La novia de papá

26 oct 2011

El banquillo

Por: Paloma Bravo

Banquillo

(En la foto, para mi padre y todos mis genes atléticos, Luis y Peiró en el banquillo. La he sacado de la web de un colchonero brillante).

 

Prometí que continuaría con la historia de Koldo y de Clara, y, la verdad, estaba decidida a incumplir la promesa, porque no me gusta nada obedecerme a mí misma, pero han sido ellos los que han insistido: toda la semana dando vueltas al mismo rollo.

O, mejor dicho, Clara ha hecho autocrítica y Koldo se ha quedado donde estaba: cínico y comodón, con los pies encima de mi mesa. El caso es que acabamos quedando este fin de semana para ver si desbloqueábamos la cosa y encontrábamos un ganador moral. Fue el sábado, en un aperitivo en torno a la cama de Carlota, la hija de Koldo y Montse, contemplando su gastroenteritis y sus inmensos ojos azules mientras Clara se explicaba.

- Lo he estado pensando y es verdad que soy una egoísta.

- ¿Pero quién dijo que fueras egoísta?

- Koldo...

Koldo no lo dijo, pero sonríe tan satisfecho como el gato de Cheshire. Tiene a Clara entregada a su teoría y se relame sin disimulo.

- ...es que es verdad- sigue Clara- yo no tengo tan claro que me apetezca invertir tiempo y esfuerzo en querer a alguien. No estoy amargada, que yo me separo bien; no odio a los hombres, que me encantan... Lo que pasa es que... Que no sé si me compensa renunciar a los pocos trocitos de vida propia que tengo.

- Venga, Sol- me anima Koldo- di tú la cursilada.

Le miro desconcertada y casi agresiva, y él sigue: "Dile a Clara eso de que no le apetece porque no ha encontrado el hombre con quien arriesgarse".

- ¿Y yo por qué le voy a decir eso? A ver si te crees que soy una imbécil y una tópica.

- No, te lo digo porque Clara no te ha dicho toda la verdad.

(...)

- Bah... Clarita, cuéntale lo del banquillo...

Resulta que a Clara no sólo le gusta el entusiasta. Utilizando el lenguaje futbolístico que mejor entiende Koldo (y una metáfora de mi amigo Manu), Clara larga mientras Koldo la va interrumpiendo, consciente de que desplegó el otro día una tela de araña por puro deporte y sin mucha fe, y ha acabado atrapando una mosca gorda e inocente.

- Venga, Clara, dile que sumas nueve tíos en el banquillo...

A Clara le da vergüenza lo que a mí me llenaría de orgullo. "¿Nueve? Clara, eres una crack. A ver, a ver...".

- Que tampoco son nueve, joder; que Koldo está incluyendo a dos con los que ya he estado y no voy a volver por mucho que insistan; a tres que no me hacen demasiado caso aunque me gustaría; y a otros tres que...

- Que te ponen y que ya te has tirado.

- Joder, Koldo. No se te puede contar nada. No me he tirado a los tres, sólo a dos.

- Siendo uno el entusiasta.

- Sí.

- ¿Y los otros dos...?

- Los otros dos... Pues uno es limitado porque está casado, quiero decir que está estupendamente casado y yo quiero que siga así. Y el otro, no sé, el otro es raro como él solo y me da mucha pereza.

Clara habla mirando al suelo; yo tengo la boca abierta (no entiendo de dónde saca Clarita el tiempo) y Montse, que es mucho más práctica, ha sacado papel y boli y ha ido apuntando números y características: "¿Y el noveno? Dos ex más tres en presente discontinuo más tres platónicos son ocho. ¿Quién es el noveno?".

Y entonces Clara enrojece hasta las orejas, se acaba la cerveza de un trago, se levanta, se asoma al balcón y, desde allí, nos confiesa que en ocasiones ve a su ex.

"No del todo. Pero... No sé. A ratos. Es como estar en casa. Puedo ser yo, puedo estar en zapatillas y contarle que estoy estreñida. Me gusta viajar con él y que no me insista en seguir andando cuando yo estoy congelada y necesito un café. No estoy enamorada, claro que no, que ya he visto su peor lado y no puedo olvidarlo. Pero, de verdad, es como ponerte un pijama viejo".

- Koldo, como tópico, reconoce que Clara se lleva el Óscar... ¿"Como un pijama viejo", Clara? ¿De verdad? Joder, tía, que pareces un personaje de "Sexo en Nueva York"...

Y esta vez es Koldo el que frena mi crueldad, el que, a su manera, demuestra otra vez tolerancia y sentido común: "Solete, rica, quieta ahí. Que si a la chica le apetece estar dentro de un pijama viejo está en su derecho...".

- Es que yo no creo que le apetezca.

- ¿Y si no le apetece por qué lo hace?

- ¿Y si le apetece por qué insiste en los tres platónicos, y en la falta de entusiasmo del entusiasta, y en llenar ese banquillo?

Pero esta vez no necesito a Koldo ni a Clara para contestarme: Clara insiste porque le gusta, porque no sabe lo que quiere, porque quiere algo un día y lo contrario el siguiente, porque es como yo y como casi todo el mundo: insegura, enamoradiza, voluble, cariñosa, solitaria... Porque es mil personas en una y no tiene por qué dejar de serlas.

- Yo también la entiendo- señala, Mon.

Y Koldo, antes de dejarnos entrar en su intimidad, cambia de tema y utiliza su clásica táctica de ataque: "Oye, Sol, que lo que he estado pensando es que tu jefe es digno de un post. Lo tienes que titular "La insoportable pesadez del ser", tú que eres tan culta...

- ¿Y el alquiler me lo pagas tú cuando me despidan?

- No, mejor nos haces de canguro de Carlota, que esta gastroenteritis se está poniendo gore.

- Ey, ey...- Clara ha recuperado el color y la sonrisa- que se me ha olvidado; hay un décimo: un tipo guapérrimo que me encontré hace poco. Está buenísimo y es completamente idiota, pero me adora.

- ¡El hombre diez!- gritamos Montse y yo a la vez.

- Exacto.

Pero ahora sí que no puedo comprometerme a un "continuará"; Clara me oculta información y así no puedo contar su vida.

 

P.D: este post es para Fernando. Anoche se lo estuve intentando explicar: "las rubias te quieren por tu cuerpo y las morenas por tu inteligencia, pero necesitas una castaña, como yo, que sepa cuidar tu sonrisa". Pero, claro, él se deja querer. Un día protagonizará este blog, que se lo he prometido, y os dejaré asomaros a su sentido del humor, su lucidez y su forma de ver el mundo, pero si no lo conocéis en persona no podréis verlo brillar.


 

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Hay 8 Comentarios

Gran foto!

pues a mí me ha parecido buenísimo...real como la vida misma..por lo menos como la mía ahora...hay rachas de banquillo y rachas de pijamas viejos... a mí me suelen coincidir las de banquillos con las de 'que nos pagan por estar y no por ser y hacer'...será porque buscamos nuevas experiencias?

...vaya con Clarita...que así somos todas, Sol?...mujer, no todas...pero en fin, si le apetece y puede, pues adelante...sin olvidar que el que juega con fuego se puede quemar...y eso para ellos como para nosotras...un saludo

Clara: si soy el reserva y me lo haces saber con una cita cada dos semanas, no pretenderás que regale el entusiasmo que a ti te falta. Hay a quienes les sienta muy bien tener un banquillo concurrido, pero todos son maestros en el arte de la suplencia.
Besos

Yo creo que el banquillo se llena de varias formas, dos principalmente, una consiste en los chutes de autoestima y vanidad que aportan los amantes-amores ocasionales y otra en el gusto de la variedad como estilo de vida, ya que la fidelidad no es la única verdad en muchas parejas... cómo llenamos nosotros nuestros banquillos si es que necesitamos llenarlos?
Sol! ojalá y sí que continúe la historia.

Vaya simpleza. Lo siento.

Perdonen que no me levante... Estoy vomitando con toda la cabeza dentro del váter.

Oye!, tenía su puntillo Luis Aragonés, lástima q ya no lo tenga, como se estropean los cuerpos!!!!!.
Yo me identifico un poco con Clara pero no me acuesto con tantos y menos, a la vez, y por supuesto muchísimo menos con mi ex, pero entiendo ese miedo a empezar de nuevo, sobre todo porque yo no lo he hecho nunca y lo q me da es pavor y todos, todísimos tienen defectos y taras q me impiden dar el paso. Yo busco la fórmula mágica pero ya voy viendo q no, al igual q no la había para olvidar a la persona amada, solo el tiempo, la experiencia y caerte una y otra vez te ayudan un pelín....

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Sobre la autora

Paloma Bravo
Soy madrastra, periodista y autora de “La novia de papá” (Plaza&Janés). Este blog no lo escribo yo, lo escribe Sol Beramendi, la protagonista de mi novela. O sea, que es ficción y, por lo tanto, absolutamente real.

Paloma Bravo

SOBRE EL BLOG

Según la RAE, madrastra es una “cosa que incomoda o daña”. ¡Y una mierda! “Tía buena (buena en todos los sentidos), lista e inmejorable” es lo que debería decir. ¿O no? El caso es que me ofrecieron crear una plataforma de “madrastras sin fronteras”, pero mis bestias me necesitan en casa, así que nos hemos quedado en un blog. Para hablar de vuestras familias y otros animales.

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