Rafael Azcona murió en marzo de 2008. Hoy hubiera su cumpleaños. A los muchos amigos que dejó su ausencia ha supuesto un enorme agujero sentimental que solo se puede mitigar con el recuerdo de sus reflexiones y de su risa, de su sentido común y de su manera de abordar, con igual rictus, lo grave, lo solemne o lo trivial. Para recordarlo están también sus películas y sus libros; fue el guionista español más importante del siglo XX, y dejó discípulos notables, entre ellos Fernando Trueba, que tiene la fotografía de Rafael a la cabecera de su biblioteca como un fetiche que lo sigue inspirando.
Ahora la editorial Pepitas de Calabaza anuncia para el 15 de noviembre la publicación de lo que Azcona escribió para La Codorniz. En aquel tiempo en que se inventaron a la vez el hambre y la manera de burlarlo, esa revista satírica le sirvió a él de medio de subsistencia en un Madrid derrotado y atroz, pero también capital del ingenio.
A La Codorniz lo llevó su amigo Antonio Mingote y en La Codorniz cultivó Azcona su crítica de la vida, en la que se burló con sabiduría de aquella España casposa que de vez en cuando regresa (ahora regresa mucho) para darnos sermones. Se burló de los sermones encorbatados; lo hizo en las películas, en la literatura y en la conversación, género fugaz pero imprescindible en el que fue un auténtico maestro. Cultivó también, en la vida y en la escritura de ficción, una ternura que dominaba para que no se le desmandara, pero que domina lo más hondo de su manera de ser.
Había amigos que lo llamaban al menos una vez a la semana para orientarse con él en los riachuelos de la vida común. Yo lo llamaba los sábados. Son ya muchos sábados sin Rafael Azcona, mucho tiempo sin aquel amigo que no dejaba jamás, ni en sus peores momentos, que los otros supieran que él sentía que la vida era una larga vacación de la que, como decía su madre, algún días nos arrepentiremos. Él no se arrepintió de la vacación, pero cuando supo que se acaba ya dejó de contestar al teléfono, de comunicarse con otros por cualquier medio. Quería estar solo, con su mujer, Susi, con sus hijos, diciéndole adiós a todo esto, en lugar de ir proclamando los testimonios de su despedida.
Hay 6 Comentarios
Maestro Cruz
Un recuerdo entrañable al genio de Logroño
Saludos Paco
Publicado por: francisco gomez | 25/10/2012 20:13:10
¡Cuánto brilla en tus escritos!
No se si estos días acrecientan la hondura de tu sentimiento o si solamente lo presencian. Pero es muy bueno saber que compartes cierto antídoto contra la parálisis.
Celebro tu comentario, Juan Luis.
Publicado por: Belén Mtnez. Oliete | 24/10/2012 22:04:46
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Publicado por: ★★LOS MEJORES VIDEOS DE GATOS LOCOS★★ | 24/10/2012 20:29:32
¡Cómo me gusta su sarcasmo (el de Arjona)! ¡Cómo me gusta lo políticamente incorrecto! No soporto el humor de estos días que parece contestatario para quedar bien, pero que no dice nada nuevo ni con inteligencia ¡Cómo me gusta la gente sarcásticamente tierna! ¡¡ME GUSTAN LOS ATORRANTES!!
Bibiana Fernandez Simajovich
Publicado por: Una ET en Euskadi | 24/10/2012 20:26:17
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Publicado por: ★★LOS MEJORES VIDEOS DE GATOS LOCOS★★ | 24/10/2012 20:03:54
Genial Azcona, increíble ser que se nutría del detrito de esta sociedad que como bien has tildado de casposa, y que sabía dónde estaban los héroes que poblaban sus películas, muy pocos la verdad, pero sabía construirlos con todas las flaquezas que el ser humano arrastra, esas debilidades que ahora vuelven como caricaturas tragicómicas.
He disfrutado enormemente del trabajo de Rafael Azcona, y seguiré disfrutando, pues no me canso de contemplar ese daguerrotipo en blanco y negro que tanto me ha marcado y que se dibuja con una lacerante veracidad en el intrincado de mis recuerdos, recuerdos poblados de esos personajes que aparecían en los trabajos de Azcona y que nos pertenecían a todos.
Fui seguidor desde muy jovencito de “La Codorniz”, mi madre no entendía qué podía encontrar en esa revista ilustrada cuando me la compraba en algún kiosco de periódicos, yo creo que mi madre creía que era un TBO, y no era consciente de lo bien que me lo pasaba leyendo sus páginas y sus viñetas.
Comprendo la desolación que puede dejar un ser humano como Rafael para con sus amigos, pues me hubiera gustado ser uno de ellos, pero me basta con adoptarle como amigo que siempre será un referente de un visionario lúcido y clarividente de la realidad que nos rodea.
Como siempre mi afecto para su compañera, a nuestras compañeras.
Publicado por: Juan Luis Mañanas | 24/10/2012 19:34:30