Manuel Rivas, la virtud de ver

Por: | 15 de octubre de 2012

Quienes se hayan preguntado alguna vez de dónde viene esa virtud de ver que demuestra Manuel Rivas tanto para contar lo que vivió como lo que ha imaginado que pasó en tiempos en que él no existía tienen una respuesta en su libro Las voces bajas, que aparece esta semana editado por Alfaguara. (El jueves próximo lo presenta él mismo en la librería Alberti de Madrid).

Las voces bajas es, por decirlo con adjetivos que usó Josep Pla para evocar cómo debería ser un gran libro, “eminente, completo, confortable, perfecto”. En este caso, además, Rivas ha escrito un libro emocionante que deja en el lector la certidumbre de haber circulado por la vida de otros viviendo en realidad su propia vida. Él ha escrito el libro, pero ya sus lectores somos parte de ese libro. Rivas presenta los hechos (su vida, la vida de su hermana María, la vida de su familia) como fueron, como a él le resultaron, cómo quedaron en su memoria. Cuando se abandona, el libro ya es la piel misma de quien lo ha leído. Escrito como si fuera rasgando la tierra, Rivas avanza en su memoria extrayendo de esa experiencia el drama pero también la virtud de la paciencia, que acompaña a los suyos y los acompaña a ellos (a María, a Manuel) en la búsqueda de la explicación del mundo. Y cuando el mundo les hace el ruido más terrible, el de la muerte, el de las despedidas, Manuel describe el interior de esa experiencia con la delicadeza que exige la grandeza vital de lo que sucede.

Como con otras obras de Rivas, pero sobre todo con sus cuentos, el escritor alcanza la categoría narrativa de la que son capaces los mejores poetas: no sobra nada, no falta nada, no hay grasa, todo en el libro es la proteína pura de lo que le ha pasado. En otros libros de Rivas (singularmente en su cuento La lengua de las mariposas, que hicieron cine José Luis Cuerda y Rafael Azcona), el poeta ha visitado mundos que no estuvieron en su mundo, la guerra civil, su abrupto comienzo despiadado; con la escueta amalgama de sus materiales adquirió una veracidad, una profundidad de visión, que ahora reitera aquí hablando de lo que tuvo más cerca.

La historia de Rivas, su propia vida personal, nunca había sido contada de manera tan directa, tan vital; el drama, que los hubo, y que laten del principio al fin del libro (la vida de María, la muerte de María, que son ejes sentimentales muy cercanos pero muy profundos, casi inapreciables a veces, pero que siempre están ahí), no le quitan sitio ni a la ironía, ni al humor, ni a la risa. Su relato aborda todos los mundos que vivió hasta ahora, desde la época en que aprendía las sílabas hasta que entró en un periódico cuando era un adolescente; pasa por los enamoramientos y sus desencantos, por el aprendizaje de las estrategias del compañerismo y las obligaciones de la amistad; integra a los padres, a los tíos, a los parientes en un paisaje humano compacto y singular en el que más que la vida late la celebración de la vida; el padre y la madre son figuras que se mueven por ellos mismos, como si el escritor se limitara a poner en el papel lo que sus ojos le van diciendo.

Como es el libro de uno que mira, desde muy chico, el latido de la vida alrededor, los sucesos, los grandes y los chicos, se han quedado como metáforas clavadas en la pared enorme de su selección de recuentos. Hay muchos (el relato de la muerte de su hermana María, sobre todo, pero esa es la historia grande del libro; no cabe en una reseña) que te dejan el cuerpo lleno de la pesadumbre que la historia del pasado traslada al presente. El abuelo afeita en su barbería a un matón fascista que ante el recuento de una matanza en el pueblo declara “Tal vez yo era uno de ellos…” y desata en el barbero la indignación que ahora el nieto nos contagia contándolo todo en cuatro renglones…

El libro es así, evocativo y presente, la explicación más fehaciente de por qué Rivas llegó a ser el escritor que es, esencial, poético, conmovedor y contenido. He terminado de leer el libro hace unas horas. Y he querido venir aquí a contarlo porque este libro es una buena noticia. En un mundo en el que el sentimiento se ha envuelto en papel de plata para ser arrojado a la basura, que alguien recupere el sentimiento y lo lleve al aire, y lo cuente así, es un acontecimiento raro que me permito registrar.  

 

Hay 13 Comentarios

También me parece muy importante.
Me ha encantado y también todos los comentarios

Solo cuando no sale como uno quiere las cosas, es cuando uno aprende que tiene mucho que hacer para conseguir la perfección.
El deporte es a veces fiel reflejo de como caminamos por la vida, si dejamos a medias un proceso, si no culminamos el proyecto, puede que este se revele contra nuestra voluntad.
En el Futbol no se puede perdonar al rival, pues sucede generalmente que, se sacude, estira ypuede dar la vuelta al partido. Es cosa sabida, que cuando uno domina debe terminar las jugadas con el balón dentro de la red.

Supongo que todos habremos aprendido que se pueden empatar partidos dominando el 70% del partido.
Salud y Resistir.

Debe ser un libro extraordinario. Está sublime definición invita a la delicia de leerlo. Gracias maestro. Lo pongo en la lista de pendientes destacados.
Pilar Gorbano.

Le recomiendo al autor de este hermoso artículo el cuento "Espuma y nada más" de Hernando Téllez, escritor colombiano.

Le recomiendo al autor de este hermoso artículo un cuendo del escritor colombiano Hernando Téllez. El cuento se llama "Espuma y nada más".

El libro que más me gustó de Rivas, fu el lápiz del Carpintero, una historia entrañable de las miles que circulan por Galicia. Esta es otra historia, menos entrañable, aunque no está escrita por Rivas. Se llama los peces son ciegos y os dejo el link por si queréis echar un vistazohttp://www.lee-gratis.com/index2.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=97&Itemid=30

Me encanta Manuel Rivas, con todo respeto Manolito, le conozco en persona y a su familia, Especialmente a su padre quien me contó tantas historias divertidas, algunas tristes también...lo llevo en el corazón y en la memoria con mucho cariño.

Todo libro es un gesto de bondad del autor hacia sus lectores, envuelto en una pizca de ego.
Pero cuando el libro es el resultado de la observación, de la sinceridad y de una mirada limpia y honesta, entonces es un regalo del alma del autor hacia los lectores atrevidos que se lanzan entre el paisaje y los dialogos de una obra de la que podriamos llamar, un clasico de la literatura.
Manuel, ya era un viejo escritor, asemejaba, cuando publico sus primeras obras.
Mi más profunda enhorabuena y mi más profundo deseo de exito de Las voces bajas.
Salud y Resistir.

Me imagino que todos nosotros somos conscientes del ejercicio de honradez y honestidad, por no decir de arriesgada exposición que implica una novela del tipo que ha elaborado.
Hablar de uno mismo y de todas aquellas cosas que han marcado a un ser humano debería aceptarse como una mano tendida que hay que estrechar con cierta delicadeza.
Y eso haré, leeré con delicadeza ese libro que seguramente mostrará las partes más íntimas de un escritor al que admiro y respeto profundamente.

Maestro Cruz
Todos saben en este blog de mi admiración por M.Rivas el escritor gallego de los actuales más importantes.Es un referente en lo cultural y en lo civico y un ejemplo de intelectual comprometido.
Saludos Paco

Totalmente de acuerdo, sr.Cruz. Es una maravilla de libro. Españoles como los Rivas representan la dignidad de este pais. Lo mejor para Manuel y su gente, es mi deseo.

**Si quieres PERDER ºPESO*, un consejo: ¡¡CIUDA TU HIGADO!! http://su.pr/1xuU15

http://www.youtube.com/watch?v=z8s8gqyYKBI&feature=plcp

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¿Qué podemos esperar de la cultura? ¿Y qué de quienes la hacen? Los hechos y los protagonistas. La intimidad de los creadores y la plaza en la que se encuentran.

Sobre el autor

Juan Cruz

es periodista y escritor. Su blog Mira que te lo tengo dicho ha estado colgado desde 2006 en elpais.com y aparece ahora en la web de cultura de El País. En cultura ha desarrollado gran parte de su trabajo en El País. Sobre esa experiencia escribió un libro, Una memoria de El País y sobre su trabajo como editor publicó Egos revueltos, una memoria personal de la vida literaria, que fue Premio Comillas de Memorias de la editorial Tusquets. Otros libros suyos son Ojalá octubre y La foto de los suecos. Sobre periodismo escribió Periodismo. ¿vale la pena vivir para este oficio?. Sus últimos libros son Viaje al corazón del fútbol, sobre el Barça de Pep Guardiola, y Contra el insulto, sobre la costumbre de insultar que domina hoy en el periodismo y en muchos sectores de la vida pública española. Nació en Tenerife en 1948.

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