Ezequiel Pérez Plasencia se había ido a Cartagena, desde Tenerife y desde Madrid, buscando tiempo, sosiego, escritura; era un apasionado de las letras, en todas sus formas: como lector, como escritor, como periodista. En medio de esa aventura conoció las locuras de la vida, el alcohol, el apresuramiento, y tuvo la fuerza (que también le dio su madre, a la que adoraba) de resistir los distintos abismos hasta conseguir ahora ese sosiego que fue arañando como un niño araña las paredes fronterizas de su cuna. Escribía, escribía mucho ahora; lo contaba a veces, por mail, por llamadas telefónicas que eran siempre como bálsamos, cuando en otro tiempo habían sido aguijones que nacían de la frustración con la que vivió los silencios. Le apasionaban autores que a mi me apasionan también, y compartíamos esa experiencia de querer leer lo que acaso estuvo alguna vez en nuestro concepto de lo que era la literatura, y no sólo eso, de lo que era la lectura, que es la esencia de un autor, lo que se le lee. Le gustaba la poesía, y aunque su universo era la narrativa lo que había en el sustrato de lo que escribía era su capacidad lírica, su autocontemplación desgarrada. Dice hoy Alfonso González Jerez en el Diario de Avisos de Tenerife que en los últimos años se había dulcificado; había dejado de ser aquel Ezequiel que se indignaba según amanecía, que odiaba las sombras y las esquinas, como un Onetti que no quisiera despertarse sino del lado de las palabras secretas. En esos últimos tiempos, sin embargo, había recuperado en Cartagena el ánimo colectivo, se reunía con amigos, escribía y llamaba, estaba reconciliado con las sombras, como si se le hubiera rejuvenecido el ánimo, cuyos aires positivos regalaba con la generosidad que hoy destacan también, en El Día, periódico en el que trabajó (y trabajé) sus amigos Eduardo García Rojas y Víctor Álamo. Su pasión era Albert Camus, me decía ayer Eduardo. De Camus aprendió que el ritmo de las palabras se basa en lo que se dice, y no tan solo en la música que lo dice. De ahí viene su austeridad en el lenguaje, que fue también reflejo de su austeridad en la vida; como Onetti, escribía hacia adentro, y no necesitaba muchos muebles para hacer que esa casa de las palabras fuera habitable o desolada, pero siempre extraña, sorprendente, en medio de un resplandor que a veces era el infierno y a veces se aproximaba a una gloria humilde, como invisible. Cuando todo ese universo se estaba poniendo en orden, cuando tenía claro el pasado y cuando escuchaba los rumores del futuro con la intuición que había en sus ojos preocupados, inquisitivos, Ezequiel se murió en Cartagena, víctima de un accidente desgraciado que hoy narro en mi obituario de El País. Me llamó para advertirme su hermana, Paquita, y lo primero que vi mientras ella hablaba de la desgracia de la muerte de su hermano era a Ezequiel con otros. Aquel solitario siempre con otros, oyendo, con esos ojos que se alimentaban de una curiosidad que no cesaba nunca. La curiosidad es el arma contra la ignorancia, y en un escritor la curiosidad es la antesala de la generosidad; a ese espacio había llegado Ezequiel Pérez Plasencia. Este es mi homenaje a un escritor tan radical, de mirada tan diáfana.
Hay 24 Comentarios
de la frustración con la que vivió los silencios...
Publicado por: jose alias | 28/02/2011 13:42:52
Estimado maestro, lamento “mi” error ortográfico en el mensaje de condolencia por Ezequiel. He releído sorprendida que he puesto "combertir" en vez de “convertir”. Espero que este lamentable error no le haya restado en nada a la esencia del mensaje por la pérdida de nuestro querido Ezequiel. Las prisas y el no revisar nos juegan estas malas pasadas. Ezequiel, que era además un erudito en esta materia como corrector del periódico, merece al igual que usted y sus lectores que humildemente les pida disculpas por este imperdonable descuido.
Un saludo cordial Isabel
Publicado por: María Isabel machín García | 28/02/2011 12:49:00
Me conmueve enormemente esta perdida de uno de los nuestros, primero por él, al que conozco desde niño, y por mi amiga de la infancia Paquita que tanto dolor debe estar pasando y luego como tinerfeña, porque se ha ido uno de los nuestros inesperadamente en uno de los momentos más serenos de su existencia.
Consiguió hacer alquimia con su dolor y rebeldía y combertirlos en una obra brillante y profunda que quedará para la posteridad. Descansa en paz pequeño y gran Ezequiel.Y a mi querida amiga toda la fuerza del mundo que sé que la tiene.
Publicado por: María Isabel Machín García | 28/02/2011 9:58:01
MAESTRO CRUZ
VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.
Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.
No soy de un pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.
¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?
Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.
Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.
Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra:
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.
Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.
Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.
MIGUEL HERNANDEZ
Saludos Paco
Publicado por: francisco gomez | 27/02/2011 14:52:34
MAESTRO CRUZ
Mi mas sincero pesame Maestro,la muerte de un pensador,siempre es una mala noticia.
P.D.Un cordial saludo y gracias A.Corbalán
Saludos Paco
Publicado por: francisco gomez | 27/02/2011 14:49:19
Qué perspicacia, José Luis | 26/02/2011 22:25:22! Me refiero al primer párrafo de tu comentario, en particular a "consigue ajustar cuentas con mucha elegancia". Bravo, por ti! Sobre la respuesta al que confunde hasta el orden de las palabras del nick que usa, explicaciones lúcidas como la tuya siempre son muy útiles porque las leen otras personas que no son el destinatario y pueden aprender mucho. Abrazos fuertes a ti también, camarada!
Publicado por: Max | 27/02/2011 14:40:11
Y qué decir, mi querido Juan. No sé si por mi juventud o por mi ignorancia, no conocía a Ezequiel. Pero muchas veces, al leerlo aprendo de todo aquello que me he perdido y de lo que me queda por ganar.
Un fuerte abrazo
Publicado por: Ángela Paloma | 27/02/2011 12:08:35
la vida es un montón de cosas despreciadas por muchos, a veces solo cogemos de la vida no lo que nos interesa, sino lo que motivado por impulso hacemos y creemos bajo nuestra ignorancia, que es lo que nos conviene, el amor se constituye en el baluarte en la esperanza y en la fe, las tres cosas por las cuales vivimos, sin ellas no habría vida, porque una cosa qu no siente no tiene vida, esta muerta esa si existe, la muerte, cuando no tenemos piedad por nuestros conciudadanos, cuando nos importa poco hacer el bien,
Publicado por: Francho | 27/02/2011 11:32:09
Es triste la muerte para el que se queda aqui, en la tierra, desde este lado la muerte da miedo, pero es una apariencia engañosa, la muerte no existe, porque la muerte no es un cadaver, aunque nosotros solo veamos un cadavez, eso no es la muerte, sino que dejar el cuerpo terrenal no es malo, ni debe dar miedo, la muerte es necesaria, este mundo es un compendio de experiencias, de enfermedades de sufrimientos, pero no es definitivo, cuando llega la hora nuestra hora, no temer, porque lo que nos espera es superior a este mundo que dejamos, lo que tenemos ahora la injusticia, las guerras, es solo para hacernos perfectos, el sufrimiento nos va modelando nuestro interior, y cuando estamos listos nos vamos, este mundo es una experiencia inolvidable, pero no es para siempre, lo terrenal es temporal, lo espiritual es definitivo. Por lo tanto el miedo a la muerte es un engaño, es una forma de engañarnos, de meternos miedo, pero es una trampa que pocos saben librarse de ella, la muerte no existe es una invencion para explicar lo fisicamente, pero no lo espiritualmente
Publicado por: Francho | 27/02/2011 11:21:45
Merlin, siendo de Mondoñedo, entendiendo una muerte, treinta años atrás, quizás, 1981, Álvaro Cunqueiro, descanse siempre en paz, cuántos abrazos quisiera darte, amigo, lo que no quisiste cobrarme, por esa última entrevista, Juan, recuerda. Por Álvaro Cunquerio. Pablo, siempre es mucho Pablo, ya lo decía Polanco.
Publicado por: Pablo | 27/02/2011 2:32:02
Creo que tu blog es digno espacio para el homenaje espontáneo que hoy s eha producido alrededor de la memoria de Ezequiel. Un abrazo a todos
Publicado por: Emilio González Déniz | 27/02/2011 0:00:58
José Luis, pretender "abolir" el "sistema" de clases económicas -que no sociales, cuestión esta que pertenecería a otro orden, al orden de lo sociológico, no de lo económico- es negar el orden natural al que el hombre está adscrito por las características de su naturaleza.
Las clases económicas existen porque el hombre es desigual por naturaleza, habiendo individuos mejor dotados para la inteligencia, para el trabajo, para la diligencia, para la habilidad.
Si al hombre le niegas sus naturales apetencias o inclinaciones a desarrollar sus cualidades o habilidades no estás hablando de libertad ni de democracia; estás hablando de uniformidad, de homogeneidad, de desindividualización. El hombre tiene un derecho natural a la autonomía de su voluntad, a desarrollarse y a realizarse en aquello que le produce satisfacción o felicidad. Tú no puedes negar el derecho que tiene tu vecino a enriquecerse lícitamente a fuerza de trabajar o de desarrollar sus habilidades, y al mismo tiempo hablar de libertad. La libertad también consiste en que haya ricos.
El problema, ciertamente, radica en que el liberalismo económico aspira a un estatus en el que no quepa una reprensión de orden moral a las consecuencias que el exceso de la acumulación de capital pueda llevar consigo, pero para eso, precisamente, las regulaciones económicas de la sociedad democrática imponen el carácter de "social" a la libre economía de mercado.
La imposición del comunismo económico y político como única solución a los problemas que genera el abuso de la libertad en lo económico es una terapia equivocada y exagerada, cuyo único resultado consiste en que se le priva al hombre de su autonomía en lo económico para no obtener ningún avance significativo en el problema original. En la sociedad comunista sigue habiendo clases económicas, igual que en la sociedad democrática, ¿o no es verdad que Fidel o cualquier funcionario del sistema viven mejor que las jineteras que deambulan por el Malecón o por los bulevares de La Habana?
Si para curarte de una herida que tienes en una pierna no encuentras otra solución que cortarte la pierna no vas a terminar nunca de padecer dolores. El marxismo, en ese sentido, establece correctamente el diagnóstico, e identifica a la perfección la enfermedad, pero no llega a descubrir cuál es el medicamento apropiado que debe ser administrado para la sanación. Y eso no es que lo diga yo; lo dicen los hechos, lo dice la experiencia de un siglo de práctica comunista impuesta a la fuerza a determinadas sociedades con el resultado de un fracaso absoluto en los objetivos que se pretendían, lo que llevó a su desaparición.
Los excesos del capitalismo (la preeminencia del factor capital sobre el factor trabajo) deben ser corregidos no por amputación, sino por reformas. Esa es la materia sobre la que procede dialogar y debatir, y ese es el campo en el que los economistas deben intervenir con análisis y con soluciones (si las hubiere). Insistir en la vía del comunismo es una pérdida de tiempo y un error.
Publicado por: Dialogar no es cerrarse | 26/02/2011 23:44:43
Chapuza José Luis J. L. R. R. Qué lástima tu desperdicio.
Publicado por: RR | 26/02/2011 22:51:04
Siempre he dicho que Juan brilla en las necrologías. En ésta, además, consigue ajustar cuentas con mucha elegancia. Bravo. Pero no estoy de acuerdo con eso de que "la curiosidad es el arma contra la ignorancia". La curiosidad es a menudo malsana. Véanse los programas de la televisión, repletos de curiosos observando el vertedero. ¿Aprenden algo viendo el ir y venir de los camiones de la basura? El arma contra la ignorancia es el conocimiento y la búsqueda del conocimiento hinca sus raíces más en el desasosiego que en la curiosidad.
Respondo a Dialogar no es cerrarse: El mercado existe muchísimo antes que el capitalismo. Yo no digo que tú seas bobo o boba, pero no haces nada más que repetir bobadas escolásticas de manual de economía vulgar. Como los que achacan (interesadamente) al "mercado" los problemas de la deuda pública. Al final diremos que creer en dioses es natural. No hay nada específicamente natural, porque todo lo es, pero lo "natural" depende de la historia humana. El mercado no obliga ni manda hacer nada, manda y obliga la clase social dominante, la que controla mayoritariamente los medios de producción de mercancías tangibles e intangibles, los sistemas de distribución e intercambio (los mercados), el sistema financiero, el sistema monetario, el sistema fiscal, el gasto público, la representación política y judicial, y el sistema represivo. No hay ninguna "perversión" en ningún sitio, pasa lo que tiene que pasar.
¡Besos y abrazos fuertes a todos los camaradas, en especial a los recién llegados!
(Camarada es todo aquel que lucha por la abolición de las clases sociales, por la libertad individual y colectiva, por la democracia política y económica, o sea, por el socialismo y el comunismo, poco importa si pertenece a esta o a aquella organización, o a ninguna: así es como lo interpretaba Marx).
Publicado por: José Luis | 26/02/2011 22:25:22
"no necesitaba muchos muebles para hacer que esa casa de las palabras fuera habitable o desolada, pero siempre extraña, sorprendente, en medio de un resplandor que a veces era el infierno y a veces se aproximaba a una gloria humilde, como invisible"
Este párrafo me ha parecido de definición perfecta. El texto una invitación al relevo, una llamada a recoger, entregar, llevar (corríjanme) la antorcha. Que así sea.
Publicado por: belen martínez oliete | 26/02/2011 20:00:14
Ezequiel hubiera agradecido lo que has escrito aquí y tu emocionante obituario en El País. "El orden del día" es de lo mejor que se ha escrito en Canarias; por suerte fue una obra que tú destacaste en su justa medida en su momento. No me gustaría olvidar la devoción por Joseph Roth de EZP. Le debo ese descubrimiento esencial.
Publicado por: Santiago Gil | 26/02/2011 18:21:16
Aunque son momentos de duelo, de tristeza, Paco, Dumi y Amigos de Juan, no permitir que nadie os quite el humor y la ironia, manteniendo siempre la curiosidad por leer, entre otras cosas, los articulos de Juan.
Salud Y reisitir.
Publicado por: Antonio Corbalán | 26/02/2011 18:04:56
Uno de esos otros que fue mirado y miró por él, soy yo.
Es tan triste su pérdida como rica fue su siembra en lo humano, en lo paradojicamente visceral que fue su vida.... En lo que me queda de su amistad,de su sabiduría, de su lealtad, de su humildad....
Descansa en paz, hermano, tu recuerdo siempre tendrá cobijo en mi corazón.... Compañero del alma
Pepe Bonaque.
Publicado por: José Bonaque Luci | 26/02/2011 16:40:38
Emilio Gonzáles Déniz coincide con tu comentario sobre la muerte de Ezequiel, triste y lamentable le dije como aqui en este post lo pongo.
Y espero que por un poco de humanidad los que entran a decir chorradas que por favor hoy es el dia triste del fallecimiento de un amigo.
Descansa en Paz Ezequiel.
Publicado por: Dumi | 26/02/2011 15:14:18
Estimado Juan Cruz:
me ha gustado el post de hoy también. Me quedo con "La curiosidad es el arma contra la ignorancia".
Un saludo,
Publicado por: Eugenio Fouz | 26/02/2011 13:03:04
Al escritor hay que dedicarle un tiempo, un tiempo que es suyo por merecimiento prendido en las palabras. Cuando muere un escritor se detiene un universo convulso y a la vez sereno. Quedan sus obras y si como bien dices la lírica era uno de sus modos de escritura, parte de mí un respeto hacia esa persona que tuvo que arañar a la vida con la caligrafía de sus sensaciones. Descanse en paz y que su obra siga persiguiendo los estantes de las librerías que son la mejor lápida con la que puede contar un escritor.
Publicado por: J.L. Mañanas | 26/02/2011 12:55:44
Lo he leído con los churros en casa en la edición de papel, buen homenaje el tuyo.
Publicado por: Jesús Garrido | 26/02/2011 12:35:45
Hace una hora escribi un comentario y no ha salido.
Salud y Resistir.
Publicado por: Antonio Corbalán | 26/02/2011 12:26:20
Juan, te acompaño en el sentimiento por tan triste noticia, suceso que me deja anonadado, tenerlo tan cerca y no saber nada de él.
Paso un Angel rabioso por la realidad vivida, la de su entorno, la que nos toca vivir sin poder modificar nada, que tristeza.
Hoy más que núnca Salud y Resistir.
Publicado por: Antonio Corbalán | 26/02/2011 12:25:34