Laboratorio de Felicidad

Sobre el blog

En el laboratorio de la felicidad analizamos experiencias, recogemos investigaciones y aportamos claves para vivir de un modo más saludable y optimista. Ponemos un microscopio para entendernos un poco mejor a nosotros mismos en nuestra relaciones personales y profesionales y ofrecemos fórmulas prácticas para incrementar nuestras dosis de felicidad en el día a día.

Sobre la autora

Pilar Jericó

Pilar Jericó. Curiosa del ser humano, de las emociones y de las relaciones personales. Es socia de la consultora Be-Up, coach y doctora en organización de empresas. Escritora de ensayos y novela y conferenciante internacional desde 2001. www.pilarjerico.com.

Cinco libros para el verano

Por: | 09 de agosto de 2013

Summerreading

El verano suele ser un buen momento para leer, siempre que nuestras obligaciones personales o familiares nos lo permitan. A continuación vamos a sugerir cinco libros, clásicos y altamente recomendados, alguno de los cuales han sido de inspiración en artículos de este blog. Por supuesto que cualquier selección siempre abandona otros igualmente muy interesantes. Solo es una propuesta y si alguna persona sugiere algún otro, será un placer leerlo en los comentarios. Iremos creando una bibliografía conjunta.


Viktor Frankl
 "El hombre en busca de sentido”


Comenzamos con uno de los libros que más me han influido en la psicología en las últimas décadas y de los que habitualmente recomiendo. Frankl, médico psiquiatra judío, estuvo prisionero en varios campos de exterminio, entre ellos Auswitch, durante la II Guerra Mundial. Según Frankl, la última de las libertades consiste en decidir nuestra actitud personal con la que afrontamos la vida. Dice “el hombre, en última instancia, se determina a sí mismo”.
He leído otras publicaciones suyas, como “Ante el vacío existencial” o “Logoterapia y análisis existencial”, pero indudablemente su libro capital es el anterior y además, escrito con un lenguaje muy asequible y cercano. Es un regalo leerlo, aunque aviso a navegantes: además de inspirador es también estremecedor. La dureza de aquellos momentos no nos deja indiferentes, aunque nos aporte la capacidad de relativizar nuestros problemas.

 

Erich Fromm
”¿Tener o ser?”

Fromm es uno de mis filósofos preferidos, capaz de ser muy divulgativo, algo que no siempre sucede con todos los filósofos. He señalado este libro porque es el que más me gusta, junto con el clásico de “El Arte de Amar” (amar es una decisión, dice). En el “Tener o Ser” asegura que la esencia del ser humano está en el ser, que no en tener más y más cosas. Ayuda mucho a reflexionar sobre las dinámicas sociales en las que nos adentramos y que nos alejan muchas veces del camino de la felicidad.
De este autor también es muy recomendable su libro “El miedo a la libertad”, bajo la hipótesis que las personas no siempre queremos sentirnos libres para escoger lo que queremos hacer con nuestras vidas. De alguna manera, es como si buscáramos causa externas para justificar lo que no nos atrevemos o, lo que es peor, ni tan siquiera nos cuestionamos lo que nos viene impuesto. Se escribe en 1941 pero es trasladable a muchos comportamientos actuales. O si no, ¿cuántas personas se enfrentan al vértigo de salirse de lo establecido?

 

Mihalyi Csikszentmihalyi
 "Fluir”

Hemos hablado ya de él. Su investigación es una revolución en el concepto de la felicidad, ya que no habla de comportamientos, sino de acciones que nos derivan estados de flujo, es decir, momentos en los que nos sentimos realizados y en donde el tiempo pasa sin darnos cuenta. Es un trabajo riguroso, profundo y que ayuda a entender cómo se conforma el compromiso en la tarea, en lo que creemos o nos gusta. Existe de este libro, además, una versión más reducida para aquellos que quieran una lectura “exprés”.

 

Martin Seligman
 "La auténtica felicidad”


El gran maestro actual de los estudios sobre la felicidad y con el que comenzamos este blog. Una de las conclusiones de Seligman de la que todavía no hemos hablado es la relación de las principales virtudes que tienen en común más de doscientos códigos éticos y morales: sabiduría-conocimiento, valor, amor, justicia, templanza y espiritualidad-trascendencia. Su libro está lleno de investigaciones y conclusiones y ha sido fuente de inspiración para muchos trabajos posteriores sobre el optimismo o la calidad de vida emocional.

 

Daniel Goleman
 "Inteligencia emocional”


El gran mérito de Goleman es haber dado a las emociones el protagonismo que se merecen en el mundo de las organizaciones después varios siglos de destierro. Ha escrito varios libros, pero éste es su gran punto de arranque. “Inteligencia emocional” se apoya en una detallada búsqueda de información, lo que hace que sea un texto riguroso, aunque no de ligera lectura. Posterior a este libro, hay otros que siguen indagando en la materia, pero si tuviera que destacar uno, diría el de la “Salud Emocional”, bastante menos conocido. Es una transcripción de conversaciones de diversos científicos occidentales con el Dalai Lama. Muy interesante el contraste de Oriente con nuestro mundo.

 

En otro post seguiremos sugiriendo más lecturas. Aprovecho para desear un feliz agosto y despedirme hasta septiembre. Entonces, regresaremos con más fórmulas, recetas e investigaciones que nos ayuden en el apasionante mundo de la felicidad.

 

Más sentido del humor, más salud

Por: | 01 de agosto de 2013

Humor

“Más sentido del humor, más salud” podría ser el lema para estos días (y para todo el año, podríamos añadir). Todos conocemos su lado amable si se practica con asiduidad, pero la ciencia en los últimos años está demostrando también lo beneficioso que es para la salud. Veamos a continuación algunas conclusiones: La Universidad de Maryland confirmó que prevenía enfermedades cardíacas en la medida en que facilita el flujo sanguíneo. También ayuda a reducir el estrés, si no recuerda si alguna vez viste de adolescente una película de miedo con los amigos  y cómo se hacían bromas para rebajar la tensión. El sentido del humor activa además la misma zona cerebral que la cocaína, en opinión de la Universidad de Stanford, de ahí que nos sintamos tan eufóricos después de haberlo pasado muy bien. Cuando nos reímos, además, generamos oxitocina, la hormona de los lazos sociales, que nos ayuda a reducir el miedo y refuerza la sensación de bienestar. Y lo más interesante, la capacidad de reírse -con los demás o con uno mismo- puede desarrollarse hasta en situaciones muy difíciles. De hecho, entre los supervivientes de los Andes, cuando supieron que se suspendían las labores de rescate, Carlitos Páez fue uno de los que pasó a convertirse en un líder informal del grupo gracias a su sentido del humor.

Existen más estudios que corroboran cómo la capacidad de reír no desaparece en la dureza de ciertas enfermedades crónicas. Uno de ellos fue el realizado por la Universidad de Michigan, después de analizar a 49 personas sanas y a 49 personas que estaban sometidas a un tratamiento de diálisis. Dicho tratamiento tiene como objetivo extraer las toxinas del riñón a través de una máquina cuando éste no funciona adecuadamente. Para ello, se ha de ir a un centro médico tres o más veces por semana, algo que, lógicamente, no resulta muy agradable. Los investigadores midieron el estado de humor de todos los participantes a lo largo de siete días para ver si existía alguna diferencia. Hallazgo: no encontraron ninguna. Todos se enfadaban, lo pasaban mal, estaban tristes y tenían capacidad de reírse independientemente de tener o no los riñones enfermos.

Existen más conclusiones científicas, pero todas ellas nos llevan al mismo punto: el sentido del humor nos ayuda a tener más calidad de vida y por ello, a ser más felices. La capacidad de reírnos de las circunstancias nos permite tomar distancia. Muchas situaciones que vivimos son inevitables, pero el sentido del humor nos aporta una atalaya especial para revisarlas e reinterpretarlas. Dejamos de sentirnos tan importantes o como epicentro de nuestros problemas y somos capaces de transformar emociones ácidas en otras más livianas; además de ser un gesto de elevada inteligencia, como resume Friedrich Nietzsche:

La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.

Recetas:

1.     Ante un problema, revísalo como si fuera una película con un cierto toque de humor que pudieras contársela a otra persona. Esta técnica es especialmente importante sobre todo con errores que hayamos podido cometer para luego analizarlos con calma.

2.     Rodéate de personas con las que lo pases bien. La amistad nos aporta esa dosis de distancia importante para reinterpretar la realidad de un modo diferente.

3.     Busca actividades que te permitan disfrutar de cosas, que te lleven al lado amable que tuvimos en nuestra infancia. Otórgate esa libertad personal para disfrutar y para reír.

Fórmula:

El sentido del humor es un hábito muy beneficioso para la salud, ya que ayuda a reducir el estrés, genera oxitocina y nos superar situaciones difíciles.

El País

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