Günter Grass tiene un estudio al lado de su casa, en Lübeck, Alemania. Hasta allí va cada mañana desde su casa campestre, a unos pasos. Camina con sus zapatos viejos y grandes, la pipa en la boca, casi apagada, va encorvado, pensando, mira al suelo lleno de hierbas salvajes, abre la puerta del cobertizo y allí se pone a trabajar como un orfebre. Pintura, dibujo, novela, poemas; su letra es grande y espaciada, pero incomprensible, y sus dibujos son concienzudos, como los trabajos de un escolar preocupado. Alterna cada una de sus artes como si tuviera juntas varias personalidades que le permiten seguir siendo como el Oscar que lleva dentro, el niño de El tambor de Hojalata que se negaba a crecer.
Antes de sentarse en ese taburete alto en el que escribe bajo la sombra de un aguafuerte de Goya tiene la costumbre religiosa de leer sin desmayo la prensa del día, generalmente el Frankfurter Algemeine Zeitung, y es esa información, la que le viene del mundo, la que luego le conmueve para sus poemas o para sus novelas, pero la escritura es minuciosa, como si subrayara con su propia memoria los afectos y desafectos que le vienen del mundo. Si hace narrativa, generalmente es memoria lo que le viene, y si hace poema (así es la vida) es la actualidad lo que le mueve.
Cuando escribió Pelando la cebolla, a la que ahora todo el mundo acude para llamarlo nazi o antisemita, repitió algo que dijo muchos años antes: cómo se hizo, siendo un adolescente, de las SA alemanas; lo explicó en un libro anterior, lo había contado en unas declaraciones que hizo a una radio de Berlín en los años 50, es la sustancia de sus confesiones más reiteradas, pero entonces (en los años 50) nadie hacía caso de esas cosas, de modo que lo dejaron pasar..., hasta cuando convino.
Sus poemas y sus novelas son antifascistas, eso está claro, pues son humanas, novelas humanas, ayudó a Willy Brandt a reconciliar Alemania con Alemania, y ayudó a entender el embrollo que vino después de la guerra mundial, entre culpas explicadas y culpas inexplicables. Ahora, con esa sabiduría urgente que le da la experiencia, decidió publicar un poema en el que explica lo que cree: que no debe tentarse la suerte nuclear, y que dos países, Israel e Irán, compiten por la fanfarronería de exhibir la posibilidad de la violencia.
Entonces han tronado contra él como si él mismo fuera la bomba que denuncia. Imagino que él estará, en su casa de Lübeck, o donde esté ahora, pelando la cebolla de la memoria, recordando cómo fue recibida aquella confesión suya, esa memoria que tantos comparten pero que a nadie autoriza a tachar la moral de su historia. ¿Tiene derecho a decir? Claro que sí. Y tiene derecho al respeto que se le debe a su palabra, estés o no estés de acuerdo con su bulliciosa mente de hombre que se acerca a la actualidad y escribe un poema con lo que su corazón le dice a su memoria.
Hay 15 Comentarios
http://goaliesanxiety.blogspot.com/2012/04/gunter-grass-what-must-be-said.html contains daily updated links to the 100 of different positive and negative positions taken on the Grass anti-war poem controversy. I myself am doing a summary that may be done by the end of the week. However, it looks as though this might get to be a bigger story than just Grass and his poem.
http://www.facebook.com/mike.roloff1?ref=name
Publicado por: michael roloff | 21/04/2012 21:57:00
Me gusta de principio a fin el comentario de francisco gomez; y quiero agregar que habría que festejar que hayan personas que desde un poema o desde cualquier otro lugar se animen a bendecirnos con las palabras de sus verdaderos pensamientos.
Publicado por: miguel | 08/04/2012 19:47:46
El poema es malísimo, y su mensaje, peor.
Publicado por: césar martín | 07/04/2012 23:06:47
Algunos comentarios aquí sugieren que la pertenencia a las Waffen SS de Gunther Grass es algo de su pasado. El único problema es que esto , este "pasado", es el piso mismo sobre el que se asienta la llamada "civilización" de Europa. No se puede eliminar millones de personas en varios países sin contar con una infraestructura ideológica, económica, de transportes, de comunicación y recursos gigantesca. Ese es el "pasado" del que el Sr. Gunther Grass quiere aparentemente separarse moralmente con su poemita. Su esfuerzo es por supuesto muy humano. Los humanos borramos. El humano borra con el codo lo que escribe con la mano. Pero el Sr. Grass se las ve con algo que difícilmente se separara de su nombre. Mejor le seria escribir otro poema intentando incluir esa abyección.
Publicado por: Marco Mauas | 07/04/2012 11:47:16
Maestro Cruz
Leo con mucho interés el comentario del maestro donde vuelve a dar una muestra más como siempre de su profunda e inquebrantable defensa de la libertad y de la democracia y de su humanismo sin fisuras. Y leo a Agustín,Juan Luis Mañanas y a otros valiosos bloqueros dar su opinión sobre este gran escritor e intelectual que se moja en un tema espinoso,muchas veces pedimos que los pensadores se mojen y den su opinión y después cuando la dan los ponemos a parir .Nada es negro y blanco solamente,pensemos,razonemos y no juzguemos a la ligera en temas tan sensibles y sobretodo no mezclemos las cosas.
P.D.Nadie creo que puede decir que lo que se le hizo al pueblo judío por parte de los nazis no fue una de las mayores barbaridades de la humanidad,no se puede,ni se debe olvidar ,se lo debemos a las victimas.
Saludos Paco
Publicado por: francisco gomez | 07/04/2012 3:15:29
Soy contrario a cualquier clase de exterminio y de guerras sean o no nucleares. El holocausto existió. Creo solo lo ponen en duda los simpatizantes y militantes del nazismo. Me pregunto y pregunto qué haríamos los españoles si hubiéramos o hubiésemos sufrido lo que los judíos han tenido que soportar a lo largo de lo siglos. Es innegable e irrefutable que les expulsamos del "suelo patrio" sin más explicaciones ni contemplaciones. A nivel humano, qué puede hacer el pueblo israelita -y cualquier otro que se encuentre en sus mismas circunstancias- si tanto los palestinos radicales como iraníes del mismo signo quieren que desaparezcan de la faz de la tierra? Es legítimo que se defiendan? Sí o no? Literariamente, se pueden componer muchos poemas e incluso novelas intentando o no, sutilmente, su exterminio o, al menos, quebrantar su resistencia a sobrevivir. Cómo pueden evitar cualquier ataque sea o no nuclear contra su territorio? Está o no justificado que se preparen para evitarlo o, en su caso, para impedirlo a pesar de lo que piensen y escriban los Günter Grass, o sucedáneos, que, oportunamente, nos anuncian la apocalipsis de los enemigos de Israel, pero que no piensan en que sus habitantes (israelitas) también son humanos? Están de acuerdo los que alaban a los Günter Grass de turno en que los israelitas no tienen derecho a vivir dignamente y únicamente lo que deben aceptar sumisamente es su total postración en favor de sus eternos enemigos? Por favor, menos demagogia y un mínimo de sincero posicionamiento ante tal cruel disyuntiva.
Publicado por: Burjasotte | 06/04/2012 13:46:20
Grass no fue miembro de la SA, como afirma el articulista, sino de la Waffen-SS. Y si al articulista se le escapa este siniestro dato, será porque Grass no lo ha explicado con la suficiente claridad. Creo que se puede convenir que un ex-miembro de las SS debería tener como mínimo la decencia de no tratar de dar clases de moral a Israel.
Publicado por: Janfri | 06/04/2012 13:35:23
Bellísimo post, encantadora descripción de lo que supuestamente está haciendo en este momento.
El pasado está ahí, siempre, no debemos olvidarlov , sí reconocerlo y hacernos cargo para que quede solo como música de fondo, para no condenarnos ni ser condenados, para ser mejores, que es de lo que se trata
Publicado por: Una ET en Euskadi | 06/04/2012 11:56:16
Es una llamada a la paz. Eso está bien. Es una advertencia del desastre, mete miedo, insta a la protesta, eso está bien. Hacer caber en un poema un conflicto complejo, eso es difícil por buen poeta que se sea. Le han criticado tanto los demócratacristianos como los socialdemócratas. Tan en su derecho de hablar él estamos en el derecho de criticarle los demás. Sobre todo hace dudar que justifique su anterior silencio ¿por qué?, Y ahora, que está en sus últimas tintas y ya todo le da lo mismo, ¿Acaso no puede errar como erró a sus 17? ¿Qué experiencia diplomática le avala? ¿Tiene esta persona un conocimiento profundo de los problemas de Irán e Israel? ¿No estará echando más leña al fuego?
Publicado por: Lola | 06/04/2012 11:06:45
Una puntualización. Desde internet Explorer me ha sido imposible introducir un comentario.
He tenido que descargar otro navegador para poder hacerlo. lo he hecho con safari, lo digo por si le pasa a más gente y no sabe que hacer para introducir un comentario.
Publicado por: Juan Luis Mañanas | 06/04/2012 9:32:52
Lamentable es lo que le hicieron al pueblo judío cuando quisieron exterminarlo. Lamentable es lo que hace el pueblo judío durante años con los pueblos débiles en Palestina. Lamentable fue la expulsión de los judíos de España con el Decreto de la Alhambra, después de haber enriquecido la cultura siglos antes. Lamentable fue el genocidio del Génesis que sufrieron los no judíos por no ser el pueblo elegido...
Por eso, cada día creo menos en los pueblos y más en las personas... Sean o no judíos...
Publicado por: Agustín... | 05/04/2012 20:18:51
Yo creo que si, que el pasado cuenta. Cuando alguien pela cebollas, las partes que están podridas las tira a la basura. Nadie, más que el que las pela, sabe lo que verdaderamente hay debajo de las capas. Yo no le creo a un exnazi. Para mi, por más sofisticada y poética que sea la salsa, esconde cebollas podridas.
Publicado por: Keith | 05/04/2012 19:25:08
Günter Grass me cae realmente bien, “Pelando la cebolla” es algo que deberíamos hacer todos en algún instante de nuestras vidas.
No sé, me viene a la mente cuanta gente en este país estuvo afiliada a la O.J.E. y estoy seguro de que aquella experiencia marcó sus vidas de una forma u otra, algunos siguieron las consignas fascistas que pululaban en aquel amasijo de jóvenes y otros sin embargo descubrieron la frialdad heladora de una ideología hermética y alienante.
Estoy seguro de que muchos de aquellos jóvenes sienten un agravio en su interior, como la culpa de quien no estuvo atento de las circunstancias que empobrecían la nobleza del ser humano de quienes estaban fuera de aquella esfera tan influyente.
Hoy algunos de esos jóvenes apuestan por la singularidad de la vida, se enredan en la complicada necesidad de entender el caos y la entropía que a todos nos atañe y afrontan el futuro con la delicada educación que tuvieron que aprender a expensas de ese fascismo que insuflaba los cantos cara al sol de su adolescencia.
Sin nuestras miserias somos cartón mojado, sin ella no podemos comprender el verdadero valor de la belleza y cuando la miseria nos arrastra en una pesadilla podemos despertar en un poema de complicados versos tiernos.
Lo importante es afrontar el ser humano que somos, sin mentiras, sin engaños.
Publicado por: Juan Luis Mañanas | 05/04/2012 19:24:39
no mateís al mensajero ...
Publicado por: Jimm | 05/04/2012 18:37:31
El pasado nunca debe ser una sordina. ¿Por qué motivo o causa alguien, ahora Günter Grass, ha de renunciar a sus desvelos en base a un pretérito enmudecedor? No, no, no. Enmudesertor, más bien, es lo que toca, sobre todo si el estribo tiene ya la pisada puesta de quien por viejo tiene alopecia en la lengua, "envejecido y con mi última tinta" son palabras del su señalado poema. Señor Cruz, estoy de acuerdo con usted, el pasado no es un auto de fe permanente, no debe ser una paresia del presente por lo vivido. Si la historia está llena de césares, caudillos y superhombres que sólo respondían ante la Historia, ¿por qué poner pegas a quien sólo responde con la palabra, ahora poética?. Digo yo. Un saludo.
Publicado por: Pancho Panchito | 05/04/2012 14:34:14