La novia de papá

Sobre la autora

Paloma Bravo
Soy madrastra, periodista y autora de “La novia de papá” (Plaza&Janés). Este blog no lo escribo yo, lo escribe Sol Beramendi, la protagonista de mi novela. O sea, que es ficción y, por lo tanto, absolutamente real.

Paloma Bravo

SOBRE EL BLOG

Según la RAE, madrastra es una “cosa que incomoda o daña”. ¡Y una mierda! “Tía buena (buena en todos los sentidos), lista e inmejorable” es lo que debería decir. ¿O no? El caso es que me ofrecieron crear una plataforma de “madrastras sin fronteras”, pero mis bestias me necesitan en casa, así que nos hemos quedado en un blog. Para hablar de vuestras familias y otros animales.

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03 ago 2011

El ruido de las cosas al romperse

Por: Paloma Bravo

         
Perito moreno
(En la foto, el Perito Moreno, el único glaciar que conozco en persona: a pesar del silencio infinito que lo rodea, oí como lloraba al romperse).

 

Sé que me voy a arrepentir de contar esto. La idea es del gurú, la culpa (aunque yo prefiero la palabra "responsabilidad", la verdad, que lo de la culpa es una herencia odiosa) es sólo mía.

Idea del gurú, digo, que piensa por mí. "Por ti y en ti, bonita".

Odio que me llame bonita. Me encanta que piense en mí.

Resulta que el gurú me ve flojucha, ojerosa, vulnerable.

Un minuto, que os coloreo el contexto: el verano ya muy avanzado, una oficina semivacía en la que no suenan los teléfonos, los mismos ejecutivos legañosos y espesos del invierno que van y vienen de sus casas en la playa y, allí, o sea, aquí, dos almas solitarias (la mía sensible, la de él...  la de él de gurú, para qué nos vamos a engañar).

Total que todos los días paso un rato en su despacho, y le escucho, y él me observa, y yo le sigo escuchando, y él no deja de observarme. Y me pregunta por Pablo:

Pablo se ha ido a la playa con las niñas hace ya tres semanas. Sus argumentos eran sólidos: es padre, su jefa es razonable, tiene vacaciones. Yo no les he acompañado. Y mis excusas también irreprochables: no soy la madre de sus hijas, mi jefe es ..., no tengo vacaciones.

- Sol, todo eso está muy bien, pero tampoco te has acercado a verlos ningún fin de semana.

- No.

- Y tú misma dices que sólo le dejas comunicarse contigo vía whatsapp.

- ¿Y qué? No me gusta hablar por teléfono. "¿Qué tal?". "Bien". "¿Y tú?" "Bien también". Son conversaciones predecibles y prescindibles.

- Sol, muy bien, muy buen uso del diccionario, te felicito, pero...

- ¿Pero qué?

- ¿Tú te estás escuchando?

- Lo intento, pero cuando me escucho no oigo nada.

- Sol...

- ¿Quééé?

- ¿Estás bien? ¿Estáis bien?

- Pues...

Eso fue hace unos días. A mí se me humedecieron los ojos y el gurú se dio cuenta de que (i) no soy tan dura como aparento, y (ii) no soporta que llore, así que ha intentado otra táctica, más agresiva, más suya.

- Joder, tía, es que empiezo a creer que intentas coquetear conmigo... Y el chute de autoestima me gusta, claro, pero tu novio va a ponerse celoso y yo no quiero responsabilidades.

- No coqueteo contigo.

- Sí lo haces. Relee tu penúltimo post, anda.

- No coqueteo contigo, joder. Estoy triste y necesito cariño, eso es todo.

- Y ese todo es también coqueteo.

- No me escuchas, gurú, que-es-toy-tris-te. Me tiene triste el trabajo. Me tiene triste el verano. Me tiene triste el cuerno de África. Me tiene triste la democracia. Me tiene triste la bronquitis...

- Pues no me aburras a mí y cuéntaselo a tu novio, rica.

- Mi novio está en la playa, desconectado.

- Pero de ti no desconecta.

- Claro. De mí ya desconecto yo.

- Sol, coño, que intento animarte, y nada; putearte, y peor; inyectarte energía, y te me pones intensa...

- ¿Tú me cuidarías, gurú? ¿Tú sabes cuidar?

- Anda, vete a currar.

 

Me echó, pero no se había rendido. Y hoy, con su última táctica, llega este post.

- Lo he estado pensando.

- Genial que pienses. ¿Ya sabes cómo hacer para que los políticos escuchen a los ciudadanos y al #15M?

- Sol, no te hagas la imbécil, que yo pienso mucho en ti, que me importas.

- Qué plasta eres. ¿Un consultorio de sexo otra vez?

- Que no... Lo que digo es que si tienes un blog sobre relaciones personales...

- ¿Mi blog es sobre relaciones personales? ¡Vete a pastar, gurú! Eso sólo lo dices para darle la razón al burro de mi amigo Koldo. Y para hacerme sentir que soy una ñoña y bajarme el sueldo. Que no me lo puedes bajar, pedazo de melón, que no me pagas...

- Sol, cállate un ratito.

- (...)

- ¿Ya? Lo que te quiero decir es que si tienes problemas de pareja, igual te ayuda confesarlo. Por un lado, por honestidad con tus lectores; por otro, y siendo pragmáticos, porque eres una tía atractiva y, así, alguno de esos tigres que hay por ahí se entera de que eres una pieza disponible, y te da un alegrón...

- (...)

- Que sí, coño, no me abras los ojos, que ya los tienes bastante grandes sin esfuerzo. Que tienes que ser más pícara, tía. Vamos a hacer una lista de los hombres que te podrían gustar si no estuvieras con Pablo...

- (...)

- Sol, en serio, que vas a empezar el curso en otro trabajo y sin ese novio, que ya te lo digo yo que soy gurú y puedo ver el futuro.

- Oye, que mi blog es ficción y mis problemas no son personales, sino laborales y bronquiales...

- Vale, sí, lo que tú digas, rica, pero saca un boli y vamos apuntando nombres. A ver, el cuñado de...

(Sorry, apuntó algunos, más de cinco, menos de diez, todos valiosos, pero no los puedo reproducir).

Y, así, gracias al gurú, me doy cuenta por fin de que el silencio con que he vallado las grietas de mi glaciar no es demasiado constructivo. Y me pongo yo a pensar, y no pienso tan bien como el gurú, ni tan claro. Y sigo pensando. Y el gurú se va de viaje mañana y ya no podrá chincharme ni pensar por mí. Y decido que me toca hablar con Pablo y con mi jefe, y luego callarme y curarme la bronquitis, y después comprarme por fin una bici, y, ya lo último, largarme yo también.

 

P.D.: el título de este post es un homenaje a una novela tallada como una joya, "El ruido de las cosas al caer" ("¿Le preguntaría dónde estaba, si podía ir a recogerla o si tenía derecho a esperarla? ¿Guardaría silencio para que se diera cuenta de que había sido un error abandonar nuestra vida?..."). Y ya que estamos con la literatura en español, lo tuiteé el otro día y lo repito, recomiendo leer "El hombre que amaba a los perros", de Leonardo Padura.

P.D.2: Gracias a Sol, que está en todas partes, y a todos los que ayer (también, otra vez, siempre) llenasteis calles y plazas, que para eso son vuestras. #nopararemos #democraciarealya #15M.

P.D.3: Unicef o cualquier otra ONG, pero... El dato de medio millón de niños en riesgo de muerte por hambre no es demagógico, es la dura realidad.

 



 

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