17 dic 2013

El Paraguay de Chilavert

Por: Jaled Abdelrahim

Ruinas de una misión jesuita en Trinidad (Paraguay), Patrimonio mundial
Entre el 70 y el 80% de mis amistades y conocidos en España (al menos los de mi generación y las cercanas) cuando escuchan que ando por Paraguay tardan aproximadamente entre uno y cinco segundos en sacar a relucir sus conocimientos geoestratégicos a nivel universal pronunciando el nombre de José Luis Chilavert (Luque, Paraguay, 1965), el exguardameta de la selección nacional de este país que llenó páginas y pantallas a golpe de haber sido –ya no- el cancerbero más goleador de la historia; a golpe de marcar tantos de enciclopedia y atajar balones envenenados, a golpe de contar con tres nombramientos como mejor portero del mundo y el de sexto mejor del siglo XX; a golpe de haber insuflado a un conjunto nacional y uno local de Argentina una belle epoque futbolística; y a golpes, literales. A mamporros, manotazos y un célebre escupitajo en directo a la cara de Roberto Carlos. Cosillas por las que la prensa le colgó el cartel de fiera. Después de articular ese nombre propio, pocos de mis conocidos son los que tienen muchos más paraguayos que mentarme.

Chila, para compañeros, afición y comentaristas, me espera en la cafetería del distinguido hotel Sheraton de Asunción. Viste un pantalón vaquero oscuro, un polo negro que se le ajusta bastante y un reloj en concordancia a sus dimensiones. En el momento de mi llegada está reunido con unos tipos en lo que parece ser una conversación de trabajo, ahora se dedica al negocio del vino y vende unas botellas etiquetadas como Noble Varón.

No es el mismo que hace casi tres lustros veíamos tirando faltas con guantes, pero tampoco el de las imágenes que corrieron por los medios los últimos años. Sí, está gordo, pero bastante menos que en aquellas fotos. Para bien o para mal -cosas del fútbol-, él es lo que mucha gente fuera de Paraguay mejor conoce de su país, un estado bilingüe de siete millones de almas, modales ejemplares y mucha soja en el corazón sudamericano. Por eso he decidido que sea él quien dé a conocer qué más tiene su tierra. Y de paso, que me hable del icono. De ese estridente guardameta paraguayo al que temían en la línea de fondo contraria.

PREGUNTA- Me ha pasado que muchos de mis conocidos relacionan Paraguay directamente con su nombre. Por eso le pregunto a usted. Una frase para definir su país.

CHILAVERT- Como dijo mi gran amigo el premio Cervantes Augusto Roa Bastos (Paraguay, 1917 - 2005), a quien también deberían conocer sus amistades, “Paraguay es una isla rodeada de tierra”, y esa es la diferencia, que aquí hay que saber buscar la salida.

P- La salida a qué.

CH- La salida a poner a nuestro país donde se merece. Porque es un gran país, un país hermoso. El paraguayo común y corriente confunde sumisión con humildad. Uno puede ser humilde pero no sumiso, esa es la lucha constante de este país, que a veces no sabe valorar lo que vale.

Obvio, no todos los paraguayos pensarán que Chilavert representa Paraguay, pero da la sensación de que Chilavert sí lo piensa un poco. Al menos está seguro de tener un peso sustancial. Habla tranquilo y es amable, como tienen costumbre sus compatriotas.  Eso no le quita de ser un tipo de convicciones fuertes. “Somos guerreros guaranís”, asegura en un momento del careo.

La primera conversación tenía que ser sobre el tereré, como hubiera ocurrido con cualquier otro paraguayo, una bebida de mate tomada en frío por la que parece que a nadie en esta nación le importe cargar un termo lleno las 24 horas del día, sea cual sea su destino o actividad. “Mi éxito se lo debo a la yerba mate”, dice el mito no tan de broma. “Yo la introduje en Japón, porque en las ruedas de prensa cuando estaba allí me veían bebiéndola, y preguntaban que qué era. Y ahora estamos llevándola para allá”. La vieja estrella deportiva habla con presente empresarial y huele a aspiraciones presidenciales. Se considera un posible revulsivo para la falta de autoconfianza que le atribuye a su patria. El “yo” no es un pronombre que le cueste repetir.

José Luis ChilavertP- ¿Qué es lo que más le gusta hacer a Chilavert cuando está en Paraguay?

CH- Disfrutar de las comidas típicas. Del chipaguasú, que es una torta de choclo y cebolla que se corta en cuadrados acompañada de un buen rico asado, y me encanta también el vorí vorí de pollo, una albóndiga de maíz con pollo. Y la pesca, porque te relaja, te tranquiliza, dejas de pensar en las cosas importantes, y tenemos muy buenos lugares aquí para eso. Y las parrillas…

P- Aquí se come bien.

CH- Los paraguayos somos buenos para eso.

P- Un sitio que recomendaría a un visitante que venga por aquí.

CH- Encarnación. Porque tiene las  mejores playas de Paraguay, que son del río Paraná. Y ruinas jesuíticas y las plantaciones de yerba mate…. Aunque mi lugar favorito es Luque, mi ciudad, por la calidez de mi gente. La hospitalidad es el orgullo de los paraguayos.

P - ¿Y para venir a emprender por la región?

CH: - Paraguay hoy, Sudamérica, es el mejor lugar para venir a invertir.

P - Se le ve especialemente orgulloso de ser paraguayo.

CH - Por supuesto, un orgullo. Así de simple. Y somos un país independiente. Fíjate lo que pasó en la política. Que Brasil, Argentina, Uruguay y Bolivia lo sacaron a Paraguay provisionalmente del Mercosur para meter a Venezuela, y es ridículo. Paraguay es un país bien visto a nivel internacional: su economía está bien, no tiene deuda externa, y por eso mucha gente de fuera viene a invertir, les encanta.

P-  Dijo en una entrevista que para la prensa “siempre era usted el malo de la película”. Aunque claro, aquel puñetazo a Asprilla, el escupitajo a Roberto Carlos,  la pelea en el aeropuerto de Buenos Aires con un empresario, alguna trifulca con reporteros… ¿Considera que tiene usted mal carácter?

CH- Tengo mal carácter con la gente que me falta al respeto. Trato de defenderme de la manera mía. Un ejemplo, lo de Roberto Carlos: Jugamos contra Brasil en Puerto Alegre. Si Brasil pierde o empata queda eliminado del Mundial. La FIFA nos envía un árbitro alemán. ¿Qué hace un arbitro alemán en Sudamérica? Era evidente que Paraguay tenía que perder. Rivaldo baja el balón con la mano en el área pequeña, era penalti a favor de Paraguay y el árbitro no pita. Y nos convierten goles en fuera de juego. Termina el partido, Paraguay pierde dos cero. Roberto Carlos había tirado y no podía convertir, y me hacía gestos de lejos. Yo le llamaba que se me acercara. Cuando terminó el partido, viene, y me dice: “Indio, les ganamos 2 a 0”. Como si fuera Roberto Carlos alemán de ojos azules. Yo me siento orgulloso de tener las raíces de los indios guaraníes, de guerrero. Pero bueno, solo publicaron el escupitajo mío.

P-¿Siempre reacciona así si se meten con su gente?
 
CH- Sí. Yo me siento muy orgulloso de ser paraguayo. Nosotros somos un país pequeño, pero si uno va para atrás en la historia, Paraguay es un país muy importante: fue el primer país que tuvo tren. También tuvo aviación, y el primero que exportaba sus productos para Europa. Ahí empezó el problema, porque los ingleses le comieron la cabeza a los argentinos, a los brasileños y a los uruguayos. Al final ellos acabaron tomando como botín de guerra a Paraguay y le quitaron su territorio. Pero bueno, esas historias mucha gente no las conoce. Perdimos casi todo el Mato Grosso del Sur (Brasil) y el norte de Argentina por la Guerra de la Triple Alianza, y hasta hoy, ningún gobierno ha pedido disculpas al pueblo paraguayo.

Chilavert en el Mundial de Corea y Japón 2002P- Se convirtió usted en un icono. Hábleme un poco del futbolista. 62 goles en 737 partidos jugados (8 de ellos como internacional). Eso quiere decir un gol cada once partidos. Hay muchos jugadores que no tienen esa media. ¿Qué manía le entró con marcar?

CH- Marqué 70 goles. Pero hay unos que no estan contabilizados. Todo en la vida es trabajar. Yo me quedaba después de los entrenamientos a tirar 80 faltas del lado izquierdo, 80 de centro y 80 del derecho. No podía fallar si me daban la oportunidad, porque no me darían otra. Fue Carlos Bianchi quien me la dio para tirar mi primer tiro libre contra el Deportivo Español en el minuto 92. Borde del área del lado derecho, y me coloca el portero cinco hombres en la barrera y yo le coloco dos más, y dije, le pego por fuera y tiene que entrar. Salió perfecto. Ahí me empezó a gustar.

P-Le acabó haciendo más ilusión marcar un gol que parar un penalti.

CH- Un portero siempre tienen la misión de parar, pero, marcar goles…, un portero…, de tiro libre... es como hacer el amor con una mujer.

P- El portero de los goles, eso sabíamos de usted en la época de los cromos. Su primer gol, haga memoria.

CH- Contra Colombia, en el 89. También minuto 92, todas las figuras de Paraguay y nadie quería tirar el penalti. Corrían para todos lados. Dije, yo lo tiro. El seleccionador, Cayetano Ross, me dijo: ¿Mi hijo, usted lo va a tirar? Dije sí, por eso estoy aquí. El portero era mi amigo, René Higuita. Ganamos 2-1. Yo era un gran número 9 jugando con los amigos en el barrio.

P- Cómo se siente un guardameta que ha metido 70 tantos cuando llega un tal Rogelio Ceni (Brasil) y le supera como portero más goleador de la historia.

CH- Es un gran amigo. Me encanta que siga jugando, y que convierta goles. Pero por cosas así siempre empieza la rivalidad, y no se puede comparar porque yo marqué ocho goles con la selección de Paraguay en eliminatorias. Y también en Brasil se juega cada tres días, y nosotros una vez por semana. Lo lindo es que se puedan ver porteros que metan goles. Yo marqué la filosofía del portero: salir a jugar. Pero ya no hay espectáculo.

P- El día que metió su primer gol con  Vélez (Club Atlético Vélez Sarsfield –Argentina-) ganaban el torneo de clausura del 93; el gol desde su campo al Mono Burgos que se hizo universal; el tiro libre del 96 jugando Paraguay contra Argentina para clasificarse para el mundial 98 (también al Mono Burgos). Tiene usted un largo palmarés de goles históricos. ¿Cuál es el que recuerda?

Chilavert celebra el gol que marcó a Argentina en 1996CH- El gol de tiro librte a Argentina, por la situación. Estábamos perdiendo y todo el estadio me insultaba, menos los fanáticos paraguayos que eran unas 15 personas. Parecía que yo jugaba contra Argentina. Entonces miré para arriba y pedí: Dios, por favor, dame un tiro libre. Y justo me lo dio en ese momento. Yo sabía que no podía fallar. Hice un gol fantástico, un gol psicológico. Yo siempre me considero orgulloso de ser la persona que le cambió la mentalidad al futbolista paraguayo. Porque antes, al jugar contra Argentina y Brasil, nuestros jugadores entraban temerosos, y yo les decía que no hay que temer, que nosostros somos iguales. Eso fue, yo fui el artífice de ese cambio no solo para los deportistas en este país, sino también para mi gente.

P- Menudos dos golazos al Mono Burgos. A todo esto, ¿cómo se lleva con él?

CH- Excelente, es mi vecino en Buenos Aires. Y cada vez que nos encontramos, se acuerda de ese gol. Me dice, me hiscite famoso porque salí en todos lados.

P- Hablando de goles: Messi ¿Le hubiese gustado mirarle a los ojos metido usted entre los tres palos?

CH- Mira, Messi es para mí, de lo que visto desde que nací, el mejor jugador de todos los tiempos. Es impredecible, es el meteorito que se sabe que ha caído pero nadie sabe dónde cayó. A mí me dio placer irme antes y que no me haya hecho revolcarme por los suelos.

Chilavert y CasillasP- En su posición, ¿Valdés o Casillas?

CH- Para mí Casillas es el mejor portero del mundo. Valdés es el segundo. Con Iker me ha pasado un experiencia muy linda, en el mundial de Japón y Corea (2002) cuando España nos vence 2-1. Uno cuando pierde se fastidia y piensa en los errores, yo también había cometido un error e iba pensándolo. Y justo él viene corriendo desde su portería, a pedirme la camiseta.

P- ¿Quién ganará el próximo mundial?

CH- La gran favorita es España.

P- Leí una entrevista a Barovero, portero del River, que decía: "Crecí con las locuras de Chilavert y los buenos momentos de Córdoba". ¿Una frase así le sienta bien o mal?

CH- Hay que ver cómo lo ha dicho. La locura de Chilavert…, yo no creo que sean locuras haber ganado todo en la vida, porque lo único que me faltó ganar es una copa del mundo con Paraguay. He sido reconocido tres veces como el mejor portero del mundo por la Federación de Historia y Estadística del Fúlbol Mundial. ¿Locura?

P- ¿Puede definirme a José Luis Chilavert?

CH- ¿En que se diferencia un mediocre con un exitoso? Que los mediocres caminan por la vida pensando en no fracasar, y los exitosos son los que salen a ganar, el que corre al límite, y yo en mi vida siempre corrí al límite, porque nací sufriendo, y en el fútbol me sacrifiqué y llegué a un lugar de privilegio, en un país tan pequeño. Estar entre los mejores de la historia del fútbol, es un privilegio y un orgullo, como ser de Paraguay.

P- Paraguay es de lo que estábamos hablando. Se nos fue el tema y al final hablamos más de Chilavert.

CH- Ocúpate de que sea Paraguay lo que destaque. Que la gente sepa que somos un gran país. Y que vengan. De Chilavert ya se ha hablado mucho.

Hay 5 Comentarios

VERDADES A MEDIAS, en el gobierno de argentina del Dr Arturo Frondisi, se le devolvieron a Paraguay las banderas y trofeos , incautados en la guerra de la triple alianza.

Todo un éxito, mezclado con el gran 'ego' de este singular portero. Creo que fue, además, el primer portero en marcar un 'triplete', o eso creo.
Salud!!.

Nos gusta la entrevista. has sacado lo mejor de sus recuerdos y lo mejor de sus sentimientos. Gracias.

Debe de ser un tipo con el que una sola entrevista no de para nada. Haz un "Encuentros con Chila" en varias entregas.
Tiene pinta de saber muchíiiisimo

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Sobre el blog

Recorrer Sudamérica en coche es una buena idea para no perder el hilo de su realidad agitada. Un blog de contacto con la gente, de emociones, asfalto, paraísos y estaciones de servicio.

Sobre el autor

Jaled Abdelrahim

A Jaled Abdelrahim no le convenció ni su trabajo como reponedor de supermercado, ni su carrera de derecho, ni su labor como periodista sedentario. Lo que quería era conocer el mundo de primera mano. Después de viajar por Europa, Oriente Medio y el norte de África, su última iluminación no ha sido otra que recorrer el sur de América de punta a punta a bordo de un Volkswagen desvencijado. Colabora con El Viajero, la revista Yorokobu y varios medios de viajes.

Cuenta de Twitter: @JaledAA

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