17 oct 2012

Medellín en positivo

Por: Jaled Abdelrahim

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“Medellín no es hoy lo que era ayer, ni mañana será lo de hoy, parcero. En esta ciudad nunca se sabe lo que va a pasar. Aunque ahora es verdad que estamos más bien tranquilos y que se hacen cosas como buenas para la gente, así que a ver si dura esta vaina”, me ofrece su implacable análisis un taxista que desde hace 18 años recorre a diario las anchas y ruidosas avenidas de esta urbe de dos millones y medio de habitantes, la segunda más importante de Colombia.

Efectivamente, datos y hechos me reconfirman que me encuentro en un lugar en plena transición social. Medallo, como dicen en su característico acento prolongado los oriundos paisas de esta región, avanza en positivo tratando de dejar atrás la deshonrosa y violenta fama mundial que hasta hace dos décadas grabó en su epidermis el difunto Pablo Escobar, aún hoy el narcotraficante y jefe de cártel más famoso del planeta. Hoy la arena que echan sobre esos rescoldos los que quieren apagarlos de una vez por todas está nutrida de “creación, educación, bibliotecas, centros sociales, ferias, renovación del espacio público…”, enumera Gina Catalina Loaiza, docente y tallerista de la Red de Escritores Ciudad de Medellín, un programa desarrollado por la Alcaldía de la ciudad y la Universidad de Antioquia que desde hace diez años fomenta a través de proyectos en las escuelas las habilidades comunicativas de niños, jóvenes y padres.

Al otro lado de la cuerda, aún tiran los que quieren mantener encendida esa llama negra con soplos de paramilitarismo, narcotráfico, sicariato, combos (bandas amadas que controlan las comunas) y fronteras invisibles que dividen a los grupos violentos y cuyo traspaso a menudo vale vidas. Un cáncer que sitúa a este centro económico, industrial y comercial colombiano en la decimocuarta posición del ranking de ciudades con más homicidios del mundo, pero un puesto honroso -según la teoría del vaso medio lleno- para una urbe que hace pocos años encabezaba ese macabro inventario. En ese doloroso tira y afloja vive esta ciudad en pleno desarrollo cultural y pacífico. “Vamos p’alante, parce”, sintetiza el taxista.

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“¿Cuál de las ciudades le impactó más por su desarrollo social, arquitectura, estructura…?”, me pregunta una niña durante una charla a la que me invitaron. Lástima que llevase tan pocos días en su ciudad antes de aquella cuestión. De haber conocido más entonces, hubiese podido decirle que Medellín me sorprendió por su inclusivo y modernizador avance respecto a los otros grandes núcleos urbanos que conozco en este continente. El perfilado sistema de Metro, Metroplús y Metrocable (un transporte público masivo y eficaz en forma de teleférico), están derrumbando los muros sociales que hasta hace poco provocaba el difícil acceso de unas áreas a otras en esta ciudad que empieza en el valle de Aburrá, a ambos márgenes del río Medellín, y escala hacia las laderas de sus cordilleras por dificultosas vías.

Le hubiese contado también que la proliferación de universidades y la construcción de nueve macrobibliotecas con fines educativos, sociales y culturales repartidas estratégicamente por todas las zonas de la región me parecen un hito que demuestra una apuesta clara por la inclusión de las áreas más deprimidas y una oportunidad para muchas personas que carecían de infraestructuras donde poder reunirse, comunicarse, formar equipos de trabajo, leer, asistir a actos culturales o simplemente acceder a internet.

Le hubiese hablado de la positividad que le sugiere a un turista nuevos envites  urbanísticos como poder dar un paseo zen por el Parque de los Pies Descalzos, divertirse en el Parque Explora o el Parque Norte, visitar el planetario del Parque de Los Deseos o las obras del parque Lleras, recorrer las decenas de zonas verdes de las que dispone la localidad o disfrutar del Jardín Botánico en  una urbe a la que denominan la ciudad de la eterna primavera.


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No se me habría escapado mi profunda admiración por el barrio de Moravia de haberlo conocido entonces, un área junto al río que antes de convertirse en un enclave destacado por su centro cultural, sus actividades artísticas, sus parques y su posición de referencia en iniciativas educativas, fue el defenestrado Basurero de Medellín hasta que sus vecinos consiguieron lavarle la cara, el uso y el estigma.

Me pregunta Geraldín, otra niña del público, que por qué creo que es tan importante el arte en una ciudad. De haber respondido unos días más tarde,  le hubiese dicho al respecto que pienso que ella vive en una región privilegiada por la gran cantidad de iniciativas artísticas y de ocio que pude encontrar. Por ejemplo el teatro a precio libre que ofrece la sociedad teatral Pequeño Teatro, entre otras, una forma indiscutible de salvaguardar el buen y alto gusto por la cultura. También le hubiera comentado que yo me consideraría afortunado de ver a diario mis calles custodiadas por las redondas esculturas del maestro medellinense Fernando Botero, o por tener aceras llenas de flores y de cuadros pintados por los numerosos artistas urbanos que exponen a pie de asfalto, o porque no creo que haya nada que hable mejor de este lugar que la cantidad de niños que dan uso a las nuevas canchas deportivas.

Le hubiera comentado también que yo considero el arte tan importante como lo hace un joven profesor de break dance llamado David Alcalá con el que tuve la oportunidad de charlar. Él imparte sus clases gratuitas en nuevos centros culturales creados en zonas deprimidas de Medellín. Cuenta que ha visto cómo en comunas donde “los chicos venían bravos y con mentalidad violenta, la interactuación con los compañeros, el trabajo en equipo y el aprendizaje les ha acabado por convertir en buenos chicos. Chicos felices”, apostilla. Todas esas razones le hubiera dado a Geraldín de haberme preguntado unos días después.


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“¿El lugar más divertido?”, pegunta Susana, otra oyente. No conocía yo aún que Medellín tiene la marcha y las posibilidades de entretenimiento que vi días después. De haberlo sabido, seguro que en mi respuesta hubiese mencionado momentos como una mañana sobrevolando la inmensidad de los bosques del parque ecoturístico Arví subido al Metrocable, o una tarde de hinchadas futboleras por la avenida 70 en los aledaños del Estadio Atanasio Girardot, o una velada sentado entre la juventud que invade a diario la Plaza del Periodista, o quizás una noche de rumba en los incontables bares, pubs y discotecas que lucen por toda la ciudad. Como bizarro fin de fiesta, siempre queda la que propone un bar nocturno llamado Frenos Pala que por el día funciona como taller de coches habitual.

Qué rabia que aún no hubiera experimentado en mis carnes las diversiones y bondades que me ofreció la cara amable de Medellín para poder compartir impresiones con todos aquellos chicos. Lo del constante clima cálido, lo de los puestos de comida en cada esquina, lo de que la ciudad iluminada de noche parezca el cielo puesto boca abajo... 

También me tocó ver la cara negra, por desgracia, esa que Medellín está consiguiendo enterrar. La desagradable (des)ventaja que un periodista viajero tiene sobre un turista normal. Suponiendo que yo ya habría visto de todo por ahí fuera, una chica del público de unos 13 o 14 años se interesa por saber qué es lo que me “ha dado más duro” en esos viajes que hago. De haber sido otro día el encuentro, le hubiese podido contar que fue precisamente en su ciudad, la que ella ya narra desde la escuela, donde por motivos de trabajo encontré las historias reales que me han dado más duro, -como ella diría-, en mi vida profesional. Entrevisté cara a cara a cuatro asesinos con decenas de víctimas a sus espaldas. Sicarios de esos que, junto a otros violentos, han pasado años manchando ante el mundo la imagen de su bonita ciudad, esa que ella ahora tiene derecho (y deber) de limpiar.

Le hubiese explicado que duro, para mal, da pasar una mañana con el jefe de un combo que se ríe mientras me muestra las fotos del increíble arsenal de armas que posee, que se jacta de controlar una comuna entera y de sobornar a policías y que me demuestra que solo con chascar los dedos: “¡chas!”, un adolescente de 15 años viene fugaz a mostrar al periodista que está con el man de la comuna la cocaína que se vende en su barrio. Duro, para mal, da también ver a un segundo asesino, de los de encargo y recompensa, contar que siente “poder” cuando mata, que no entiende “un mundo sin violencia”  y que asume, “sin miedo”, que antes o después le van a “detonar”. (Hay que decir que ese sentimiento duro se convierte más bien en penosa compasión cuando el mismo joven asegura que “desde peladito” no ha aprendido a hacer “otra cosa en la vida”). Cuestión de creerle, justificarle… o no.

Claro, que también le hubiese dicho a esa cría que a pesar de esos ejemplos, existen otros, y que hay motivos para ser optimista con el cambio. Porque duro, pero esperanzador, también da ver a otro de esos sicarios penar por haber sembrado el miedo en Medellín durante años, pedir en voz alta a dios (y a viejos colegas de armas) que gente como él no vuelva a hacer cosas así  y escucharle leer una carta propia en la que cita las palabras “perdón”, “cambio” y “arrepentimiento”.

Le hubiese contado a esta chica también que duro, en positivo, da ver al cuarto de esos sanguinarios hombres, un tipo “criado en la guerra de Pablo” y dedicado durante 25 años al sicariato, hablando de su honrada nueva forma de ganarse la vida, observarle deshacerse en lágrimas al relatar las atrocidades que ha vivido y cometido, y querer creer en un “Medallo” diferente. Él, en contra de la opinión de la mayoría y de las estadísticas, aún es negativo al evaluar la actual situación de violencia en la ciudad, pero en su propia disertación acaba por reconocer - y agradecer- los avances sociales en los que trabaja mucha gente: “Se matan muchas personas aún, parce”, sopesa su baremo, “pero es cierto que ahorita existen alternativas que pueden mejorar eso. Vas a las nuevas canchas y ves a 150 niños jugando en vez de a 80 marihuaneros, o a los que tomaban chorrito o a los que fumaban bazuca que había antes. Les han desplazado a los otros”, afirma. “Eso sí ha cambiado”, se convence al fin.


-    Entonces, ¿la ciudad que tú viviste de niño es, o no es distinta a la de ahora?, le pregunto.


-    Supongo que sí. Hay menos peladitos dedicados a la violencia. Todo tiene su final. Yo creo que en cuestión de 10 o 15 años, hermano, el cambio será total. Pero este no es mi tiempo, hay que dárselo a otra gente, el aire le pertenece a los pelaos de ahora. Yo quiero que mi hija viva en ese Medellín sin violencia, yo la voy a ayudar a sembrar cositas bien bonitas, no lo que me sembraron a mí. Mi historia es como la de esta ciudad, por eso es posible el cambio: Cuando uno tiene un sueño por construir, es fácil dejar de ser lo que se ha sido.

Un chico de la charla me pregunta sobre qué he “tomado positivamente” de cada uno de los viajes que he hecho. Respecto al que hice a su tierra, hoy sí, le hubiera podido decir que en Medellín he oído el bullicio de una urbe viva, he olfateado su aroma a ferias de flores, he degustado sus enormes bandejas de carne mimada, he visto correr las lágrimas de un hombre que fue asesino, y he sentido, la energía de los niños en cuyos hombros caerá el futuro de la localidad. Esa que ya trabaja por derrotar las dolorosas lacras del presente. La que sueña con enterrar el aciago estigma del pasado. Le dicen la ciudad de la eterna primavera. Esa gran ciudad. Espero haber aclarado su duda.

Hay 40 Comentarios

Medellin es lo maximo y eso es lo que debemos enseñarle a todo el mundo, solamente luchemos juntos para que la lacra que por ahi se encuentra no la termine de dañar y las generaciones que vienen que son de inmensa magnitud lo puedan disfrutar como hace muchos años lo hicieron nuestros antepasados, animemonos y juntos lo lograremos

¡Maravilloso artículo! Me ha encantado saber más de esta ciudad a través de tus experiencias vividas en ella y de la forma en la consigues describirlas... dan ganas de seguir leyendo. ¡Muchas gracias! :-)

Medellín y Colombia en general tienen mucho que ofrecer a sus visitantes
http://www.viajespass.com/

Hola Jaled! recien descubro tu blog,y veo que cogiste bien todo lo que experimentaste en mi ciudad,te felicito por tu coherencia y sensibilidad.
R

Bueno, bueno, Jaled, pues toda una lección de sensibilidad y periodismo. Has sabido, creo yo, captar muy bien la realidad de esa ciudad por años masacrada. Pero eso sí, creo que has aprendido mucho. Yo, al menos, lo he hecho de esas gentes, a través de la voz que tu les has dado.
Imposible no aprender de un hombre que te dice "mi historia es como la de esta ciudad, por eso es posible el cambio: Cuando uno tiene un sueño por construir, es fácil dejar de ser lo que se ha sido".
Un abrazo.

Eres el mejor Jaled,me a gustado mucho cuidate besotes

Nice to see this post!

Gracias a la gente de Medellín por ser como es, simplemente maravillosa.

Bueno esa es la parte bonita, porque si entras a la parte feita como las comunas hay hambre muertos diarios y solo por caminar en calles que tienen dueños. Como todas las ciudades solo lo bonito muestran.

Excelente forma de expresar su pensamiento y tu vivencia ,sin ocultar lo malo ,pero dejando claro que vamos por el camino que es, y dios sabe que lograremos tener un futuro mas digno ,como lo merecemos los que vivimos esta etapa y por supuesti nuestros hijos,que seguiran esta transformacion.Muchas gracias por mirar esta cara amable de medellin, que sea dicho de paso es la del 99 por ciento de los Medellinences

Qué bueno que sigan visitando nuestro país, periodistas como usted, Jaled, que no sólo ven las cosas negativas, si no que se nota mucha investigación y que verdaderamente estuvo como un paisa más para realizar tan interesante crónica. Muchas gracias.

Me gusta mucho como escribes Jaled.El respeto a las personas , lugares ,costumbres etc...denotan una excelente capacidad de análisis objetivo de las cosas.Por otro lado, dar esperanza y ver lo positivo del cambio es un arte que no todos son capaces de ejercer.

Estuvo genial lo que escribiste.. gracias por visitar mi ciudad...
Que te vaya bien !!

Estuvo genial lo que escribiste de mi ciudad, gracias por venir y conocerla Que te vaya bien en todos tus viajes!!!

Hola mi nombre es Heiidy y quiisiiera deciirte que el comentariio sobre Medelliin es muy interesante; graciias por tenerme en cuenta en tu relato y tambiien por responder mi pregunta despues de haber conociido realmente mii gran ciiudad... Espero te encuentres biien y tengas exiitos en todos tus viiajes... Un placer haberte conociido ; )

Gracias por visitarnos y por abordar las 2 caras de Medellín, de lo positivo y lo negativo, lo bueno y lo malo que tenemos.
Gracias por hablar de nuestros lugares turisticos, lo mas bonito que tenemos, la cara amable de la cuidad.

gracias por hablar de mi ciudad y no solo mostrar lo malo sino tambien lo bueno.

Este relato es muy inspirador, porque nos muestra las dos caras de medellin.
Medellin es una hermosa ciudad, que quiere progresar cada dia mas y demostrar lo valiosa que es.
Gracias por resaltar las cosas buenas de mi ciudad...

Me pareció un relato muy realista donde se da cuenta de lo que pasa en nuestra hemosa cuidad y considero que te haya gustado el Parque Norte, ya que a mi tambien me encanta estar ahi, y agradezco que hayas dicho la verdad sobre nuestra ciudad ya que la mayoria ve y comenta solo todo lo malo.

HOLA . ME PARECIO IMPORTANTE EL ARTICULO DE MI CIUDAD DE ORIGEN, AHI ME DI CUENTA QUE HABIAN COSAS Y LUGARES QUE YO NO SABIA. NOS RECONOCES DE UNA BUENA MANERA YA QUE ESTA CUIDAD ES CONOCIDA COMO UN NARCOTRAFICANTE, ASI LOS DEMAS SE PUEDEN DAR CUENTA QUE NO SOMOS ESO QUE SOMOS " LA CIUDAD DE LA ETERNA PRIMAVERA" MUCHAS GRACIAS.


Me Parece Un Gran Relato, Dice Toda La Realidad Sobre Nuestra Ciudad, Muestra Nuestra Verdad Con La Que Tenemos Que Aprender A Vivir Diariamente Y Con La Que Nos Educamos De La Manera Mas Sana Posible, Me Agrada Demasiado Que Te Halla Gustado ''La ciudad De La Eterna Primavera''

me parece muy bueno tu portaje sobre Medellin, es interesante, ya que cada una de las cosas que dices son reales. Me gusto mucho la respuesta que le diste a la pregunta de susana, “¿El lugar más divertido?” creo que en realidad no te vasas solo en un lugar en especifico sino en algunos de medellin que en si son buenos. Tambien tus comentarios hacia medellin sirven para que las personas que viajan de otros paises en realidad se den cuenta de la ciudad tan maravillosa que es.

es un reportaje muy bonito sobre medellin, habla sobre sitios muy hermosos. Me encanto que te haya gustado nuestra ciudad.

jaled gracias reponder mas claramete mi pregunta sobre ¿Cuál de las ciudades le impactó más por su desarrollo social, arquitectura, estructura ?
y es un gran relato sobre mi bella ciudad

Gracia :D

Es una ciudad hermosa me parece que el reportaje de Jaled es imprecionante, la manera en como describe Medellin, ya que la mayoria de los paises la ven como peligro, con miedo o terror a visitarla, a conocer lo hermosa que es esta bella ciudad y que es conocidad como "LA CIUDAD DE LA ETERNA PRIMAVERA". Felicitaciones Jaled.

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Sobre el blog

Recorrer Sudamérica en coche es una buena idea para no perder el hilo de su realidad agitada. Un blog de contacto con la gente, de emociones, asfalto, paraísos y estaciones de servicio.

Sobre el autor

Jaled Abdelrahim

A Jaled Abdelrahim no le convenció ni su trabajo como reponedor de supermercado, ni su carrera de derecho, ni su labor como periodista sedentario. Lo que quería era conocer el mundo de primera mano. Después de viajar por Europa, Oriente Medio y el norte de África, su última iluminación no ha sido otra que recorrer el sur de América de punta a punta a bordo de un Volkswagen desvencijado. Colabora con El Viajero, la revista Yorokobu y varios medios de viajes.

Cuenta de Twitter: @JaledAA

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