El oficio 7. La nariz en las entrevistas

Por: | 16 de septiembre de 2014

SfdEn la vida común la nariz tiene, desde Cleopatra y mucho antes, un papel fundamental no sólo para expresar gusto sino también para señalar disgusto. Ya se sabe que el olor no es neutro y la reacción ante el olor no puede serlo tampoco, y hay cosas (o palabras) que no huelen naturalmente pero que naturalmente huelen muy mal. En esa vida común en la que tenemos que relacionarnos con cosas que nos gustan y también con cosas que nos disgustan la nariz es la primera expresión de nuestro agrado o de nuestro desagrado.

Este no es sitio para detenerse en la fisiología (o en la morfología) de esas reacciones, porque aquí de lo que se trata es de hablar de periodismo, y la nariz tiene un papel esencial en el oficio. No sólo es la mejor metáfora para definir al rastreador de noticias, sino que acompaña (de manera fatal o benéfica) al periodista que entrevista. Y aquí quería llegar, a las entrevistas, que son (para muchos periodistas y tratadistas del periodismo) la piedra en la que se asientan todos los géneros restantes. Sin preguntas, ya lo decíamos, no hay periodismo, y sin entrevistas no hay periódicos.

En el primer Libro de Estilo de EL PAÍS, aquellas hojas que preparó el legendario compañero Julio Alonso para que supiéramos por dónde debíamos andar al principio de los tiempos, se indicaba que todas las secciones habrían de tener una entrevista al día. No se cumplió (ni se cumple) el precepto, porque los libros de Estilo proponen y la realidad dispone. Lo cierto es que entonces y siempre la entrevista es una piedra angular (y filosofal) de la actitud del periódico ante la realidad, y las entrevistas lo muestran como muy pocos géneros podrían hacerlo. Noticia, crónica, entrevista. Eso constituye periodismo en estado puro.

Pues, la entrevista y la nariz. La nariz se contrae o se relaja, en la vida común, mostrando actitudes que suelen ser inevitables. Un estampido produce en nuestro rostro susto o sorpresa; lo que dice un personaje no nos deja indiferentes, por muy indiferentes o cínicos que seamos (o queramos aparentar ser) los periodistas, pero debemos asentar nuestras impresiones y mantenernos lo más sosegados que podamos pues una reacción de agrado o de desagrado puede cambiar el discurso de lo que el entrevistado viene diciendo.

Y muchas veces se concentran en nuestra nariz las impresiones que nos van produciendo las palabras ajenas. A los alumnos que he tenido el placer de tener ante mi en estos últimos años les he dicho que tengan cuidado con la nariz, sobre todo cuando hacen preguntas, no sólo cuando reaccionan ante una determinada respuesta.

Lo que quiero decir es que muchas veces hacemos (repito: en la vida común) un uso demasiado grosero o evidente de las reacciones de nuestra nariz a la hora de preguntar. Si preguntamos por la salud de alguien, o por su conducta, solemos arrugar la nariz, como previendo la respuesta, o como si la estuviéramos azuzando. Lo que dice nuestra expresión es que Fulano no debe estar bien, y lo decimos (con la nariz) mientras preguntamos cómo está. O señalamos con nuestro gesto que no debe ser buena pieza mientras preguntamos (con la nariz) cómo es, cómo se comporta. Esa nariz arrugada es un riesgo y una inconveniencia en lo cotidiano. Y por supuesto lo es en las entrevistas que uno haga para un periódico o para cualquier medio.

Imaginen que hoy (precisamente) se encuentran con Gallardón, y tienen la misión de preguntarle, y en lugar de preguntarle directamente si se siente traicionado por su Gobierno que no va a dar curso a su ley del Aborto arrugan la nariz y le preguntan por su estado de ánimo. Es probable que él considere que ya estamos adelantando su respuesta. Conociendo la capacidad que tienen los políticos para entender cómo se mueven las narices de los periodistas, la respuesta de Gallardón podrá ser la que esperamos o la que suele dar. 

Preguntar depende de lo que se sabe del otro, y también de nuestra curiosidad. En medio está la nariz. Cuidado con ella.

Hay 8 Comentarios

La nariz, filosa. Qué huele bostas tremendas y fragancias embaucadoras. Aunque de vez en cuando, se enfrenta al reto neutro de perder olfato. Un desafío, oigan, que hay que apurar la curiosidad y sus maneras. ¿Por dónde saldrá el aroma?.
Total, hay gente que huele mal, a sudor, a albañil a pie de obra (que no maestro) o a corresponsal de guerra (que no maestro), y que a lo mejor resulta que es bueno hacerles unas preguntitas al pie del cañón y no en un estudio, un plató, un despacho o una tertulia patrocinada por maestros.

De lo que se trata es de que el entrevistado confíe en el periodista y desembuche, pues motivos para desconfiar de la canallesca sobran.
Cuando te entrevisten, encomiéndate a tus santos preferidos para que se publique lo que has dicho y que el titular se aproxime a tus intenciones. El periodista no suele dejar que la realidad le estropee un titular. En la radio o la tele es más sutil, pero también hay sesgo.

¡Ah, Miguel, si todos hubieran hecho su mismo bachillerato, qué otra España no tendríamos! Yo misma habría votado por la unidad de esa entelequia. Pero, le consta, son justo los más premiados por eximios quienes ponen toda la carne en el asador, y su pluma al servicio de esa indecencia que es fingir ignorancia, para que nada se mueva; quiero suponer que solo fingirla.
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Reciba con mi admiración, mi fraternal gratitud.

Solamente aclarar mi comentario anterior. Alguien convirtió este blog en un vertedero de hedor insoportable, con una lluvia de post envueltos en porquería, que han sido convenientemente eliminados. Ya sabemos que el ataque en general a la cultura es el pan nuestro de cada día. Lamentablemente.

En mala hora he llegado al blog. Lo siento mucho por mi admirado y envidiado Juan Cruz y por el señor Miguel Mora a quien dirigía mi comentario. Como alguien me apuntó el otro día, en el momento "herré", que como es bien sabido es cosa de bestias, como estos "Azotes" al intelecto, a la cultura y a la democracia. Saludos.

Jopé, vaya lección magistral que nos ha dado el señor Miguel Mora, con la que estoy absolutamente de acuerdo desde su "¡Qué" inicial hasta su "callar" final. Y al declararse partidario de una República Federal me ha venido a la mente la votación hoy sobre un posible referéndum Monarquía-República, presentada por IU, y que me da en la nariz (siguiendo el tema de hoy del maestro Cruz) que ya está condenada con los votos negativos del duopolio y posible concentrapolio PP-PSOE, según han anunciado.
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Ya, es que el tema de la República o Monarquía no toca en estas circunstancias difíciles que atravesamos; es preferible esperar; así no estamos tan mal; realmente está sobradamente preparao; salen más caros los presidentes republicanos que los reyes; etc. etc. y etcétera. Señor Mora, ¿cuántas tumbas se removerán hoy al término de la votación? ¿Conseguirán levantarse y acudir en manifestación a Ferraz en lamento y reclamación de derechos por los que dieron su vida?

¡ Qué importantes son los sentidos, claro que sí! Incluido el olfato. Aunque siempre es después el cerebro el que integra los mensajes sensoriales, los mensajes de todos los sentidos. Y los integra con sus funciones superiores, con lo que nos distingue a los humanos, sumando a las informaciones sensoriales la memoria, el conocimiento, la información… Cuando leo a Javier Cercas nunca me produce sorpresa, es previsible. Su artículo de “ El País semanal” también. De hecho no lo había leído, sólo el comentario de J. Cruz de ayer me ha remitido a él. Recelo un poco de que en los titulares se diga ya que un artículo es bueno, buscando ese condicionamiento previo en el lector. Ya veremos, luego, los lectores adultos si nos gusta o no, si lo consideramos bueno o no. En las críticas de una película no se empieza diciendo que es buena. Se escribe sobre ella, se opina – indudablemente -, se argumenta y luego, nosotros, cuando la vemos decimos el valor que nos merece.

Se suma Cercas a ese mantra cotidiano de nuestros políticos: el peso de la ley, lo ilegal, hay que someterse a la ley… Pues miren ustedes, ley no es sinónimo de justicia. Y tampoco ley y democracia son lo mismo. Ni siquiera en democracia – en nuestras insuficientes democracias – las leyes son siempre justas. Les recuerdo que nuestras democracias al uso, las de los países democráticos de occidente, los estados, los gobiernos elegidos con arreglos a nuestras cuestionables reglas democráticas, distan mucho del ideal. Ha pasado siempre ¿ hace falta recordar nuestras colonizaciones: Francia, Gran Bretaña, España …? Pero no pensemos sólo en los siglos precedentes, pensemos en las violaciones de todo tipo de legalidades ( fundamentalmente violaciones de derechos humanos que son el mejor termómetro de democracia ) que se han llevado a cabo también en este siglo por las grandes potencias democráticas que son nuestro ejemplo : golpes de estado ( América Latina, Sudeste asiático, África…), remoción de jefes de estado elegidos y sustituidos por generales golpistas, carta blanca a multinacionales, destrucciones del ecosistema. Y Kissinger sigue libre ( y morirá libre ) y Bush. Netanyahu, también. ( Mientras en España Otegui está en la cárcel …) . Delincuentes económicos ( no todos banqueros ) campan por sus respetos y han sido indultados, evasores fiscales ídem. E incluso el partido del gobierno ( la teórica máxima representación de la democracia, supuestamente, ha reformado su sede con dinero b ( que es más tenue que negro y asusta menos). Madrid está lleno de calles con nombres de generales franquistas y el mismo señor Cercas tengo la impresión de que admira ( a pesar de haberla estudiado tanto, o de que debería haberla estudiado tanto) a una transición terrible que produjo muchos muertos y que tras una amnistía engañosa – convertida en ley de punto final - dejo en la calle , y en el parlamento , en los gobiernos posteriores y en la judicatura, a colaboradores excelsos de la dictadura.

Después de decir estas cosas ( ¡ y hasta de mencionar a Otegui! ) pudiera pensarse que soy un peligroso separatista de alguna parte. Pues, no. Soy partidario de una República Federal. Oigan, la tienen los E.E.U.U. y Alemania. ¿ es compatible con la democracia que el Jefe del Estado lo dicten los genes? ¿ es compatible con la democracia que a la gente la echen de sus casas los mismos banqueros que ellos han contribuido a rescatar? ¿ es compatible con la democracia que se muera gente en las calles, qué las personas pasen hambre? Vayamos a la pregunta gorda: ¿ es compatible con la democracia el sistema capitalista?

Podía continuar diciendo que la democracia más consolidada del planeta ( admirable por muchas cuestiones, indudablemente ), los E.E. U.U., fue capaz de entrar dentro de un país, matar ( por muy asesino que fuera ¿ algo tendría que diferenciarnos, no? ) a una persona y no sólo no juzgarla sino hacer desaparecer su cadáver. Es sólo un dato más, claro.

Stalin, sí, Stalin que fue horrible, ya sé, pero no equiparable a Hitler como interesadamente se nos trata de hacer ver ( leer a Doménico Losurdo) describió muy bien las características que tienen las naciones, Castelao las recogió muy bien después. Cataluña, el País Vasco y Galicia son naciones y sus ciudadanos tienen derecho a opinar. Consultarles es practicar la democracia. Meter tanques en la plaza de Cataluña, al lado del Guggenheim o en la Plaza del Obradoiro, no.

E insisto yo soy partidario de seguir unidos, votaría por ello pero no me mencionen más la ley, ninguna ley, para hacerme callar.

Mejor recomienden a los periodistas el uso preceptivo de máscara, que parece lo más indicado para sus labores de farsa y teniendo en cuenta el tufo que dan.

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¿Qué podemos esperar de la cultura? ¿Y qué de quienes la hacen? Los hechos y los protagonistas. La intimidad de los creadores y la plaza en la que se encuentran.

Sobre el autor

Juan Cruz

es periodista y escritor. Su blog Mira que te lo tengo dicho ha estado colgado desde 2006 en elpais.com y aparece ahora en la web de cultura de El País. En cultura ha desarrollado gran parte de su trabajo en El País. Sobre esa experiencia escribió un libro, Una memoria de El País y sobre su trabajo como editor publicó Egos revueltos, una memoria personal de la vida literaria, que fue Premio Comillas de Memorias de la editorial Tusquets. Otros libros suyos son Ojalá octubre y La foto de los suecos. Sobre periodismo escribió Periodismo. ¿vale la pena vivir para este oficio?. Sus últimos libros son Viaje al corazón del fútbol, sobre el Barça de Pep Guardiola, y Contra el insulto, sobre la costumbre de insultar que domina hoy en el periodismo y en muchos sectores de la vida pública española. Nació en Tenerife en 1948.

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