La novia de papá

19 dic 2010

Desmontando a Blancanieves

Por: Paloma Bravo

 

Psicoanalisis-de-los-cuentos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aviso: este post es un poco más serio de lo habitual porque es domingo y algunos no me vais a leer y los que sí, con un poco de suerte, lo vais a hacer con tiempo.

 De las mil versiones de Blancanieves, y para tranquilidad de las madrastras con tendencia al complejo de culpa, hay muchas en las que el conflicto de la protagonista no es con su madrastra, sino con su madre.

Porque, dicen los psicoanalistas, que la llegada de los hijos convierte, así, sin más, directamente, la relación de pareja en un triángulo.

El caso es que cuando Blancanieves crece y empieza a ser y estar incómoda, tiene gran bronca con la madre (no necesariamente madrastra) y, con o sin la intervención del cazador, se va a vivir con los enanitos.

Es con ellos, en una casa sin riesgos (que los enanitos son inofensivos, asexuados, vaya), donde se va encontrando a sí misma. O sea, los padres disfrutan su infancia, los enanitos se comen su adolescencia y el príncipe la encuentra ya en su versión adulta.

Porque, dice Bruno Bettelheim (autor del libro que ilustra esta entrada) que los cuentos de hadas son siempre historias de crecimiento y de resolución de los conflictos interiores.

Bettelheim era un psicólogo infantil austríaco que fue muy discutido pero al que sí se le reconoce una demostración: que los niños tienen celos de los padres (de su relación de pareja y de su libertad como adultos), que los niños proyectan esos celos y los "reconvierten" en un "mi madre/mi padre está celosa/o de mí".

O sea, que todas las familias tienen conflictos y que el crecimiento siempre duele. Y que ninguno de esos procesos impide la felicidad ni distorsiona el amor.

Este ensayo, "Psicoanálisis de los cuentos de hadas", disecciona minuciosamente los grandes mitos y las historias clásicas: no hay madrastras, sino un camino a la madurez; no hay sangre, sino menstruaciones; no hay abandono, sino independencia... Leerlo merece la pena si eres padre o has sido hijo (o sea, en todo caso).

Y, de todos modos, yo aprovecho para decir que Blancanieves siempre me pareció una cursi y una mandona, como esas hermanas mayores que aprovechan cualquier ausencia de los padres para inventarse normas nuevas y militarizar las familias: "¡Enanitos! ¡Limpiad, recoged, cocinad...!". Relájate, bonita, que los enanitos vivían mejor en su anarquía.

 

 

Compartir

  • Eskup
  • Compartir en Facebook
  • Tuenti
  • Meneame
  • Bitacoras
  • iGoogle
  • My Yahoo
  • My Live

Hay 12 Comentarios

Querida Sra. Bravo

Llevaba quince minutos leyendo La novia de papá, blog. Estaba encontrando viejos posts publicados por Usted que yo, por falta de tiempo, o por no acordarme, no había ni leído. De repente, muevo el ratón y la pantalla de mi ordenador gigante de mesa, me descubre Psicoanálisis de los cuentos de Hadas. Me hace ilusión y por eso le escribo un comentario. Una curiosidad: leí este libro el pasado mes de febrero, viviendo yo un momento de enamoramiento correspondido. Busqué-lo prometo-, recetas para hacer magia, en estas páginas casi científicas de la literatura infantil.
Que haya dado resultado o no, lo ignoro, pero yo fui feliz y sé que hice feliz al hombre en cuestión. El libro me sugestionó. Es un libro mágico. Muy buena elección.

Un saludo y feliz navidad.
Atentamente
M

Para Cuchillero: tengo el libro de Bettelheim desde hace más de 20 años, recomendado en el Instituto por mi profesor de lengua de entonces, y te aseguro que no contiene necedades...
;-)
Ojalá el libro que se lee el español medio al año, fuera éste...

si les interesa esto deberían leer a Propp... y a los autores de la escuela psicoanalítica: estos explican bien el origen del cuento como un desahogo de los miedos y las inquietudes inconscientes del individuo o de la colectividad y una forma de proyectarlos, calmarlos y/o superarlos...

http://www.elplanetafu.blogspot.com

Claro, ¿y quien dijo que crecer era fácil?

Sinceramente, pienso que esto es una exageración. Me he criado con cuentos de hadas, desde los más light de los hermanos Grimm hasta los más descarnados de Perault, y eso por no hablar de los orientales, llenos de ejemplos y metáforas (las mil y una noches de Scheherezada, los cuentos de la India, los chinos tan delicados y complejos...). La clave está en leerlos, no verlos en versión descafeinada disney.
Mi primer cuento de terror no fue Blancanieves, fue Barba Azul, que va sobre un buen partido, que se casa con una joven guapa, pero que resulta que tiene un cuarto lleno de mujeres descuartizadas en el sótano. Para que luego digan que el príncipe azul destiñe...
El caso es que todo esto de los cuentos no es un nuevo síndrome psicológico ni nada por el estilo, sino el comprensible rechazo de un niño a todo aquello que no ve como "normal". Si desde pequeño se le enseña que lo que ve en la tele es lo real y que lo extraño es malo ("no hables con extraños", esa frase que tanto perjuicio puede llegar a hacer), cuando se encuentra con una situación que no cuadra, va a reaccionar tal y como le han enseñado (la madrasta es la mala, porque así lo dice disney). En fin, más leer y menos sentarlos delante de la caja tonta.
Algo más sobre esto, en clave humorística: http://www.cracked.com/article/195_7-things-good-parents-do-that-screw-up-kids-life_p2

Paloma, Sol no es madrastra y las hijas de su novio no son sus hijas. A ella le molará mucho presumir de lo que no tiene pero su actitud es mucho más infantil que la de una adolescente. A la ex de su novio le has reservado el papel de pesada pero el del "nueva" de hombre que es ex... Como en la vida misma

Gracias a Marina por los ánimos y a PDV por la sugerencia. Intentaré tratarlo, que estamos abiertos a todo.

Paloma,
me parece estupendo lo de afrontar los cuentos de hadas, yo tengo una hija de 6 y las niñas de ahora no quieren ser niñas y les repatean los cuentos clasicos de princesas.
A ver si un día tocas el tema del justo antes de, cuando te dicen soy maravilloso y tengo una hija.

Lo peor de los cuentos infantiles es que cuando aparece el príncipe, ya madura sexualmente la heroína, se suelen cerrar con la expeditiva fórmula de fueron felices y comieron perdices. Claro, no siempre es así, y los niños y las niñas, sobre todo, se entregan al festín aviar sin ningún tipo de prevención, y claro, la crisis, la decepción de comprobar que el azul del príncipe destiñe con el tiempo, les resulta difícilmente superable.
Los príncipes se decoloran o se convierten en ranas, y la inocente jóven enamorada se va transformando en una madrastra bajo la tiranía del espejo, de la belleza marchitada. C'est la vie. Pero sigamos creyendo en los cuentos, en la hadas y en la magia.

Sin ánimo de polemizar, creo que Caperucita Roja es mucho mas interesante y una historia mas actual en el controvertido mundo digital. Pero me interesa mucho más pasaros información sobre dos artículos aparecidos hoy domingo en el suplemento Style del Sunday Times sobre el tema central de este blog. Ya sé que puede ser que sea inaccesible para muchos, pero si teneís oportunidad y os podeís hacer con un ejemplar creo que os gustará leerlo. El primero habla de un padre separado sin acceso a su hija por gracia de su ex. En todas partes cuecen habas, pero qué bien lo explican. En el segundo, es una novia de papá la que habla. Una versión diferente del problema, pero no menos real. En fin, espero que otras formas de ver las cosas os interesen también mas allá de las comedias costumbristas carpetovetónicas.

Toda la premisa del cuento de Blancanieves es un absurdo.

¿Una madrastra que está de toma pan y moja y encima forrada (¡peaso castillo!) celosa de la belleza de una niñata muerta de hambre con cara de manzana transgénica?

Es EVIDENTE que la madrastra es mucho más sexi y atractiva que ella, que el espejo mágico está ya mayor y no ve tres en un burro y que los enanitos respetan a la princesita sexualmente sólo porque Blancanieves no les pone NADA.

Proclamo públicamente que, de todas las malvadas de Walt Disney, la que está más buena de todas es la de Blancanieves, y que el cuento tendría que haber sido al revés: una adolescente acomplejada y retorcida que ve que no puede con su madrastra cuarentona decide cargársela porque le roba todos los novios y, lo que es más fuerte, ¡las portadas de Vogue!

Me ha parecido muy interesante tu post de hoy. Ahora que tengo una sobrina pequeña y tengo que ver películas infantiles con cierta frecuencia me resultarán más entretenidas, pues tendré otra perspectiva desde la que mirar.

Que pases muy buen domingo! Y felicidades por tu blog, lo sigo con mucho interés =)

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Sobre la autora

Paloma Bravo
Soy madrastra, periodista y autora de “La novia de papá” (Plaza&Janés). Este blog no lo escribo yo, lo escribe Sol Beramendi, la protagonista de mi novela. O sea, que es ficción y, por lo tanto, absolutamente real.

Paloma Bravo

SOBRE EL BLOG

Según la RAE, madrastra es una “cosa que incomoda o daña”. ¡Y una mierda! “Tía buena (buena en todos los sentidos), lista e inmejorable” es lo que debería decir. ¿O no? El caso es que me ofrecieron crear una plataforma de “madrastras sin fronteras”, pero mis bestias me necesitan en casa, así que nos hemos quedado en un blog. Para hablar de vuestras familias y otros animales.

TWITTER

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal