El azar de la mujer rubia es el título de la novela que Manuel Vicent publicará en Alfaguara el 23 de enero. De esa novela sé esos datos, y además sé que trata de la transición española, desde la ficción y desde la memoria, y también desde la desmemoria.
Ese de la transición fue el instante político más importante de la vida española desde el franquismo, fue activado, para la memoria, y también para el olvido, por un golpe de Estado sobre cuya autoría y otras características adyacentes hay fantasías y realidades hasta el día de hoy, y marca de tal manera nuestras vidas que aún ahora aquellos que no tuvieron nada que ver con la transición propiamente dicha (la Transición con mayúsculas) se honran con una gloria para la que no trabajaron, sino al contrario.
En todo caso, ese es el núcleo de la novela, la Transición, cómo se hizo, cómo se recuerda, en qué nebulosa la tendremos todos y en qué nebulosa la tiene alguno de sus protagonistas auténticos. De la novela misma sabremos cuando aparezca. El lector de Vicent, sin embargo, sí puede adelantar algunas cosas, sobre su estilo, sobre su manera de hacer la historia narrativa, sobre su modo de contar.
Desde aquellos textos que contaron el conflicto general, en sus columnas, en sus relatos, en sus novelas, Vicent se configuró para este tiempo de la cultura y la política española como el espectador descreído, desde la posición del que pregunta y a la vez adivina; hizo algunos retratos magistrales (los daguerrotipos, las entrevistas) con personajes que ahora ya son historia fundamental de la literatura y de la vida (Delibes, Grande Covián, Marsillach, Pilar Miró, Gutiérrez Mellado) y escribió un retrato magistral (de ficción, aunque la realidad asome) sobre Jesús Aguirre (Aguirre el magnífico), duque de Alba, y contó su infancia, su adolescencia, su madurez y su melancolía (la melancolía de la madurez pasada por el aire de la infancia) en libros que forman parte del paisaje del alma española de su tiempo.
De modo que de ese libro que se anuncia ahora se puede esperar, conociendo a Vicent, un daguerrotipo, un retrato, una memoria y una confesión: ese tiempo de la Transición, que aun dura, lo ha tenido a él como un cronista mirando desde el faro en que ha convertido el sitio desde el que ve. Un capitán de barco que no se pierde jamás el ojo de los peces, aunque éstos viajen volando.
Hay 2 Comentarios
¡Genial! otro Vicent en la mesa de novedades, justo ahora que he sacado de la librería de los títulos pendientes "Aguirre el magnífico" y pensaba que era el último Vicent. Fantástica noticia (en estos tiempos de tan pocas noticias fantásticas).
Publicado por: Joaquín | 19/12/2012 12:46:44
Parece interesante el libro de Vicent, tras haber leído "El Lector de Julio Verne" de Almudena Grande, este fin de semana.
Debido a mi nueva situación laboral, debería tener más tiempo libre, pero no llego descifralo, de forma que me levanto a la misma hora y me acuesto a la misma hora en la que lo hacia cuando esta trabajando, pero hoy, el tiempo lo administro de otra forma y paso muy poco tiempo leyendo.
Es un puro contrasentido.
Salud y Resistir.
PD. Hace unos meses sentí un pápito, y lo comunique en este blog, de que MOU estaba buscando alojamiento fuera de Madrid, pues lo veía un tanto triste com Cristiano.
Debe ser porque parecen siameses, donde marcha uno, marcha el otro.
Publicado por: Antonio Corbalan | 17/12/2012 11:47:35