Ni vivos, ni muertos. Los virus se encuentran en un peculiar limbo de la naturaleza en el que no se consideran, por lo general, seres vivos (pues no son capaces de realizar por sí mismos las funciones vitales básicas de éstos) aunque tampoco son vistos como moléculas biológicas inanimadas. Por ello, algunos científicos los describen como "organismos al límite de la vida".
Sea como sea, muchos de estos ultradiminutos y sencillos parásitos han sido y siguen siendo los principales y más letales "demonios" para el ser humano. Centenas de millones de personas han muerto a lo largo de la historia de la humanidad por la acción de estos bichitos (ni las guerras han matado tanto). Sólo la gripe española causó 40 millones de muertes en 1918. Tampoco podemos olvidar a la viruela (erradicada, por suerte), el SIDA, la polio, el ébola y una extensa lista de enfermedades causadas por virus que, en mayor o menor medida, han destrozado las vidas de muchas personas. Su elevada capacidad para mutar, evolucionar, infectar y transmitirse los convierte en enemigos permanentes para el ser humano.
La medicina ha dedicado grandes esfuerzos en conocer y combatir los virus que atacan al ser humano. Combatirlos, principalmente a través de vacunas y medidas diversas de prevención ante una epidemia, nos ha permitido limitar el potencial de su ataque e incluso llevar al exterminio completo o progresivo de algún tipo de virus (como el virus de la viruela, de la polio o del sarampión). Sin embargo, conforme hemos ido conociendo más y más a los virus también, paradójicamente, hemos aprendido a utilizarlos en nuestro beneficio.
Como decía Michael Corleone en el Padrino: "Mantén a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más cerca." Nos hemos acercado tanto a los virus que ya, hoy en día, es difícil no haber estado expuesto voluntariamente a alguno de ellos para prevenir enfermedades. En el futuro se vislumbra un contacto aún más íntimo con los virus; están empezando a ser ángeles que nos ayuden a combatir enfermedades de difícil tratamiento.
¿Cómo se domestican a los virus para convertirlos de demonios a ángeles? Los virus son esencialmente un paquete de genes con un envoltorio (la cápside y la envoltura). Son estos genes los que distinguen a un virus manso e inofensivo de otro mortífero para el ser humano. En el laboratorio, se puede manipular genéticamente este paquete de genes para eliminar aquellos que sean perjudiciales (genes de virulencia) y quedarnos sólo con lo que nos va a ser de utilidad o, incluso, añadirles genes considerados terapéuticos que no tenían, de serie, los virus. Es algo parecido a un "corta y pega" genético. De esta manera, se puede crear un virus que infecte al ser humano pero que no le produzca, en principio, ninguna enfermedad y pueda serle, además, beneficioso.
Lo que convierte a los virus es unas potenciales herramientas médicas son los siguientes factores:
-Poseen una gran capacidad para infectar y adentrarse dentro de las células del ser humano de forma más o menos dirigida.
-Son unos excelentes transmisores de genes o de secuencias genéticas concretas. Es decir, tienen la capacidad de introducir su propio contenido genético en el núcleo de las células humanas y poder, producir, por tanto, proteínas que el ser humano no sería capaz por sí mismo de sintetizar.
-Los hay de todos los sabores y colores. Hay virus que producen proteínas dentro de la célula de forma duradera y que se transmiten a las células hijas y otros que sólo producen proteínas durante un breve periodo de tiempo (porque no se integran bien en el genoma). Los hay que producen mucha respuesta inmune, otros que son muy silenciosos para el sistema inmune, pueden contener genes grandes o sólo genes pequeños, se pueden seleccionar para que infecten a un tipo celular en concreto... En la variedad está el gusto... y la finalidad terapéutica.
Son estas características de los virus, que hemos ido conociendo mejor con el tiempo, y la mejora de nuestra tecnología la que nos ha permitido utilizarlos cada vez más en medicina (aunque, de momento, salvo para las vacunas, su mayor protagonismo se encuentra en el laboratorio y en ensayos clínicos):
-Rutinariamente, en las vacunas contra los virus se emplean virus atenuados o inactivados que poseen la capacidad para provocar una respuesta inmune (y por tanto nos protegemos indefinidamente frente al virus al producirse una memoria inmunológica) sin producir apenas ninguna enfermedad (salvo casos excepcionales). El caso más típico es el de la vacuna de la gripe.
-Experimentalmente, en distintos ensayos clínicos se están empleando virus contra el cáncer. La idea es que los virus ataquen selectivamente las células tumorales, respetando a las células normales al mismo tiempo. Hace unos días pudimos ver unos excelentes resultados de un ensayo clínico en el que se utilizó un derivado del virus de la viruela, inyectado por vía intravenosa. En la mayoría de los pacientes, el virus se replicó sólo en las células tumorales y se produjo una estabilización o disminución del tamaño de los tumores en seis de los ochos pacientes que habían recibido las dosis más altas. Además de este enfoque, también pueden utilizarse los virus mediante una inmunoterapia frente al cáncer. Aquí el objetivo es que los virus enseñen a nuestro sistema inmune a reconocer y atacar al cáncer, que suele ser un experto en quedar oculto.
-Experimentalmente, se están utilizando virus para reparar deficiencias hereditarias de proteínas. La idea es que si un niño no produce una determinada proteína o la produce mal, podemos administrarle un virus con el gen que produzca esa proteína y así, al infectar a las células, éstas la podrán sintetizar. Es mucho más difícil de lo que suena pero ya existen varios niños con una inmunodeficiencia muy grave (conocidos como "niños burbuja") que se han curado, al volver a producir la proteína que les faltaba, gracias a un virus.
-En el laboratorio se emplean con mucha frecuencia los virus para modificar genéticamente las células con fines muy distintos: Marcarlas, hacer que produzcan o dejen de producir una proteína concreta, reprogramarlas (convertir, por ejemplo, una célula normal de la piel, en una célula madre pluripotente)...
Aún queda mucho camino que recorrer junto a nuestros enemigos más acérrimos y no todo va a ser de rosas. Los tratamientos con virus también poseen serias desventajas que deben tenerse en cuenta: como la posibilidad de que al insertarse al azar el contenido genético del virus se produzca cáncer, que se dé una respuesta inmune no deseada o una toxicidad por el virus o que la nueva proteína producida deje de sintetizarse con el tiempo, se sintetize en exceso o el cuerpo reaccione contra ella a largo plazo. No son peligros tan cinematográficos como los zombies de "Soy Leyenda", creados por un derivado ficticio de la viruela para evitar el cáncer, pero pueden poner en peligro el futuro de la terapia con virus.
Imagen: Escuelapedia
Hay 7 Comentarios
Dra. Shora:
Muchas gracias por responderme, ella no ha acudido a ningún medico, pero tengo una hermana mayor que es doctora y dice que lo mas probable es que tenga este síndrome.
Gracias por su respuesta
Publicado por: Linda | 12/09/2011 22:51:42
Muchas gracias, Roberto. Ahora mismo corrijo el error. Vaya lapsus.
Publicado por: Esther Samper | 10/09/2011 19:22:08
Muy buen artículo. Sólo me gustaría aclarar que el ántrax no es una infección viral. Independientemente si nos referimos a la furunculosios masiva por estafilococos o al carbunco sintomatico por Bacillus anthracis, ambas son infecciones bacterianas.
Publicado por: Roberto Amaya | 10/09/2011 19:11:55
Sra. Samper, un poquito de modestia. No me he esforzado en buscarle fallos, simplemente me ha saltado a la vista.
Y no necesito mirar el diccionario Hispánico de dudas porque, como persona medianamente leída, sé de toda la vida que se dice "dedicar esfuerzo a algo" y no "dedicar esfuerzo en algo". En cambio sí que se dice "poner esfuerzo en algo", quizás de ahí su confusión.
Publicado por: Pocahontas | 06/09/2011 23:54:55
Linda:
Muchas gracias por tus palabras. No, nunca he hablado sobre ese síndrome. Lo siento, pero no tiene cura y el tratamiento existente sólo retrasa los síntomas. ¿Cómo sabéis qué tiene el síndrome de Zellweger si no habéis acudido al médico? Lo digo porque su edad no habla a a favor de que tenga esa enfermedad. Sería muy recomendable que la viera un médico, pero si es su elección personal...
Eldesiempre: Estás equivocado. Busca "dedicar" en el diccionario Panhispánico de dudas:
"Cuando significa ‘tener como ocupación o profesión una determinada actividad’, es intransitivo pronominal y la actividad se expresa mediante un complemento introducido por a:"
Caso que no es el del artículo. Lástima, con lo que te has esforzado en encontrarme fallos... Otra vez será ;)
Publicado por: Esther Samper | 05/09/2011 22:56:00
Sra. Samper, no se si es que el español no es su lengua materna, pero le pega cada patada...
"La medicina ha dedicado grandes esfuerzos en conocer"
sería "esfuerzos a conocer".
Por lo demás, muy interesante el artículo.
Publicado por: Eldesiempre | 05/09/2011 22:10:20
Hola Shora, he leído algunos de tus artículos y me parecieron muy buenos, sigue así. Bueno se que esto no tiene nada que ver con el artículo pero tengo una tía de 27 años, se llama Nelly, y tiene una enfermedad muy rara llamada Síndrome de Zellweger, no hemos podido llevarla a un doctor porque ella se rehúsa y me gustaría saber si has publicado algún articulo sobre esta enfermedad, o si podrías decirme si tiene cura o algún tratamiento médico. Te agradezco de antemano.
Publicado por: Linda | 05/09/2011 20:07:45