17 mayo, 2007 - 17:39
¿Hay que votar a Heidi o al abuelito?
El otro día aludí a mi perplejidad al pasar por delante de un cartel electoral de Esperanza Aguirre y ver que le habían hecho varios lifting fotográficos. Pero que nadie piense que es la única que ha pasado por el lavado y planchado del photoshop. El "Diario de Mallorca" ha tenido la feliz idea de hermanar las fotos de los auténticos candidatos del lugar con sus carteles llamando a las urnas, y los resultados son espectaculares: un Jaume Matas, que quiere repetir de presidente autonómico, pasado por la centrifugadora y con cara de buen chico; el aspirante socialista, Antich, al que sus fieles han vuelto directamente a COU; la vicepresidenta Estarás, del PP, junto a su lema, "Aire fresc", aire que se ha llevado sus años desde aquí a la primera comunión; la presidenta de Unión Mallorquina, María Antonio Munar, conocida como La Princesa, transformándose desde su cincuentena en Blancanieves.
La informática puede hundir a los cirujanos plásticos, porque sin quirófano, sin lifting y sin nada los candidatos mallorquines, al igual que Esperanza, están hechos unos pibes. No se recomienda ver a los fotografiados en carne mortal antes de ir a votar el día 27: el cambio de la realidad a la ficción es aproximadamente como ir a buscar a Heidi y encontrarse al abuelito.
El presidente navarro, Miguel Sanz, de UPN -marca del PP en la Comunidad Foral-, hace alarde de la violación de la ley al volante y, loando la autovía Logroño-Pamplona, comenta regocijado que recorrieron -no conducía él- 52 kilómetros en veinte minutos, es decir, a 156 kilómetros por hora, y "no nos paró la polícía". (Risitas de algunos de los presentes).Casi tan ejemplificador, ante la sangría de los accidentes de tráfico, especialmente entre los jóvenes, como José María Aznar chanceándose de que él bebe lo que quiere y conduce a la velocidad que le place. Hay que dar la razón a Alfonso Guerra cuando dice que el ex presidente del Gobierno debería haber alterado el orden de su cuchipanda preelectoral: o sea, hablar primero y beber después.
Lifting fotográficos se hacen desde que los candidatos se conciben como productos que hay que vender. Todo el mundo recuerda los carteles que mostraban un Felipe González muy maquillado, destacando sobremanera los labios gruesos, en la primeras elecciones que ganó. Ó Adolfo Suárez: Corte de pelo a navaja, cara de buena persona. Ó Manuel Fraga: Rejuvenecido, cara de no "dejar pasar ni una".
En fin, léase "Cómo se vende un Presidente", de Joe Macginniss. Ed.Peninsula.
Los exabruptos de algunos candidatos, y de camino del expresidente que "se mete hasta en los charcos", son dignos de que figuraran en el Celtiberia Show del recordado Luis Carandell, que recogía la magnífica revista TRIUNFO.
Publicado por: antonio fuentes | 18/05/2007 18:56:59