En un cierto periodo de mi vida, que también fue de la suya, viajé por esos mundos con un libro de Arturo Maccanti en mi equipaje. Hasta que un día hice coincidir ese libro, en Perú, en el altiplano, en una librería viejísima que lo tenía todo, con uno de César Vallejo que en seguida le envié por correo al poeta de Aguere.
En la vida uno se pasa el tiempo llevando libros de los poetas que quiere; los pone a dialogar con otros libros, con otros ecos, y al final esas coincidencias imponen el ritmo de lo que uno es. Uno no es ni su ambición ni su historia, o no únicamente; uno es al fin y al cabo el resultado de la poesía que escucha, de la música que lee, de la pintura que interioriza, del rumor extraño que forma su mente como consecuencia de todos esos estímulos.
Por eso viajo con poesía en mi equipaje, porque la poesía es la síntesis perfecta de todas esas artes, y por esa razón durante tanto tiempo, estén o no sus libros en mi maleta, los versos de Maccanti, sus versos humanos, son parte fundamental de lo que siento. Sean o no sean siempre su sustento, mi ánimo en algún momento del día coincide con el que transpira esa poesía melancólica.
Esa poesía es muchas poesías; se encuentran alzadas y juntas en una antología de 1989, publicada por la muy meritoria Biblioteca Clásica Canaria y prologada por el añorado Alfonso O´Shanahan. El título es el de uno de los libros de Maccanti, un eco cervantino: El eco del eco de un resplandor. En su muy ajustado prólogo a esa colección heteroclítica de libros pasados, O´Shanahan hace memoria de la estética de Maccanti y concluye explicando el resultado de su poesía: “”El resultado (…) es una poesía de candor voluptuoso, casi una erótica de la nostalgia, una historia (personal y civil) del dolor, la ambición y el absurdo, un cancionero del ansia”.
Acaso por todas esas razones, por toda esa adjetivación ascética de su poesía, los versos de Maccanti me han servido en momentos extremos de mi vida, que en circunstancias seguramente distintas fueron también momentos graves de la propia vida del poeta. Pues lo que hace grandiosa, e imprescindible, la poesía es la facultad que tiene para retratar el ánimo ajeno contando el del propio autor. Y la poesía de Maccanti es como un breviario de afectos y de desengaños, de luchas y de pérdidas, y en medio de ese mar de riscos muy levantados hay zonas de sombra o de quietud a las que el poeta llega (y llegamos nosotros) desde el dolor, desde el ansia, desde la perplejidad de no saber de dónde vienen el dolor, la muerte, el castigo.
Arranca O´Shanahan ese excelente prólogo, de las mejores piezas que le leí nunca al prologuista, relatando parentescos: Maccanti tiene “la angustia existencial de un Pavese, la profundidad de un Cavafis y la ternura de un Ungaretti. Además de ello”, prosigue el paisano grancanario del tinerfeño Maccanti, “su bondad es machadiana y su temperamento insular se entronca con Alonso Quesada”.
“De pocos poetas canarios”, concluía O´Shanahan, “se puede decir lo mismo”. Ya es muy tarde, o tan tarde, lamentablemente, para comentar con Alfonso esa apreciación, pero es tan notable su sugerencia que valdría la pena prolongarla en el tiempo, y por tanto en el ahora mismo. Lo grandioso de la tradición poética canaria, gran parte de la cual se residencia en Arturo Maccanti, es el inmenso patrimonio que constituye, en relación además con otras lenguas y otras procedencias. En un tiempo se decía (lo decía otro Alfonso ya fallecido, Alfonso García-Ramos) que los canarios no estábamos dotados para la narrativa, que nuestro terreno de expresión era la poesía, y siempre sería así. No tuvo razón el extraordinario periodista y autor de Guad; pero sí es cierto que la poesía hecha en las islas a lo largo del tiempo, hasta ahora mismo, hasta la poesía, por ejemplo, de los Padorno (Eugenio y Manuel) o de Andrés Sánchez Robayna o del propio Maccanti, propone una lectura del mundo desde el acantilado o desde la orilla o desde el monte de las islas, pero entronca más arriba, en el eco de la poesía del mundo, en esas “raíces grecolatinas que constituyen los muros sobre los que se alza nuestra arquitectura cultural”.
A mi me parece que los canarios nunca hemos sido muy conscientes, en los niveles universitarios o institucionales, de la importancia de ese bagaje; en realidad, del patrimonio cultural de las islas nunca se ha sido muy consciente en las islas. Siempre he tenido como un símbolo de esa dejadez el estado en que durante décadas (siglos) se ha mantenido en el norte de Tenerife la simple casa en la que nació Viera y Clavijo. Pero aparte de viviendas y de muros, lo cierto es que los canarios somos en general muy descuidados con respecto a la importancia que tiene la voz literaria como expresión de lo que siente un país, un pueblo, una región o como queramos llamar en este caso lo que acontece como realidad en el archipiélago. La burla a la que se somete todo lo cultural, en España y en Canarias, contrasta con la importancia radical, verdadera, que se le presta a estos patrimonios inasibles, los patrimonios del verbo, en tantos países que nos son cercanos, como Francia, como Inglaterra, como Euskadi o como Cataluña, por poner también en la nómina a esos otros territorios de la Península Ibérica.
No sé por qué sucede eso, no sé por qué no se pone en valor eso entre nosotros. Probablemente porque nuestra posibilidad de olvido es similar a la capacidad de desdén de la que estamos dotados. No importa: ahí está, por ejemplo, la poesía de Maccanti, tanta poesía, como el eco del eco de un poeta que ayuda, y a mi me ayuda, a entender qué pasa cuando uno se conforta leyendo este verso que O ´Shanahan aconseja entre todos los de Arturo: “Me encontré solo y escribí poemas”.
Hay 10 Comentarios
Hola Muy buen tema felicidades, aprovecho para invitarlos a mi web http://www.dedicame.biz para dedicar paginas de amor suerte y gracias
Publicado por: Josek | 30/12/2013 4:32:57
Hola Muy buen tema felicidades, aprovecho para invitarlos a mi web http://www.dedicame.biz para dedicar paginas de amor suerte y gracias
Publicado por: Josek | 30/12/2013 4:32:21
Juan, empiezan a aparecer los nombres de los muertos.
Carla Revuelta, directora y realizadora de series de televisión, está entre las personas que han perdido la vida en el accidente de tren de Santiago. Había trabajado en ficciones de varias cadenas como Aída (Telecinco), La Gira (Disney Channel), Fenómenos o Los Quién (Antena 3). También participó en Policias en el corazón en la calle, Mis adorables Vecinos y en 7 Vidas, de la factoría Globomedia.
Además, estuvo detrás de formatos de entretenimiento como El traidor, La noche de los tramposos o el recordado reality de Antena 3 La Isla de los Famosos, donde fue una de las responsables de la realización visual.
Carla Revuelta viajaba a Santiago para pasar unos días. Su sello está en algunas de las series más vistas de los últimos años. Aparte de la televisión otras de sus pasiones era el teatro, especialmente el microteatro, donde ha dirigido varias obras. Varios compañeros de profesión han mostrado su pésame a través de las redes sociales.
Solo es el principio de una larga lista de seres humanos, que no nos son indiferentes sus fallecimientos y el sufrimiento de sus familiares.
Salud y Resistir.
Publicado por: Antonio Corbalán | 26/07/2013 13:04:30
Lo siento pero hoy mis pensamientos y mi poesía estan con Galicia y el tremendo accidente sufrido por el AVE.
Espero que los familiares de los fallecidos y heridos puedan alcanzar la serenidad y paz de espiritud suficiente para seguir luchando por la vida.
Mi más profunda solidaridad con todos ellos.
Salud y Resistir.
Publicado por: Antonio Corbalán | 26/07/2013 12:52:58
Me ha gustado mucho el estilo y la referencia a la bondad.
Me gustan los poemas que caminan y te van llevando con ellos mientras los lees, sin tratar de sorprenderte o impactar. Pero lo cierto es que no he encontrado poeta que no me guste o que no me avise o toque.
Probablemente el desconocimiento sea por descuido, como se indica, pero me gustaría destacar un aspecto que que considero fundamental para la supervivencia de la cultura: la falta de orgullo. Mientras no exista abandono, si falta el orgullo, no morirá. Quizás camine por pequeñas sendas o no encuentre más que laderas, pero llegará. El que busca, encuentra.
Publicado por: Belén Mtnez. Oliete | 22/07/2013 20:26:40
Yo creo que llegar a la poesía, la necesidad de leer poesía es por el conocimiento, unos empiezan jovenes y otros viejos y el resto núnca.
Es como aceptar que todos tenemos un reloj de vida, unos necesita 20 años para llegar a ser adulto y otros se mueren de viejos y tienen el reloj parado, unos adquieren conocimiento a los 30 años y otros a los 20 u a los 15, depende de tantas cosas que no existe tecnica ni se aprende con los libros.
La curiosidad es la senda por la que se llega a la poesía, vease Miguel Hernandez, Garcia Lorca, Miguel Espinosa y otros que por estar enfermos de niños, por estar de pastores con el ganado o por estar tocados por la varita de la imaginación llegarón a la poesía, para hacerla más grande y didactica, pues nos enseñarón un aspecto de la vida que otras personas jamás conocerán.
Núnca fue tan necesario mi mensaje como hoy.
Salud y Resistir.
Publicado por: Antonio Corbalán | 22/07/2013 11:45:06
Gloria sin pan, y a veces la poesía es como el grabado, ni pan ni gloria.
http://historiasconhistoria.es/2010/02/09/ni-pan-ni-gloria.php
Publicado por: María Dolores | 21/07/2013 22:06:37
Tu dices Juan que en las Islas no somos conscientes del gran bagaje cultural que poseemos creo que algo parecido escribí, somos conscientes e incluso hubo una éoca cuando estaba funcionando el CIC al que tu trajiste a muchos escritores que cada dia teníamos una cita Cultural, aunque veíamos muchas veces que eramos los mismos.
En El CIC vi a Concha García Campoi en sus comienzos, como tb a Almudena Grandes, los Viernes en el antigüo Cine Avellanedo allí vimos y oímos a Sábato, Echenique Thom Sharpe, por citar algunos.
Venía hace tiempo que no viene, D. Emilio LLedó y el aforo estaba a reventar.
Tenemos grandes Poetas, como Pedro García Cabrera, o Jose Miguel Junco Ezquerra escritores Emilio García Deniz y Alexis Ravello que le acaban de dar un premio por su obra de Novela Negra, y luego están las Sagas Millares Lezcano...en fin, los que vamos por esos caminos sabemos muy bien el bagaje cultural, pero...."A la Mar fui por Naranjas, cosa que la Mar no tiene.....2
Publicado por: Yo, Dumi | 20/07/2013 14:51:14
A la pregunta de por qué algunos seres necesitan una ración diaria de poesía no se puede contestar de una manera nítida y objetiva. La respuesta sólo puede ser tan misteriosa como la pregunta.
La nota de suicidio que dejó Ryūnosuke Akutagawa decía así: "Una vaga inquietud".
Esa, creo, es la razón última que "explica" por qué algunos somos adictos a la poesía (y no sólo a la que se plasma en los versos); porque nos permite balbucear algo acerca del misterio que somos y nos rodea, porque nos ayuda a calmar vagas inquietudes.
Publicado por: Manuel Ariza Canales | 20/07/2013 13:32:03
Juan, la poesía es parte intima del ser humano, como el bazo o las uñas de los pies.
Vivimos con ella pero solo nos damos cuenta cuanto nos duele el alma, cuando necesitamos un recostituyente que nos saque de la depresión, de la falta del aire, cuando caemos al abismo y nos faltan fuerzas para salir solamente con la energia fisica, es cuando buscamos en nuestro cajon de los recuerdos y aparece el poeta bilingüe que llevamos dentro. Y zas, lo recordamos y como un resolte cambiamos como de la noche a la mañana y somos el hombre actual y el niño que llevamos dentro, el hombre completo y es cuando nos emocionamos y con coraje saltamos del socavón que la vida nos puso en el camino y vuelta a empezar la caminata por la vida con una nueva cicatriz que demuestra que hemos vivido..
Pero que es la vida sin poesía, nada, porque lo es todo.
Salud y Resistir.
PD. Recuerdos a los amigos que no estan de vacaciones y los que se marcharon y las estan disfrutando.
Publicado por: Antonio Corbalán | 20/07/2013 11:39:14