrar un acuerdo que resumiese la voluntad de la mayoría.

El PNV, que representa a un 30% de la sociedad vasca, del PUEBLO VASCO, era la voz decisiva en este proceso, y cuando dijo que se abstenía sabía que estaba abriendo la puerta a España y cerrándosela a los independentistas, porque el PNV, Gaspard, quiere estar con España, porque sabe que esa es la verdad de todo este asunto. Y es que los nacionalismos no son malos; son inteligentes, porque luchan por la tierra, por lo propio, y defienden el interés de esa tierra, el interés verdadero, el que verdaderamente conviene, ajustándose a los requerimientos de la razón y de la verdad (el Derecho) cuando son democráticos de verdad, como lo es el nacionalismo vasco encarnado en el PNV.

La relación entre el SÍ y el NO en Euskadi no fue de uno a tres; fue de uno a uno, o si quiere, de uno a uno coma un poquitín, y usted lo sabe, Gaspard, no me haga echar las cuentas de la vieja.

En el tema de la represión franquista yo insisto en que en otras partes de España fue tan brutal o más que en Euskadi, aunque sí es verdad que en Euskadi se resistió más que en otras zonas a ese abuso, por muchas razones, como pueden ser su cercanía a Francia, o también su especificidad cultural, circunstancias estas que on otros lugares no concurrían.

En el tema de la foralidad, como usted bien sabe, es la Constitución de 1978 en su Disposición Adicional Primera en relación con el número 2 de la Disposición Derogatoria Única la que zanja definitivamente el problema foral planteado por la Constitución de 18 de Junio de 1837, agravado un siglo después por el Decreto de 23 de Julio de 1937 que suprimió el sistema de Concierto.

El derecho de autodeterminación se deja a un lado porque no es de aplicación al caso, y el aludir a ello no significa otra cosa que fomentar la confusión. España reconoce el derecho de autodeterminación de los pueblos, tal y como está estauido en las disposiciones internacionales que lo regulan. En cuanto a naciones y regiones, la terminología constitucional precisamente hace esta distinción porque es consciente de la diversidad de naturalezas que presentan los sujetos jurídicos con derecho a la Autonomía. Unos acceden a la Autonomía en virtud de unos títulos y otros lo hacen por otras razones.

El derecho a la ruptura del contrato está en la propia Constitución contemplado, a través de las fórmulas de reforma total o parcial que en la misma se establecen. El contrato es la Constitución.

Celebro haber mantenido con usted esta apasionante polémica en un asunto en el que no siempre se encuentra uno con una interlocución inteligente y argumentada como la que en esta ocasión se ha producido entre nosotros. Me ha resultado de mucho provecho la ocasión de conocer su pensamiento sobre este tema. Quedo a su entera disposición si desea alguna aclaración o proseguir desarrollando este debate.

Eskerrik asko, Gaspard

Sr Etc., estamos dando tantas vueltas al cuello que lo vamos a romper. Para terminar con el asunto: en el referendo del 6/12/78 en las tres provincias vascas votarona a favor 480.000 personas, 163.000 en contra y se abstuvieron 860.000. De un millón y medio de votantes, menos de medio millón de votos a favor. El "sí" ganó legalmente, no socialmente. Más de 30 años después no se puede decir otra cosa. Solo hace falta consultar los resultados del referendo del siguiente año sobre el Estatuto de Gernika, aprobado por más del 50% de un censo que prácticamente era el mismo que el de 1978, dejando a un lado las defunciones de algunos electores y el acceso de nuevos electores al haber cumplido la edad legal de voto. Ojalá el PNV hubiera pedido el "sí", pero no ocurrió así. Y cuando más de la mitad de la población se abstiene en un referendo no sobre la legalización de la marihuana, sino sobre algo tan crucial como una Constitución, y cuando la relación entre el "sí" y el "no" entre los que votan es de 1:3, hay un problema. Se podrá ocultar diciendo que legalmente ganó el "sí", pero entonces no se entiende lo que ha ocurrido en los siguientes 30 años en Euskadi, y lo que seguirá ocurriendo ad infinitum, porque el problema vasco jamás se resolverá con el marco jurídico-político actual, que fue apoyado sólo por un tercio del censo del momento. Hoy no sabemos qué ocurriría, porque "no es oportuno hacer referendos", como se dice.
La represión en Euskadi sí fue peor que en el resto del "territorio". La elección de la palabra "territorio" dice mucho. Euskadi no es una región, un poco folclórica, pero región, del territorio español. De nuevo, si no se entiende su especificidad nacional respecto a las regiones de España, no se entiende nada. La represión cultural y nacional se sumó a la política y social, por eso se declaró el estado de guerra en Guipuzcoa y Vizcaya, por eso los disturbios a principios de los 70 fueron tan graves.
Los derechos forales preceden a la Constitución de 1978 y a la del 1931. Estás reconocidos mucho antes, como prueba la existencia del Concierto a partir de la Restauración a cambio de la abolición unilateral de los Fueros, decisión contraria al compromiso de 1839. Cantabria tiene derecho a creer que es lo que quiera ser; no es prerrogativa de Euskadi decirle qué puede ser o no. Del mismo modo, Cantabria no puede decirle a Euskadi lo que puede y no ser. Euskadi y Navarra, por sus derechos forales, gozan de una relación privilegiada, BILATERAL, con el Estado, que los deja fuera del régimen común y no es consecuencia ni de tener una lengua propia, ni de ser "nacionalidad histórica" o no, una aberración jurídica, por otra parte. La nacionalidad se refiere a la condición legal de una persona física, no a la de una persona jurídica. Si se habla hoy de "nacionalidad" y no de "nación" es porque se hizo una concesión en ese sentido a Alianza Popular, que, con todo, lo creía excesivo, pues prefería, como usted dice, hablar de "regiones". Euskadi es lo que es por derecho propio, por los derechos forales que le son propios, no es la pierna o el brazo de la península, una observación naturalista u organicista del derecho público bastante curiosa. Es un sujeto político con derechos forales propios, cercenados de iure durante los dos últimos siglos, un sujeto político que se basa, únicamente, en la voluntad popular mayoritaria de sus habitantes de ser considerada como tal. Por eso, cuando el Euskobarómetro o cualquier otro estudio de opinión pregunta a los ciudadanos vascos si cree que a Euskadi le corresponde el derecho de autodeterminación que algunos pretenden dejar a un lado -como durante 30 años se ha dejado a un lado el incumplimiento del Estatuto-, la respuesta es abrumadora en sentido afirmativo. Algo que no hay que confundir con la respuesta a una eventual independencia. Porque autodeterminación significa tener derecho a romper el contrato, no romperlo. Pero España jamás reconocerá ese derecho, por miedo a que en el ejercicio del mismo, la ficción política y jurídica de que Euskadi es una región más se vea desmentida por los votos en una consulta ad hoc. Consulta que se rechaza, lógicamente, desviando la atención a elecciones de Parlamentos a los que la propia Constitución niega todo derecho a pronunciarse a ese respecto. La cuadratura del círculo es imposible. Por lo que a mí respecta, creo que la independencia es una estupidez, pero me creo, como el resto de vascos, en el derecho a ponernos de acuerdo entre nosotros al respecto y después acudir al resto de España con un acuerdo. Hoy ese acuerdo entre vascos no es posible; pero si en el día de mañana si lo fuera, las puertas de España están cerradas. No es oportuno, nosotros dedicidiremos lo que se puede y no se puede hacer, etc., Sr. Etc.

Gaspard, el porcentaje de abstención en el referéndum del 6 de diciembre de 1978 en Euskadi fue de un 55% del censo, no del 70% (de un censo total de 1.552.000 personas acudieron a las urnas 692.000, y se abstuvieron 860.000)

El porcentaje de abstención en el global de toda España fue de un 32%.

En esa diferencia entre el 32% global de España y el 55% particular de Euskadi es donde cabe afirmar que se materializó el seguimiento a la abstención patrocinada por el PNV.

Ese 25% diferencial que resulta, o ese 30%, para ser más justos, ya que el resultado de la abstención natural global en toda España se vio incrementado notoriamente por la elevadísima abstención particular de Euskadi, ese 30%, si hubiese sido "NO a la Constitución" viene a resultar un resultado muy parejo al cosechado por el SÍ, y por lo tanto no hay esa aplastante diferencia entre SÍ y el NO que hubiéramos conocido si el PNV se hubiera pronunciado en uno u otro sentido. Haga usted las cuentas, que es usted economista y sabe usted mucho más que yo de todo esto.

En todo caso, reconozco que habría ganado el NO a la Constitución, por poco margen, pero habría ganado. Digamos, en números redondos, que el NO habría cosechado en torno a un 38% o 40% de los votos frente al 30% o 31% que el SÍ obtuvo efectivamente en votos, y estoy siendo muy generoso en el tratamiento de los datos en favor de la postura que usted defiende.

La diferencia entre el SÍ y el NO no hubiera sido tan abismal, y ello debe ser tenido en consideración, Gaspard, y nos puede indicar que lo que ahora nos parece equivocación en la postura del PNV quizá fue una virtud.

Rechazo el término "invasión" con el que usted califica el golpe de estado derechista contra la República. La declaración de provincias "traidoras" es una felonía más, atribuíble en exclusiva al felón que la propaló, el General Franco, y a quienes le secundaron, pero no a España o al pueblo español. Pero le diré, amigo Gaspard, que la represión no fue menos encarnizada en el resto del territorio, y el ataque contra las lenguas y demás señas de identidad de las distintas regiones de España fue generalizado allí donde estas resultaban molestas para la estrechez mental y para los propósitos del degenerado General y sus acólitos, ellos sí traidores, a España, a Euskadi y hasta a su propia madre si se hubiese opuesto a sus designios.

Las relaciones del Estado con Euskadi en el aspecto de las transferencias de competencias y desarrollo estatutario atraviesan en la actualidad por el mejor momento en todo el período democrático desde 1978.

Creo que es interesante detenerse un momento en la definición del término "nacionalidades históricas". El calificativo de "históricas" con el comúnmente nos referimos a Euskadi, Catalunya y Galicia hace referencia no a la historicidad o antigüedad de estas tres Comunidades Autónomas, ni a su singularidad respecto de las demás Comunidades Autónomas por el hecho de poseer lenguas distintas a la lengua española (que también poseen como propia desde hace siglos), sino al hecho de que estas tres Comunidades Autónomas fueron las únicas que en el breve espacio de tiempo de la II República llegaron a plebiscitar estatutos de Autonomía. Ese es el rasgo que diferencia a estas tres comunidades del resto, no la historia, ni la cultura. ¿No es nación histórica Andalucía? ¿No es nación histórica Navarra? Evidentemente, algunas comunidades no son naciones históricas (Madrid, La Rioja, Ceuta y Melilla...), pero otras son "historiquísimas", por decirlo de alguna manera (Castilla y León, Asturias, Aragón...). Cantabria no existió como nación histórica a efectos jurídicos hasta 1978, ¿pero no es histórica Cantabria?

La Constitución contempló dos formas de acceso a la autonomía de las naciones culturales y políticas de este país: por una parte, la de aquellas que habían ya plebiscitado sus estatutos durante la II República (art. 151), y por otra parte la del resto, que la Constitución no determina qué naciones o regiones sean. Creo que esto es importante de recordar.

Y en cuanto al referéndum soberanista, Gaspard (dejemos ya a un lado el derecho de autodeterminación), por la misma razón que la parte lo reclama, el todo también lo puede reclamar, porque en cuestión de soberanía el pueblo español tiene su derecho sobre el territorio. La península no es un matrimonio, Gaspard, sino una realidad física, e histórica. Es una coincidencia de derechos sobre algo que es común, como común es que en un cuerpo hay brazos, piernas, cabeza y otros órganos, que no son separables del cuerpo por naturaleza. La Constitución es la mejor forma de regular lo más justamente la convivencia de esos derechos e intereses diferentes que conviven en un espacio común.

Un saludo

Sr. Etc.:

El PNV se postuló claramente a favor de la abstención. Como resultado, se produjo una abstención masiva. Abstenerse significa acatar el resultado, aceptarlo, no votar por él. La mayoría de los electores no votó la Constitución. En caso contrario, el resultado habría sido el mismo en Euskadi y Madrid. Las tres provincias, luego territorios históricos, y Madrid aprobaron la Constitución, pero sólo el 30% en Euskadi frente al 70% en Madrid. En grupos reducidos, como una clase o la plantilla de una pyme, la abstención tiene un significado de aceptación mucho más claro; en colectivos numerosos, se diluye el compromiso con el resultado. Que el PNV no llamó a votar en contra está claro; para fortuna de la Constitución, porque en caso contrario habría sido rechazada de manera aplastante. La mayoría no quiere decir lo mismo cuando supone un 70% contra 30% de minoría votante y abstencionista o cuando es al revés. Es una señal de distancia clara, y un fracaso histórico, motivo por el cual 32 años después la Constitución sigue mal vista por una mayoría en Euskadi, aunque el Estado se guarde muy mucho de permitir que esta opinión se pueda expresar en un referendo explícito.

1936 supone para España una guerra civil; para las nacionalidades históricas, una invasión. Claro que hubo partidarios dentro, empezando por Álava –que, curiosamente, fue el territorio histórico más favorable a la Constitución, y el único donde el “constitucionalismo” ha gobernado una diputación en democracia, pero fueron dos de sus provincias las declaradas traidoras y el único territorio de Europa occidental donde se declaró el estado de guerra tras la Segunda Guerra Mundial, junto con Polonia, Hungría y Checoslovaquia, cuando éstas fueron invadidas o estuvieron a punto de serlo, en el caso de la primera, por el Ejército Rojo. Se despojó a los ciudadanos vascos no sólo de sus libertades individuales, como en el resto de España, también se intentó destruir su carácter nacional. Fue un “estado de guerra” no solo político y social, también nacional, persiguiendo el idioma hasta en el nombre del último pueblo, destruyendo el Concierto que antecedía a la República, violando una vez más las promesas de dos siglos.

El incumplimiento del Estatuto es responsabilidad compartida, efectivamente. El PNV no quiso asumir ciertas transferencias sin Seguridad Social propia, y otras competencias fueron bloqueadas, y lo siguen estando, por el Estado, porque así le apetece. En todo caso, en el carácter bilateral exclusivo de Euskadi dentro de España, se trata en último término de la voluntad del gobierno central de turno, y de sus necesidades parlamentarias, en vez de respeto a la legalidad, y no a cualquiera, sino a una ley orgánica.

Las Constituciones no son ni mejores ni peores por ser o no reformadas. No es la cuestión. La cuestión es que en España no se permitirá ninguna reforma de tipo federal. Ni se abordará la modificación del Senado. Es un mensaje claro de que no hay nada de qué hablar. Por tanto, el problema de España jamás se resolverá. Sólo queda conllevarse y cumplir con los deberes institucionales, pero no se puede esperar lealtad institucional ni compromiso con España en la medida en que España ya no desprecia, sino que simple y llanamente continúe negando el carácter nacional de las nacionalidades históricas, término que, como ha dicho el Constitucional, no quiere decir nada en realidad, a la hora de la verdad, y que, de hecho, constituye la condición de un individuo y no la naturaleza jurídica de un sujeto político. Detrás del “respeto a las nacionalidades” no hay nada más que descentralización. Esa descentralización, de gestión de escuelas, hospitales, policías, infraestructuras y recogida de basuras, puede ser bienvenida en las regiones autónomas, pero cuando se exige un respeto auténtico al carácter nacional de Euskadi o Catalunya no se está hablando de la recogida de basuras. Creo que está claro. Pero el consenso en España sí que existe, el consenso es que España es única e indivisible, y el autogobierno significa poder recoger la basura y tener un instituto meteorológico. Imprescindible pero insuficiente.

Las naciones existen si hay quienes creen en ella: los partidos nacionalistas son mayoritarios en Euskadi y absolutamente minoritarios en Iparralde. Francia hizo desaparecer las diversas variantes del patois en el XIX mediante la Escuela de Ferry, es a día de hoy completamente intransigente para con las lenguas regionales, que discrimina y marginaliza. Pero Francia tiene una tradición política de centralización que precede a estos hechos, mientras que España sólo se ha podido construir en base a la centralización. En un caso la Nación existía antes que el Estado, en España ha habido que construir el Estado para asegurar la unidad de la Nación. En Francia los valores de la Revolución sirvieron para crear un aspirador universalista de las disparidades vasca, bretona, occitana, corsa –hasta cierto punto–, cosa distinta de Alsacia-Lorena, cuya problemática ha sido el carácter binacional-renano de disputa con Alemania. En España esos valores sólo han existido desde 1978, pero para entonces, tras 35 años de represión nacional contra Euskadi y Catalunya, era demasiado tarde para construir la unidad nacional española. Y como no se ha podido construir por los hechos, se ha intentado establecer de iure. Pero sigue siendo una ficción, legal, pero de ficción.

Sobre el referendo: no se trata de una opinión, no se trata de un asunto de gestión pública, repito, no se trata de la recogida de basuras. Se trata de los derechos nacionales, supuestamente protegidos por la Constitución, y vetados por la misma simultáneamente. Se trata de poder decidir si podemos irnos, eso no se puede decidir en unas autonómicas. Hace falta reformar la Constitución. Y volvemos al punto inicial: jamás se permitirá que se haga una reforma en ese sentido. La vía está cerrada, está muerta. La autodeterminación, como la entiende la ONU, no es aplicable en ningún sitio a estas alturas, en la medida en que no quedan colonias. Todas se independizaron, o algunas adquirieron alguna forma de autogobierno de ultramar o similar. No hace falta recurrir a la figura de la colonia. Quebec jamás ha sido colonia de Canadá, es parte integrante de la Confederación de 1867, si bien no firma la Constitución de 1982. Quebec puede, como Stéphane Dion, admite hoy en este diario, pronunciarse al respecto. Por qué no las nacionalidades históricas españolas. Por falta de voluntad del Estado. Efectivamente, no se ve la necesidad de reformar la Constitución en el artículo 2. El consenso entre españoles sobre el tema está claro, zanjado, no hay más de qué hablar de ello. Por eso digo que hay que conllevarse, porque jamás podremos vivir juntos felices. Es un matrimonio a la fuerza. Dijiste, “sí, quiero”, y ahora ni se te ocurra querer divorciarte. No ya divorciarte, ni pienses que tienes derecho a ello. Bueno, pues en ese caso, ni tenemos que vivir en la misma casa, al menos hagámoslo en habitaciones diferentes, y no me pidas que te quiera.

Estimado amigo Francisco Gómez, Paco, no creo haber dicho que para qué cambiar la Constitución. Más bien pienso que habré dicho que no veo necesidad de cambios en alguna de las cosas que alguien haya propuesto para su reforma. Las leyes, evidentemente, deben ser actualizadas y mejoradas en todo aquello que la experiencia y la práctica de los días nos indica que así debe hacerse. Los temas que tú propones como objeto de esas reformas, según entiendo, no precisan de reformas constitucionales sino de reformas parciales de las leyes que los desarrollan. La Constitución establece unas líneas maestras, unas bases, unos presupuestos mínimos y máximos que han de ser observados a posteriori por el legislador a la hora de regular el ejercicio de los derechos que en la Constitución se recogen con carácter de principios básicos. Así, el funcionamiento de la Justicia y de los órganos jurisdiccionales, o de los partidos políticos y su régimen de financiación, no son cuestiones que deban ser tratadas desde la mecánica de las reformas constitucionales. En mi opinión lo que debería ser reformado en la Constitución es la institución del Senado, que podría configurarse como una Cámara de representación territorial en la que las naciones y regiones reconocidas como partes integrantes de la nación española tuvieran el protagonismo y la participación en los asuntos comunes que en cuanto sujetos de derecho y actores del proceso político deberían tener en la vida política. Pienso que ahí hay un efectivo déficit constitucional, y que las fuerzas políticas deberían buscar el consenso real que posibilitase esa adecuación del texto constitucional.

Un saludo

Sobre el tema del referéndum, amigo Gaspard, yo le recuerdo a usted que el referéndum, en España y en el resto de países democráticos, no es considerado como una forma idónea de administración de los asuntos políticos y sociales. Si hubiera que hacer un referéndum cada vez que alguien pretendiese modificar algún aspecto de nuestra actividad socio-política, no tendrían horas los días ni días los años ni años los siglos para que nos diera tiempo a llevarlos a cabo. La opinión de los ciudadanos se conoce a través de los mecanismos parlamentarios de representación política.

La autodeterminación de los pueblos como derecho, ya que la menciona de pasada, no encuentra en la situación española los requisitos formales exigibles para que quepa aludir a ella. No hay colonialismo ni sometimiento ni vejación que diese lugar a la invocación de este derecho.

En cualquier caso, la realidad es que los pueblos de España se autodeterminaron a la hora de aprobar la vigente Constitución, puesto que expresaron su voluntad de participar en el común proyecto de convivencia democrática que la España constitucional supone, y creo que se puede decir que con mucho acierto y muy buen criterio por parte de todos ellos.

La Constitución solo puede ser reformada por los métodos previstos en ella misma. Quien patrocine reformas debe atenerse a esta regla del juego exactamente igual que a las demás que conforman el ordenamiento total. Si no obtiene el consenso suficiente no podrá hacer prosperar esa reforma. Tiene que convencer.

Lo que dice Maragall, en mi opinión, es exactamente lo mismo, en esencia, que lo que se dice en el artículo 2 de la Constitución, hecha la salvedad de la alusión al derecho de autodeterminación, que no procede. Sinceramente, no veo la necesidad de reformar la Constitución en este punto.

Un placer el intercambio de opiniones y el debate siempre fructífero y ameno que con usted se mantiene. Un saludo.

Estimado amigo Gaspard, son numerosos los temas que aborda usted en su último comentario, y sobre alguno de ellos creo que se debe hacer alguna consideración.

Siguiendo el orden utilizado por usted, en primer lugar tenemos el problema de nuestras discrepantes interpretaciones de la aritmética electoral que se dio en el proceso de aprobación de la Constitución en Euskadi. Evidentemente, las matemáticas no mienten, y con las cifras en la mano los porcentajes que usted señala son rigurosamente exactos. Yo he pretendido poner de manifiesto que el porcentaje del 30% como única "masa electoral" que responde afirmativamente en Euskadi al nuevo estatus que la aprobación de la Constitución representa debe ser ponderado, en atención a la circunstancia de haberse pronunciado el PNV a favor de un abstencionismo ambiguo que ni dice sí ni dice no. Yo podría decirle a usted que el PNV (uno de los actores más importantes en el escenario vasco, o el que más) no estaba en contra de la Constitución, y que el que calla, otorga. Lo cierto es que la Constitución fue aprobada por los electores vascos, y no cabe a día de hoy el argumento porcentual para deslegitimar esta decisión.

En cuanto a la referencia que hace a Batasuna y a las autonómicas de 2009, realmente le digo que no lo he entendido muy bien, ya que en ningún momento he hablado de Batasuna.

La Constitución significa un acto de restablecimiento de la legalidad de 1936. Euskadi era entonces una Comunidad Autónoma con su Estatuto aprobado y vigente dentro de la legalidad general de la República, y a ese estado retrotrae las cosas la constitución del 78. España no robó nada; fueron Franco y su Régimen los que alteraron la legalidad, y como usted bien sabe, también tuvieron cómplices y partidarios en Euskadi. El incumplimiento del Estatuto actual por espacio de 31 ha sido parcial, y se debe a una multiplicidad de causas, no a una voluntad de incumplir. Es un proceso de transferencias que lleva su tiempo y su negociación, y creo que se puede decir que ambas partes tienen responsabilidad en los retrasos, aunque con eso no pretendo justificar posturas de intransigencia que también han tenido lugar, especialmente por parte del PP.

Las constituciones, Gaspard, no son mejores por el hecho de que se modifiquen. Al contrario: una no modificación puede dar idea de que la Constitución está bien hecha y no precisa reformas, y una modificación, de lo contrario. En cualquier caso la reforma constitucional requiere un consenso muy amplio (yo pienso que debería ser más amplio todavía, no unánime, por supuesto) ya que la materia constitucional es de especial importancia y relevancia en el ordenamiento jurídico. Ese consenso en España no se produce porque el debate político está muy radicalizado, de lo cual todos somos responsables.

Sobre el tema nacional, creo hay que decir, Gaspard, que en Francia también ha habido problemas de territorialidad y de nacionalidad (Alsacia-Lorena), y que la unidad de la nación francesa se vería comprometida si en España se viera en ese estado por motivo de Euskadi, ya que Euskadi se extiende a uno y otro lado de los Pirineos. No veo yo que obste la existencia de la nación euskalduna en Francia a la unidad de la Nación francesa, como no veo que por el mismo motivo sufra merma la unidad de la Nación española por el hecho de que uno de los elementos integrantes sea la Nación de Euskadi. Eso será así para Rajoy, quizá, pero no para el pueblo español, quien, con independencia de encuestas, tiene sentado como principio definitorio de su carácter nacional el principio de diversidad "nacional" de los entes que integran la Nación, que son las nacionalidades y regiones constitucionales reconocidas en el art. 2 de la Constitución.

(sigo en otro comentario)

Miguel Mora, estimado amigo, comparto con usted totalmente la crítica a las desviaciones que la democracia sufre en manos de gobiernos y de personas que de alguna manera pervierten con sus políticas la naturaleza de los principios democráticos. Creo que usted y yo estamos de acuerdo en lo esencial, y que realmente defendemos los mismos objetivos. Sí quisiera hacer una observación sobre algo de lo que usted señala respecto a la monarquía en su comentario de ayer 21/11/2010 9:27:23.

El principio biológico en la sucesión en las monarquías no es incongruente con la esencia democrática de la sociedad. Al elegir la monarquía como forma de representación del Estado el pueblo está haciendo una reserva de la institución de la Jefatura del Estado para preservarla del normal juego político de partidos, por entender que es más beneficioso para el interés común encontrar un consenso permanente sobre esta materia, y designa a una dinastía familiar de entre los millones de dinastías que hay en la sociedad como ocupante de esta magistratura, lo que conlleva la aplicación de las características biológicas de la sucesión normal en cualquier familia. La monarquía es una elección que el pueblo hace entre las varias posibilidades que se le presentan, por considerarla como la más adecuada a su historia y a su idiosincrasia, y aunque presenta rasgos de excepcionalidad, yo pienso que no deben ser considerados antidemocráticos, sino "singulares", como singular es la monarquía en una democracia. Lo relevante para el pueblo a los efectos de configurar cuál va ser la forma externa que presente su representación (su personificación) reside en el acierto de utilizar el sistema que le es más beneficioso, no en las personas en las que recaerá esta responsabilidad, y creo que es desde punto de vista de la utilidad como debe ser abordado el debate monarquía/república. En mi opinión, en España podría decirse con toda justicia y sin faltar a la verdad en ningún punto que nuestra democracia podría definirse como una "república coronada", y creo es una fórmula acertada para el caso español.

Un saludo

¿ por qué sólo hay un ron canario en el mercado con la gran aceptación que tiene ?
¿ qué "resortes" mueven en Arucas para que no salga ninguno o ?
¿ por qué no considera el caso el tribunal de la competencia ?
¿ por qué aduana es tan diligente con los rones nuevos ?
¿ por qué la Agencia Tributaria prefiere cerrar una empresa antes que intentar cobrar la deuda, cuando casualmente la empresa es de fabricación de ron ?
¿ dónde está el ron Armiche ?

Can you feel me coming
open the door it’s only me
I have that desperate feeling
in trouble is where I’m going to be

I know you hear me knocking
so open the door and set me free

If there’s a kingdom beyond it all
is there a god who loves us all
do we believe in love at all
I’m still pretending, I’m not a fool

So in your infinite wisdom
show me how this life should be
all your love and glory
doesn’t mean that much to me

If there’s a kingdom beyond it all
is there a god who loves us all
do we believe in love at all
I’m still pretending, I’m not a fool.

¡vivan los ‘héroes’, las ‘heroínas’ y su ‘reino’!

¡BASTA ya!

¡Ten cuidado con lo que escribes, Chapuza, no vaya a ser que mi amigo, el esotérico, te vaya a predecir algo personal relacionado con la numerología! Jajajajajaja.
Lo que no consiguió el Madrid ante el matagigantes del Alcorcón, lo conseguió hoy nuestro Tenerife. A ver si, poco a poco, salimos del pozo.
Un saludo desde la isla del Echeyde.

Gaspard, no te preocupes. Él no es él, vive en esa impostura.

Mira, Gaspard, ahí tienes al guía turístico canario que te explicará el mundo a través de la numerología... Jajajajajajajaja.

¡Besos y abrazos, camaradas!

Ahora que crees volver a estar sola y quieta
y un poco lastimada del miedo del invierno y de las calles
o quizás escondida -como una colegiala- por
las habitaciones de la adolescencia,
aquí quiero avisarte entre palabras de compañía
no exactas, no sucias: temerosas
de no saber desorganizarte la tristeza de los ojos.
Atiéndeme tan sólo lo que dura un pestañeo:

que la vida se conjuga en futuro
(aunque sea casi siempre imperfecto)

(Tomás Sánchez Santiago, "Pequeña lección de gramática")

Yo era un pibe, tenía 25 años recién cumplidos. Y siempre recuerdo a un amigo esotérico que me dijo: lo de Franco ya estaba escrito. ¿Por qué? Suma el comienzo de la Guerra Civil y el final y lo comprobarás. Sumé 18-1-36 más 1-4-39 y. ante mi asombro, vi que el resultado era 19-11-75. Este amigo me dijo: Franco estaba bien muerto ese día, pero para que no se cumpliera lo que estaba escrito, dijeron que había fallecido el día 20 ¡Qué coincidencias más extrañas! Han pasado 35 años y no lo he olvidado.
¡Qué gran partidazo el del Barcelona y qué gran partidazo el del Madrid! Espero que el próximo lunes 29 disfrutemos, los que amamos el fúltbol, de otro gran partidazo.
Un saludo afectuoso desde Tenerife, la isla del Teide.

Pobres alumnos, efectivamente. Tú lo que me quieres decir es que yo no sé distinguir entre salario e ingreso porque, por ejemplo, un trabajador pobre, aunque tenga un salario de mierda luego recibe ingresos millonarios a través de sus inversiones en bolsa... Eres un cachondo, Gaspard. Nada, no cuela...

Chapuza, pobres los alumnos de quien no sabe distinguir entre salario e ingreso. El salario medio real en Francia ha aumentado todos estos últimos años, es decir, antes de considerar las transferencias sociales. Los ingresos medios reales, también. El poder adquisitivo medio, ídem. Repasa el informe que citas -sobre todo los epígrafes 1.3, 1.5., 1.6., 1.18, 1.19-, y el Portrait Social 2010, no confundas ingresos con salarios, no compares rentas de trabajo y rentas de capital, y lee, por ejemplo, el documento 249/12-2008 del Credoc, el informe 2008 de la OCDE, capítulos I.1, II.3, III.5 o V.11, la base de datos creada este año por Piketty junto con Saez y Atkinson, el documento 0907 del CEPREMAP o 'La peur du déclassement. Une sociologie des récessions', de Eric Maurin, y deja de dar lecciones. Buenas tardes, y buena suerte.

MAESTRO CRUZ

Como decía un pobre hombre que anda siempre por aquí Y ahora seguid hablando del sexo de los ángeles, o sea, de la Constitución, de las bobadas nacionalistas y de la monarquía bananera, que es lo vuestro. No sé por qué discutís de estas cosas en un blog que debería ser de izquierdas, estaríais mejor en Libertad Digital. Que conste que por mí podéis quedaros ¿eh?, si no, ¿con quién se reiría uno?


"l Chapuza | 21/11/2010 16:34:06


¿Y tú quien eres? Para decirnos que debemos ir a un sitio ó otro, yo también me río de ti y de todos los camaradas que venís a romper una discusión serena y tranquila, de un grupo de seres humanos respetuosos, con argumentos y sin faltar a nadie. Quien eres tú para decirnos que no somos de izquierdas? ¿tú eres la izquierda? Ten respeto y si por mí fuera, si te podrías ir a paseo con la banda, Conste que llamarme pobre hombre me ofende y me duele profundamente por injusto y por chacabano y vulgar,

Paco

MAESTRO CRUZ
Apreciado paisano Miguel, siempre me ha quedado claro que eres un democrata y que no tienes que dar explicaciones de eso a nadie, tus comentarios en todos estos años te avalan. Pero si sabemos en que se gastan el dinero en las democracias, es lo bueno que tienen (siempre hay corruptos) que lo sabemos y lo podemos denunciar y es lo que tienen las dictaduras, ni se sabe, ni podemos denunciarlo por su opacidad.
Etc ,dices que para que se debe cambiar la Constitución, se me ocurren varias cosas que se podrían cambiar, en el ámbito de la judicatura y de sus órganos de gobierno, en el campo de la organización de los partidos políticos, en el ámbito de la financiación de los partidos políticos, en el ámbito de las incompatibilidades de los políticos en ejercicio, en el ámbito de las competencia y poder sancionador del tribunal de cuentas.Todos sabemos que Europa no permitiría una autodeterminación de ningún territorio de la península ibérica y incluso se habla hipotéticamente de una federación ibérica con Portugal, pero si deberíamos reflexionar en las formas y maneras que tenemos de calificar a los que se sienten ,que su idioma y cultura propias están siendo vejados y menospreciados y en la radicalidad y medias verdades que se cuentan del hostigamiento al castellano.

P.D.A ver Max, tu no te das cuenta todavía que tu comentarios se perciben lo mismo que un pulpo en un garaje, envíale a tu jefe, un email y no entres para no decir nada. Bacterio-chapuzas dile a tu jefe que no apoye a China, en no enviar a nadie a los Nobel que no le regalarán nada y que a lo mejor no vetaran nada de derechos humanos en el Consejo (Marruecos también apoya a los chinos por lo mismo) que tropa señores, que tropa. No vuelvas a criticar a China camarada, no te olvides que se enfadará el comandante que es amigo de ellos

Saludos Paco

Por alusiones más o menos veladas:
John ya os dejó por anticipado a los PPOEros que habéis ido saliendo a la luz nuestra "respuesta gráfica"....
http://www.elpais.com/prom/201009/pro_photo1285765109.jpg

Abrazos y besos a todos, camaradas.

Pues no, Gaspard, la evolución de los salarios en España no es "un caso especial" ni en Europa, ni en el mundo. En Francia o en Italia pasa lo mismo, y en Canadá también. En Estados Unidos es aún peor, con la generalización del fenómeno de los "working poors" o "trabajadores pobres": Business Week da una cifra de 28 millones, es decir, la cuarta parte de los trabajadores estadounidenses.

Para Canadá, aquí tienes un estudio del Institut de recherche et d’informations socio-économiques:

http://www.iris-recherche.qc.ca/publications/qui_s8217enrichit_qui_s8217appauvrit_-_1976-2006.pdf_2

Para Francia, consulta la edición 2010 del estudio del INSÉÉ sobre ingresos y patrimonio de los hogares:

"Alors que les revenus d'activité n'ont progressé que de 11 % entre 2004 % et 2007 %, les revenus du patrimoine et les revenus exceptionnels ont connu des progressions beaucoup plus fortes, de 46 % et de 55 % respectivement."

Estoy hablando por no callar, porque tú sabes perfectamente que tengo razón. Como decía un pobre hombre que anda siempre por aquí "los datos hay (¡sic!) están y se pueden comprobar en el INE, centro de estudios del BBVA y en los informes de la asociación de las caja de ahorros". Pues eso, comprobados están.

Y ahora seguid hablando del sexo de los ángeles, o sea, de la Constitución, de las bobadas nacionalistas y de la monarquía bananera, que es lo vuestro. No sé por qué discutís de estas cosas en un blog que debería ser de izquierdas, estaríais mejor en Libertad Digital. Que conste que por mí podéis quedaros ¿eh?, si no, ¿con quién se reiría uno?

Adiós PPOE, adiós.

Como te dijo Rauchas, tu también, Maxtus? El me decía en otro tiempo que actitudes así le daban vergüenza ajena. Ahora eso le sonara a chapuza

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Sobre el blog

¿Qué podemos esperar de la cultura? ¿Y qué de quienes la hacen? Los hechos y los protagonistas. La intimidad de los creadores y la plaza en la que se encuentran.

Sobre el autor

Juan Cruz

es periodista y escritor. Su blog Mira que te lo tengo dicho ha estado colgado desde 2006 en elpais.com y aparece ahora en la web de cultura de El País. En cultura ha desarrollado gran parte de su trabajo en El País. Sobre esa experiencia escribió un libro, Una memoria de El País y sobre su trabajo como editor publicó Egos revueltos, una memoria personal de la vida literaria, que fue Premio Comillas de Memorias de la editorial Tusquets. Otros libros suyos son Ojalá octubre y La foto de los suecos. Sobre periodismo escribió Periodismo. ¿vale la pena vivir para este oficio?. Sus últimos libros son Viaje al corazón del fútbol, sobre el Barça de Pep Guardiola, y Contra el insulto, sobre la costumbre de insultar que domina hoy en el periodismo y en muchos sectores de la vida pública española. Nació en Tenerife en 1948.

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