Fernando Delgado ha escrito una historia sobre la amistad y para ello ha usado la metáfora de un perro, Lucas. El libro que la contiene (Me llamo Lucas y no soy un perro, Planeta) será presentado hoy por el autor y por Elvira Lindo en un restaurante de Madrid, Nänay (Barco, 26, a las 19.30) que también es un espacio cultural en el que se admiten perros. Será Elvira Lindo, la escritora que, disfrazada de Manolito Gafotas, fue acompañante asidua de Fernando ante los micrófonos de A vivir que son dos días en las temporadas en que él fue su director y conductor. Elvira escribió en elpais.com estos días un hermoso blog sobre su relación con los perros; es, también, una hermosa historia de amistad.
En el caso del libro de Fernando Delgado, Lucas es un perro que habita, en medio del odio, de la indiferencia o del amor en una familia de la que recibe todo ese tipo de sentimientos. Él cree que no es un perro, aspira a ser un niño, del mismo modo que el niño de la familia aspira a ser un perro. Finalmente, prospera el sentimiento más enconado, el del odio, y Lucas se ve fuera del ámbito de la familia, lejos de la mamá que lo adora y que lo mima. Una larga aventura posterior lo devuelve a la condición ya inexcusable de perro, hasta que las vueltas de la vida lo sitúan en el mismo ámbito en el que vivió años antes. Pero, como en el famoso poema de Pablo Neruda, Oda a las cosas rotas, ya nada es igual, todo se rompió.
Ese es, por decirlo así, el esqueleto del cuento que ha escrito Fernando. Pero dentro, en las venas y también en el hueso de la historia, hay una investigación sentimental en las razones que marcan los comportamientos humanos (o perrunos) con respecto a la lealtad, a la amistad, y en general a las relaciones que organizan, a veces involuntariamente, nuestras vidas. En este caso, el libro se puede leer, en efecto, como la historia de ficción de un perro que quiere romper la inercia de su estado para ser otro. Y también como la reflexión acerca de las ilusiones truncadas de un ser que lucha por ser uno distinto en un mundo en el que todo se impone para que no haya cambio ni posibilidad alguna de tenerlo. Yo lo he leído como la historia emocionante de la búsqueda de la amistad; Lucas se encuentra en algún momento de su aventura con un mendigo que quizá vivió en el mismo círculo cínico que lo arrojó a las tinieblas exteriores. Es ese filamento humano de amistad el que al final añora el perro porque es donde está el calor de su salvación.
Los que hemos tenido perros (yo tuve uno, también, cuando era un niño, y finalmente tuvo una historia lejanamente familiar a la de Lucas, y murió por el camino; luego vino Rita, más reciente, que había sido abandonada hasta llegar a nosotros) sabemos hasta qué punto esa mirada insistente de los perros demanda de nosotros lo que nosotros buscamos en ellos: el calor de una amistad sin otra contrapartida que un gesto. Con hondura poética, pero también con una enorme eficacia narrativa, Fernando Delgado ha sido capaz de trasladar en este cuento largo (137 páginas) su manera de mirar a Lucas de modo que lo leemos viendo cómo Lucas lo mira a él.
Hay 7 Comentarios
Antropomorfización.
Cacas en la calle. Cacas de perro.
Menos mal que ya no hay vaquerías en las capitales.
Ya los perros son más que ciertos humanos: hay que cederles el paso.
Publicado por: Hola, mi amor, yo soy tu lobo. | 22/07/2013 1:01:37
Me he preguntado muchas veces si la información que tenemos sobre los perros se encuentra sesgada, a la espera de que alguna voz experta se alzara y confirmara todo aquello que dicen algunos, o que tantos hemos sentido.
Los perros nos dejan en evidencia como especie. Y también los gatos, quienes pese a ser considerados animales inferiores, aprovechan toda su capacidad y potencialidad sin destruir.
Creo que en su ausencia se recomienda no esperar nada de los demás.
Celebro mucho por eso esta noticia y doy las gracias a quienes han hecho posible que no dejemos de pensar en ello.
Publicado por: Belén Mtnez. Oliete | 04/07/2013 22:00:36
Querido amigo Juan, querida amiga Dumi, queridos amigos y amigas. Seguiré escribiendo, lo haré de la mejor forma posible, con humildad y cariño y teniendo en cuenta tantas cosas como han sucedido a mi alrededor.
Yo también comparto el amor por los animales, uno de los amores más nobles y altruistas que existen, y reconozco que ese amor me acerca un poco más si cabe a esas personas que siente ese mismo amor por los animales.
Porque detrás de ese amor que demuestran las personas, existe un ejercicio de reconocimiento natural de que todas las especies estamos en el mismo barco.
Cuanto más y mejor comprendamos a los animales más centrado estaremos en lo que tal vez verdaderamente importa..
Un abrazo para todos.
Publicado por: Juan luis Mañanas | 04/07/2013 21:06:26
No sé si este post tiene algo de spoiler, pero sea como fuere, si comprara el libro lo haría por lo de "...hondura poética, pero también con una enorme eficacia narrativa".
Se que esto no habla muy bien de mí: pero siempre tuve con los perros una relación de mutua indiferencia.
Salvo que sean cachorros, adoro a los niños, y los cachorros de todas las especies tienen mucho en común, la indefención y la búsqueda
Bibiana Fdez S
Publicado por: Una ET en Euskadi | 04/07/2013 20:22:18
Muy bonita esta Historia, es amor y amistad, Buen Verano a todos, Paco Antonio y si entra Luis Mañanas, que siga escribiendo que sus relatos por libro E-Book salen baratos. a los que entran de buena voluntad, Juan podrías traer a Las Palmas a algun escritor o escritora.....bueno eso ya no me toca decidirlo a mi.....Besos amigos!!!
Publicado por: Yo, Dumi | 03/07/2013 22:02:36
Maestro Cruz
El amor a los animales nos hace más humanos.
P.D.Buen verano para todos
Saludos Paco
Publicado por: francisco gomez | 03/07/2013 19:49:34
Yo nunca tuve perro, primero porque cuando tenía 8 años uno me contagio "la tiña" y parte del pelo de la cabeza se callo y gracias al medico D. Fernando, recupere parte del cabello.
Mas tarde sobre los 18 años apareció la alergia a los ácaros y el pelo de los animales, (gatos y perros), por lo que los tuve que querer a distancia, tanto a los gatos como a los perros por la libertad de los gatos, su colorido y su pelaje como la nobleza y amor a sus amos de los perros.
Esa circunstancia me ha motivado a tener cierto amor a distancia que defiendo con ardor cuando en mi presencia veo se les castiga o mal educa, saltando siempre que puedo, logrando a veces que me insulten por meterme en donde no me llaman.
Cuando veo un resto de perro en mi acera o mi entrada a casa, no pienso en el pobre perro, sino en el animal del amo que no pone los remedios para su comportamiento.
Salud y Resistir.
PD. Estamos en verano y te deseo un feliz veraneo, recuerdos a Oliver. Gonzalo esta cada día más mayor, en Septiembre empieza educación infantil. Como pasa el tiempo.
Publicado por: Antonio Corbalan | 03/07/2013 12:55:36