Yo pensaba que mi amigo Paco no leía este blog. No por nada, que hace años que ya me ha perdonado la bordería pegajosa de mi exjefe, sino por falta de tiempo.
Paco es un gurú con fundamento. Quiero decir que no lleva túnica ni sienta cátedra en plan tecnoguay, pero controla las redes, siempre sabe de lo que habla y, a diferencia de otros, trabaja hasta cuando está en su despacho.
Lo que pasa es que la otra noche le pillé un poco a traición, con un gintonic de ventaja, y me confesó que sí, que lo lee a escondidas, con un poquito de rabia y un mucho de morbo.
La rabia es porque dice que es un blog feminista, el morbo... por lo mismo: porque es un blog en el que hablan mujeres.
"Pero no es feminista, Paco. Que yo no soy de cuotas ni de libro de estilo, que no. Que lo que pasa es que yo me he acostado siempre con tíos y, claro, el punto de vista de los polvos es el mío...".
- Que no te pongas intensa, que es un blog feminista. Y, además, me da igual.
Porque a Paco esta noche no le intereso yo, sino las matemáticas y la geometría.
Paco, además de gurú, es un hombre bueno con vocación de malo y tiene una inquietud que no le deja apurar el gintonic: "Si en un trío participan un homosexual, una heterosexual y un metrosexual, ¿quién queda satisfecho?".
Almudena, Sonia y yo lo tenemos clarísimo: "¡Nadie!", y encima Almu lo remata con una de las carcajadas más luminosas que he oído en mucho tiempo. Pero Paco no quiere esa respuesta, quiere que nos esforcemos...
-Hombre... Alguien tendrá que disfrutar...
Y Sonia, que nació para organizarnos y para hacernos felices, improvisa una pizarra y le hace un esquema lleno de orificios y de flechas.
Paco ya no está muy atento porque él sí que está satisfecho: ha conseguido provocarnos, agrandar aún más los ojos de Sonia, despertar la risa de Susana y reanimar mi indignación.
"Este triplete vale más que un trío", y sonríe como sólo sabe sonreír él: con los ojos de malo que no puede ser más que bueno. Y se parte. Y me dice que sí, que le haga un post, y que hagamos un trío o, mejor, con nosotras tres, un cuarteto.
"Cuarteto sí, pero no lo abras más, que luego nos entra de todo", dice Almu, "y yo ya he llegado a mi límite". Y Pedro, que andaba por allí, pone los ojos en blanco, apasionado por los dobles sentidos, y por los triples, y...
Tampoco vamos a hablar de lo que nos ha entrado y lo que ha salido, que es privado y largo, sobre todo largo.
Y no, no es un chiste fácil, es que tenemos mucho pasado y grandes presentes, mientras nos reinventamos el futuro.