La luz de Rivas enseña las cartas

Por: | 23 de noviembre de 2014

Manuel rivas
MANUEL RIVAS EN BILBAO

Éramos mejores por carta, dice Alfredo Bryce Echenique en La amigdalitis de Tarzán. Ya no se escriben cartas; han sido sustituidas por la infernal dinámica del “me gusta/no me gusta” y por los 140 caracteres o por los caracteres que quepan en la adormecedora cuna de Twitter. Pero las cartas existen, están guardadas en la maleta de Manuel Rivas, el poeta; las exhibió bajo la luz de una linterna de minero, como si bajara a las profundidades de un mundo al que lo acompañamos los que llenábamos el sábado por la tarde la sala de columnas del Círculo de Bellas Artes, en uno de los actos más bellos del festival de la Ñ.

El encuentro fue hermoso, como si uno entrara en un mar de palabras que vivieran solas, aisladas, hasta que el poeta les dio forma y las convirtió en palabras de todos, en las palabras que tenemos dentro y no sabemos decir sino en los sueños o en las pesadillas. Fue, por decirlo así, un encuentro de compañías solitarias, pues ahí cada uno se sentaba solo, en su butaca, mirando al vacío de la oscuridad a la que nos había llevado el poeta, como en el fondo de una mina, y de pronto apareció él, en silencio y solo, con una maleta en la mano, con su linterna en la frente. De la maleta fueron surgiendo objetos; él extrajo unas cajitas de música que él accionó para hacernos recordar Yesterday, Lili Marleen y otros himnos.

Cuando la luz se hizo más grande y pudimos dominar el escenario que había ido creando como un niño que esparciera juguetes pequeños, aquello era un jardín de cosas. Al final surgieron las cartas. Él las dispersó, como los carteros de los pueblos esparcían la mercancía que calmaba la soledad de los que tenían a los suyos fuera, en la época más larga de la emigración española. Los sobres nos llevaban, a los más viejos, a recordar aquellas cartas que enviábamos a Venezuela en nombre de las mujeres del barrio cuyos maridos estaban en Venezuela; ligeras, para que costaran poco, escritas a mano, una escritura milagrosa de algún adolescente que les servía de escribas a esas viudas prematuras.

Y fue leyendo Rivas, sin otro aditamento que la linterna de explorador minero, poniendo en orden, con melancolía y convicción, “la enigmática organización de las palabras en vilo”. Aparecieron sus palabras de poesía y de prosa, “la percusión descalza de la verdad”, el drama emigrante (y exiliado) de los que “tuvieron que huir para poder amarse”, la descripción (probablemente de la propia infancia del poeta) de “los colores insumisos de los caballos”. Por esa poesía que fue lanzando, como lanzaba las cartas, al aire de la sala, avanzaba “lentamente el sobresalto”.

Fue un emocionante encuentro con el silencio poderoso de la escritura de Rivas, el escritor comprometido con la memoria y el tiempo, y con los seres humanos, sobre todo, los dolientes y los escapados, los hombres amenazados por el tiempo, escondidos justo en el ángulo “que necesite un hombre para que no le dispare la historia por la espalda”.

Amparado (o desolado) por una escenografía beckettiana, el poeta concluyó su recital oscuro y blanco y rojo y de todos los colores usando un megáfono en el que fue atronando la sala con imprecaciones más precisas, como si estuviera liderando una conspiración de almas contra el miedo. “Miedo mío, mi amigo de la infancia”. Describió como en un celaje “los cien mil estorninos de Coruña”, y cuando dejó la sala regada de la correspondencia de sus versos, se fue hacia el rincón oscuro de su camerino y dejó atrás la impresión de que había venido del océano Atlántico y a él volvía, llevando una carta en la mano. Imagino que en esta ocasión la carta iba dirigida a los personajes que llenan de autobiografía su último libro en prosa, Las voces bajas.

Hay 13 Comentarios

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ERA SER UNA PESADILLA O UN CUENTO:

Todo empezó durante un seminario de la facultad, Tano, el más inteligente y quién mejor aglutinaba al grupo, durante la despedida de la sesión semestral nos indico la necesidad de darle cuerpo a todas las ideas expresadas durante el fin de semana y que para la próxima semana recogiéramos todas la ideas que en la calle escucháramos.

Los siete días pasaron como un suspiro, cada uno conforme recibían el mensaje los implantaban en un lamina de cartón duro de forma que aquel monstruo sin pies ni cabeza estaba cogiendo forma, que solo seria reconocible cuando todos los estudiantes se juntaran en la facultad y fuesen uniendo sus mensajes recogidos en la calle, en los medios sociales, radio y televisión, de las gentes indignadas, soliviantadas con los gobernantes políticos.
El día señalado fuimos llegando cada uno con su trozo de mensaje en forma de placa, uno en forma de tubo, otro en cono, y el resto de diversas formas.
Cuando llego la hora del receso, de tomar un bocado fuimos saliendo hacia la cafetería del edificio, conversando por los pasillos sobre el trabajo de campo realizado, cada uno de la importancia de lo conseguido en tan poco tiempo, habían recogido el sentir de toda la gente.


Tomamos nuestros cafés con leche y pasado un tiempo prudencial decidimos volver al aula donde estabamos realizando la reunión.
Y cuando abrimos la puerta la sorpresa fue mayúscula, pues los trabajos de todos había servido para crear una forma colosal, "un caballo", similar al famoso "Caballo de Troya".

La sorpresa mayor nos vino cuando de la barriga del enorme caballo, de una trampilla apareció Tano, quién sonriendo nos presento el programa para las próximas Elecciones, hemos conseguido reunir el sentir de la gente, ahora solo tenemos que darles la ilusión de que como sabemos lo que necesitan, aquí tenemos la solución para sus problemas.
Y punto final.
Salud y Resistir.

Juan,la he visto en directo, Mireia Belmonte García, fue maravillosa, cada giro y fueron 16 le sacaba una cabeza a la segunda, que estilo, que energia , parecia un torbellino. En fin tampoco esta mañana han dicho nada en la radio, cuando hablaban de deportes, Medalla de Oro y Record del Mundo en 800 METROS EN PISCINA DE 25 METROS, los nadadores son extraterrestres, de otra Galaxia para los medios de comunicación, por eso y otras cosas más, yo no dejo pasar ningún exito de las españolas en cualquier deporte EN MI PAGINA DE FACEBOOK, TANTO EN BASQUET, BALOMANO, ETC.

2014 será el año de las mujeres españolas en el deporte.
Salud y Resistir.

Yo pienso que muchas veces cosas que pasan,nos puede resultar a corto plazo en algo curioso en nuestras vidas.

Otro crimen salpica al futbol, sin comérselo ni bebérselo, solo porque quienes lo dirigen se esconden, temen meter la tijera y separar a los violentos de sus gradas.
Poca fe tienen en sus equipos cuando subvencionan y dan cobertura a semejantes elementos para animar a su equipo, flaco favor hacen al prestigio de su historia con esa política de protección a los mal educados que están echando de las gradas a los padres con niños pequeños que piensan que el futbol es ejemplo de compañerismo, de solidaridad y de deporte estimulante.
Salud Y Resistir

En principio quiero decir que me parece muy original, más bien encantandora, la escenografía planteada para un recital de...cartas?, de poesía escrita en prosa por adolescentes o viudas prematuras?. (En realidad, Manuel Rivas siempre me pareció un poeta encantado y encantador)
Porque las cartas eran algo tan cuidado como eso, como poesías que se preparan para un recital, se cuidaba cada detalle, no nos fuera a fallar la ortografía ¡qué pensarían allá tan lejos!
Porque espero que Rivas no se haya olvidado de nosotras, las que escribíamos las cartas a los que habían quedado allá en España, presos (también en sentido literal), del amoroso y aterrador cuidado de cada palabra con el deseo de que no provocaran la censura (ni la ira) de los funcionarios de prisiones
¡Si supiera con cuánta claridad recuerdo el block de hojas de avión! (las hojas livianas, casi transparentes, con rallas azules, las que iban en avión!
Nunca me olvidaré del destino: Prisión provincial de hombres, 6º galería, Madrid 19

PD: Muchas idas y vueltas, mucho volver a España y Argentina confundiendo el origen de la emigración. Tanto y todo eso "para poder armarse"
Bibiana Fernández Simajovich

MAESTRO CRUZ
Un genio en todo lo que hace y hace muchas y magnificas cosas,periodismo ,novela,poesía y un referente ético de como debería ser un intelectual en España .
Saludos Paco

Manuel Rivas (A Coruña, 1957) es poeta incluso en sus novelas o prosa que nos ha publicado, escribe todos los días. “Hay que escribir como se respira. Y uno no se pregunta cómo funciona el sistema respiratorio”.
Pero para escribir es necesario estar muy atento a lo que pasa, saber escuchar.
“No podemos tener la impaciencia de no oír; la vida corre y la gente tiende a no hacerlo. El escritor puede necesitar una soledad total para escribir, pero debe escuchar, ver, saber que todo queda, que todo es importante, que nada se pierde”. Mantiene la ilusión del primer día cuando escribe y a mi me gusta.
Espero salir y encontrar su nueva obra.
Salud y Resistir.

el chico del puerto es el mismo que se preguntaba porque ese barco tiene tres chimeneas si solo echa uno por una, per la estetica respondio el capitan italiano.
Ben xa pasou o tempo A Coruña (con A) agoira outro obradoiro ao xeito de OS LIBROS ARDEN MAL, naquel 2011 inesquecibel.

el chico del puerto es el mismo que se preguntaba porque ese barco tiene tres chimeneas si solo echa uno por una, per la estetica respondio el capitan italiano.
Ben xa pasou o tempo A Coruña (con A) agoira outro obradoiro ao xeito de OS LIBROS ARDEN MAL, naquel 2011 inesquecibel.

si, a veces ocurren cosas que nos hacen pensar que algo grande existe

Cuando veo a Manuel Rivas me acuerdo de un chaval que conocí en mi adolescencia. Era un joven estibador del puerto que siempre hablaba en gallego, con la piel tostada y el pelo rizado como el poeta, pero que al contrario que éste, no encontró un trabajo en el que no le mojara la lluvia. Se le parece tanto… Era muy guapo. También me acuerdo de otro niño de mi clase que se llamaba Manoel Rivas; éste se traumatizó cuando casi lo mata un suicida que cayó de la ventana cuando él pasaba. Estas evocaciones de infancia me predisponen a escuchar la poesía de Rivas en un estado mental especial.

PARA MANUEL RIVAS

Hacía meses que no lloraba / Qué digo meses, años / Ese llanto gustoso e incontenible / del que me había privado / tal vez la Sertralina.

Hoy lloré al escucharte / No lo esperaba / Me alcanzaron las lágrimas sin querer / Intenté contenerlas a la vez / que pensaba que quizás / el llanto daría brillo a mi mirada, / pues cuando lloro, de higos a brevas, / se aclara el color de mis ojos.

No tengo motivos, / o no tengo motivos nuevos / Los de siempre / que por cierto no son pocos, / ni muchos. / A lo mejor lloré / porque estoy dejando la Sertralina / pero prefiero pensar que fue / la poesía. Tu poesía que lo es, / pues golpea en algún lugar/ dentro del pecho y lo exprime / Allí es donde nace el río Llanto / ¿o es en la garganta?

Así que salí / a la librería a buscar tu poemario. / Ya contaré si fueron tus versos / o los recaptadores de serotonina o qué / lo que me hizo llorar.

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¿Qué podemos esperar de la cultura? ¿Y qué de quienes la hacen? Los hechos y los protagonistas. La intimidad de los creadores y la plaza en la que se encuentran.

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Juan Cruz

es periodista y escritor. Su blog Mira que te lo tengo dicho ha estado colgado desde 2006 en elpais.com y aparece ahora en la web de cultura de El País. En cultura ha desarrollado gran parte de su trabajo en El País. Sobre esa experiencia escribió un libro, Una memoria de El País y sobre su trabajo como editor publicó Egos revueltos, una memoria personal de la vida literaria, que fue Premio Comillas de Memorias de la editorial Tusquets. Otros libros suyos son Ojalá octubre y La foto de los suecos. Sobre periodismo escribió Periodismo. ¿vale la pena vivir para este oficio?. Sus últimos libros son Viaje al corazón del fútbol, sobre el Barça de Pep Guardiola, y Contra el insulto, sobre la costumbre de insultar que domina hoy en el periodismo y en muchos sectores de la vida pública española. Nació en Tenerife en 1948.

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