Julio Llamazares, el poeta andariego

Por: | 13 de octubre de 2012

Julio Llamazares, el autor leonés de La lluvia amarilla, acaba de hablar en el Puerto de la Cruz y allí ha contado algunas de las fábulas reales que suelen jalonar su escritura poética. Contó Llamazares, ante un público que rió a veces y siempre se emocionó con sus relatos, que desde muy chico supo sobre esta ciudad de muelles y palmeras gracias a las invocaciones que hacía su padre de un primo descarriado que habría recalado precisamente aquí.

De Canarias supo Llamazares por un molinero de León que había sido luchador y había venido a enfrentarse, en Gran Canaria, con el Faro de Maspalomas, un legendario deportista que medía más que un armario y que (decía el molinero, de nombre Emiliano) había sido vencido en ese lance desigual.

         El primo se llamaba Juanín, era el sobrino favorito del padre de Julio. Yo conocí al padre de Julio; era un hombre discreto y estricto, decía lo que había que decir, y cumplía con todo aquello que había que cumplir, escrupulosamente, dignamente. Aquel Juanín lo tenía perturbado, pues durante años estuvo perdido, sin dar cuenta a sus padres de lo que hacía por esos mundos. Como creía con razones que quizá lo estaba pasando muy mal en sus sucesivos destierros, cada vez que se refería a él lo llamaba “el pobre Juanín”.

A los oídos de Julio, ya mayor, llegó que ese hombre debía andar por las islas Canarias, y quizá incluso en el Puerto de la Cruz. Y en una de las primeras visitas que hizo a esta ciudad en la que habló el viernes, ante un público que no sabía si Julio inventaba una de sus ficciones o relataba de veras uno de sus viajes, aquí encontró al pobre Juanín, que en realidad vivía una vida holgada y llena de placeres, entre ellos los placeres de compartir la vida con las dos mujeres con las que convivía.

         Todo esto lo contó Julio en el prólogo de su conferencia, que dio en el marco de las que organiza el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias cada 12 de octubre. En realidad, él venía a hablar del viaje, ese era su pretexto. Tiene una larga experiencia de poeta andariego; su libro El río del olvido, que es su recorrido por el Curueño, su libro sobre Tras-o-montes, su espléndido libro sobre las catedrales españolas, y sobre todo La lluvia amarilla, que es una ficción que tiene que ver con su vida, han convertido a Llamazares en uno de los mejores escritores de viajes (de viajes íntimos, privados, de viajes hechos para sentir y no tan solo para ver) del siglo XX español.

Paciente, sensitivo, musical, sus pasos por la tierra incluyen esas actitudes pero sobre todo incluyen una manera de retener lo vivido como si se lo estuvieran contando otras almas que nunca ha visto, con las que nunca ha hablado, pero que habitan en él. Esa novela, La lluvia amarilla, es un compendio autobiográfico del Julio que viaja, del Julio que inventa y del Julio que vive. Trata de un hombre que se queda solo, en medio de un diluvio de soledad y de olvido, en un pueblo que se está muriendo, condenado a desaparecer en la desapacible realidad del progreso que destruye o interrumpe.

Como Julio nació en Vegamián, que ya no existe porque fue sepultada por el agua de una presa, siempre hemos pensado que esta metáfora, que tiene ecos de Rulfo y, más lejanamente, del García Márquez más íntimo, o del Onetti más desgarrado, se refiere a su propia vida; y probablemente es así, pues toda metáfora creada por un poeta tiene que ver siempre con lo que el poeta vivió, aunque hable del viento de la luna.

         Del nacimiento de esa triple música que tiene la literatura (lo que sucede, lo que sucede por dentro, lo que no sucede) nace el viaje verdadero y nace el viaje ficticio. El viaje es mucho más que un trayecto, dijo Julio, y mucho más que una fotografía.

 Cuando acabó de hablar, algunos nos asomamos al balcón trasero de la Casa de la Aduana, donde está el Museo Westerdahl que desde hace diez años está abierto ahí por el Instituto de Estudios Hispánicos. Ese muelle en el que pasaron años de nuestra infancia y de nuestra adolescencia puede retratarse con los poemas de Llamazares, pues todo viaje es un viaje por dentro y las palabras del viaje de otros sirven para los viajes propios.

Me gustó escuchar también la introducción que hizo el presidente del Instituto Nicolás Rodríguez Munzenmeier. La institución cumplirá ahora sesenta años. En una sociedad, la canaria, la española, que ahora está empobrecida y sin objetivos intelectuales o sentimentales, rota también la confianza en el futuro de la política, este centro civil quiere ser un faro de discusión y de encuentro, una apuesta progresista en la ciudad de Pérez Trujillo, de Rodríguez Barreto y de Paco Afonso. Y de Viera y Clavijo, el historiador al que ahora quieren rescatar como símbolo de las puertas abiertas de la ciudad.

Llamazares escuchaba. Los que estábamos allí y somos del Puerto de la Cruz sabíamos que Nicolás no estaba hablando solo de la restitución del pasado. Estaba haciendo un viaje para reconstruir los cristales rotos de una sociedad que busca la reivindicación de una actitud. La presencia del poeta seguramente inspiró al profesor Munzenmeier para su discurso vibrante de fe en el porvenir del Instituto de Estudios Hispánicos, donde muchos (este cronista también) aprendimos a ser ciudadanos.

Hay 9 Comentarios

Pues si Belén el PUERTO de La Cruz es un lugar bonito y me trae muchos recuerdos, las piscinas del Lago Martianez, cuando mi hijo era pequeño, pasear y comer pescado, aunque el Pto. de La Cruz tenía una heladería fantástica y estudiando en la Biblioteca de la Facultad nos decíamos "Vamos al Pto a comer un Helado" juntábamos el dinero que teníamos entre 4 y haciendo autoStop ibámos y volviámos tan contentos, otras veces era una estupenda tarta que tb hacían los alemanes, y otra vuelta y vira en AutoStop.

{{{{¿Sueñas con PERDER °PESO?? ¡¡Deja de soñar!! Este VIDEO te muestra COMO LOGRARLO de manera FACIL: http://su.pr/1xuU15

Hay escritores o poetas que gustan más en la presentación, de algún buen escritor o periodista, que el libro presentado, seguramente no será este caso, pero leyendote Juan, lo bien que explicas la historia de Julio y sus ciscurtancias me ha venido el recuerdo de la presentación de un pelicula de Paco Rabal en una entidad bancaria, que la pasamos los asistentes riendonos de la cantidad de anecdotas sobre los grises y la censura, pero no recuerdo que pelicual italiana habia interpretado.
En cuanto al satelite que entra insultando, le aconsejo por ser más estimulante que, practique ante el espejo, es mano de santo, se le quitan todos los resquemores, los odios, las envidias y se sentirá mucho más realizado.
Salud y Resistir.

Lo que hace universal a la Literatura ,además de los autores, son los lectores.
El artículo es precioso y parece increíble que en lugares y espacios tan diferentes, se pueda estar hablando o pensando en lo mismo.
¡Qué bonito es el Puerto de la Cruz, Dumi!
No he leído todavía La lluvia amarilla, pero es de los que me gustan (Te lo recojo, Juan Luis: "las tintas de las emociones"), así que terminaré pronto con el otro Julio.
(para llegar a ser una buena ciudadana).

Según informa el diario El País hoy, domingo 14 de octubre, Artur Mas "ha situado el referéndum por la independencia, su principal promesa electoral, en los próximos cuatro años, y ha pedido al Estado "diálogo" para poder realizar la consulta por las vías legales. Aunque sin permiso la convocará igualmente: "La haremos dentro de la legalidad, aunque la tengamos que buscar en España, Europa o el mundo". Mas se ha mostrado convencido que hay ciudadanos españoles que respetan el derecho a decidir y ha acusado a la "oligarquía del Estado" de "pisar" los intereses de Cataluña.


Artur, tú no vas a convocar ningún referéndum. No tienes competencia para hacerlo. Ese asunto corresponde al pueblo español, no a ti. No habrá referéndum sin que el puebloe español lo autorice, te pongas como te pongas.


Por otra parte, harías bien en explicar a Cataluña y a España cuánto dinero defraudó tu padre, si te has beneficiado tú de ello, si sigues teniendo el dinero en Lietchenstein. Queremos saber qué clase de personaje eres tú. Luego ya hablaremos de referéndum.

Contra Juan1, empiezo a leerte aquí y me digo, todo esto me suena, claro, lo acabo de leer, un árticulo tuyo en La Provincia, Me interesó y me gustó, como me gusto el de "Canarios- Catalanes".
Y es muy bonito como cuentas lo que era Canarias para mucha gente que ni sabía que estas islas existian, pero bueno, creo que fue ayer que vi en un artículo un Mapa de España y Las Islas Canarias debajo de las Baleares, in ille tempore, madre mia, todavía siguen esa muestra gráfica, y para acabar saludando a los de siempre y deseándoles un buen dia.
AH! una cosa el corrector ese que solo corrige comas, o lo que el quiere, es habitual de otro lugar y solo hace eso, poner no pone nada , solo te dice que te falta esto o aquello, muy típico de quién no sabe opinar, decir que se te caen las comas. Desmerece poner o tener faltas de ortografía, pero con La ESO, no solo no aprenden nada los alumnos sino que encima de ver tantas faltas te quedas con ellas. O dichos, para quedar muy intelectual, escribió un alumno en un Examen....Tal y cual y Miel sobre Hojaldre, que nosotros después de darnos risa lo decimos con frecuencia. Bueno ahora han recortado el Hojaldre.

Estimado "mangstadt", yo no me conozco mucho, pero es muy posible que sea un pedante,
Qué le vamos hacer.

Muy bueno el comentario de Juan Luis Mañanas. Lástima que se le hayan caído tres "comas pedantes" después del sujeto y antes del predicado. Sería preferible: Los viajes que un poeta describe están constreñidos...; Explicar lo que no se puede explicar es el lenguaje...; La vida se asemeja a ese viejo proyector .... Ya sé que Borges, por ejemplo, era aficionado a dejarse caer esta clase de comas impertinentes, pero es que Borges era bastante pedante. Lo diré siempre: entre sujeto y predicado, o dos o más comas o ninguna.

Los viajes que un poeta describe, están constreñidos de aromas de especias de todas las latitudes, de reflexiones sobre los sentimientos que todos poseemos y que algunos no saben explicar, pero sí reconocer como el fiel reflejo de la experiencia humana en su aparentemente interminable travesía por el desierto, ese desierto que es la cuadrícula racional en la que subsistimos y que puebla de dunas inabordables los anhelos del ser humano que quiere subir a la superficie de su “yo” encontrando los objetos, los espacios, las luces, las sombras, las caricias y los calambres de dolor que el poeta transmite en un arroyo de palabras que fluyen sin cesar.
El viaje, como muchas veces se ha dicho, es un viaje hacia el interior, por eso la mirada perdida en el horizonte de un atardecer enrojecido, provoca la introspección del individuo hacia el cúmulo de experiencias que conforman su vida, caminar por el entramado de una ciudad nueva es una experiencia de explorador de la mente que no puede ubicar lo que contempla y transciende la figura de un nuevo ser por el simple hecho de no pertenecer a ese hábitat.
El viaje es una escalada interminable en cuya cima se divisa el enorme esfuerzo de la ascensión, el reiterado intento de comprender lo que te rodea y el orgasmo de sentirse vivo y consciente frente a lo foráneo, que no es ni más ni menos que la voluntad del ser humano de ubicarse en el universo.
Explicar lo que no se puede explicar, es el lenguaje que nos une en un esfuerzo creador, el poeta describe con pinceladas construidas con diferentes técnicas, acuarela, carboncillo, oleo, pastel, el abrumador estado de su consciencia y el lector contempla el paisaje con el alma encendida por la vivencia. La vida, se asemeja a ese viejo proyector que lanzaba imágenes tal vez un poco borrosas por la superficie blanquecina de la pantalla de un cine viejo, y el viaje mantiene incandescente el rumor que las palabras del poeta construyen en el individuo los anhelos que forman y formarán parte de la persona para siempre, aunque se olviden las palabras, el viaje queda tatuado ya con las tintas de las emociones.

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

TrackBack

URL del Trackback para esta entrada:
https://www.typepad.com/services/trackback/6a00d8341bfb1653ef017d3cb062ad970c

Listed below are links to weblogs that reference Julio Llamazares, el poeta andariego:

Mira que te lo tengo dicho

Sobre el blog

¿Qué podemos esperar de la cultura? ¿Y qué de quienes la hacen? Los hechos y los protagonistas. La intimidad de los creadores y la plaza en la que se encuentran.

Sobre el autor

Juan Cruz

es periodista y escritor. Su blog Mira que te lo tengo dicho ha estado colgado desde 2006 en elpais.com y aparece ahora en la web de cultura de El País. En cultura ha desarrollado gran parte de su trabajo en El País. Sobre esa experiencia escribió un libro, Una memoria de El País y sobre su trabajo como editor publicó Egos revueltos, una memoria personal de la vida literaria, que fue Premio Comillas de Memorias de la editorial Tusquets. Otros libros suyos son Ojalá octubre y La foto de los suecos. Sobre periodismo escribió Periodismo. ¿vale la pena vivir para este oficio?. Sus últimos libros son Viaje al corazón del fútbol, sobre el Barça de Pep Guardiola, y Contra el insulto, sobre la costumbre de insultar que domina hoy en el periodismo y en muchos sectores de la vida pública española. Nació en Tenerife en 1948.

Eskup

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal