Yo nací con la infamia, de Juan Cueto

Por: | 27 de octubre de 2012

A los que no vivíamos en Asturias, y por tanto no podíamos leerlo en la prensa de allí, lo que nos sorprendió de la literatura de Juan Cueto fue el sentido del humor y el amor a la sintaxis total. Sus artículos, publicados en El País y en Triunfo, principalmente, fueron, en aquel alumbramiento periodístico de la democracia, un golpe en la barriga de la solemnidad nacional, en la refutación de la recopilación macilenta de lugares comunes que entonces  funcionaba entre nosotros como indeseada herencia del pasado. España no era moderna, Cueto vino a sacarle los colores. El lugar común como capital de España ha regurgitado muchas veces, y ahora estamos en una de esas glaciaciones, pero en aquel momento fue Cueto el que le metió las manos en la boca a la sintaxis nacional y la empezó a privar de sus detritus.

         Su vehículo para deshacer los nudos gordos de aquella sintaxis funesta fue aproximarse al invento con el que él mismo había nacido al mundo: la infamia de la televisión. La despojó, como escritor, de los lugares comunes que la ensombrecían como invento, es decir, le quitó los ámbitos de infamia en la que la había reducido una lectura ensombrecida del porvenir del invento. Y, luego, como programador, como experto en trasladar el invento al ciudadano, inventó para España y para Italia una manera distinta, dinámica y arriesgada de concebir el invento como cripta, la televisión de pago.

         En ambas demarcaciones, la analítica y la práctica, Juan Cueto decidió utilizar las mismas armas, o más bien un arma sola, el sentido del humor, que es el grado más alto del sentido común. Sin perder la raíz que lo hizo el periférico más informado de Europa (en su casa de Gijón combinaba el Corominas con las parabólicas, los libros con las ondas hertzianas: fue un adelantado a este tiempo, pero sabiendo más que lo se sabe en este tiempo), viajó por el mundo para descubrírnoslo. Aunque tiene en su curriculum la filosofía, y podría presumir de saber de Platón casi tanto como Lledó, no se detuvo en sistemas filosóficos, sino que fue derecho a las cosas, para explicarlas andando; se hizo peripatético, y en ese trayecto perdió, o extravió, el ego. En aquel universo que hizo pop en algún ocasión, y ya para siempre, eso era extraordinario, porque lo que pasó en la época en que Cueto nos descubría el mundo fue que el ego se agrandó y se agrandó, en los artistas, en los comunicadores, en los empresarios… Él lo mantuvo a raya, así que en un momento determinado, cuando creyó oportuno apartarse el ruido y la furia y quedarse tan solo con los sonidos del silencio, dejó todo lo que hubo detrás y desde hace algunos años medita y ríe a la orilla del Atlántico norte, donde sigue teniendo su casa, sus libros, sus parabólicas.

         Ahora acaba de publicar Herralde en Anagrama un libro en el que se puede delinear ese trayecto, desde el silencio al silencio, desde la inteligencia a la inteligencia. Es el libro Yo nací con la infamia, que Cueto nunca quiso hacer, hasta que un día dijo sí y aceptó que un servidor recopilara para su amigo Jordi aquellas columnas que, de un modo u otro, pudieran dar de sí una especie de autobiografía del hombre que desafió el country en el que vivíamos para meternos de lleno en el rock que él tenía dentro de la cabeza.

Yo nací con la infamia es el título de uno de los ensayos que constituyen ese volumen, presentado este último lunes en Barcelona. Hace alusión, cómo no, al establecimiento intelectual y popular en el que se hizo el primer Cueto, aquel ser platónico y socrático que nos trajo a todos un aire fresco que nunca jamás ha tenido parangón en este país de aires encerrados. Él abrió las ventanas (entre otras, la ventana de la televisión) y nos hizo reír y sonreír con su interpretación variada de la vida, con su mirada distraída o, como puso en el subtítulo del libro su editor, con su mirada vagabunda. He sido editor en otra reencarnación personal, y estoy orgulloso de muchos de los libros que hice publicar. Pero por este tengo una especial predilección. Por eso quería compartir con ustedes la noticia de su aparición. 

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Publica hoy el diario EL PAÍS digital una tribuna de opinión bajo el título "¿'Quo Vadis', Artur Mas?", que es un excelente y demoledor artículo de opinión sobre el tema de la imposibilidad de la independencia de Cataluña en la Comunidad Europea.


Autora: ANA MAR FERNÁNDEZ PASARÍN, profesora titular de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Barcelona. No se lo pierdan:


http://elpais.com/elpais/2012/10/30/opinion/1351608854_296058.html


Hay días en que de verdad puede decirse que sale el sol.

Mourinho se vuelve ahora contra Toril.
Los antiguos, los viejos de mi barrio que se reunián en la plazoleta de mi calle, decián que "el Diablo cuando no tiene nada que hacer,mata moscas con el rabo".
Y esa escena de mis referentes del futbol, los que sabian de memoria la alineación del Barcelona de los años 60, y de la Selección Nacional, hoy al leer El País la rueda de prensa de ayer de MOHU, me ha venido a la memoria.
Es todo un personaje que hace patria Lusa defendiendo sus intereses por encima de los interese de su Club, el Real Madrid de España, cosa que se le olvida con mucha facilidad.
Salud y Resistir.

El actor José Yepes Cardo, histórico del cine español desde los años sesenta, ha fallecido esta madrugada a los 70 años en el hospital de Sagunto, donde llevaba varios días ingresado a causa de una neumonía, informa la entidad de gestión AISGE.


Autodidacta en los años más crudos y grises de la posguerra, Yepes entró en contacto con el mundo de la interpretación como meritorio en el María Guerrero y con los años dio el salto a la gran pantalla, donde firmó más de medio centenar de trabajos. Era socio de AISGE, en la que ingresó en mayo de 1993 y que le ayudó en los últimos años, en que sufrió un infarto cerebral y tuvo que abandonar su actividad laboral.

El mediano de tres hermanos, "El Yepes", como le conocían todos sus amigos en Sagunto, había nacido en este municipio valenciano el 9 de abril de 1942. Su padre fue guardia republicano y tanto él como la madre sufrieron represalias y escarnios al final de la guerra civil, por lo que la familia optó por mudarse a Madrid cuando Pepe era todavía un niño. Y allí, en un piso de alquiler en la calle de Luchana, un vecino les habló de los meritoriajes en el María Guerrero y Yepes, que siempre destacó por su cordialidad y lo extrovertido del carácter, se presentó en el teatro "para hacer lo que hiciera falta".

"Él era de natural simpático y divertido, y eso siempre le abrió muchas puertas", le recordaba al mediodía su exmujer, la cordobesa Mónica Cano, también actriz. Ambos se conocieron en las salas de doblaje de Cinearte, y de aquella relación surgieron dos hijas que han heredado la pasión artística de sus progenitores: la mayor, de 36 años, trabaja como cantante de jazz en Alemania y la pequeña, de 32, desarrolla en Londres una incipiente trayectoria fotográfica.

Yepes destacó en varios montajes de José Luis Alonso para el María Guerrero, en particular 'El círculo de tiza caucasiano', de Bertolt Brecht. Sin embargo, el artista levantino abandonó progresivamente los escenarios por los platós en cuanto comenzó a consolidarse su carrera en la pantalla grande. "Él llevaba mal la disciplina de las tablas", anota Mónica Cano, "y el cine era más fácil de compaginar con sus otras grandes pasiones, la lectura y la vida bohemia". La pareja trabó amistad con otros nombres destacados de la cultura en aquellos tiempos, en particular Antonio Gades y Pepa Flores, a quienes se referían como "compadres". El actor Alfredo Landa o el escritor canario Alberto Vázquez Figueroa también figuraban entre los compañeros de tertulias del actor fallecido.

El currículo de Yepes en el celuloide se remonta a 'Hay que educar a papá', una de las películas para el lucimiento de Paco Martínez Soria, en 1971. Asimismo, nunca le faltó trabajo como actor de reparto. Se sentía particularmente orgulloso de tres títulos: 'Los días del pasado' (1978), de Mario Camus, donde encarnaba a un maquis; 'Carmen' (1983), de Carlos Saura, en la que pudo trabajar junto a sus queridos Gades y Flores, y 'El río que nos lleva' (1989), de Antonio del Real, que le permitió conocer a Tony Peck y afianzar su amistad con Alfredo Landa. También destaca su papel como militar reaccionario que encarnó en 'La guerra de los locos' (1987), a las órdenes de Manolo Matjí.

Juan ha muerto José Yepes, a los 70 años en un hospital de Valencia.
Seguramente te acordaras de él, un buen actor de reparto que ha trabajado con grandes y pequeños directores.
Descanse en Paz.
Salud y RESISTIR

Este blog se le ha visto afectado en ocasiones por plagas, a veces hormigas, otras alacranes, chinches y algunas lapas, ejem, y has permanecido, que diría Ruidruejo, impasible el ademán. A veces te acusan -la red es terreno abonado para la difamación-, de verter opiniones interesadas, de egocéntrismo, de sectarismo, de amiguísimo, de todos los -ismos. Algo bueno tendrá tu period-ismo cuando lo bendicen. Te puedo decir lo bueno que tiene para mí que he leído todas las entradas de este tu blog: las pistas culturales que nos proporcionas han vapuleado mi curiosidad, gracias a vos he accedido al trabajo de cientos de personas inteligentes, de uno y otro color, amigos o no tan amigos. Esas referencias me han llevado a otras, y esas otras a otras, de modo que la lectura continuada del periodismo cultural de Juan Cruz ha creado conexiones nuevas entre mis neuronas, podría asegurarlo. Por eso estoy agradecida, y lo demuestro de la única manera que puedo hacerlo, dejando aquí mi comentario anónimo pero honrado. Mucho ánimo para continuar y para cuidarse.

Hay cosas que parecen coicidencias, por ejemplo que te encuentres hablando de Juan Cueto cuando te premian por tu literatura, tu dominio del periodismo, como hacia Cueto.
Pero si hoy te pillan con Cueto, otro día podrián haberte pillado con Garcia Marquez o con Antonio Muñoz Molina, siempre en el tajo de la biblioteca, repasando las novedades, divulgando la lectura y la cultura.
Enhorabuena por todo el fondo de tu trabajo, que cual vieja libreria, encuentra uno clasicos y nuevos valores.
Salud y Resistir.

MAESTRO CRUZ

Mi mas sincera felicitación y adelante en tu labor de fomento de la cultura.

Saludos Paco

Juan muchas felicidades y que la salud te llene de reconocimientos hacia tu labor didactica y literaria, didactica en el periodismo y literaria en la bondad de tus libros, que nos llena de satisfacción y placer su lctura.
Salud y Resistir.

Enhorabuena!!!! Un premio más que merecido por su práctica de la libertad del verbo.

Muchas felicidades Juan por ese premio tan merecido.
Desde Tenerife un abrazo de un chicharrero menor.

Quería decir premio!!!

Muchas felicidades por ese precio.
Salud.

Felicidades!!!
Y que siga deleitandonos la libertad de tus opiniones
Un medanera

¡Muchas felicidades, Juan!

Premio Nacional de Periodismo Cultural. Merecidísimo.

Estimado don Juan Cruz, ¡ENHORABUENA!, por Tutatis...Se lo merece usted, sí señor, claro que sí. Me alegro muchísimo. A seguir A TOPEEE

Felicidades. Abrazos

¡Felicitaciones por un premio bien merecido!

Yo como Cueto nací con la infamía, 1945, como los hombres trabajaban de sol a sol para llevar dos mil pesetas a su casa, para mantener una familia de seís miembros, que heredabamos los zapatos, pasando primero por el zapatero remendón, las camisas y pantalones, pasando por las manos de la madre, en donde reinaba un silencio vergonzante, un miedo a los oidos de las paredes y siempre sabiendo que no todos los vecinos eramos iguales, que los habia de misa diaria y puesto de trabajo en el Ayuntamiento o en casa del señorito.
Sí, en convivido durante una parte de mi vida, sabiendo de la infamia de una sociedad que todos los integrantes sabián que el poder estaba desnudo, pero no podiamos ni siquiera comentar nuestra desgracia, nuestro destino marcado por el dedo prepotente del que habla con el todo poderoso diariamente.
Bien, pues, algunas mañanas me levanto con la sensación, cuando oigo la radio, de que han vuelto los viejos tiempos con sus viejos dichos y maneras de organizar la sociedad.
Salud y Resitir.

Será un honor leer la visión de una persona que ha estado con el ritmo de los tiempos, y que posiblemente reflexione sobre las nuevas tecnologías y medios de comunicación como es internet. Ahora el consumo de la televisión es más absoluto, nutrido de ensayos e investigaciones sociales que construyen las parrillas televisivas polarizando a los televidentes o espectadores a posicionarse en algún o algunos canales determinados. Las opiniones no son tanto como la ideología que sustenta los canales televisivos y lo económicamente correcto, permite que lo políticamente incorrecto pueda existir como un agradable plato de consumo rápido.
Será interesante descubrir en ese libro qué es lo que entendía Juan Cueto.

¡Enhorabuena!

Dios te guarde muchos años don Juan. Que contigo la cruz de la vida se hace más ligera, menos pesada y leyéndote hasta se torna en "crucis dulcis pondus".

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Sobre el blog

¿Qué podemos esperar de la cultura? ¿Y qué de quienes la hacen? Los hechos y los protagonistas. La intimidad de los creadores y la plaza en la que se encuentran.

Sobre el autor

Juan Cruz

es periodista y escritor. Su blog Mira que te lo tengo dicho ha estado colgado desde 2006 en elpais.com y aparece ahora en la web de cultura de El País. En cultura ha desarrollado gran parte de su trabajo en El País. Sobre esa experiencia escribió un libro, Una memoria de El País y sobre su trabajo como editor publicó Egos revueltos, una memoria personal de la vida literaria, que fue Premio Comillas de Memorias de la editorial Tusquets. Otros libros suyos son Ojalá octubre y La foto de los suecos. Sobre periodismo escribió Periodismo. ¿vale la pena vivir para este oficio?. Sus últimos libros son Viaje al corazón del fútbol, sobre el Barça de Pep Guardiola, y Contra el insulto, sobre la costumbre de insultar que domina hoy en el periodismo y en muchos sectores de la vida pública española. Nació en Tenerife en 1948.

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